13 - Alone
Luke's Pov
Jamás me había sentido de esta manera; como si no mereciera nada de lo que tengo, como si estar solo hasta ahora fuera mi única solución.
Sabía que poco a poco me iba demacrando, pero qué debía hacer, qué era lo correcto ante la vista de todos para ser mejor persona y salir adelante. No lo sabía.
Estaba jodido, si me hubiesen dicho cuando tenía 14 años que la vida de alguien famoso sería así jamás hubiera subido un jodido video a YouTube.
Esperen.
¿Qué mierda estoy pensando?
No me arrepiento de nada, esto, lo que tengo es algo que me gané poco a poco.
Demonios... Ni siquiera sé que pasa por mi cabeza.
Solté un largo suspiro cansado, pasé ambas manos por mi cabello rubio oscuro, lo halé con frustración y rodé en la cama para hundir mi rostro en la almohada. No había salido de aquí para nada en lo que lleva 3 días, era martes por la noche, no me había dignado a salir de esta mansión y tampoco en contactarme con alguien.
Sabía que estaban preocupados por mí porque me llamaban a diferentes horas del día o mandaban mensajes preguntando si estaba bien. Me estaba convirtiendo en un ermitaño, realmente parecía uno ya que mi barba estaba creciendo mucho y mi aspecto era igual al de un zombie. ¿Dónde estaba el chico rubio bonito? Creo que lo raptaron mis problemas.
Miré en dirección a la mesa de noche donde mi celular vibraba por alguna notificación de mensaje y opté por ver mi bandeja de entrada. La mayoría eran de Calum después le seguía Ashton y Arzaylea.
"—Mira, idiota, si estás jugando te vas a lamentar. — Calum."
"—Bueno, retiro lo dicho, Bro ¿Dónde mierda estás? Todos están un poco extraños por la situación y preocupados. — Calum."
"—Luke, sé que estás escondido por eso no me alarmo tanto, pero en la próxima tienes que avisar que vas a desaparecer. — Ashton."
"—Luke, me preocupas. — Arzaylea."
"— ¿Dónde estás, Cariño? — Arzaylea."
Fruncí levemente el ceño y volví a dejar el teléfono en la mesa de noche. Me volví sobre mi cuerpo y apoyé mi cara en una de las almohadas. Todos me habían enviado un mensaje menos una persona; Misty.
Esa chica ahora de cabello rubio quería matarme, lo estaba consiguiendo, el día que se había trasformado en rubia; me había dejado anonadado, extrañado y realmente emocionado. Ella sabía lo que hacía, claro que lo hacía, Misty quería que pagara duro por mi estupidez y lo hacía de la manera más cruel; reluciendo sus encantos y haciéndome saber que no me necesitaba.
—Mierda. — murmuré, me senté en la orilla de la cama, agarré mi teléfono antes que me arrepintiera y comencé a buscar entre mis contactos cuya inicial era la M.
Michael.
Miranda
Misty.
Había más, pero esos relucían. Mi dedo pulgar comenzó a dar vueltas sobre la pantalla del celular mientras me convencía a mí mismo que lo que iba a hacer era lo correcto.
Demonios.
Piqué el nombre haciendo que comenzara a pitar, me lo llevé a la oreja y esperé por alguna respuesta.
— ¿Luke?
—Hola, Michael. — Suspiré, sabiendo que yo era un maldito cobarde.
— ¿Dónde mierda estás? — preguntó, miré a mi alrededor y solté una risa.
—En la oscuridad de una habitación.
—Hablo en serio, todos estamos preocupados por ti. — dijo, cerré los ojos y traté de pensar en una respuesta coherente que no me delatara.
—Estoy bien, no se preocupen, solo quiero estar un tiempo a solas, ya sabes pensar y recapacitar un poco. — me excusé, oí que Michael soltó un largo suspiro y se hizo un silencio entre la línea.
—Solo no vuelvas a irte así por así... Demonios Luke, Dime dónde estás. — pidió molestó y gruñí.
—Michael, es por eso que no dije nada, sabía que me iban a molestar...
— ¿Ahora se supone que preocuparnos es molestar? — preguntó, guardé silencio sabiendo que no podía discutir con ello y opté por colgar así por así.
"—Lo siento. — Yo."
No recibí respuesta por parte de Michael, sabía que lo había hecho enojar, pero mi plan no era llamarlo a él... Ahora que lo pensaba mi verdadero plan era patético.
—Eres un desastre, Luke, uno grande. — murmuré para mí mismo y de nuevo me volví a dejar caer en la cama.
Miré hacia el techo y me entretuve con la delicada decoración que este poseía. Sabía que hoy sería el último día de mi soledad, mañana volvería a mi dúplex que compartía con Calum, pero para mañana tendría mi mente despejada y con algunas cosas en orden.
A veces la soledad es mejor que cualquier cosa, eso sí, no siempre.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro