Capítulo 29
Narra Rimini
—Mandaron a decir que no puedes hablar con Miguel.
Observo a Jamal el ángel guardián de este portal. —Cómo que no puedo hablar con él, ya me habían dicho que sí.
—Así como lo oyes, la orden ya se dio y no hay nada que hacer.
Aquí en el cielo están sucediendo cosas muy raras, alguien dio la orden de dividir a los arcángeles según su rango en coros diferentes y complemente incomunicados. Yo estoy a cargo de este grupo, La Legión de Dios; un día vinieron, dijeron que necesitaban a Dorian en la división cero que hasta ahora no sé dónde queda, lo dejé ir y después me enteré de que había caído sin motivo alguno; intenté ir a esa dimensión pero cerraron todos los portales según por orden de Miguel y desde ese día estamos atrapados aquí en nuestro canto sin poder hacer nada y se rumora que también cayó Abbaton.
Según escuché hace unas cuantas semanas empezó una batalla que ya se veía venir en el infierno, pero nunca creí que estuviera siendo apoyada por una legión angelical, aparte de eso no sé qué más está pasando.
—¿Amas a Padre? —él asiente con la cabeza —Sabes muy bien que esto no está bien, esto que está pasando no se veía desde los tiempos de la caída de Lucifer. Así que déjame pasar, hazlo por Dios y por todos nuestros hermanos que pueden estar en peligro.
Él se pone firme y me observa. —Sabes que si te dejo pasar nuestras vidas en el paraíso corren peligro.
—Si has de caer...
—Será luchando —responde Jamal y se quita del portal. Buen soldado.
—¡Vamos soldados! Cemiel, avísales que nos vamos.
Cemiel llama a todos los ángeles y arcángeles a mi cargo.
—Dijiste que solo tú. —dice Jamal.
—Lo pensé mejor y es mejor que vayamos todos.
Él duda pero al final nos deja pasar, hoy por fin sabremos qué es lo que está pasando.
Le pido a Cemiel que pase primero para verificar que el portal nos lleve al lugar correcto y una vez listo empiezan a pasar todos y yo me quedo de último junto con Jamal.
—Tú también, cruza.
Este niega y no me queda más que darle un leve empujón. Reviso que no se haya quedado nada y ni nadie, una vez listo cruzo el portal.
Del otro lado ya parte de la Legión Angelical de Miguel nos está esperando.
—Que sorpresa tenerlos por aquí. —dice Miguel. —Intuyo que ya sé de qué quieres hablar así que vamos a un lugar más seguro.
—Quedas a cargo Cemiel «no le quites los ojos de encima a Jamal».
Voy con Miguel a un pequeño cuarto de entrenamiento y ahí dibujamos unas cuantas runas en las paredes para intentar proteger nuestra conversación.
—¿Qué está pasando? ¿Quién ha dado todas esas órdenes? —veo que él frunce el ceño. —¿Por qué la legión está ayudando con el ataque al inferno?
—Yo no he dado ninguna orden, mi legión entera ha estado en retiro espiritual por un mes, ya casi salimos.
—¿No te parece extraño que los hayan puesto en retiro y sumado a eso que nos hayan dividido?
Parece pensarlo por unos minutos —Lo del retiro si es normal, cada que llegamos de alguna misión con humanos o que recogemos la legión nos ponemos en retiro por un mes. Lo de la división según fue obra de Rafael. Y hasta ahora me entero de lo del infierno, pero no es mi legión, todos estamos aquí. —me mira a la cara con el entrecejo arrugado —Yo estaba tranquilo porque según los mensajes que me han dado todo marcha bien.
—¿Quién queda a cargo cuando la legión Angelical está en retiro?
—Ustedes, La Legión de Dios con Rafael y tú al mando ¿Dónde está Rafael?
—Exacto, pero hemos estado encerrados el mismo tiempo que ustedes y allá hay una legión haciendo de las suyas a nombre de nosotros. Sin contar que expulsaron a Dorian y a Abbaton sin motivo alguno y que el mundo de los humanos está desprotegido.
—No... —susurra y asiento de forma positiva —O sea que ahora los cuatro jinetes de Lucifer están reunidos.
Asiento mientras esbozo una leve sonrisa. —Es lo más probable, Lucifer no dejaría a sus hijos desamparados.
Miguel se pone de pie y estira sus alas.
—Vamos a buscar a Gabrielle porque no entiendo porque no me ha comunicado nada de esto.
Salimos del salón y vamos hacia donde están las tropas, Miguel les comunica que estén pendientes que en cualquier momento se podría presentar una salida de emergencia.
Salimos de este canto con la intención de ir en busca de respuestas. Los ángeles que están en esta división principal nos observan como si fuésemos desconocidos.
—¿Pasa algo? —pregunta Miguel.
—Nada, comandante. Solo que aún no esperábamos tenerlos por acá, todavía falta para que se complete un mes. —le responde el Ángel Oziel.
—Tranquilo que ya estamos libres de pecados. Por cierto ¿Dónde está Gabrielle?
Él se voltea a ver con otro ángel. —Está en la visión de ella.
Sin más vamos hacia allá y vaya sorpresa que nos llevamos.
—¿Destiny que haces aquí? —lo veo y no lo creo.
—Me liberaron—frunzo el ceño.
—¿Y? —pregunta Miguel —Tu habías caído por traición, ¿no deberías estar en la tierra? ¿Y quién te secuestró o qué?
Destiny observa a Gabrielle —¿No saben? —ambos negamos —Siéntense por ahí, la historia es larga.
Gabrielle nos cuenta todo, la batalla que tuvo Destiny con Milufer, que después de ser "liberada" le borraron parte de la memoria... Que según no recuerda ni como es el infierno ni que aconteció con Jesdaya y que la aceptaron de nuevo en el cielo porque fue víctima de los engaños de Bishop.
—¿Con que fin crees que Milufer te dejó escapar? —le pregunto.
—Uno de los guardianes del santuario donde me dejaron, me dijo que fue por una pacto de Bishop, no sé, no me acuerdo.
Observo a Miguel y hace un gesto de duda —Lo último que supe de ti es que habías caído a propósito, que después de varias peleas con Milufer tomaste la decisión de irte con un demonio enemigo de Bishop y por si no lo recuerdas, Milufer mató a Jesdaya. —hago una pausa —Y pues no te creo mucho lo que dices, eres muy hábil mintiendo.
—¿En serio Rimini? Tu muy bien sabes quién es Bishop, él me obligó a hacer todo eso.
—En fin, yo voy a ordenar que se te tenga bajo custodia por tiempo indefinido, hiciste cosas malas. Ni modo de decir que no lo viste venir porque eres el arcángel que ve futuro mejor que cualquier otro arcángel o demonio, así que no hay excusa.
Dice Miguel y Destiny parece no creerlo.
—No, no acepto eso. Exijo que se haga un juicio yo no tengo porque pagar, suficiente castigo ya tuve al estar en el infierno.
Miguel y yo reímos al escuchar eso —Con un juicio saldrás perdiendo de nuevo tus alas, mejor ve a buscar tu misma la celda.
Me hace muy feliz decir estas palabras, Destiny fue mala y tiene que pagar. Muchas veces ella puso en peligro a Milufer y a nosotros al intentar librarla de todos esos peligros.
Un guardia viene por Destiny y no puedo evitar decirle chao con una gran sonrisa en el rostro.
Una vez se van, blindamos el cuarto y seguimos hablando de lo que está pasando y nos damos cuenta de que alguien está mintiendo y manipulándonos a su antojo; según Gabrielle le dijeron que yo decidí poner a la Legión de Dios en retiro espiritual cosa que nunca pasó y cuenta que por una supuesta orden de Miguel se ordenó crear otra legión.
—Creo que lo más pertinente es llamar a Rafael y que mantengamos esta información solo entre nosotros cuatro —comenta Gabrielle.
Puede que sea buena idea para que después no haya inconvenientes, pero creo que será necesaria la intervención de más Ángeles.
—¿Qué hacías mientras todo pasaba? —le pregunta Miguel a Gabriel —Debiste informarme de todo aquello que estaba pasando y no, no se va a quedar entre nosotros cuatro, pero solo debe ser hablado entre arcángeles.
—Yo durante todo este tiempo estuve ocupada con la reintegración de Destiny y sé que debí estar más pendiente de todos ustedes, discúlpenme.
—Disculpas aceptas, ahora creo que es hora de consultarlo con el cónclave.
Los tres sentimos y llamamos a los demás arcángeles.
...
Miguel se pone de pie y se dispone a dar el comunicado —Y entonces creo que hemos llegado a una conclusión, alistemos las legiones porque tenemos fuego que combatir.
Narra Milufer
Observo como Bishop y Dorian hacen todo lo posible por deshacer la runa que mantiene paralizado a Biltrix y nada funciona.
—Date prisa, por favor —dice Biltrix por quinta vez.
—¿Hay algo que yo pueda hacer?
Bishop asiente y luego vuela hacia donde yo estoy. —Sí, ve con Dorian.
Niego no me puedo ir y dejar a Biltrix así me parte el verlo en ese estado.
—¿Y Biltrix? Dorian...
—Vamos, él ya sabe qué hacer. —observo el rostro de mi hermano y no se ve esperanza alguna. Dorian observa a Bishop y este asiente.
Esas miradas cómplices no me dan un buen presentimiento.
—Bishop, prométeme que lo vas a salvar.
—Te lo prometo.
Miro por última vez a Biltrix y volamos hacia el lado norte de la muralla.
Una vez ponemos los pies en el suelo empezamos a luchar. Estos ángeles son demasiado ágiles a la hora de combate con armas y cuerpo a cuerpo, de verdad que lograron impresionarme y darme unos cuantos golpes, por lo que decido empezar a luchar con magia y desde lo alto.
Desde aquí lanzó rocas, bolas de fuego, lava, arena, runas y hasta congelé a unos pero no duró mucho.
«Mammón retira tus tropas» escucho la voz de Lucifer.
Creo que es lo mejor que nos ha dicho hasta ahora. Mientras los demonios bajo la orden de Mammón cruzan los portales hacia el interior de Azrhen, nosotros seguimos luchando contra los ángeles y contra eso diablos que se alimentan del odio.
Veo que Dorian desde hace rato está luchando contra un ángel y ninguno de los dos sede, pero se ve que mi hermano no tira a matar.
«¿Todo bien?» le pregunto y tarda un poco en responder.
«Sí, pero necesito ayuda. Cuando te diga creas un portal que lleve a algún calabozo»
Me acerco discretamente hasta donde están y espero su señal. Apenas me da la señal simplemente creo un portal hacia la dimensión que está dentro de nuestros bastiones y ahí empuja a aquel ángel con el que luchaba.
—Gracias —suspira y me mira con una sonrisa en el rostro —Ese fue el ángel que me quitó las alas, él ha de saber quién dio la orden.
Le regalo una sonrisa de vuelta y seguimos luchando hasta que Lucifer nos pide que nos retiremos, poco a poco nuestros demonios y diablos se van dirigiendo a los portales, intento contarlos pero me es imposible, pero no se me pasa por alto que faltan Masxacre. Doy un vistazo y quedan muy pocos portales abiertos.
—¿Has visto a Masxacre?
Le pregunto a Dorian y este niega, le hago la misma pregunta mentalmente a todos y nadie la ha visto. Como última esperanza cierro los ojos y me concentro en hacer conexión con ella, pero no logro nada. Ojalá que no le haya pasado nada malo.
—Ya es nuestro turno.
Miro a Dorian y al portal, estoy por negarme, pero este sin que yo pueda hacer algo me empuja dentro del portal.
Caigo del otro lado sentada y sin ánimo alguno de levantarme. Hoy en definitiva no fue un buen día, se podría decir que perdimos la batalla y no es la primera ya que Bishop y Mammón también se retiraron de la anterior. No entiendo que nos está pasando, no entiendo que me pasa... yo no di todo de mí.
Dorian extiende su mano con la intención de ayudarme a poner de pie y la tomo por no ser grosera.
—No debiste hacer eso.
—Vi en tu rostro la intención de quedarte a buscar a Masxacre y no iba a permitir que te pusieras en riesgo de esa manera.
Él no espera respuesta de mi parte y se va y muy bien hecho porque de igual no le iba a responder.
Miro a mi alrededor y todas las tropas se ven exhaustas. Tomo aire y decido ir a donde Lucifer, pero junto en el camino noto que Mammón viene hacia mí y decido dar media vuelta.
—¡Ni huyas que es contigo con quien quiero hablar! ¡Milufer!
Cuando veo ya lo tengo frente a mi bloqueándome el paso.
—Ahora no estoy de buen humor, Mammón.
—Ahora si no estás de buen humor, pero en la batalla no lo demostraste... —con cada palabra que sale de su boca mi ceño se frunce más... —Qué te pasa que no diste todo de ti, te he visto luchar y definitivamente que...
—Creo que eres el demonio menos indicado para hacerme reclamos ¿Quién era el que a media batalla ya no podía?
—Pero yo no estaba al cien por...
—Estabas en las condiciones que estabas porque así lo quisiste, Bishop te lo advirtió, pero no hiciste caso y ahora vienes a hacerme reclamos. Sé que no lo hice bien no es necesario que me lo repitas y para que quedes tranquilo, no me pasa nada y créeme que en la próxima si lo hare mejor.
Lo dejo con las palabras en la boca y retome mi camino hacia donde esta Lucifer.
Cuando ya estoy por abandonar escucho que alguien da la orden de poner solo a un grupo de cien demonios y diablos en recuperación. Me devuelvo, eso no puede ser.
Me encuentro con que la orden la está dando una comandante de Mammón.
—Todos los que estuvieron allá afuera deben ir a recuperación y curación acelerada sin excepción alguna. —digo y esta me mira con cara de pocas amigas y no me importa —Mírame como se te dé la gana, pero ya di una orden.
Esta llama a Mammón y dice que la estoy desautorizando.
—No puedes poner a toda una legión en curación, en cualquier momento nos pueden atacar y no tendremos tropas disponibles para responder.
—En el noveno aún quedan tropas, es mejor ponerlos en recuperación a todos, no va a tardar mucho en dos horas ya tendrás a toda la legión como nueva.
Este parece pensarlo —Se hará lo que digas, pero bajo tu responsabilidad.
—No hay problema.
Ahora sí sigo con mi camino. Voy hasta el salón donde siempre acostumbra a estar Lucifer y ahí lo encuentro.
—¿Estas bien? Estás herida.
Miro de reojo una de mis alas que está un poco mordida.
—Sí, pero estoy bien.
—Sé que quieres hablar de lo que aconteció, pero más tarde cuando Bishop vuelva...
—Como que Bishop no ha vuelto, ya se cerraron todos los portales.
—Tranquila, él está en el noveno curando a Biltrix —asiento y le pido que continúe —Más tarde tendremos una reunión con todos. Mientras ve a que te curen esa ala.
Hago lo que dice y en la sala de curación me encuentro con una Naziffi muy enojada por no haber ganado la batalla, por no saber nada del paradero de Masxacre ni del estado de salud de Biltrix. Solo la escucho y no le respondo nada porque en este momento no quiero discutir con nadie.
Tras pasar una hora en el cuarto de curación le pido a Lucifer que me deje ir al noveno a ver como está Biltrix, pero me dice que ya va a comenzar la reunión.
—¿Cómo está Biltrix? ¿Cómo estás tú? —le pregunto a Bishop apenas lo veo.
—Está vivo que es lo importe y yo estoy muy bien ¿y tú?
—Ya estoy mejor.
Damos inicio a la reunión y según Lucifer se logró el objetivo y no lo puedo creer, según el objetivo era ver el poder de las legiones enemigas, crear los escudos y que adicional a eso se logró capturar un ángel. Puede que hayamos logrado eso, pero perdimos muchos soldados.
—¿Por qué Abbaton y Maciel no lucharon? —pregunto porque me pareció extraño no haberlos visto.
—Porque aún no era tiempo de demostrar todo nuestro poder. Alístense porque la verdadera batalla está por llegar.
Ojalá que esta sí sea la última.
—No sé si sea el momento correcto pero el creador cada vez está más débil —empieza a decir Bishop —Tenemos que hacer algo cuanto antes porque de nada nos sirve ganar la batalla si vamos a quedar sin infierno.
Todos nos quedamos en silencio.
—Pensé que ustedes tenían un plan —responde Mammón.
—Teníamos dos y uno de ellos no funcionó —dice Bishop mientras me observa y niega.
¿Estará queriendo decir que no estoy embarazada?
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