Bite Me IX
🩸Bite Me 🩸
Naruto dejó el plato en el lavavajillas, sin sacar ni una vez la mirada sobre Hinata. Ella estaba roja como tomate, estaba seguro que ella se daba cuenta de la manera en la que la miraba.
Rodeo la mesa central, yendo hacia ella, notando como su respiración estaba más superficial mientras más se acercaba a ella. Todo su cuerpo estaba en tensión, estaba a sólo unos pasos de la sangre que había necesitado por tantos años.. pero también notó la forma en la que Hinata miró la puerta del comedor.
Ella quería huir como un ratoncillo..
Puede que estuviera retorcido en su cabeza, pero al ver su instinto de huida de presa, lo excitó de sobremanera. Hacia mucho que no había visto tal nerviosismo en una mujer, generalmente ellas si se ponían ansiosas, pero era por el sexo.. Hinata estaba ansiosa por huir.
Una gota de veneno cayó sobre su lengua, no era suficiente para entumecer al músculo, pero si para que él se llenará de anticipación. Naruto hasta podía oír la sangre caliente de Hinata correr por sus venas, su corazón golpeando fuerte y claro. Él nerviosismo lo excitó tanto que se movió más rápido de lo que había querido.
-¡Ah!
Hinata pegó un chillido cuando la apretó contra la pared.
-¿Qué..
Naruto cortó su pregunta con un beso arrollador, su sabor dulce se impregnó en su boca. Gimió con ferocidad mientras devoraba sus labios rosas y calientes. Ella estaba estática, así que movió sus propias manos para tomar las de ella y las puso en su cuello mientras se agachaba un poco. Apretó sus propias manos sobre los muslos rellenos y la levantó contra su cuerpo.
Hinata pegó un chillido sobre sus labios. Eso no detuvo sus acciones. Sin ser plenamente consciente de lo que hacía, se movió y la puso sobre la mesa central. Arrastró un brazo por la madera, tirando el centro de mesa, el sonido de cristal haciéndose añicos apenas se registró en su cerebro hambriento. Hinata giró su boca lejos de él, con respiración en jadeos duros, pero eso tampoco le hizo aminorar el paso. Dejó vagar su boca por sus mejillas calientes, sus colmillos crecieron sin que él lo intentará de verdad.
Naruto gimió cuando llegó a su cuello, pasando su lengua por el lugar que palpitaba duramente. Hinata se agitó en sus brazos, pero no hizo nada para huir. Su propio corazón rugió con vida, de sus colmillos cayó gotas de veneno que dormirían la piel de su presa. Él estaba babeando, prácticamente, sobre ella.
Y ya no podía esperar..
Hundió los dientes lentamente, en la parte carnosa de unión de su cuello y hombro. Con la primera probada de su dulce sangre, se agitó, todo su cuerpo se estremeció. Fue como si una corriente eléctrica pasará desde su cabeza hacia abajo. Gimió, duro y largo mientras la sangre llenaba su boca, mamando como si fuera un bebé hambiento.
Hinata pegó un chillido, movió sus piernas apretadas en la falda y clavó las uñas en su espalda cubierta aún con ropa. Naruto sabía lo que estaba sintiendo. Calor, un calor erótico que la podría mojada para que luego disfrutará de esa parte de su cuerpo. De sólo pensar en eso, hizo que apretara su cadera contra sus piernas, la fricción le hizo gemir de nuevo.
Sintió como la energía le recorría mientras cerraba los pequeños agujeros de la piel. Sólo necesitaba un poco de sangre, no era como las antiguas leyendas que se desangraba a las presas. Sólo unas gotas, eso era suficiente para que todo su cuerpo se revitalizará. Pero su sabor era magnífico, no había querido parar, pero tuvo que hacerlo al saber que podría enfermarla si no lo hacía.
— Naruto..
Ella gimió su nombre, sus errantes manos ahora sacando, o intentando sacar, su camisa casi con desesperación. Él hizo un leve gruñido en respuesta, alzando su cuerpo sobre ella y sonriendo de lado al ver sus ojos vidriosos de pasión. Se pasó la lengua por los labios, aún sintiendo su sabor sobre ellos y abrió la boca para decirle algunas cosas cuando se tensó.
Las luces se apagaron y se prendieron, y luego una ensordecedora alarma reventó en todo el edificio.
Naruto gruñó más fuerte, está vez de frustración cuando Hinata parpadeó, su brillo lujurioso perdiéndose en el miedo. La necesidad sexual sólo duraba unos minutos después de la mordida, y sabía que ella lo había perdido completamente cuando sus uñas se clavaron en sus biceps.
—¿Qué es eso?— gritó por sobre el ruido molesto de la alarma, intentando sentarse en la mesa.
Naruto la ayudó, sabiendo que no podría seguir con lo que quería.
— Es la alarma de incendio—, murmuró mientras la sostenía, ya que las piernas de Hinata estuvieron inestables cuando las apoyó en el suelo.
Hinata lo miró con sus ojos grandes, algo temerosa y él sonrió.
— Nada de qué preocuparse. Probablemente sea una falsa alarma, pero saldremos.
Ella asintió mientras lo seguía para salir del comedor, Naruto con pasos largos y Hinata tropezando tras él. Salieron por la puerta principal, mientras él le ponía un tapado suyo sobre los hombros a Hinata. Le molestaba que algún hombre la viera con la ropa arrugada, a ella se le notaban los pezones contra la camisa blanca. Su cabello despeinado y sus labios rojos inflados le dirían a cualquiera qué era lo que estaban haciendo antes de salir.
La llevó al ascensor, manteniendo la pequeña mano en la suya, cuando tocó el botón para llamarlo, Hinata se removió a su lado.
—Mmm—, murmuró —. No creo que anden los ascensores. Probablemente sea mejor ir por las escaleras—, ella apretó su mano y le hizo caminar hacia la puerta que los llevaría a los escalones—. ¿Jamás has estado en un simulacro de incendios? No sé debe tomar el ascensor, es peligroso...
Naruto sonrió mientras ella abría la puerta. Obviamente, él había estado en muchos, también en incendios reales.. pero no le dijo nada al respecto. Ella tenía razón..
Sólo bajaron dos escalones, cuando él se detuvo de golpe. Apretó la pequeña mano, deteniendo a Hinata. Escuchó el inconfundible ruido de pisadas, pero estás no bajaban, subían. Él frunció el ceño mientras Hinata se volteó y le hablaba. Él no prestó atención, debía concentrarse para saber lo que pasaba.
Hasta él llegó el inconfundible olor.. no podría olvidarlo ni aunque quisiera. Estaba por tomar a Hinata y volver al departamento cuando ellos se detuvieron en el descanso que estaba frente a ellos.
Naruto saltó, poniendo su cuerpo al frente de Hinata cuando vió el reflejo del arma apuntando a su dirección. La explosión, junto con el grito de Hinata, retumbó en las paredes blancas cuando dispararon, pero Naruto ya lo estaba esperando. Esquivó por poco la bala que iba directo a su cabeza, logrando también alejar a Hinata de la trayectoria. Le ardía la cara, levantó la mano para tocar el corte en su mejilla, encontrando la sangre fría.
Sintió como la rabia creció en él, como un volcán en erupción, sabía que su rostro se oscureció. Podía sentir las manos temblorosa de Hinata en su espalda. Sus uñas grecieron, igual que sus colmillos, sus ojos se llenaron de sangre mientras levantaba lentamente la mirada al par allí.
—¿De verdad sólo mandó a dos? Él los quiere muertos..—, murmuró Naruto con voz profunda, casi gruñona.
— ¡Ja! ¿Nos crees idiotas, Naruto? Muévete sólo un poco y está muerta.
Naruto apretó los dientes, mirando al par con trajes negros. Sabía quienes eran, podía distinguir por el cuello de sus camperas la pequeña tela blanca del alzacuellos.
—¿Matarán a una inocente?—, preguntó entre dientes, pero ya sabía la respuesta.
— Dios la recibirá si es así..
— Aunque probablemente la folle el diablo, tal como lo hiciste tú.
Hinata jadeo a su espalda.
— Bien..—, dijo con un suspiro.
Había pensado en no decirle nada a Hinata, intentar conocerla antes de convertirla.. Pero ella no podría escapar si él no mostraba su verdadera esencia. Y tampoco podría escapar si ella sabía qué era en realidad él.
Las música ya estaba sonando...
Sólo quedaba bailar.
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