Cuando lo vi  

Mattheo 

Jodido día, mejor dicho jodida vida.

¿Por qué a mí? Esa pregunta siempre rondaba en mi mente.

Examen de mates. Insomnio. Tres horas de sueño. Y un maldito fantasma que estaba a mi lado parloteando como un loco.

Entregue lo que había hecho del examen, ósea nada, y salí a paso rápido hacia la azotea, lugar que estaba prohibido y cerrado para los alumnos pero yo había conseguido la forma de abrirlo. Aquí habían estudiados mis padres y tíos, por lo que les pareció muy buena idea inscribirnos en este colegio, ¿a quién se le ocurre?

Abrí la puerta con rapidez y saque el porro de mi bolsillo con desespero, necesitaba que ese maldito fantasma se callara.

Justo cuando expulsé la primera calada del vape lo vi.

Vi a ese chico, que me miraba con los ojos abiertos, vi su cabello rubio, vi su tez pálida, vi sus malditos ojos azules, vi que tenía un libro en las piernas y en ese momento no me sorprendió que tuviera el libro de mi padre lo que me sorprendió fue que con una gran determinación ese chico de ojos azules se levantó y me quito el vape de entre mis labios para tirarlo hacia abajo.