Tal vez soy un poco egoísta

No deje que mis primos subieran conmigo a mi habitación, no quería sermones, ni consejos, ni sus voces, ni nadie.

Antes de llegar a mi habitación pase a la de mi hermana Holly, tenía 15 y el imbécil de su novio la había violado y agredido física y psicológicamente. Ahora ella estaba tendida en su habitación con una depresión grave desde hace un mes y medio.

Toque antes de entrar para saber si podía entrar, cuando me dijo que si entre; estaban las luces apagadas y ella estaba en un ovillo en su cama con su gato, negro que por suerte lo llegue a ver, a su lado.

--Llegaste temprano hoy—dijo cuándo me senté en la silla de su escritorio enfrente suyo. Pude ver como sus ojos estaban rojos y su labio partido, probablemente lo había masticado demasiado.

--Hubo un incidente y aquí estoy.

Pude ver como arrugo su nariz—Hueles a menta ¿Volviste a fumar?

--Tenía que—suspire--, además solo le di apenas una calada hasta que un imbécil lo tiro por la azotea.

--Me cae muy bien—sonrió y en sus mejillas se le formaron hoyuelos—. A que no adivinaras lo que hizo hoy

--¿Qué hiciste?—pregunte mirándola con la cabeza ladeada.

--Me bañe y comí un poco más. —mi sonrisa se engancho.

--¡Eso es genial, Holly! ¡Estoy muy orgulloso de ti!—ella soltó una risita, hace mucho que no escuchaba su risa, por la emoción podría haberle dado un abrazo pero ella no le gusta el contacto físico de ese accidente.

Después de hablar un rato más su mejor amiga vino a visitarla con un envase de helado de chocolate de un kilo y me echaron con la excusa de que hoy era jueves de películas tristes y tocaba A dos metros de ti. Así que me fui a mi habitación.

Había ignorado el hecho que un fantasma merodeaba en la habitación de Holly y trate de no hacerle mucho caso pero fue inevitable que al llevar a mi habitación y rebuscar entre los cajones un vape nuevo que había comprado cuando me di cuenta que al otro no le quedaba nada y acostarme en la cama desordenada.

Pero fue inevitable pensar que tal vez tuve que estar más al pendiente de mi hermana cuando se juntó con ese imbécil, tal vez no le hubiera pasado nada.

Pero fue inevitable pensar que si hubiera suprimido esto y lo hubiera manejado solo no tendría a toda mi familia preocupada.

Pero fue inevitable pensar que si me hubiera ido hace tres años ya mis padres no tendrían que cargar conmigo.

Pero fue inevitable pensar que tal vez soy egoísta.