Capítulo 2
Narra Milufer
Pasan los días y así mismo va aumentando mi legión de sombras y eso me llena de orgullo y aún más que conseguí que los ángeles liberaran a las retenidas, traerme las del infierno y también a todos los hombres sombras independientes que habían en esta dimensión y en Dite.
Además de eso, en los libros que Bishop tenía había información súper importante, ahí hay runas que en menos de un segundo pueden causarle la muerte a cualquier ser y ni hablar de los rituales y conjuros. Si Bishop no tiene el mundo a sus pies con todo eso que sabe, sinceramente está perdiendo el tiempo.
Con alguna de esas runas protegí mi mente para que nadie pueda entrar y con otras hice mi cueva bajo tierra, a tres metros de profundidad. Aquí vivo con Cemiel y las sombras y en poco llegarán los hombres que he estado reclutando por todas las cárceles de Sur América. Otra cosa que también pasó, es que me he estado desdoblando y en esas fui al inferno. La primera vez que fui, vi sobre las murallas un montón de runas translúcidas—me pareció normal—en la segunda ocasión fui a Azrhen y ahí vi otras runas, las cuales nunca había visto, eran dieciséis; no me quedé con la curiosidad y comencé a analizarlas, las grabé en mi mente y las dibujé aquí en mi cueva, pero nada pasó. Paré de desdoblarme y llegaron los sueños. Estos eran muy extraños, lo único que veía era a Bishop sobre un pentagrama grande y sobre su cabeza giraba otro más pequeño.
Los sueños fueron por dieciocho días y cada día veía un detalle diferente, entonces tomé nota de todo lo que soñaba y al final seguía siendo Bishop, los dos pentagramas pero el más grande en cada punta e intersección tenía un punto luminoso, eran diez; el más pequeño solo tenía los puntos en las puntas, o sea cinco y Bishop en la frente tenia uno. Cuando los sueños cesaron lo único que me quedó fue saber que significaban, pasé tres semanas enteras tratando de averiguarlo hasta que lo logré.
Deduje que cada punto era una runa y así las dibujé sobre los pentagramas tal cual las veía en los sueños y la que tenía Bishop me la hice sobre la frente, dolió por dos días pero valió la pena ya que después se activó una capa gaseosa en una circunferencia más o menos de dos hectáreas de diámetro. Pensé que era como la que habían hecho mis ángeles en la casa de Rafael, pero esta deja el lugar como si no hubiera nada ahí construido y si yo estoy dentro de esa área nadie me ve, es como si borrara ese lugar del mapa. Esas dieciséis runas son espectaculares, me han salvado de muchos encuentros con ángeles.
No sé porque Bishop no ha dicho ni hecho nada contra lo que estoy haciendo, algo debe de estar tramando y tengo que estar preparada. Han pasado casi ocho meses terrenales desde la última vez que vi a un demonio incluyendo a Bishop. Aún recuerdo claramente el momento en que lo vi con Maciel en sus brazos, pensé que iba a matarnos, pero no fue así. Al final solo me dijo que su intención era hablar conmigo pero que cuando llego la habitación de Maciel se estaba incendiando a causa de una vela que yo había dejado encendida y si, la vela si la deje encendida. Después de agradecerle el haber salvado a Maciel, él simplemente se desvaneció.
Aunque haya pasado tanto tiempo, de mi mente no sale lo que me dijo Cemiel, es que simplemente no, no puede ser cierto. Si Bishop no es un demonio, ¿entonces qué es? ¿Qué otro ser sobrenatural existe aparte de los que yo conozco? He estado buscando en libros y nada, incluso busqué a mis ángeles para que me ayudaran más les prohibieron acercarse a mí y si lo hacen los expulsan del cielo. Así que el único que me puede dar respuestas es Bishop y sinceramente ya me da miedo acercarme a él.
Dejo de pensar en eso y camino más rápido. Estaba al final del círculo resolviendo un problema que tienen las Sombras los con los Hombres sombra, dado que ellos también quieren espejos y las sombras no los dejan entrar, la única solución que vi fue crear mil espejos más. Antes de ir a mi habitación, doy un vistazo al portal que logré crear, todos los días lo veo pero no me atrevo a cruzarlo, la verdad dudo de que haya quedado bien, cojo una daga y sobre el marco de este dibujo una runa y lo desactivo, me da miedo cruzarlo y no salir en el lugar que deseo o peor aún quedarme en el limbo.
Sigo mi camino y cuando entro a mi habitación lo primero que hago es ir a ver como amaneció Maciel. Lo saco de la hucha y reviso su cuerpo minuciosamente y la runa sigue apareciendo, lo dejo en su lugar y me siento en el suelo. Me llena de frustración no poder hacer nada, no saber si eso le duele o no y peor aún quien se la está dibujando y si puede atentar contra su vida. Me levanto y lo observo.
—Dime quien te hizo eso —le digo y acerco mi rostro al de él con la vaga ilusión de que diga algo. —Esto debe de ser obra de Bishop, él debe ser el que te está haciendo esa runa—me alejo y le doy una patada a la pared — Pero se las va a ver conmigo. Te lo juro Maciel, por mi madre que sí.
Siento tanta rabia al ver que estoy prácticamente sola en esto, no tengo a nadie que me pueda ayudar a curar a Maciel. Ni siquiera en los libros de Bishop y Yara, ni en los grimorios de Rafael hay algo que me pueda ayudar.
Llamo a mis dos sombras líderes y al líder de los hombres.
—Tengo que ausentarme por un tiempo— les digo cuando ya están frente a mí—No quisiera hacerlo, pero la runa de Maciel sigue creciendo y él es mi prioridad. A cada uno le encargo su legión y por favor no quiero más conflictos. —los tres asienten con la cabeza—Me voy a llevar 150 sombras de cada legión.
Una de las sombras me pregunta que cuanto tiempo voy a tardar en idioma Arameo y después de tanto tiempo descubrí que es el idioma extraño que habla Bishop y que ahora yo entiendo y hablo a la perfección.
—No sé exactamente cuánto, no creo que sea más de tres días y si llegan a ser más, estaré viniendo constantemente. Así que alisten las sombras rápido y de cada legión incluyan al menos dos que hablen y dos madres. Los espero en treinta minutos.
Apenas se van, voy hasta mi improvisado armario y busco que ponerme, todo este tiempo he estado en mi forma de demonio y no necesito ropa así que las únicas prendas que tengo son las que traje de Dite, me pongo el traje de combate y el resto las guardo en el bastión. Voy hasta donde Maciel y me doy cuenta que no tiene ropa y que ambos no nos hemos bañado desde que nos vinimos a vivir a Guyana.
Creo que antes de salir a la civilización debemos tomar un baño. Como Maciel no tiene ropa, lo dejo en su hucha y lo guardo en el bastión. Antes de que se cumplan los treinta voy y reviso la seguridad, en cada túnel que lleva al corazón de mi infierno creé matrices de sombras y solo dejé tres salidas, en las cuales las matrices están dobles y si alguien llega a entrar con las sombras será lo primero que se encintara. Termino de revisar todo, busco a guardián y luego me encuentro con mis líderes.
Dejo que las 450 sombras entren en mí y se siente su peso. —No se preocupen por la energía, yo se las suministro desde donde este así que no tienen porque salir y si alguien cruza la runa me avisan y si logra llegar hasta aquí también, quiero que me cuente cualquier detalle que ponga en peligro al Círculo—así es como llamo a mi pequeño inferno Círculo de Luf'Yana—¿Entendido?
Todos asienten y me dirijo a la salida, la cual comienza siendo una escalera recta de dos metros y el resto se convierte en un espacio inclinado muy estrecho donde toca que arrastrarse, es parecido a una madriguera.
No tardo mucho en salir, monto a guardián y salimos del Círculo, apago nuestra visibilidad y le pido que me lleve a una laguna de agua cristalina que está un poco lejos de aquí. Desde el aire veo que hay personas, intentaré no acercarme a ellos. Aterrizo junto a la laguna y cuando ya estamos en forma humana activo la visibilidad. Antes de sacar a Maciel de la hucha, me dibujo en los dedos runas de fuego por si el agua está muy fría y convierto el bastión en un brazalete. No sé si lo puedo bañar, pero olemos a tierra, humedad y a azufre, y ni hablar del olor que trae guardián.
Me despojo de toma mi ropa, acuno a Maciel en mi pecho y camino con él hasta el agua. Está un poco fría así que sumerjo mis dedos y la temperatura sube. Me siento sobre una piedra y empiezo a echarle agua en la cabeza con la mano, él lo único que hace es pegar sus manitos a mi pecho; es un ser tan tierno que no entiendo quien le quiere hacer daño. Me encantaría verlo abrir los ojos o incluso llorar de nuevo. Amo tanto a este ser que por el estaría dispuesta a hacer cualquier cosa. A mis espaldas, muy a lo lejos escucho que alguien se está acercando, viene nadando a lo salvaje, es un humano. Hago de cuenta que no sé de su presencia y lo ignoro hasta que pasa y se hace frente a mí, es un hombre, un súper hombre lleno de músculos y tatuajes, tiene los ojos azules y una barba castaña hermosa, es lindo pero no supera la belleza de los ángeles y de cierto demonio que conozco.
—Hola. —dice mientras fija su mirada en Maciel y se quita las gafas de sol.
—Hola.
Le respondo y se queda callado, nos miramos por varios segundos y él no dice nada.
—Eh... Será que puedo —con esto que acaba de decir, percibo su acento francés con una mezcla de españólate.
—¿Será que puedes qué?
—Sentarme junto a ti.
Y en ese momento mi mente se bloquea ¿Qué le respondo? Lo único hago es mirarlo y asiento con la cabeza. Este da un salto y queda junto a mí y veo que tiene más piernas que yo, que vergüenza.
—¿Qué hacés por aquí sola?
—Nada, solo paseaba y aproveche para tomar un baño. ¿Y tú que haces?
—Soy bombero y estábamos apagando un foco.
Vuelve y se hace el silencio incómodo. Mientras le echo agua a Maciel, siento que él me mira.
—Cómo te llamas.
—Nafghel Anne—le respondo sin mirarlo.
—Yo soy Daniel, es un placer conocerte. —le respondo con una leve, pero sincera sonrisa—¿Y ese bebe, es tuyo?
—Sí, es mi hermano y antes de preguntes, nuestra madre murió... En un accidente.
—Venga, lo siento mucho. Pero es reciente, se ve muy pequeño.
—Es prematuro y fue después del parto, hace casi un mes—miento con mucha naturalidad.
—Ahora eres madre. ¿Lo quieres?
—Lo amo.
Es que simplemente es inmenso el amor que siento por esta pequeña criatura.
Daniel empieza a contarme que su esposa murió hace seis meses a causa de un tumor celebrar y que tiene una hija de cinco años, pero que hace dos tiene leucemia y que no tiene dinero para el tratamiento. Que cruel es la vida de estos humanos.
—El trabajo de bombero es bueno, pero no pagan lo suficiente.
—¿Qué estarías dispuesto a hacer por tu hija?
Sé que lo que voy a hacer no está bien ante los ojos del mundo, pero para mí no está mal.
Ambos nos miramos fijamente y ruego porque mis ojos estén normales.
—Cualquier cosa. Es la luz de mis ojos.
Lo analizo y en sus ojos se ve reflejada la sinceridad de sus palabras. Las sombras dentro de mi empiezan a vibrar y un hombre me dice que el nombre de su hija es Lohanny.
—Yo me contacto contigo. Saluda a Lohanny.
Sin decir más bajo de la piedra y voy a la orilla, antes de irme le dejo una sombra la cual lo estará vigilando y cuando yo lo desee lo traerá a mí. Monto a guardián y le pido que me lleve al portal del Este que conecta con Noruega.
***
Después de unos cuantos minutos llegamos a Noruega, antes de dirigirnos a la casa que renté paso por varias tiendas y compro una cuna para Maciel y ropa para ambos.
Al llegar lo primero que hago es tomar un baño largo y placentero; cuando salgo me detengo en el espejo, después de tanto tiempo vuelvo a ver mi reflejo humano en un espejo de los normales, ya que los espejos negros solo reflejan mi verdadera naturaleza. Veo que mi piel está pálida, reseca con todas las vetas marcadas y con un salpullido muy rojo en toda la clavícula, mis labios están pálidos y secos, mis ojos se encuentran totalmente negros y hundidos, parezco una muñeca de esas que salen en las películas de terror. Me veo mal, enferma.
Escucho que la puerta principal se abre y segundos después Dorcas cruza la puerta.
—¡Te ves mal querida! —grita apenas ve mi rostro y yo pongo los ojos en blanco.
—A Maciel le está saliendo una runa en el pecho, intenta solucionarlo.
Los dejo en la habitación y yo voy a la pequeña cocina por sábila y me la aplico en la piel. Noruega es una zona angelical y aparte de que no he ido al inferno en muchos meses, está ayudando a que me desgaste y sea visible. Mis días en la tierra se están acabando y no quiero ir al infierno.
Vuelvo a la habitación y por la cara que tiene la bruja, no hay buenas noticias.
—Nunca había visto esa runa o lo que sea. Y por el color que está tomando su piel quiere decir que le está haciendo daño, aunque no haga ningún sonido, le duele Milufer.
Para cuando termina de hablar ya mi rostro está cubierto de lágrimas. No entiendo porque las cosas tienen que ser así ¿Es que acaso no podré vivir tranquila al menos por más de un año?
—Y tú tienes que ir al inferno, tu cuerpo cada vez será más débil y no podrás defenderlo... —mira a Maciel con tristeza — De quien sea que lo quiera ver muerto.
—No me pidas que me vaya y lo deje. Tu sabes que Bishop es capaz de retenerme y yo soy lo único que tiene Maciel, no voy a ir.
—Tienes razón, pero...
—¡Pero nada! Ya te dije que no... No lo voy a dejar.
Respiro profundo para que no me den esos ataques de agresividad que me dominaron hace un par de meses.
—¡No seas necia! Llegará el día en que no puedas ni moverla las alas
—Calla por favor que estás haciendo que me de rabia y no te quiero herir como la última vez.
Cuando recién me mude a Guyana ella fue a decirme que lo que estaba haciendo estaba mal, esa conversación se convirtió en una discusión y yo perdí el control de mi ira. Cuando me di cuenta estaba sobre ella ahorcándola, pero no es que yo lo haya querido hacer, solo pasó y no supe como. Ella piensa que es por la forma que en me revivieron pero yo digo que es eso más el espíritu del satán que llevo dentro, hay días en los que siento que una energía extraña se quiere apoderar de mí y es ahí cuando no puedo controlar mi ira.
Nos quedamos en silencio y aprovecho para pensar. Ella tiene razón, pero no. No puedo dejarlo solo a sabiendas de que de pronto yo no regrese. Tengo que ir al inferno, pero hay una forma de que Maciel y yo no nos separemos, va contra todas las reglas de los ángeles y demonios, pero después de todo soy la hija de Lucifer y puedo hacer lo que yo quiera y si el mundo quiere arder pues que arda.
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