Capítulo 26
Con Naziffi y Maciel llegamos a la conclusión de que probablemente las brujas van a estar en la batalla y ese será el momento oportuno para ir tras ellas.
—¿Sabes cuando vuelve Bishop? —pregunta Naziffi, yo niego con la cabeza —Los ángeles cada vez están más cerca, intentan rodearnos, los volcanes ya están casi muertos y son muy pocos los de alto rango como para encargarse de todo... Estamos cayendo.
Sin descuidar el portal que estoy creando, volteo a ver a la demonio y sé ve algo triste, decepcionada y enojada.
—Vamos a poder con ellos, creo que no hay de qué preocuparse mi padre está al mando.
Esta vez estoy demasiado confiada en que todo irá bien, sé que mi padre y Bishop tienen todo bajo control.
Naziffi hace una mueca de disgusto —Pues no es lo que parece, se nota que no has visto cómo está la situación en el segundo y sexto círculo.
—Todo va a estar bien confía en Lucifer. —reitero.
Nazi me mira y niega. —¿Por qué estás tan tranquila que te hizo ese baño?
Me encojo de hombros —No gano nada con mi intranquilidad y ansiedad, mejor trae esos diablos, los portales ya están listos.
Golpeando duro sus botas contra el suelo va en busca de los diablos. No tarda en regresar con ellos.
—¿Hacia cual los guio? —pregunta y apunto hacia el portal que emite halo verde.
De mala manera empuja a los cinco diablos por el portal y todos vuelven salir por el otro portal. No puedo evitar sonreír de felicidad, mis portales si sirven.
—Ahora es tu turno —dice Nazi sin emoción alguna.
La sonrisa que antes yo tenía ya no está; primero probamos los portales con objetos y luego con diablos porque no sabíamos si iban a funcionar bien y no nos queríamos arriesgar a quedar en el limbo, funcionó con ellos pero porque no tienen conciencia y sus pensamientos no pueden alterar el destino del portal.
Miro a Naziffi, ella hace un gesto indicándome que ingrese al portal.
—Date prisa que lo peor que puede pasar es que te quedes atrapada en él o en limbo.
No le respondo. Me acerco al portal y sin pensar en ello me adentro en él, no tardo mucho en aparecer en el portal ubicado en el otro extremo de la biblioteca.
—Ves, no te pasó nada. Ya estás lista.
La demonio me muestra una media sonrisa y yo si sonrío con ganas. ¡Ya sé hacer portales!
—¿Que hacen esos portales en mi biblioteca? —miro hacia la puerta y ahí está Lucifer. —Las bibliotecas se hicieron para leer no para andar creando cosas, ve a practicar en el salón de Magia.
Le doy un vistazo más a esta biblioteca, es muy grande, con muchos estantes que llegan hasta el cielo raso todos llenos a libros y otros con unos tarros que según Naziffi son maldiciones encerradas.
—Ya terminamos.
Dicho esto, desintegro los portales y todo queda en orden.
—Ya casi es hora, ve a alistarte. —trago saliva y asiento.
Narra Maciel
—¿Y tú ya sabes luchar?
Niego una vez mas, es la segunda vez que Naziffi me pregunta lo mismo; insiste en enseñarme a usar "mi arma" creo que para nadie es un secreto las verdaderas intenciones de este ser.
—Si gustas te enseño —saca unos cuchillos de sus botas.
—Después vemos, mi idea era que alguno de mis hermanos me enseñara.
Naziffi se acerca y pone uno de sus afilados cuchillos muy cerca de mi cuello.
—Como yo no hay quien lo haga mejor —le sostengo la mirada y veo como sus ojos cambian de color —Soy la mejor guerrera del infierno, fui entrenada por tu padre y por Bishop.
Asiento y alejo sus armas de mi cuello. —Gracias, lo tendré en cuenta.
Ella se ríe como si yo hubiera dicho algo muy chistoso.
—Ya estamos listos. —la voz de mi padre interrumpe la risa del demonio.
Miro hacia donde está Milufer, se ve muy linda y misteriosa con su capa de gorro negra y con los pies descalzos. Desde aquí no se le ve el rostro, pero si puedo leer sus sentimientos y no me gusta para nada lo que siento, emana: ansiedad, estrés, rabia y un poco de miedo.
Me acerco para verle el rostro y me sorprendo al ver las betas muy marcadas y sus ojos totalmente negros... creo que me quedo con su apariencia humana.
No le digo nada para no estresarla más. Los cuatro caminamos hacia la parte externa del castillo, donde ya se encuentra el portal que nos llevará al primer círculo, según escuché, primero iba a ser en el tercero pero no sé qué pasó y hace poco le avisaron a mi padre que habían cambiado el lugar.
—¿Los otros dos no vienen? —pregunto al no ver a mis hermanos.
—No, ellos tienen cosas que hacer, afortunadamente los únicos que iremos a apoyar a Milufer somos nosotros tres —toma aire y le entrega una pequeña hucha de cristal a Milufer —Los otros se perderán del mejor espectáculo del siglo.
Asiento con tranquilidad y le extiendo mi muñeca derecha a Lucifer donde a todos nos dibuja una runa para mantener nuestros pensamientos a salvo. Después de esto, uno por uno vamos cruzando el portal.
Al salir del otro lado se siente drásticamente la diferencia entre el noveno y este círculo, la energía que corre por aquí se siente muy baja y... Ahora entiendo porque cambiaron el sitio, piensan que al estar más lejos de Dite Milufer tendrá una desventaja ya que no podrá absorber energía infernal.
Vamos hacia una especie de camerino donde esperaremos hasta que empiece la batalla.
—¿Tienes tu bastión? —me pregunta mi padre. Yo asiento —Tenlo a la mano.
Asiento y me siento junto a él, esperamos por unos minutos más y llega un demonio llamado Biltrix el cual no ha parado de preguntarle a Milufer el porqué de su mal genio, también vinieron Yara y Lisz pero se fueron a los pocos minutos.
—¿Porque estas enojada primor? —pregunta Biltrix por décima vez y Milufer solo lo observa.
—No estoy enojada, Biltrix.
Él ríe y dirige su atención a mí —¿Cierto que está enojada?
—La estás haciendo enojar más de lo que está —digo y él suelta una carcajada.
—La señorita está enojada porque Bishop no vino ¿no es así? —le habla tan cerca que si fuese yo ya estaría enojado.
Según lo que escuché, Bishop no puede venir porque se está encargando de la dimensión y de un ritual que harán después de esto.
—Tienes que ganar porque si no... Destiny se quedará con Bishop. —continúa Biltrix.
Milufer solo niega y evita mirarlo. Biltrix continúa colmando la paciencia de Milufer hasta que viene un demonio y nos avisa que ya podemos ir a nuestros asientos. Todos nos despedimos de Milufer y vamos a las graderías. Analizo todo a mi alrededor y es un lugar bonito similar a uno que vi en un libro... Creo que se llamaba Coliseo Romano. El lugar rapidamente se llena de demonios que según me dice Naziffi, están en contra de Milufer, en contra de nosotros.
No pasa mucho hasta que viene un demonio mayor llamado Leyva a "saludar".
—¿Por qué tan poquitos, Lucifer?
Mi padre da un vistazo por todo el coliseo y suspira —Suficientes para ver el triunfo de la hija de Infierno.
El otro demonio ríe con ganas —Ya veremos.
Sin más se va. Este demonio se siente ganador, está más que convencido que Milufer perderá, intento seguirlo con la mirada para intentar leer algo más pero justo en ese momento salen Milufer y Destiny. Había escuchado que a Destiny le devolvieron su lado angelical y ahora puedo comprobarlo, se ve como los guerreros de la legión de Miguel que vi en los libros que leí más temprano... No puedo negar que se ve hermosa con esa armadura plateada y brillante. Fijo mi atención en ella y sus sentimientos son un poco confusos lo que más percibo es rabia. Ella dirige su mirar hacia la dirección en que me encuentro por unos segundos y luego centra su atención en Milufer que, aunque está en su forma de demonio se ve mucho más pequeña y menos intimidante.
Creo que para nadie es un secreto, Milufer la tendrá muy difícil puesto que estamos más cerca de la tierra y por lo tanto Destiny puede absorber la energía angelical que fluye en el plano terrenal y ni hablar de que ahora puede ver muchísimo mejor el futuro, ha vuelto a ser la misma de antes, el arcángel del futuro.
En el lugar se escuchan alaridos de euforia en diferentes lenguas por parte de los demás asistentes, observo a los que me acompañan y se ven tensos.
Leyva anuncia las reglas del juego y deja en claro que se vale de todo y que termina cuando alguna de las dos este muerta. Segundos después aparecen y una hechicera de Dite y otra de este círculo las cuales conjuran un escudo energético que protege a las luchadoras de cualquier ataque procedente de afuera y viceversa.
En el cielo se dibuja un reloj con una cuenta regresiva de tres y me empiezan a sudar las manos, creo que estoy más ansioso y nervioso que Milufer. La cuenta regresiva se acaba y empieza la batalla.
Milufer se quita la capucha y se prepara para lanzar su primer golpe, mi hermana corre hacia el ángel con el filo de la espada de frente, pero con una agilidad impresionante Destiny la esquiva.
Es el turno de Destiny, esta desenfunda una espada con un brillo antinatural. Milufer parece esperar el ataque, el cual también esquiva. Milufer va de nuevo al ataque y es donde empiezan a luchar con espadas; cada vez que estás se chocan botan chispas, definitivamente es un espectáculo muy bueno.
Continúan así durante varios minutos hasta que Destiny le hace un pequeño corte a Milufer en el brazo. Antes de que empezara todo esto vi que Milufer se hizo varias runas, entre estas la de curación pero no parece hacer efecto.
—Eso no va a sanar —dice Naziffi.
—¿Por qué no? —la demonio me mira como si la respuesta fuese obvia pero realmente no sé el porque.
—Es una espada angelical que puede matar demonios.
Responde y asiento para luego devolver mi atención al campo de batalla. Continúan con la lucha con espada, ahora Milufer lucha con dos: una que está encendida y un pequeño puñal, mantiene la agilidad, pero la sangre que cae de su brazo no cesa. Milufer abre sus alas y se parta drásticamente de Destiny, guarda sus armas y empieza a caminar y a mover sus manos, de las cuales empiezan a brotar rocas un tanto grandes que parecen estar calientes. Desde aquí se puede ver que no sólo está caminando, sus pasos tienen un patrón, está dibujando algo. Destiny por su parte la observa por unos segundos hasta que decide ir a terminar con el plan de Milufer y ambas vuelven a luchar, pero esta vez Milufer no usa arma alguna.
—¡Que mierda Milufer! —grita Biltrix. —¡Haz lo que enseñé, defiéndete! De quién fue la idea tan fenomenal de que Milufer saliera sin armadura o un buen traje ¿de quién?
Lo observo y su cara antes naranja ahora está muy roja. El demonio continúa maldiciendo, pero dejo de prestarle atención.
Como defensa, el cabello de Milufer empieza a enredarse en las manos de Destiny pero esta aprovecha para abrir sus alas y al agitarlas de esta sale un ruido muy agudo e insoportable que nos afecta a todos. El ruido cada vez se hace más agudo, miro a mi alrededor y muchos demonios están cubriendo sus oídos con sus manos. Milufer también recurre a tapar sus oídos y a soltar a Destiny, está continua haciendo aquel ruido fastidioso hasta que sale sangre de los odios de mi hermana.
Levanto la vista al sentir a Leyva cerca. Veo que le ofrece una copa de algún trago a mi padre, mientras dice:
—Para que mojes la garganta, te he visto muy callado —Lucifer acepta el trago —Esta muy buena esta lucha y muy cerca del final ¿Me puedo sentar? —pide sentarse junto a mi padre.
—Claro que puedes —responde Lucifer.
Leyva sigue haciendo comentarios alusivos a la supuesta derrota de Milufer y decido dejar de escucharlo y centrarme en la arena.
Veo a Milufer intentando ponerse de pie, se ve que está un poco fuera de si. Destiny empieza a gritarle algo pero desde aquí no puedo oír bien así que voy en busca de un lugar más cerca de la arena. Para cuando llego ya Destiny tiene a Milufer por su cuenta, esta atraviesa un costado de Milufer con su espada y luego le da una patada sobre la herida.
—¿Lo recuerdas? —Pregunta Destiny. Milufer no responde e intenta ponerse de pie. Destiny vuelve a golpearla —Responde.
No puedo creer que esto esté pasando, me niego a creer que mi hermana este perdiendo la batalla.
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