Ha pasado una semana desde la batalla final y apenas todo está regresando a la normalidad. Después de la noticia que me dio Lucifer fuimos a sobrevolar todo el infierno y definitivamente la situación estaba muy mal, todo el infierno mayor estaba casi destruido. Días después por fin se vio el resultado de la energía que liberé, la lava y el calor habitual regresaron, pero aun así hace falta algo, hace falta alguien, hace falta Bishop para que pueda rehacer las runas en Azrhen, para que la energía ahora si este al cien por ciento y así podamos crear más demonios y diablos dadas las miles de bajas que tuvimos.

—Me alegro mucho por ti —dice Cemiel —Creo que ahora puedo estar más tranquilo porque me imagino que ya no nos van a cazar como antes, ¿verdad?

Lo miro a través del espejo mientras me pongo el último guante. —Las cosas en el infierno van a cambiar pero no te puedo asegurar nada, no puedo reprimir el instinto de mis demonios.

Cuando él está por hablar abren la puerta, Mammón cómo siempre.

—¿Y estos que hacen acá? ¿Les quedó gustando el infierno o que carajos?

«Te veo afuera» me dice Cemiel para luego salir.

—Se van hoy con Lucifer.

La Legión de Dios y la Legión Angelical todavía siguen aquí ya que según lo que nos contaron el que está detrás de toda esta guerra es Metatron, quería conquistar el infierno y la mejor forma de lograrlo era dividiéndonos y creando esta guerra pero no lo logró. Ahora Lucifer está decidido a recuperar su lugar en el cielo, por lo que temo que habrá una guerra de las buenas.

—Pagaría por ver el regreso de Lucifer —Mammón se acerca y me toma de la mano para luego pedirme que dé una vuelta —Te vez muy bien... ¿y tus hermanos también se van?

Gesticulo un gracias y asiento con la cabeza, Abbaton va a regresar con los ángeles de la muerte, Dorian ya se integró a la Legión de Dios y Maciel se va a la tierra, después de todas las reuniones que tuvimos decidimos que no podemos estar los cuatro reunidos, según un arcángel esa guerra fue por lo que nos reunimos y eso es lo que Metatron le comunicó al resto del clero celestial... Para mí no es verdad, pero no podemos tentar al destino.

—Ya estoy lista —digo y busco mi bastión.

—Llevas mucha ropa. Si yo hubiese organizado esta ceremonia irías con algo más transparente o...

—Pero la organizó Lucifer gracias a ya sabes quién.

Este pone los ojos en blanco y salimos de mi habitación con dirección al salón desde seré coronada como la nueva líder del infierno. A medio camino se me eriza todo el cuerpo y, no puedo evitar detenerme y mirar hacia todas las direcciones posibles. Respiro hondo, yo conozco muy bien esta sensación.

Mammón me dice algo y solo que contesto que si, aunque no escuché lo que dijo. Camino hacia el túnel de donde viene la energía y su olor, mi corazón cada vez late más de prisa, lo siento cada vez más cerca, él está aquí. Doy una vuelta más sobre mi eje y ahí lo veo, es tan inexplicable lo que siento que lo único que hago es correr y lanzarme a sus brazos, a sus labios.

—Te creí..

Dejo la palabra en el aire y mejor lo abrazo más fuerte no quiero sentir nunca más esa sensación de haberlo perdido todo.

—Perdóname mi Milufer, pero no lo pude controlar.

—No sé qué hubiera sido de mi existencia sin ti, prométeme que no volverá a pasar.

Me da un beso en la punta de la nariz y no puedo evitar sonreír como adolecente enamorada —Te lo prometo y por cierto estas hermosa...

—¿No me digas que tan rápido te olvidaste de mí presentación?

Elevo la vista por encima del hombro de Bishop y tras él está Biltrix, voy a saludarlo y de inmediato mi vista cae a sus pies y puedo respirar aliviada al verlo entero.

—Felicidades, me da mucho orgullo ver que una demonio tan sexy y caliente será nuestra nueva suprema.

Ya extrañaba sus ocurrencias.

Cogida de la mano de Bishop llego algo al salón donde están las legiones angelicales, los demonios más importantes que están de nuestro lado, los que no lo están no fueron invitados y espero que más adelante no sean un problema. Camino con Bishop hacia el altar donde me espera mi padre.

—¿Y si mejor tu quedas a cargo del infierno? —le pregunto en un susurro a Bishop —Siento que es mucha respo

—Ni lo pienses, si pudiste despertar a las tres furias puedes con esto y mucho más.

Asiento y respiro hondo. Me paro junto a mi padre y se retira.

—No me voy a extender seré breve; como muchos saben fui desterrado por uno de mis hermanos que milagrosamente se encuentra hoy aquí —observo al ser que vendría siendo mi tío y que tiene mucho parecido con lucifer —Durante muchos años estuve planeando regresar y ya tengo un motivo muy fuerte para hacerlo —se escuchan algunos mormullos de asombro ya que muchos no sabían de esta decisión —El cielo me necesita y debo acudir. El infierno quedara a cargo de Milufer, ella tendrá libre albedrío para decir el nuevo orden del infierno, si es que desea cambiarlo y toda cosa que ella crea mejor para ustedes ¿hasta cuándo? No sé, lo único que sé es que quedan en muy buenas manos.

Yo estoy tan feliz que no puedo parar de sonreír. Lucifer se aleja y por el rabillo del ojo veo que trae unos objetos en sus manos. Todos los demonios y ángeles se ponen de pie. Lucifer recita unas palabras en un idioma desconocido para mis oídos para luego entregarme un pequeño rubí y posteriormente procede a ponerme una corona.

—Por favor, cuida muy bien de mi infierno, se su momento fue lo único que tuve —me susurra casi al oído.

—No te preocupes, todo estará bien.

Cuando la corona toca mi cabeza siento algo similar a un leve corrientazo eléctrico.

—Ante ustedes, la nueva dueña y señora del infierno.

...

—Las sombras ya están listas.

Me comunica Bishop y espero el momento adecuado para abrir los portales hacia la tierra.

—¿Crees que estén listos para lo que vienen?

—Lo dudo, son débiles. —Bishop ríe y me acerco para darle un beso.

Miro el reloj, justo son las 3:33 y que se preparen los humanos porque hoy tendrán muchas pesadillas.

Bishop me abraza por detrás y me da un beso en el cuello.

—¿Aguantas uno más?—me susurra al oído mientras lo lame.

—Pero si ya vamos dos.

Este sonríe y me toma de la mano —Un tercero no caería mal ¿O sí?

Sonrió con picardía mientras lo sigo, después le doy una respuesta ya que lo único que sé es que el resurgir del infierno y de los dioses es un hecho y ustedes no lo saben.

Fin