BITE
𝕯𝖆𝖞𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙 ٭ 𝕯𝖆𝖞𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙 ٭ 𝕯𝖆𝖞𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙 ٭ 𝕯𝖆𝖞𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙
La mañana en la que TaeHyung despierta, se siente sombría. Tal vez es porque al abrir los ojos, lo primero con lo que se topa es un montón de telarañas falsas, hechas con algún tipo de algodón deshecho, y las arañitas que le ha colocado encima. Le causa gracia a TaeHyung lo rápido que su novio se ha tomado la molestia de decorar, aunque ya es 31 de octubre e inevitablemente en menos de dos días, las decoraciones serían inútiles.
Pero no es solo eso lo que impresiona a TaeHyung en cuanto abre los ojos... Al tomarse un segundo observando esas arañas, parece que se están... se están... ¡Se están...!
—¡Aaaaaaaaah! ¡Se están moviendo! —El grito de TaeHyung lo hace alarmarse, mal sentándose de golpe en la cama. En conjunto con su miedo, su tambalear le provoca un jugueteo en el borde de la cama, así parece que va a caer.
Las manos del joven se sostienen de la cabecera, sin quitar los ojos de esas arañas. Lamentablemente, son sus vagos reflejos los que hacen que se agarre más bien de un florero colocado en el buró a su lado, y cuando parece que va a caer contra el suelo —aunque eso es lo de menos considerando que ya hay una araña bajando desde arriba—, cierra sus ojos.
El impacto no llega.
JungKook lo sostiene suavemente de la nuca y de la cintura. Lo observa con una expresión tímida y ojos ligeramente naranjosos, y una sonrisita se le escapa al ver a TaeHyung rojo de la desesperación.
—Buenos días, mi vida.
TaeHyung quita los ojos de las arañas por un segundo, y toma lo primero que su mano agarra: las flores falsas del floero que JungKook sostiene con una parte de su hombro, presionándolo sobre el buró. Sin siquiera tener un poco de lástima, estrella esas flores sobre la cabeza de JungKook.
—¿Qué mierda son esas cosas en mi techo?
—Son mis decoraciones.
—¡Quítalas!
—Pero ellas no te van a hacer nada.
Otro golpe de flores atenta contra el oído del chico. —¡Quítalas!
—Pero me tomó dos horas atraparlas a todas...
—¡JungKook, quítalas del techo!
La cara de JungKook se vuelve triste. En sus ojos hay un reflejo de vida que se apaga lentamente, como si le estuvieran quitando un pedazo de vida... de su infinita vida. Pero ni siquiera así logra hacer que su novio acceda a unas cuantas pequeñas arañitas paseando por el techo, no es como que ellas fueran malas, simplemente TaeHyung es un miedoso.
Con mucho cuidado y temiendo por su fuera nuevamente revitalizada debido a su reciente frenesí, JungKook carga correctamente a TaeHyung, quien sostiene el jarrón para evitar que éste caiga. El humano es levantado por un segundo en el aire, antes de ser depositado en el suelo. Con miedo, TaeHyung observa el techo contando una a una la cantidad de arañas... probablemente eran unas 10 o 12 arañas de patas largas. No cree que no sean venenosas, pero de todas maneras no es como si ese veneno pudiera realmente provocar algún daño en él, no después de la mordida de JungKook.
—¿Esto es algún pasatiempo? ¿Es algo de vampiros?
—Para nada. Solo me gustan las arañas.
TaeHyung suelta un suspiro antes de rascar su cabeza, y termina bajando los brazos a sus costados. Da un paso para encaminarse al baño, pero se detenido por una mano que presiona su estómago.
—¿Qué sucede?
—Es que entonces voy a tener que sacar primero a todas las ratas que colgué en las ventanas...
—¡¿Qué?!
Antes de que TaeHyung pueda salir a revisar si eso es cierto, JungKook se apresura a correr y cerrar la puerta de la habitación, y de alguna manera lograr trabarla. Esto, claro, sin ser justo porque no se encuentran en igual de condiciones. TaeHyung da un golpe a la puerta, un poco desesperado.
—¡Me dejaste encerrado con ellas!
—¡No te harán nada!
TaeHyung se voltea, casi queriendo adherirse a la puerta. Alza la mirada, ellas ahí siguen, caminando, tejiendo, siendo ellas mismas. Pero no lo soporta, se da la vuelta y golpea tres veces la puerta. El nerviosismo sí lo consume, ahora más que nunca tiene miedo, nunca había sentido tanto miedo. Inconscientemente se rasca el cuello, justo donde esa mordida discreta reposa suavemente.
—¡Prefiero ver las ratas a estar encerrado con ellas!
—¡Me falta poco! ¡No quiero que me regañes!
Ese vampiro tan fuerte, tan varonil y lleno de vida dice esa clase de cosas que odia. TaeHyung cierra los ojos, intentando reírse por el comentario. No sabe por qué le da tanto miedo esas arañas, quizá es que no sabe en qué momento van a caer.
—¡Abre ya!
Tampoco entiende por qué JungKook no puede simplemente abrir la puerta. No suele hacer eso.
—¡Un segundo!
Dentro de la desesperación, y sin tomar en cuenta que hace apenas dos días había sido víctima (ajá) de aquellos colmillos, TaeHyung suelta un grito cuando una araña se desliza por la orilla de la puerta, para después proponer:
—¡Te dejaré comer pero tienes que sacarme AHORA!
Solo en ese momento, la puerta se abre. El humano sale apresurado de la habitación, algo asustado más que de costumbre. Al ver a su novio vampiro, JungKook lo mira con un poco de seriedad, algo más preocupado que deseoso. TaeHyung agarra su cintura con más calma, observando su alrededor que está decorado, afortunadamente no con animales de algún tipo, y termina por suspirar. Se queda expectante de los movimientos del vampiro que se cruza de brazos, sin quitarle los ojos de encima.
—¿Solo así me abres?
JungKook sonríe ligero. —Aunque suena muy tentador, la verdad es que ya terminé de tirar las ratas.
El comentario, más que tranquilizar q Tae, lo hace alzar una ceja. Al tomarse un segundo para revisar a su alrededor, le es imposible no notar el cuidado con el que cada objeto fue acomodado. No sabe por qué a JungKook le encanta decorar en Halloween, ¿es algo que aún no comprende bien y deba de preguntar? La pregunta lo consume, hasta que llega otra cuestión a su cerebro, ¿como por qué JungKook no quisiera seguir comiendo?
—¿Me acabas de decir que no quieres comer sin decírmelo?
—No debo de comer hoy. —JungKook se mueve por la habitación, levantando algunas cosas que considera innecesarias—. Pero me puedes ofrecer mañana.
—¿Y por qué no puedes comer?
—Hoy es Halloween. Es el Festival Vampiro. Vamos a ir a unas fiestas por el lado sur.
—¿Entonces? ¿Vas a ir a probar más sangre o qué?
JungKook puede probar un poco de la sangre de otros seres vivos; al menos eso es lo que le ha contado a TaeHyung las veces en las que se han cuestionado que sucedería si en algún momento, tuvieran que separarse en un periodo de tiempo de algunos días. Aunque esa sangre nunca lo dejaría satisfecho, sería como probar un poco de una malteada siendo intolerante a la lactosa, te caería mal pero tal vez sabría un poco rica.
JungKook se carcajea ante tal comentario tan más estúpido. Al agacharse a recoger una caja pesada, mira al techo asegurándose no haber dejado algun gusano por ahí y termina por acercarse a unos cuantos metros a TaeHyung.
—Mmm, ¿no? —El pelinegro de cabello largo extiende la mano hacia la cicatriz de mordida, la nota algo roja—. ¿Te pica?
—Sí, ¿sabes por qué?
—Por eso no voy a comer hoy. Sabes, el festival vampiro es algo serio. Muchas personas- muchos vampiros se juntan. Comer un poco de ti es... peligroso. La mordida estimularía la sangre en tu cuello, tu cuerpo intentará cerrarla. —El chico se remueve con la caja en las manos, revisando bien el techo y el suelo, posteriormente mira a TaeHyung con una expresión dura—. No me voy a arriesgar a que algún idiota estúpido perro maldito asqueroso tenga la simple curiosidad de morderte.
Después de un silencio prologado ante tal cantidad de insultos, TaeHyung lleva la mano hasta su mandíbula y lo mira con duda.
—¿Por eso me pica?
—Oh, no. —Sonrie delicadamente, como un perrito contento—. De seguro fue porque te picó alguna araña ahí.
—¡¿Ah?!
—¡Solo bromeo! De seguro estás irritado o algo así, solo échate agua y un poco de jabón... Qué delicado.
Después de eso, JungKook está apunto de salir por la puerta para depositar la caja en algún lugar correcto, cuando recuerda que la habitación está llena de arañas. Regresa desde donde se encuentra, con las cejas levantadas y le entrega este cartón a TaeHyung, tomando un frasco y dirigiéndose hasta la habitación. TaeHyung, pensativo, se balancea de lado a lado con la caja, imaginando la clase de cosas que podrían suceder en ese festival.
No es que sepa mucho de él, pero JungKook ha estado tan emocionado los últimos día que imagina que es importante. Sinceramente, le causa bastante curiosidad saber la clase de cosas que hacen los vampiros para divertirse. No puede tener una imagen clara, pero siente que podría ser muy parecido a las películas. Tal vez cuelgan cosas muertas por todos lados, y tienen shots de sangre... eso suena divertido... mientras nadie muera, ¿no? Un poco de donadores serían suficientes... Mmm... sí. JungKook no se junta con los que asesinan, él es de esos que prefieren a los que se ofrecen. Debe ser divertido gritar shot, shot, shot cuando se trata de sangre. ¿Tal vez el que sirve las bebidas pregunta que tipo de sangre quieren? ¿Las sangres raras serán mas caras?
Esas preguntas lo invaden, cuando siente un peculiar olor y lleva los ojos a la caja.
—Por cierto, ¿qué tienes aquí?
—Ay. Pues las ratas, corazón.
TaeHyung suelta de inmediato la caja, ocasionando un estruendo. Afortunadamente, nada sale de su lugar. Al poco rato ve a JungKook salir con media sonrisa y los ojos hechos lunas, para tirar dentro de la caja el frasco lleno de arañas.
—¿Puedo saber esta necesidad de traer animales a la casa?
—Es para que entres en calor. Hoy verás muchas cosas.
JungKook se apresura en salir, y después de un minuto, o algo así regresa. Parecería poco tiempo para ir a tirar una caja así, pero la verdad ha hecho un poco de trampa y ha sido más rápido de lo común para evitar problemas con TaeHyung.
—Cuéntame más de este festival, JungKook.
—No tiene mucha historia. Usamos el 31 de Octubre, como muchos otros seres, para convivir. Como ya se ven cosas raras de por sí, no va a ser muy extraño ver por ahí una orda de chicos pálidos haciendo cosas cuestionables...
JungKook toma la escoba, empezando a limpiar el desorden que ha causado. Se agacha un segundo para sacar de los cajones de la cocina, un jarrón que TaeHyung siempre guarda antes del frenesí. Termina colocándolo en el centro se la mesa, y recordando algo corre hacia el armario, de donde saca algo cuidadosamente. Él, esconde esto detrás de su cuerpo, y cuando está enfrente de TaeHyung, los saca.
—¡Ta-dan!
Un ramo oscuro de rosas se postra frente a los ojos de TaeHyung; él, sonríe y lo toma entre sus manos. Aunque lucen más oscuras de lo normal, no puede negar que tienen el mismo toque de belleza que su novio rockerito y sombrío.
—Qué lindas. Gracias, cariño.
—Yo creo que me merezco un super beso por esas flores.
—Te lo daría, pero lo de las ratas es imperdonable.
JungKook rueda los ojos. —Ni siquiera las viste, ¡eso no cuenta!
—Entonces, ¿a qué hora nos vamos a ir? ¿Dijiste que nos íbamos a disfrazar?
Ambos caminan hasta la mesa, JungKook toma el jarrón y lo llena de agua, mientras TaeHyung agarra unas tijeras para empezar a cortar los tallos de las flores. Hasta que JungKook regresa, y toma una de estas para colocarlo en el bote, Tae continúa pensando en el festival.
—No- bueno, sí. No es un disfraz como tal. El tema de este año es "Clásicos".
—¿Tienen temática?
—Por eso este año sí vamos a ir. El año pasado el tema era "Tortura".
—Oh.
Lo normal, ¿no?
—Mhm, entonces... Nos vestiremos de vampiros clásicos.
—¿Y de dónde vamos a sacar los disfraces?
—Vamos a usar mi vieja ropa. —El comentario sale tan natural, y con una sonrisa amplia, al grado de dejar estupefacto a TaeHyung por un segundo. En cuanto Kook se da cuenta de esto, ladea la cabeza—. ¿Qué?
Hay muchas cualidades en JungKook, una de ellas es que tiene la habilidad de no darse cuenta de las cosas y, por ende, no le toma importancia a nada. Eso, por consiguiente, lo tiene libre de pesados pensamientos. El humano frente a él, simplemente se queda cuestionando cuánto tiempo tienen en esa casa prendas de tal valor que serán utilizadas, ¿cuántos años podría tener esa ropa y cómo es que sigue siendo utilizable? ¿O es que está entendiéndose mal? ¿Hablan de las viejas prendes de hace doscientos años? ¿Es siquiera eso posible?
—¿Tienes esa ropa aún?
—Bueno, no toda, pero lo esencial. Además, también pedí prestadas algunas cosas divertidas para los dos. ¡Mira! —JungKook corre hasta hallar su bolso, de donde saca una cajita que, al abrirla, muestra dos colmillos falsos—. ¡Son para ti! Me llevó tiempo conseguirlos, pero al final de cuentas...
TaeHyung estira la mano con media sonrisa, notando la calidad específica de esos dientes. Le dedica una mirada curiosa a JungKook y los observa más cuisadosamente.
—Son falsos, ¿verdad?
JungKook tarda un segundo y medio en responder, rie un poco y responde:
—Pero claro que son falsos, mi vida. ¿Qué creías? ¿Que hice a algún vampiro tonto quitárselos y los mandé a limar para que fueran fáciles de poner y quitar sin la necesidad de que lastimes tu dentadura?
[...]
La sonrisa de TaeHyung ha logrado captar la atención de algunos seres de la noche que caminan a lo largo de la calle. A simple vista, no es más que un cúmulo de personas casualmente vestidas de forma similar. Todos lucen sombríos y un poco de miedo a los ojos de TaeHyung, pero no hay nada que lo asuste.
JungKook camina animado con una sonrisa amable, admirando el lugar. Ya se han detenido unas cuantas veces a saludar y debe decir que ha reconocido unas cuantas caras del último incidente; aunque eso es una historia que aún no se cuenta. Los recuerda correr en el fuego del bosque y buscar la manera de protegerlo por órdenes del máximo jefe del clan, por lo que realmente al observarlos, les dedica una amable sonrisa seguido de conversaciones llanas.
Lo más interesante de aquella larga calle, es la calidad en toda la decoración. Ellos de verdad que hacen del Halloween una fiesta dedicada a sustos. Cuando JungKook dijo que vería muchas cosas aquella tarde, no estaba exagerando. Realmente hay un montón de cosas que provocan en él, un miedo necesario para sobrevivir. Aunque no desea verse como un sumiso pedazo de carne que bombea sangre, le resulta imposible no colgarse del frío brazo de su novio para sentirse menos atemorizado por el lugar decorado de cosas raras.
Le parece una lastima que todos esos animales estén siendo asesinados por causas de diversión. No quiere minimizar la vida de éstos, pero no puede evitarse preguntar en qué otros lugares del mundo, las decoraciones no solo se limitarían a animales callejeros, sino a humanos. ¿Podría ser eso posible? ¿Hay algún lugar en el mundo donde ese festival se convierta en un festín?
—¿Qué hay por ahí?
—Es el corazón del festival. —La voz de JungKook es más alta de lo normal, aunque se mantiene animado, como siempre. Este vampiro no es como esos amargados de voces graves, al contrario, es más como un pequeño murciélago que vuela al rededor de su querido trozo de fruta—. Ahí están las atracciones principales.
—¿Sí?¿Vamos a ver?
—Mm, sí. Pero, ¿vas a estar abrazado a mi brazo todo el tiempo? —La inocente pregunta provoca a TaeHyung, de inmediato, Kook se explica a sí mismo—. Porque nunca lo haces, no porque no me guste.
—La verdad estoy un poco asustado. —La caminata hacia el centro empieza. TaeHyung lleva la mano hasta su cuello, rascando la cicatriz de su mordida. Lleva rato picándole, y eso ha provocado una irritación que difícilmente se va a quiatr—. Me pica mucho, ¿no ves algo mal aquí?
Sin detenerse, el vampiro revisa cuidadosamente la piel rojiza de TaeHyung. Puede notar la irritación, pero no cree que se algo tan malo. Probablemente es el nervio, el sudor, o algo más normal que está afectando a TaeHyung. Con un poco de duda, lleva la mano al cuello de Tae acariciándolo, siente que hay algo mal en la situación pero es incapaz de percibir algo a sua alrededores.
—Sinceramente solo creo que es porque te sigues rascando.
—Ah, bien. Ya no me rascaré. —TaeHyung pasea la vista por todos lados, tomándose con unas chicas muy lindas que caminan en grupo con la mirada extasiada.
Al verlas bien, hay algo en ellas que no luce tan parecido a las demás mujeres vampiro que caminan por ahí. Después de un rato de observarlas, y notar que miran a los hombres con tanta admiración, TaeHyung se da cuenta de una importante señal, así que lleva los ojos a JungKook que yace distraído caminando por la bajada al centro del festival.
—¿Hay más humanos aquí?
JungKook presta atención a su novio, y mira a dónde el castaño apunta. Un suspiro pesado escapa de sus labios y ladea la cabeza antes de poder responder.
—No deberían de haber más humanos que los unidos por mordidas, o cosas similares. —Responde en voz baja, cercano al oído de TaeHyung. El chico se pregunta, ¿a qué se refiere por "cosas similares"?—. Pero hay muchas chicas bonitas que piensan que estar aquí es... mágico.
—Entonces ellas saben que son vampiros... ¿Eh? ¿Dijiste chicas bonitas? Se me olvida que también te gustan las mujeres a veces.
—Jaja. —Una risa sincera sale de la garganta de JungKook, provocando que Tae también sonría—. Me refiero a que son personas que viven en mundos ajenos al normal. Y sí, saben que son vampiros. La única manera de entrar aquí, es con un vampiro.
En ese instante, el humano se detiene provocando que JungKook también lo haga. Le toma más de unos cuantos segundos entender lo que JungKook acaba de decir, y para no hacer el cuento mas largo, le pregunta directamente:
—¿De qué hablas?
—Estás en una calle embrujada, TaeHyung. —Alzando los brazos a sus costados, Kook lo incita a ver hacia todos lados—. No iban a hacer un festival así a la vista de todos.
—¿Ah?
De por sí es un poco confuso entender la forma en la que los humanos conviven. Ya hay conflictos por insignificancias. No es tan extraño comprender que para esa clase de cosas, es necesario más que el arte del engaño y la mentira para convencer a los humanos que no hay nada o nadie más fuerte e inteligente que ellos. TaeHyung sí tenía percepción de algunas cosas sobrenaturales, pero, en ese momento, se siente tan confundido que hasta parece un ignorante.
¿Qué más cosas puede haber de las que no está enterado?
—¿Hablas de hechizos y esas cosas?
—Sí. Hablo de esa clase de cosas. —Retomando su caminar, JungKook aún está asombrado con la calidad de las decoraciones... hay demasiadas patas de ranas colgadas por todos lados.
—¿Y por qué yo no sabía de eso?
—Porque entre menos sepas, está mejor.
—¿No merezco saber? —la pregunta de TaeHyung solo recibe una negación por parte de JungKook, y aunque su novio siempre se doblega ante algunas cosas, en este tema duda poder conseguir algo más—. Bueno, y esas chicas, ¿quién las trae?
—Algún vampiro loco que piensa que va a conseguir algo de ellas haciendo eso. Bueno, Tae, si te soy sincero, aunque estamos en un lugar que es libre de crueldad al humano, realmente no sabemos a ciencia cierta quién cumple con eso o no.
—¿O sea que cualquiera de estos chicos podría...?
JungKook se detiene en seco, y se gira para ver directamente a TaeHyung. Lo mira con un poco de recelo, hasta que por fin le dedica una sonrisa juguetona y se agacha escasos centímetros para decir:
—Claro que no, mi vida. A quién sea que se te acerque con malas intenciones, ten por seguro que le arranco la cabeza. —Un segundo después, Kook nuevamente toma su compostura, arregla su cuello de tela y sonríe amablemente—. Mira, mira, ya llegamos.
El corazón del festival es lo similar a una feria. Hay unos cuantos puestos que de seguro están sirviendo cócteles extasiantes para los vampiros, y hay varias atracciones que resultan interesantes. Incluso TaeHyung nota lo que parece ser una casa de los sustos, lo cual lo hace preguntarse que atrocidades pueden haber ahí adentro como para poder asustar a esos seres raros, más aún cuando por todos lados ve animales muertos, disecados o vivos corriendo por ahí.
No obstante, lo que más llama su atención, son aquellos formados en una línea frente a todos. Las farolas amarillas alumbran con diversión el juego, y muchos, vestidos con esa ropa clásica, observan con tragos rojos en las manos, el show. TaeHyung escucha la risita de JungKook, y lo observa.
—Hey, mira. Es un concurso de marcas. Hace tiempo no hacen uno.
—¿Qué es un concurso de marcas?
—¿Ves las marcas en sus cuellos? Todos ellos son humanos aún. —Ambos observan a los participantes, notan aquellas marcas rojizas y grandes donde se nota el poco cuidado que se tuvo mara marcarlos, aunque se hallan muy sonrientes como para haber sido sometidos—. Naturalmente, en un concurso de marcas gana el que mejor marca tenga.
Tae dirige los ojos a los cuellos de esos humanos. No obstante, nota una importante diferencia entre ellos y él mismo. Lleva la mano hasta su marca, que ha dejado de picar, y la toca. A comparación de las que observa, la suya parece ser mínima y casi imperceptible. Las que ve, son grandes y descuidadas; y además, se hayan manchadas de un profundo color rojo de sangre seca y oxidada, probablemente porque no permiten que las heridas terminen de cerrarse cuando nuevamente los drenan.
Esas marcas son descuidadas y llenas de algo llamado posesión. Son visibles por todo el mundo, incluso hay dos o tres que no solo son dos hoyos, sino una dentadura entera.
—¿Por qué no se ve así mi marca?
—Porque el que te mordió, no lo hizo pensando en marcarte. —JungKook lo ve por un segundo antes de dirigir la mirada de nuevo a los humanos—. Todos ellos no significan más para sus vampiros que simples fuentes de alimento.
—Pero se los ve felices. No creo que sean simplemente utilizados como bolsas de sangre.
—Por ahora, no. Deja que se vuelvan locos o se aburran de ellos, entonces se darán cuenta que esa mordida es una marca de propiedad.
—¿Crees que les dolió? —pregunta TaeHyung, viendo como el juez analiza uno a uno a todos ellos—. ¿Tal vez los vampiros no lo hicieron a propósito?
—No es necesario que les claven tan profundamente esos colmillos, mucho menos marcar todos los dientes. —Al chico le parece tan natural hablar de eso, que solo se dedica a observarlos a todos—. Es solo una señal de que tienen dueño. Ellos saben lo que hacen. Solo necesitas un pequeño agujero para poder comer, no tienes que lastimarlos. Mira esas heridas que no han sanado, los drenan hasta que se desmayan, no les importa desgarrarles la piel y, solamente los mantienen vivos porque de lo contrario, rechazarán cualquier otro tipo de sangre. Por eso te lo digo, ellos no son humanos queridos.
TaeHyung lleva la mano hasta su cuello y, aunque de repente le vuelve a picar, también le agrada. Tal vez hay algo que él no estaba pensando correctamente cuando juró ser por siempre el alimento de JungKook... quizá, en ese lugar, no sabía que tenía mas privilegios que algunos otros. Aún rascándose esa herida, TaeHyung escucha a JungKook hablar.
—¿Te dolió cuanto te mordí?
Tae sonríe. —No, la verdad no.
—¿Ves? —JungKook se alza de hombros, ladeando la cabeza—. No hieres a lo que amas.
Antes de poder responder a ese comentario tan sutil, el ruido de risas provoca un estruendo por el lugar. TaeHyung se gira, aún tomado del brazo de JungKook para observar al hombre que se sube a la tarima. Todos parecen reirse a carcajadas, y por un segundo, TaeHyung se olvida que todos ahí seguramente, en algún momento de su vida, mataron a alguien. Hasta parecen vivos, y es como si sus mejillas se tiñeran de rojo, extrañamente suenan más humanos que los propios humanos.
El de pelo castaño no ha logrado averiguar la causa del estruendoso ruido de aquellas risas, pero cuando nota que JungKook sonríe amigable y sigue con la mirada al hombre que se subió a la tarima, no puede evitar también esbozar una pequeña sonrisa.
—¿Qué sucede?
—La persona que se subió es un vampiro. —JungKook se inclina un poco para hablar lo suficientemente bajo.
—¿Y todos nos reímos porque...?
—Jaja. ¿Ves las marcas en el cuello de todos los vampiros? Claro, los tuvieron que morder en algún momento, ¿no? —Ambos dirigen la vista hacia todos los vampiros que pueden observar. Es cierto, tienen sus marcas, pero lucen viejas y cicatrizadas, son prácticamente invisibles. Kook hasta descubre su cuello, mostrándole más de cerca la suya—. La marca de por sí es una señal de sumisión.
—Entiendo... ¿Y por qué él tiene el cuello lleno de marcas de besos?
JungKook sonríe ladino, y mira el suelo. —Bueno. Un vampiro nunca va a dejar que alguien más lo marque de alguna manera. Por eso todos se ríen y él solo se para frente a todos.
—Hmm, ¿traducción, por fis?
—Hay un tipo de leyes vampirezcas que son comúnmente tomadas en cuenta. No debes permitir que te sometan dos veces, la marca que te ha convertido es suficiente. Un vampiro que se deja marcar nuevamente en el cuello, de cualquier tonta manera, por más insignificante, va a ser causal de burlas y risas. —JungKook voltea hasta TaeHyung, intentando hallar en él alguna señal de duda. Al no encontrarla, continúa—. Por eso él está todo lleno de besos en el cuello y a todos les causa tanta gracia.
TaeHyung entiende la situación. Los observa a todos y sí, parece ser que a muchos les da risa. Incluso a JungKook, que tiene una sonrisa dibujada en su rostro. Entre más mira a su alrededor, cree que se encuentra con mas humanos tomados, pero no es capaz de discernir entre ellos.
—¿También a ti te da risa?
—Hay cosas en este mundo que tienen mucho sentido para mí... otras me dan risa solo porque sí. —Hay un silencio, mientras el show continua, hasta que de pronto, JungKook se remueve algo incómodo y toma a TaeHyung de los hombros. La acción espanta al chico, quien regresa la mirada a Kook, pero este ya se haya sonriendo—. ¿Vamos a la casa de los sustos?
Algo no anda bien. Y no solo lo dice por esa reacción desesperada por esconderse, sino que puede notar la impaciencia en sus brazos cuando estos generan fuerza inconscientemente sobre sus hombros. JungKook siemore hace eso intentando persuadirlo de reconocer la realidad, dice que es un método de defensa para que Tae no se preocupe y mantenga su vida lo más normal posible.
Es que así es para Kook, entre menos se involucre TaeHyung, mejor. Entre menos sepa, mejor. Entre menos sospeche, mejor. Solo que, de vez en cuando, es importante saber cuáles son los peligros para estar más al pendiente y dar aviso de lo que acontece.
—¿Qué sucede, JungKook?
El vampiro hala a su novio hasta la entrada a la casa de lo sustos, permitiéndole muy poco protestar en contra. Al entrar, TaeHyung siente el golpe de ire frío en su frente e instintivamente se junta a JungKook, aunque este no puede proporcionarle calor.
—Si te soy sincero, he notado a una persona que está buscándote incansablemente, TaeHyung.
El comentario lo hace preocuparse y no puede evitar sentirse tan nervioso, pensando en las miles de preguntas que tiene al respecto. De pronto, le pica su mordida de nuevo. Mierda, ¡no puede evitar rascarla con tanta fuerza! Eventualmente, algo tendría que suceder. TaeHyung puede sentir como su uña termina arrancando la costra, y debido a la fricción, un poquito de sangre ha empezado a salir. No le bastan dos segundos para rebuscar en la oscuridad el brazo de JungKook, pero de pronto no lo encuentra.
—Ay. Mierda.
[...]
TaeHyung no pensó que, para hacer más interesante esa puta casa, a esos idiotas se les ocurriera embrujarla. Entonces, había entrado en algún cuarto en algún momento que terminó por llevarlo a otro lugar de esa horrible casa.
A los alrededores, bajo esa tenue luz, puede escuchar a otros vampiros caminando. Acerca de la gota de aangre que ha salido por su cuello, tomó la medida necesaria que JungKook le enseñó. Para una herida tan pequeña, bastaría un poco de saliva en su cuello para cubrir ese olor... Tal vez seguiría siendo perceptible a la nariz de aquel que conozca su aroma, pero para otros, pasaría lo suficientemente desapercibido.
En teoría, eso debería de suceder. Al menos hasta que encuentre a JungKook.
TaeHyung ni quería moverse de su lugar. Eventualmente, Kook llegaría por él. No obstante, la cantidad de vampiros a su alrededor y que alguien lo está cazando, por decirlo así, lo mantienen nervioso. La herida le sigue picando, pero retiene las ganas de rascarse y guarda silencio en una esquina.
En la oscuridad, de pronto una mano roza la suya. Esperanzado a que sea JungKook, TaeHyung se queda quieto en su lugar.
—Oye.
Nunca invites a un vampiro a presentarse.
La persona que toca a TaeHyung suelta una risita dulce que, no espanta, pero pone en alerta al humano. Ese NO es JungKook claramente. TaeHyung no se pone a la defensiva, tal y como lo enseñaron, con mucha educación da un paso hacia un lado y evita que esa mano lo toque. Él no puede ver, el otro de seguro sí.
—¿Tú eres el que huele tan bien? —Esa voz, no parece la de un vampiro claro está. Al contrario, es como la de un tierno joven lleno de inocencia—. Llevo horas buscándote entre la gente.
No provoques a los vampiros. No aceptes sus palabras bonitas, no les permitas que sientan que te gustan. No les des oportunidad de envolverte. Sea como sea, te van a matar, pero es mejor si tardan diez minutos drenándote a dos minutos haciéndolo. Entre más tenso estés, menos probable es que sus colmillos entren en ti. La sangre relajada sabe mejor que la rápidamente bombeada.
TaeHyung no contesta, aunque tiene miedo. Bueno... no tiene tanto miedo como otras veces. Pero sí teme.
—¿No vas a contestar? ¿Tienes dueño?
Muy a diferencia de otras veces, esta voz no es incansable. De verdad, si TaeHyung no tuviera memorizados los pasos a seguir, probablemente hubiera entablado una conversación en ese momento.
—Tengo dueño.
Aunque TaeHyung no lo veía así, esas palabras deberían ser suficientes para respetar la propiedad de alguien más. Aunque hay vampiros realmente malos, no se puede negar que a veces se respeta esta extraña ley de propiedad. JungKook ha dejado en claro que él no es un objeto, pero, para defenderse, TaeHyung hasta podría dar vueltas sobre sus pies y ponerse una correa.
Claro, ese es un pensamiento se supervivencia, no un deseo de su interior.
—Entiendo, pero creo que esa marca en tu cuello no es muy pronunciada. ¿No quieres compartirme un poco de tu sangre?
¿No?
Debió de bastar la aseveración de tener dueño antes de esta insistencia. Entonces, TaeHyung entiende que este vampiro es un poco peculiar y empieza a dudar del respeto que pueda brindar.
—No.
Una voz lejana de pronto se oye. Ambos se quedan quietos en su lugar, y prestan atención.
—¿TaeHyung?
Esa es la voz de JungKook. No obstante, TaeHyung no emite ningún ruido en el afán de no provocar al vampiro que tiene enfrente. Ojalá pudiera verle el rostro para realizar el informe debido si es que sale vivo.
El vampiro delante suyo suelta una risa clásica. De pronto, TaeHyung no puede relajarse y evita emitir algún sonido.
—¿Así que ese es tu dueño?
—Sí.
Responde a las preguntas que te hagan. Corto, sincero, sin trucos. Ellos odian los trucos.
—Cielos, me van a asesinar. —Seguido de esto, la mano de TaeHyung es tomada pero se suelta de inmediato. De nuevo, el vampiro ríe y suspira—. JungKook, entra al segundo cuarto, y de ahí la primer puerta.
Un momento...
Pasan unos llanos segundos hasta que se oye el pisoteo de una tercera persona en la habitación. Tan pronto como eso sucede, TaeHyung siente el palpar de su cuerpo, y de inmediato reconoce esas manos. No tarda un segundo en abrazarse a JungKook, quien de inmediato pasa la mano por el cuello.
—¡De un momento a otro no estabas!
TaeHyung tampoco responde. No sabe si el otro se ha dado cuenta de ka tercera persona ahí.
—Ow, está muy asustado. Tranquilo, ¡nunca haría nada en contra de la voluntad de alguien! Tu chico y yo somos... colegas.
—Tú eras el puto idiota que estaba siguiéndonos, ¿no?
En la oscuridad, la conversación resulta difícil de captar para TaeHyung.
—Bueno... es una sangre más ácida de lo habitual. Naturalmente, se me iba a antojar probarla.
—¿Y si mejor te arranco la cabeza?
—Cuánta amabilidad hacia mí, querido JungKook.
—TaeHyung, no tengas miedo. —El vampiro palmea los hombros de su novio para evitar que se sienta tenso. Solo así, una bocanada de aire sale de TaeHyung—. Él es Junmyeon, es... mi amigo.
—TaeHyung, lamento haberte hecho pasar un mal momento. ¡Pero no temas! Nunca pensé en hacer algo que no quisieras.
—¿Gracias?
Ojalá pudiera ver la clase de expresiones que tienen esos dos. De todas maneras, se relajó bastante al sentir los brazos de JungKook abrazándolo. En medio de esa ceguera involuntaria, se oye solamente las voces y uno es incapaz de poder discernir entre bromas y serias actitudes. Aún no averiguaba si JungKook estaba más enojado que calmado.
—Un gusto en conocerte. —En plena oscuridad, una mano toma la de TaeHyung y lo saluda. Aunque de inmediato, JungKook suelta ese agarre—. Y muy bien, creo que siguió perfectamente el protocolo para que un vampiro no te mate en menos de dos segundos.
—Claro. Él es inteligente en la relación.
—Como sea, JungKook y TaeHyung, lamentablemente me muero de hambre así que tengo que buscar algo más que comer. —Se oyen unas pisadas, y después de una pausa, estas suenan de regreso—. A menos que, claro, quieras compartir-
—De verdad te voy a reventar la cabeza.
La risa de Junmyeon se desvanece por la habitación hasta que quedan en un silencio sepulcral. TaeHyung por fin se siente lo suficiente revivido como para tomar una bocanada de aire y soltarla. Aun no se deshace del agarre de JungKook, pero le toma un segundo molestarse.
—¡¿Por qué mierda me sueltas?!
—Jeje, es que realmente me gustaron las decoraciones de ojos de caballo...
—Casi me muero por culpa de esos ojos de caballo. —TaeHyung por fin respira y sostiene su estómago—. Jamás pensé que esto podría suceder.
—¡Bien! Acepto mi culpa... También me tardé en venir porque de pronto me vi rodeado por ese grupo de humanas raras. Ya me tenían harto, quería darles un zape a todas.
—De verdad pensé que me iban a matar.
—Lo lamento, vida mía. Quería divertirnos y al final terminamos así. Entiendo si estás enojado.
TaeHyung suspiró... bueno, fue una experiencia. Quiere decir que no estuvo tan mal comparado a la última vez, aquella vez sí hubieron verdaderos problemas. No fue un día tan malo, habían montones de cosas por ver todavía. Además, habia disfrutado aprender más del mundo que rodea a JungKook...
El humano palpó todo el cuerpo de JungKook antes de llegar a su rostro, provocando que el chico se pusiera tenso debido a la cercanía. Aunque JungKook era capaz de ver en la oscuridad, TaeHyung iba un poco a ciegas intentando reconocer qué reacción estaba teniendo su novio al cometer esas acciones.
—Te disculparé a cambio de algo.
—Lo que sea —responde JungKook.
—¿Lo que sea? —TaeHyung lo siente asentir. Entonces, se rie maliciosamente—. Entonces, quédate quieto.
JungKook solo cierra un ojo al sentir la humedad de unos labios colocarse sobre su cuello. Tan pronto como siente la succión de la boca del otro, y sus dientes chocar con su piel, cierra ambos ojos. La acción es repetida tres veces. En JungKook no hay la suficiente sangre como para que esos chupetones realmente se enrojezcan en exceso, después de todo, los chupetones son marcas provocadas por pequeños vasos sanguíneos destrozados. La única sangre que fluye por su cuerpo, es la que bebe de TaeHyung.
—Muérdeme.
TaeHyung se echa hacia atrás con los ojos bien abiertos. Aún, no nota la expresión del otro.
—¿Qué? —suelta TaeHyung, confundido.
—Que me muerdas —repite sin vergüenza—. Así se notará más.
[...]
¿Sumisión?
Esa es solo una palabra sin valor para JungKook. ¿Posesión? Probablemente, él no posea nada en esa vida. Ni en las otras miles. Pero, si algo puede asegurar JungKook, es que esa palabra tiene valor.
—¡Oh! Qué tenemos aquí... otro participante. —La voz resuena sobre el espacio abierto—. ¡Y es un vampiro!
Tal vez él no posea nada. Ni pura vitalidad, ni alma, ni siquiera posee la fuente de vida, ni su fuente de alimento. JungKook no tiene nada en este mundo.
Las risas descontroladas provocan en JungKook una enorme sonrisa que hace relucir sus dos colmillos afilados. Deja ver, con claridad, su cuello, repleto de marcas y mordidas.
—¿Y se puede saber quién le hizo esto a este pequeño vampirito?
JungKook no tiene nada. Pero, la palabra "posesión" sí significa algo para él.
—Mi novio —responde fielmente, aunque todos se burlan de él—. Kim TaeHyung es mi dueño.
Jeon JungKook se autoconsidera la posesión de Kim TaeHyung.
𝕻𝖔𝖊𝖒𝖆 𝖆 𝖚𝖓 𝖛𝖆𝖒𝖕𝖎𝖗𝖔
𝕾𝖎 𝖙𝖚𝖘 𝖆𝖋𝖎𝖑𝖆𝖉𝖔𝖘 𝖉𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊𝖘
𝖊𝖓 𝖒𝖎 𝖖𝖚𝖎𝖊𝖗𝖊𝖓 𝖊𝖓𝖙𝖗𝖆𝖗,
𝖉𝖊𝖏𝖆𝖒𝖊 𝖆𝖇𝖗𝖎𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖔
𝖞 𝖒𝖎 𝖈𝖚𝖊𝖑𝖑𝖔 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖆𝖕𝖆𝖗
𝕮𝖔𝖓 𝖙𝖚𝖘 𝖒𝖆𝖓𝖔𝖘 𝖋𝖗𝖎𝖆𝖘
𝖒𝖎 𝖆𝖑𝖒𝖆 𝖍𝖆𝖘 𝖉𝖊 𝖙𝖔𝖈𝖆𝖗,
𝖈𝖔𝖓 𝖘𝖎𝖓𝖈𝖊𝖗𝖔 𝖙𝖊𝖒𝖔𝖗
𝖞𝖔 𝖙𝖊 𝖍𝖊 𝖉𝖊 𝖉𝖊𝖏𝖆𝖗.
𝕾𝖎 𝖙𝖆𝖓𝖙𝖔 𝖉𝖎𝖌𝖔 𝖆𝖒𝖆𝖗𝖙𝖊
𝖒𝖊 𝖖𝖚𝖎𝖊𝖗𝖔 𝖊𝖓𝖈𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆𝖗,
𝖆 𝖒𝖎 𝖒𝖎𝖘𝖒𝖔 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖔
𝖆 𝖙𝖚𝖘 𝖕𝖎𝖊𝖘 𝖔 𝖊𝖓 𝖚𝖓 𝖆𝖑𝖙𝖆𝖗.
𝖁𝖆𝖒𝖕𝖎𝖗𝖔 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖓𝖔𝖈𝖍𝖊
𝖞𝖆 𝖍𝖆𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖑𝖊𝖌𝖆𝖗,
𝖆𝖛𝖎𝖘𝖆𝖒𝖊 𝖊𝖑 𝖒𝖔𝖒𝖊𝖓𝖙𝖔
𝖞 𝖞𝖔 𝖒𝖊 𝖍𝖊 𝖉𝖊 𝖍𝖎𝖓𝖈𝖆𝖗
𝖆 𝖙𝖚𝖘 𝖕𝖎𝖊𝖘 𝖈𝖔𝖓 𝖘𝖚𝖒𝖎𝖘𝖎𝖔𝖓
𝖒𝖊 𝖛𝖔𝖞 𝖆 𝖈𝖔𝖑𝖔𝖈𝖆𝖗,
𝖎𝖓𝖈𝖑𝖎𝖓𝖆𝖓𝖉𝖔 𝖒𝖎 𝖈𝖆𝖇𝖊𝖟𝖆
𝖒𝖎 𝖘𝖆𝖓𝖌𝖗𝖊 𝖍𝖆𝖘 𝖉𝖊 𝖙𝖔𝖒𝖆𝖗.
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