Capítulo 24
Pensé que Maciel seguiría siendo un bebé y que iba a comenzar a crecer como cualquier humano después de que le quieran la maldición, pero no fue así.
Una vez la niebla se vuelve menos densa consigo ver a dos hombres de pie en el pentagrama, Bishop y Maciel este último parece tener más o menos 17 años. Bishop da un paso fuera del pentagrama y veo que camina con dificultad por lo que voy a ver que le sucede. Lo garro del brazo y esta extremadamente caliente y unos de sus cachos bota humo.
—¿Estas bien? —le pregunto, él me mira y veo que sus ojos lucen totalmente negros y su respiración está agitada.
Bishop después de mirarme por unos segundos, asiente de forma positiva.
—Sí, estoy bien.
Me acerco y le doy un abrazo —Muchas gracias. —le susurro cerca al oído. «No hay de que» responde en mi mente.
—Sí que eres maravilloso. Gracias Bishop—dice mi padre el cual ya se encuentra al lado de Maciel examinándolo meticulosamente.
—Voy a tomar un baño, te veo luego. —me da un beso en la frente y luego se desaparece.
Tomo aire y vuelvo a centrar mi atención en mis hermanos.
—Es humano, ¿verdad? —pregunta Abbaton.
—Lo es, pero lo podemos cambiar. —responde Lucifer y ver su sonrisa maligna no me da buen presentimiento.
Ahora los cuatro jinetes ya estamos completos y esto no creo que sea bueno para la humanidad.
Me acerco a Maciel y le doy un abrazo.
—¿Puedes hablar? —le pregunto en inglés y no responde ni hace ningún gesto.
—Aún su cerebro está asimilando todo el cambio, apenas y nos mirará borroso. Más tarde ya podrán hablar con él. —dice lucifer y asiento —¿Vienes con nosotros? —me pregunta y sin pensarlo ni saber a dónde, niego.
—Voy a estar un tiempo en la dimensión de Bishop.
—¿Cómo es eso? ahora un simple gobernador infernal tiene una dimensión. ¿Porque un simple demonio tiene tanto poder? —inquiere Abbaton.
Cuando estoy por responderle, Lucifer lo hace.
—No es un simple demonio, él ha sido mi vasallo y mano derecha desde hace mucho tiempo y a quien me da lealtad yo lo premio con poder.
Lucifer solo me regala una sonrisa, crea un portal para luego desaparecer con Maciel.
Abbaton se queda pensativo por unos segundos. —Pues yo te voy a decir lo que pienso...
Inicia Abbaton y ya sé que va a decir que tiene la sospecha de que Bishop no es un demonio así que decido interrumpirlo.
—Creo que esta conversación no nos va a llevar a nada bueno así que yo me voy. Y por cierto Abbaton, tú no tienes ningún derecho en cuestionar a Bishop.
—Eso, vete a esconder tras de él como lo haces siempre.
Ignoro lo que me dice y me despido de Dorian —Nos vemos en la batalla.
—O sea que si es verdad que vas a luchar contra Destiny —dice Dorian y solo asiento. —Espero que le ganes ¿es un duelo a muerte?
—Si —tomo aire y sonrió, desde ya me siento victoriosa.
—No creo que le ganes, ella ve el futuro, va a anticipar todos tus movimientos y...
Cierro los ojos y respiro hondo ¿Por qué será que Abbaton es así y más conmigo que lo ayudé a salir del hueco en el que estaba?
Me acerco hasta quedar frente a frente con él. —Yo voy a ganar ese duelo y nadie pidió tu opinión.
Él ríe de forma ruidosa y después me lanza una mirada fría.
—Ningún ángel caído va a permitir que la mates.
—A mí no me incluyas —dice Dorian. Abbaton lo observa como si hubiera dicho alguna palabra prohibida —¿Algún problema con eso?
Abbaton que antes estaba frente a mi, se desplaza unos cuantos pasos hasta quedar frente a frente con Dorian.
—¿Por qué tanto rencor hacia Milufer? —inquiere Dorian.
—Y todavía preguntas. No te has dado cuenta porque estamos aquí, porqué perdimos nuestras alas. Todo es culpa de ella si ella hubiese matado a Bishop cuando se lo dije estaríamos bien, pero ella prefirió meterse en la cama con él, como...
Es callado por un puño de Dorian. Abbaton se lo devuelve, pero este lo esquiva. Me pongo en medio de ellos cuando veo que Dorian se le va a lanzar encima.
—No pierdas tu energía peleando con él.
Le doy la espalda a Dorian y encaro a Abbaton.
—Yo no voy a discutir esto otra vez contigo. Solo te pido que me respetes.
Nos miramos finamente y no dice nada, solo frunce el ceño y aprieta los puños. No pasa mucho hasta que baja la mirada y se dirige hacia el portal que aún permanece abierto.
Escucho que Dorian susurra «Esto no acaba aquí» sin decir más va tras nuestro hermano. Miro el portal y niego, si ellos se quieren agredir pues que lo hagan, yo en estos momentos no estoy para esto.
Salgo del salón con dirección a mi habitación, mientras camino le comunico a mis comandantes lo que deben hacer y dejo a Amadeus encargado de traslado de los íncubos a Luf'Yana.
«Lleva a todos los comandantes contigo, menos a Melz para que te ayuden a controlar todo, usa a las brujas y hechiceras para mantener lo más oculto posible a los demonios»
«¿Tu no vendrás? ¿Quién quedará a cargo de las legiones de diablos que quedarán aquí?» inquiere Sorat.
«Yo iré, pero no en estos momentos y acá quedan los comandantes de Bishop. Masxacre tú y Sorat estarán a cargo de la seguridad y el orden; Melz te encargaras de vigilar a Mammón durante su estadía aquí en Azrhen»
Me detengo al ver a Petra.
—Bishop te necesita y ten cuidado con tu mente, estas desprotegida.
Me quedo procesando unos segundos lo que dice y la observo con el ceño levemente fruncido.
—¿Que sucede con Bishop? él me dijo que estaba bien
—Date prisa por favor, te necesita—insiste una vez más.
—¿Donde esta?
—Solo avanza yo te guio.
Avanzo detrás de ella, miro sus pies y veo que no toca el suelo ¿Nada raro... en ella? Me detengo y miro hacia dónde vamos, al corazón de Dite. Ella se detiene varios metros adelante de mí.
«No vayas» susurra satán «¿Porque no debo ir?» pasan varios segundos y no responde.
—¿No vas a seguir?
—Ve tú, yo olvidé algo —intento mirar sus ojos, pero la sombra de túnica me lo impide.
—Pero Bishop...
Niego y retrocedo —Pero nada, ya te dije que vayas ¡obedece! —ella se quita la túnica y puedo ver sus ojos; me mira fijamente y le sostengo la mirada, parece no estar conforme con lo que le dije. —¿Te vas a quedar ahí viéndome la cara o vas a ir a ayudar a tu amo?
Dice algo que no logro entender y yo doy media vuelta y regreso. Si Bishop de verdad necesita algo que me lo diga él. Me detengo ¿Y si de verdad me necesita? Mejor voy hasta nuestro aposento. De camino me encuentro con los túneles llenos, ya mis comandantes están en acción y mientras mis demonios salen, ingresan los de Mammón que por cierto traen muchas cosas, pensé que los demonios no se apagaban a sus pertenencias.
—Milufer.... —escucho que alguien dice mi nombre a la vez que tocan mi hombro.
—Melz, ¿todo bien? —miro al ser que segundos antes me tocó.
Ella asiente y sonríe —Ando buscando a Mammón pero no lo encuentro.
Me concentro unos segundos y rastreo su energía. No lo logro del todo, pero ahí más o menos noto su energía en la terraza y hacia allá nos dirigimos. Me detengo en la entrada de la terraza al ver a Bishop, frunzo el ceño
—Ve a mirar si allá esta Mammón —le digo a Melz.
—Estaba, ahora fue a los calabazos a acomodar sus dragones. —responde Bishop.
Pero Melz pasa por el lado de él como si no hubiera escuchado y es donde dudo de la realidad.
—Melz, Mammón está en los calabazos.
—Oh, bueno.
Pasa de nuevo por nuestro lado y al parecer no ve a Bishop. Que carajos está pasando.
Bishop intenta tomar mi mano, pero doy un paso atrás.
—¿Estás bien?
Niego. —¿Tú eres real?
Él ríe un poco y asiente. —Justo iba a irte a buscar para que fuéramos a la dimensión.
Dejó que tome mi mano y se siente real pero no necesariamente tiene que serlo. —Pensé que estabas mal.
—Te dije que estaba bien.
Entonces lo de Petra tal vez fue una de sus pruebas para ver si logro identificar la realidad o tal vez fue una visión, en fin, no creo que haya sido algo importe.
Caminamos a nuestra habitación y apenas ponemos un pie dentro de esta, empieza a llenarse el piso de agua.
—¿Por qué hay agua aquí? —pregunto mientras doy un gran salto hacia la cama.
—¿No te gusta? —dice mientras cierra la puerta y dibuja sobre esta varias runas.
—Sí, solo que me causa curiosidad.
Él se dirige al altar y enciende todas las velas. Se pone de cuclillas y empieza a dibujar su sello y un par de runas los cuales flotan sobre el agua.
—Por varios motivos: para que se mantenga la temperatura, para ocultar runas y para esto, el agua es el mejor medio para dibujar portales.
Cuando ya el portal está listo, Bishop viene hacia mí y me carga entre sus brazos. Veo que vamos hacia el portal e intento bajarme, pero no me deja.
—Déjame llevar armas.
Niega.
—No las vas a necesitar, con el bastión es suficiente.
Antes de que yo pueda decirle que no es suficiente con el bastión, me deja caer sobre el portal.
El gua aquí abajo no está tan oscura como la que inundaba el piso, giro mi cuerpo hasta quedar vertical. Al parecer me estoy hundiendo, miro hacia arriba y se ve algo similar a un sol. Yo ya he estado aquí. Siento como alguien me toma de la cintura y miro hacia todos los lados y si, ya he vivido esto antes. Intento alejarme de quien me toma y nado hacia el fondo, nado hasta que ya no puedo ver nada y es donde el agua desaparece y empiezo a caer.
Intento no entrar en pánico y desplego mis alas y tomo el control de mi descenso. Con algo de dificultad vuelo sin rumbo. Analizo todo y puedo ver que ya estoy en la dimensión de Bishop, pero ¿Él en dónde está?
Más le vale que no me haya tirado acá sola. —¡Bishop! —no responde ni da señales de que esté aquí —Bishop ya me duelen las alas...
Al no tener respuestas sigo descendiendo en busca de suelo firme. No sé cuántos metros bajo hasta que él dice:
—¿Qué haces allá abajo?
Miro hacia arriba y allá está él. Bonita hora en que viene a aparecer.
Me demoro casi una eternidad para lograr subir. Él como la otra vez que vine, está de pie sobre un solo cuadro de suelo por lo que vuelo muy pero muy cerca de él hasta poder agarrarlo para no caer. Cuando ya logro ponerme de pie junto a él, me doy el lujo de respirar.
—¿Por qué estás tan agitada y mojada?
Le respondo con una mirada matadora.
—¿Que fue todo eso? No es necesario que respondas ya sé que pasó.
Como en esta dimensión se forjan pesadillas por eso creo que viví aquel momento en el agua, cuando intenté suicidarme.
—Aquí puedes hacer realidad todo aquello que deseas, ya sean sueños o pesadillas. —hace una pausa y se aleja un poco de mi. —Usa todo esto para entrenar, no la vas a tener fácil con...
—Lo sé y no sé qué hacer para que no anticipe mis movimientos. —respiro hondo y veo como se vienen acercando mis sombras.
—Usa tu mente y crea una fantasía, créate una película mental con todo lo que quieres hacer durante la batalla y cuando llegue el momento empieza a hacer los primeros que planeaste, esto le dará seguridad y creerá que tiene todo controlado y ya la sorprendes al final.
Lo miro a los ojos algo dudosa por lo que acaba de decir ¿Quién me garantiza que no se va a dar cuenta de que la trato de engañar?
«Yo te lo garantizo»
Lo observo con los ojos entre cerrados «No me leas la mente»
El ríe y se introduce las manos a ambos bolsillos. «Entonces protege tus pensamientos, ya te he enseñado como hacerlo»
Tiene razón, varias veces me ha insistido en esconder entre muros mis pensamientos, pero no lo hago y aunque lo hiciera él podría entrar.
«Exacto yo sí pero otros no»
Me pongo a pensar en caca de elefante lo cual lo hace reír.
—Deja de pensar esas cosas y concéntrate en lo que viniste a hacer. Presta mucha atención —me toma de la mano y me anima moverme del cuadrito en el que estoy de pie. —Como te dije aquí puedes crear lo que quieras porque la energía fluye y es más fuerte que la del propio infierno así que puedes usar tu mente y crea cosas a tu antojo muy fácilmente, tal cual y como cambias de forma tu bastión.
Él empieza a mover sus manos y tras cada movimiento se ve un humo negro —¿Lo ves? Esa es la energía de la que te hablo —asiento y hago lo mismo que él —Lo único que necesita para que tus deseos se hagan realidad es fortaleza mental y seguridad. Haz de cuenta que tienes una bola de arcilla en tus manos, imagina que la vas moldeando y le das vueltas y lo imaginas...—antes de hacerlo le presto atención a lo que él hace, gira en varias oportunidades sus manos y poco a poco aquel humo toma forma.
Sonrió al ver lo que hizo. Es un peluche con forma de helado.
—Ahora es tu turno, hazle un obsequio este demonio que tanto amas.
Hago lo mismo que él hizo, mi humito va tomando forma, pero también siento como lucha por disiparse, se siente como si tratara de juntar las caras del mismo polo de un imán más descargas eléctricas un poco fuertes. Lucho y lucho hasta que creo que ya lo tengo controlado, veo lo que se forma, pero no es precisamente del tamaño que yo lo quería. Se supone que iba a hacer un muñeco de nieve mas o menos de medio metro, pero resultaron siendo dos simples bolitas más o menos de un centímetro de radio, o sea nada.
—A la próxima te hago algo bueno.
El asiente y me da un beso en la frente —Sigue practicando, voy a liberar a la sombra que yo cree para entrenarme tendrás que matarla no sé cómo. Vendre a verte de vez en cuando.
Asiento y le doy un beso en los labios —Lo haré.
Él da un paso lejos de mí y poco a poco se empieza a volverse humo hasta que desaparece por completo.
En un abrir y cerrar de ojos la dimensión cambia por completo, ahora es un campo de batalla con dos relojes de arena uno grande y otro pequeño, ambos están suspendido en el aire y... frente a mi hay un ser gigante. La sombra de la que hablaba Bishop.
Alisto mi bastión, estiro un poco y voy al ataque.
...
No pensé que había a estar fácil pero tampoco tan difícil, mejor dicho, imposible. Esta sombra parece ser indestructible. He puesto en práctica todo lo que aprendí en mi entrenamiento con Biltrix y Masxacre, también usé las runas más lo aprendido en las batallas que he librado y ni así he logrado vencerlo, ni mucho menos llegar a él.
Esta sombra adivina todos mis movimientos, tal cual Destiny lo haría.
Uso a mis sombras para distraer al ser este hasta que se acabe el tiempo. He notado que cuando se acaba el tiempo de reloj pequeño por más o menos treinta minutos la sombra se desvanece cosa que aprovecho para recuperarme y pensar. Después de usar tanta fuerza bruta, ha llegado el momento de usar la mente.
Me dibujo una runa de curación y mientras esta hace efecto trato de crear una roca y de nuevo queda más pequeña de como la quería pero me sirve. Le pido a las sombras que se hagan en línea recta frente a la roca y yo me siento detrás de la roca.... Y se me ocurrió una idea, dejo que los hilos de mi cabello se liberen para que empiecen a absorber energía la cual transfiero a la sombra líder y esta cada vez va tomando forma más sólida. Cuando ya está lista le doy todas las indicaciones. Ella será la que se enfrente a la sombra mientras yo me ideo un plan para la batalla con Destiny y para destruir aquella sombra. Ojalá salga como lo estoy planeando porque es lo único que se me ocurre para vencer a Destiny.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro