Su anterior línea de pensamientos era una mezcla de desvaríos y sin sentidos que probablemente nadie podría llegar a comprender, así que lo mejor sería poner sus ideas en orden.

En el mundo actual, los vampiros y los humanos convivían en armonía.

Realmente hace muchísimo tiempo que no tenían ningún problema en especial, sin ningún tipo de guerra ni nada por el estilo, pero siempre había existido la discriminación entre ambas razas.

Los humanos veían a los vampiros como monstruos sin corazón.

Según los vampiros, los humanos eran un frágil e hipócrita cuerpo de piel y hueso que solo servía como alimento gracias a la sangre que corría por sus venas.

Aunque aún existían personas y vampiros que pensaban de tal forma, habían llegado a respetarse mutuamente, lo suficiente como para ver vampiros por las calles y pasar de largo, sin hacer un alboroto al respecto.

Incluso existían algunos casos de personas mitad vampiro, como Midoriya, que debía beber sangre pero podía comer distintos tipos de alimentos para sobrevivir y mantener su cuerpo estable.

Este no era el caso para los vampiros de sangre pura, casos como Yaoyorozu o Todoroki, que eran los más conocidos de la escuela por venir de algunas especies de dinastías de vampiros legendarios o algo así.

Shinso nunca le había prestado real atención a lo que se decía por los pasillos que, la gran mayoría del tiempo, solo eran exageraciones que carecían de sentido.

Cómo decía, aquellos que eran vampiros en toda la regla, solo podían alimentarse de una cosa, lo cual era sangre.

Por lo que se sabía por palabras de los vampiros o de los libros de texto que actualmente existían para que los humanos pudieran entender mejor a sus compañeros de la sociedad. Los vampiros se alimentaban de sangre humana, pero se sabía que podían tomar también la de algunos animales como gatos, perros y aves pequeñas, aunque sería muy extraño de verlos hacerlo, ya que era sabido que ningúno disfrutaba del sabor y era más una medida desesperada que una elección propia.

También podían beber sangre que era donada, y que algunas escuelas o centros de salud mantenían refrigerada en caso de que algún vampiro la necesitase. Aunque sin saber si era o no un rumor, se decía que la razón por la cual siempre había tanta sangre en las reservas era porque los vampiros odiaban beber la sangre almacenada, ya que su sabor no era tan bueno como al tomarla directamente de la fuente.

Y de esa forma, llegamos al dato que todos en la preparatoria llegaban a aprender, los vampiros amaban tomar sangre después de acortarse con su presa.

El éxtasis del momento, las sensaciones, lo que llegar al momento del placer generaba en el cuerpo de los humanos, convertía su sangre en el más absoluto manjar para los vampiros.

Al llegar a la preparatoria, ya todos eran lo bastante mayores para saber que el convertirse en vampiros era más complicado que una pequeña mordida, ellos no se convertían, nacían siendo lo que son.

No era raro que sucedieran ocasiones como la de ayer, aunque Hitoshi estaba enterado (como todos) del proceder que tenían algunos vampiros, muchos eran más discretos al respecto de sus acompañantes y de lo que hacían antes y después de alimentarse, aunque era también sabido que no todos hacían este tipo de cosas, algunos como Yaoyorozu, se conformaban elegantemente de tomar la sangre de la reserva en una copa.

Ella no tenía ningún reparo con el sabor, aunque habían rumores de que era debido a que nunca había tomado sangre de otra forma.

Todoroki sin embargo...

—Es un asco. —Se lamentó tirado sobre la camilla de la enfermería, abotonandose perezosamente la camisa del uniforme escolar.

—¿Ya terminaste con tu acompañante de turno?

La voz de Shinso sonó burlona, mientras se acercaba para tomar la escoba se una esquina, intentando no desviar la vista en dirección al bicolor.

—No sé porqué dicen que la sangre de las chicas es mejor. No me gusta su sabor, ni antes ni después del sexo. —Una mueca apareció en su rostro, formando un puchero. Hitoshi pensó en lo retorcido que era creer que Shoto se veía adorable aún cuando hablaba del sabor de un ser humano.

—Pues, no debes creer todo lo que te dicen, Todoroki. Cada quien tiene gustos distintos, sobretodo con la comida. —respondió el pelimorado, su voz tuvo una ligero cambio al decir la última palabra, pero lo ignoró para seguir hablando. —¿Quién te dijo que las chicas sabían mejor?

—Mis hermanos. Ellos siempre dicen eso, así que siempre les he hecho caso, pero honestamente, me estoy cansando de este horrible sabor.

—Entonces... ¿Estás diciendo que nunca has probado la sangre de un chico? —Los ojos púrpuras se abren como muestra de su sorpresa, volviendo a barrer cuando los ojos bicolores apuntaron en su dirección.

—Tal vez sí, cuando he tomado sangre de la reserva junto a Yaoyorozu, pero eso sabe incluso peor, así que no sabría decir si es porque es de hombre o porque lleva tiempo almacenada. —Se quejó. —Pero no, nunca he bebido sangre directamente de un hombre.

El heterocrómatico se calló por largos segundos con la vista perdida en el techo, Shinso se mantuvo en silencio continuando con su trabajo, después de todo, era hora del almuerzo y no sería raro que Shoto se mantuviera ahí para acompañarlo, sobretodo después de que su "alimento" se haya ido a paso apresurado debido a la falta de educación del vampiro al decirle que tenía un pésimo sabor.

—Shinso...

—¿Uhm?

—¿Puedo beber de tu sangre?

Lo que se escuchó luego del mortal silencio que acompañó su última palabra fue el sonido de la escoba al impactar contra el suelo.