—¡Tú puedes Milufer! —grito y espero que me escuche.

Milufer intenta ponerse de pie pero cae. Destiny la agarra del cabello y la trae hasta donde estoy, estamos tan cerca que lo único que nos separa es aquel escudo esta pega el rostro de Milufer al escudo de energía y vuelve a hacer la pregunta.

—¿Lo recuerdas?

Está vez Milufer ríe y me lleno de tristeza al ver sus dientes manchados de sangre.

—Claro que lo recuerdo... Y no solo recuerdo aquella vez que casi te mato, también la recuerdo a ella —escupe sangre —¿Me podrías recordar su nombre?

Esto hace que Destiny se ponga más furiosa de lo que está.

Destiny me observa.

—Espero que hayas disfrutado de tu hermana. —niego —La voy a matar...

La risa de Milufer corta su melodrama. —Puede que tu veas el futuro, pero yo sé de Brujería y tengo buena memoria.

Se hace el silencio y todos los demonios que estamos aquí cerquita nos quedamos a la espera del siguiente movimiento de parte de cualquiera de las dos. Destiny frunce el ceño y empuña su espada y, la dirige hacia el cuello de mi hermana. En todo el coliseo se escuchan ruidos de asombro precedidos por un silencio sepulcral. Lo único que hago el girar la cabeza y observar a mis acompañantes, el más asombrado parece ser Biltrix.

Biltrix no parece creer y viene a ver más de cerca y, aunque ve no parece creer. Destiny suelta un grito de frustración y hace que todas las miradas caigan sobre ella por unos segundos, ya que después se posan en el ser que está al otro extremo de la arena.

—Eso si es un buen traje —dice Biltrix, recobrando el color, la alegría y la cordura. —¡Ahora sí que comience la fiesta!

Observo la forma en que Destiny observa a Milufer y es odio puro. Milufer usó uno de ases bajo la manga, no se cual exactamente, pero lo importante es que esta aquí sin ningún rasguño y dispuesta a acabar con todo.

Algo que llama mi atención es que sus pies no tocan el suelo... Pero dejo eso de lado cuando con un solo movimiento de sus manos, todas las piedras que antes salieron de estas mismas se alzan y en menos de un segundo ya están todas sobre Destiny, pero esta logra cubrirse con un escudo.

—¡Demuestra porque es que eres la Dama de Dite! —grita Biltrix y Milufer le regala un asentimiento. —¡Muéstrale todo lo que te enseñamos, en especial lo que Bishop te enseñó!

Destiny observa a Biltrix de la peor forma que he visto en mi corta existencia.

La emoción de todos los presentes vuelve a estar al máximo y estas dos vuelven a luchar con espadas pero esta vez en el aire; Destiny vuela y Milufer levita aun así le da la pelea. Siguen luchando así por lo que para mí es una eternidad, ambas esquivan los ataques, ambas se cortan sin embargo Destiny ya se ve cansada pero Milufer no.

Milufer decide regresar al suelo y según Biltrix empieza a hacer pasos de Thai Chi y en seguida empiezan a aparecer unas pequeñas platas bajo sus pies y después una niebla blanca un poco densa empieza a invadir rapidamente todo dentro del escudo, Destiny enciende sus alas y las bate, aun así no consigue disparar la niebla. No pasa mucho tiempo hasta que todo dentro del escudo queda totalmente blanco y...

—¡Quiten esa maldita niebla! —Leyva grita —¿Qué? —mira a los demonios que lo acompañan —¿No escucharon?

—No lo puedes hacer —se opone Lucifer.

—Claro que puedo, mi juego mis reglas, brujas háganlo.

Las mismas que crearon el escudo pegan sus manos a él, susurran unas cuantas palabras y lentamente vuelve todo a la normalidad. Ambas luchadoras están donde quedaron, Milufer nos observa y parece no gustarle lo que acaban de hacer.

—Ya es hora de acabar con esto.

Dice Milufer y empieza a crear una runa flotante, creo que esa misma la creó en el noveno para practicar. Destiny se lanza en picada sobre ella, pero de la mitad del camino no pasa ya que Milufer desplaza la runa y esta impacta a Destiny y hace que caiga drásticamente.

Pasan los segundos y no se mueve. Milufer se acerca y la toca con el pie, no se mueve.

Naziffi no lo puede evitar y le grita a Leyva "que te pareció eso, perra" el demonio parece no creer que Destiny este muerta y entra con sus brujas y otros demonios para verificar, mi padre y los demás entramos también a ver.

Y si, no se mueve más.

En un descuido de todos, Milufer guarda el cuerpo de Destiny en la pequeña hucha que mi padre le dio y de no haber vivido en una no lo creería.

—¿Qué hiciste con su cuerpo? —pregunta el demonio mal murado. —Dame eso. —intenta quitarle la hucha de las manos.

Milufer niega y mi padre más los dos demonios dan un paso hacia adelante yo retrocedo —Yo gané puedo hacer lo que quiera con su cuerpo.

Él niega y se agarra la cabeza —Es que no entiendo que pasó ¡No! Tú estabas casi sometida y de la nada sales como si nada y ahora la matas con una simple runa.

Milufer sonríe y se le acerca —No fue una simple runa. —hace un leve movimiento con las manos y muchas runas se iluminan en el suelo —La grande estaba escondida bajo las rocas, las otras la hice mientras estaba la niebla y esta, la flotante fue la penúltima y la última que las activó la llevo grabada en mi brazo—señala cada una de las runas. —Esas runas se llaman el Circuito del Diablo, son sacadas de los libros de mi padre.

Leyva dirige su mirar a Lucifer. —Esas son de la Biblia de los...

Lucifer lo interrumpe —Lo importante aquí no es la procedencia de las runas si no el resultado y como puedes ver, Milufer ha ganado una vez más.

Leyva asiente en repetidas ocasiones —Esta vez ganaste. —le dice a Milufer —Pero como ya sabrán, este apenas es el comienzo.

Narra Milufer

—Tienes que contarme todo en su debido momento. —dice Biltrix y yo asiento.

—No hay mucho que contar pero bueno —hago una pausa y miro hacia atrás. —Ya sé en dónde están.

Como estaba planeado, la hechicera absorbió aquella niebla que más que niebla era humo, un humo un tanto tóxico para las hechiceras y brujas ya que tienen genes humanos.

Rapidamente vamos hacia el corazón de Azrhen donde se encuentran escondidas. Llegamos allá y niego.

—No puede ser, las necesitábamos para sacarles información —digo al ver el cadáver de Mara y Petra sobre el suelo.

Me agacho y quito las capuchas de sus rostros y por Jesús, son horribles, parecen ancianas de más de 100 años.

—¿Siempre fueron así de feas? —le pregunto a Biltrix ya que no recuerdo haberles visto el rostro en mis cinco sentidos.

—No, por esos se escondían bajo sus túnicas y las demás veces creaban una ilusión para verse bellas. El poder que tenían las dejo así... eran bastante poderosas—Biltrix se acerca y las huele, frunzo el ceño ante el acto —Yo me encargo de ellas, tal vez no estén muertas si no dormidas huelen a yerbas.

—No olvides de ir a Edimburgo. —él asiente y me tira un beso.

—Jamás me olvidaría de eso, primor.

Sonrío y le creo un portal que lo llevará a la parte alta de Azrhen y uno para mí el cual me lleva al noveno.

Aparezco en el cuarto de magia donde ya están todos incluyendo a Bishop, Mammón, Dorian, Abbaton y el líder de los caídos. Observo el cuerpo de Destiny sobre aquella mesa de piedra y se me eriza la piel.

—Felicitaciones sin duda alguna eres una súper guerrera —dice Mammón. —No sé cómo habían seres que creían que ibas a perder.

—Muchas gracias Mammón.

Le digo un "Le gané" y Abbaton y le doy un fuerte abrazo a Dorian.

Voy y me sitúo al lado de Bishop, el cual no duda en darme un beso cuando me tiene lo suficientemente cerca.

—Sabía que ibas a ganar, pero esto no me lo esperaba —dice cerca de mi oído. —Eres buena.

Le susurro un gracias y lo abrazo.

—¿Para qué me hicieron venir? ¿para ver a mi hermana muerta o para ver a estos dos dándose amor? —dice el caído.

—No. —responde Bishop. —Lo citamos para negociar.

El ángel caído que por cierto se llama Garrett nos observa con cara de pocos amigos, poso mi mirar en Abbaton y sus mandíbulas se ven tensas, está enojado.

—¿Qué? ¿Me van a pedir algo a cambio del cuerpo de Destiny? —hace una mueca de sorpresa, me mira y luego mira el cuerpo de Destiny —¿Por qué no ha ascendido?

—Eso te íbamos a decir, Destiny no está muerta —comienza a decir Lucifer.

—No la maté por dos motivos: me enteré que ya no nos iban a apoyar por lo que iba a hacer y no podía permitir perder la alianza. Y también hace mucho cuando Destiny llegó, Bishop en contra de nuestra voluntad hizo una especie de pacto para que ninguna de las dos no hiciéramos daño de lo contrario ambas moriríamos.

Cuando llegué al noveno se me ocurrió preguntarle mentalmente a Bishop que si había deshecho aquel pacto, pero nunca respondió y no me iba a arriesgar.

—Gracias. —susurra el caído.

—No solo es un "Gracias" también tienen que firmar un pacto donde nos juren lealtad en esta guerra, si no Bishop procede a deshacer el pacto y yo a matarla.

El caído me mira. Le sostengo la mirada, demostrando valor y poder.

—Tendría que consultarlo con los demás.

Mammón ríe —Es ahora o nunca —dice y le extiende un pergamino —¿No que es muy importante para ustedes? ¿Acaso iban a dejar que Milufer la matara? —esto último lo dice mirando a Abbaton —Firma ya y llévatela que me fastidia su presencia.

El caído lee el pacto y posteriormente se hace un pequeño corte en uno de sus dedos y firma.

—Si necesitan refugio o algo así no duden en decirnos. —dice Lucifer.

—Creo que si vamos a necesitar refugio y armas, pero ahora mismo lo que necesito es salir del infierno para llevar el cuerpo a algún santuario. Por cierto, ¿qué le hiciste?

—Nada grave, con una runa de curación bastará.

A Leyva le dije que había usado las runas del Circuito del Diablo pero nunca me dibujé la última runa y lo que la envenenó fueron unas pequeñas plantas que hice brotar de la arena gracias al Thai Chi, la planta se llama Lengua de Fuego y se activa al ser machucada, según lo que leí puede ser mortal en grandes cantidades pero usé pocas.

Vuelvo a guardar el cuerpo de Destiny y se lo entrego —Creo que después de esto Bishop va a deshacer el pacto —hago énfasis en las tres últimas palabras y observo a Bishop, más le vale que lo haga —Así que si se vuelve a topar en mi camino no voy a dudar en hacerle daño.

—Se lo haré saber.

El caído sale de salón junto con Dorian y Abbaton.

—Creo que es hora de poner a Milufer al tanto de la situación del infierno —dice Mammón y veo que intercambian miradas con Bishop.

Qué estará pasando.

—Tranquilo, yo le cuento todo —responde Bishop y tira de mi mano —Vamos.

Como le digo que no quiero que él me lo diga, quiero escuchar a Mammón.

—Deja que él me lo diga —Bishop me mira a los ojos «¿Qué?» le pregunto mentalmente.

—Pues hasta ahora no han avanzado mucho, pero si más de lo esperado van 500 diablos muertos... —empieza a decir Mammón —Y ya.

Todos nos quedamos en silencio, pero algo me dice que se siguen comunicando mentalmente.

—Vamos —dice Bishop.

Salgo con él del salón pero me detengo al no ver a Maciel. —Espera, Maciel quería verte. —Bishop se rasca un cacho y asiente —Siento que está en la biblioteca.

—Oh, ya está aquí —dice mi hermano apenas nos ve entrar.

—Así es —responde Bishop.

—Solo te quería dar las gracias por haberme ayudado.

Veo que ambos se observan fijamente, pero Maciel parece embobado.

—No hay de qué, ya sabrás porque lo hago.

—Claro, no me queda duda —frunzo el ceño. Yo no sé porque lo hizo exactamente. —No siendo más nos vamos, tenemos cosas que hacer.

Me despido con un abrazo de él y salgo con Bishop hacia nuestro aposento en Azrhen. Al llegar lo primero que hago es tirarme en la cama, no sé cuánto tiempo llevo sin dormir y aunque no tengo sueño me siento algo cansada.

—¿Estas bien? —siento que Bishop también se acuesta y me acomodo para quedar frente a él.

—Si — lo miro a los ojos —Hubo un momento en que tuve miedo.

La idea durante la batalla era dejar que Destiny sintiera que iba ganando, todos los golpes que me dio y las cortadas fueron reales. Lo que hice para sanar fue crear un portal que me llevó a la dimensión de Bishop donde absorbí energía y sané para luego regresar, todo eso pasó extremadamente rápido y para poder lograrlo tuve que dibujarme muchas runas y sellos que no sabía que iban a funcionar ni mucho menos los cuatro portales que tuve que crear... Técnicamente no tenía certeza de que mi plan iba funcionar.

—Estoy muy orgulloso de ti —extiende su dedo índice y limpia una lágrima que está por caer.

Esto me hace sonreír con ternura, nos miramos por unos minutos hasta que recuerdo que tenía que decirle algo:

—Encontramos a Petra y a Mara muertas, no pude encontrarlas antes.

Ellas fueron las traidoras y las culpables de que hayan entrado en la mente de Bishop. Le dieron muchísima información de Bishop a Leyva y algunos ángeles por lo que ahora estamos muy desprotegidos.

—Biltrix me lo dijo de igual forma gracias. —se acerca y me da un beso en la frente —Descansa que luego haremos el ritual.