Introducción.

14 de Febrero.

Él debería. Claro, ¿cómo no? Lo más normal es que él estuviese en casa, porque tenía pareja. Porque su alocada y adorable pareja estaba esperándolo en casa todavía, mientras él seguía ahí, desconcentrándose por el deseo que le provocaban sus fantasías de llegar rápido. Se arrepentía de tener su trabajo y si con este, el día más esperado de las parejas no podía pasarla con la suya, con su novio, Kuroba Kaito. Aquel mago excéntrico y juguetón que tenía la misma o mayor fama que la de su difunto padre. Una vez más, la excusa de Shinichi Kudou para no pasar un día con su amado era su trabajo, un caso.

¿Cuánto más podría darle esa excusa a Kuroba antes de que se cansara de él?

Podría ser que ya se había cansado, incluso. No podía culpar al mago si estaba harto de él, después de todo, ¿Quién no se cansa de esperar? Eso podría decir, casi... Sería la excusa perfecta, pero no. Ni ella le servía, amaba demasiado a ese estúpido detective, tanto como para tenerle paciencia.

Entonces... ¿Qué pasó ese día? ¿Por qué Kuroba Kaito ya no estaba?

Si no lo abandonó, ¿A dónde fue?

—Me abandonaste... ¿de verdad?—no podía creerlo, tenía que ser una broma. No podía asumirlo.—Imposible.

_________________

Maldecía su mala suerte. ¡Enserio! Alguien como él, acostumbrado a ver a través de los engaños de la gente había caído ante esa mujer, ¿cómo es posible? Ah, es verdad, tocó su punto débil, el único que lo quebrantaba lo suficiente para ser un débil sin defensa siempre que utilizaran ese punto débil contra él. Mientras lo veía, quería gritar. Sus lágrimas no cesaban de caer, porque debía observarlo, esa desesperación y locura en la que él mismo estaba cayendo.

—No quieres ver más, ¿cierto?—ella reía, burlándose de él. De su decisión ingenua de arreglárselas por sí mismo. ¿Por qué no confió en el otro? Quería ser útil, necesitaba salvarlo sin su ayuda, por eso.

—Cállate...—rogó lastimero. Sus muñecas dolían; marcas de quemadura se habían producido en estas, su rostro lucía demacrado mientras no hacía más que observar. Su cabeza dolía, quería desaparecer. ¿Qué le había hecho al mundo para ser tratado con tanta crueldad? ¿Qué le hizo a ella para buscar este castigo?—No quiero ver más...

—Veélo—ordenó con crueldad, sonriendo—Ve como él se destroza a sí mismo, por tú culpa.

—¡Cállate!—gritó desesperado, cerrando sus ojos.

Ella lo golpeó hasta dejarlo sin aire, cayendo inconsciente. Oh, lo había olvidado. Faltarle el respeto significaba una ronda más, pero con sinceridad, no le molestaba. No podía sentir su cuerpo, pero mientras no viese más esas imágenes, podía guardar un mínimo de tranquilidad.

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

CRÉDITOS.

Los personajes y la obra original—Es decir, el manga— pertenecen a Gosho Aoyama. La historia y trama son mías, pero bueno, el universo de los personajes de Detective Conan y Magic Kaito pertenece a él>:c. Dicho esto, también dar créditos a los/as respectivos creadores de las imágenes de Multimedia y en general. No sé de dibujo digital, así que créditos a quién correspondan cada una de ellas~. 

Well, well, well...

¡Fin de la introducción de Bittersweet! 

Dejen el título, sé que no es el mejor.__. Pero bueno, hecha ya la introducción de este nuevo mundo, con la pareja principal KaiShin, por supuesto, nuestro detective por el ladrón KID, advertir que esta es una novela dramática con romance uwu. Estaba esperando poder publicarla hace día, y sí, no hagan caso que la fecha en que empiece es San Valentín, eso ignorénlo uwu.

En fin, esperando su interés y continúen la lectura, ¡Me despido! ¡Hasta pronto!

Sum~.