Me quedo mirándolo fijamente. Él me mira y esboza una pequeña sonrisa y algo dentro de mi brinca de felicidad.

—¿Vas salir o te quedas?

La figura de Lucifer se interpone entre nuestras miradas y vuelvo en sí.

—Yo... Tengo que ir a la tierra, sé que no puedo salir a aun, pero es de vida o muerte.

—Puedes ir pero ten cuidado y no tardes mucho ya que a las 3:33 voy a cerrar todos los portales sin importar quienes se queden afuera.

Asiento con la cabeza y miro por última vez a la mesa, y sin querer dejar de mirarlo doy media vuelta y salgo de ahí.

—¿Y bien, que haremos?

Pregunta Masxacre a penas me ve.

—Esperar órdenes de Lucifer, él va a tomar el control de esta guerra. Por ahora alista a un pequeño grupo para ir a la tierra... —me detengo a ver cuál túnel seguir para llegar al exterior del volcán, por lo que he visto aquí todo cambia constantemente o yo tengo mala memoria.

—Es por aquí y, por cierto, ya se te asignó un lugar todas tus cosas ya están aquí—dice la demonio y se lo agradezco.

—Bueno, pero no sé si quiero dejar Ônix de todas formas, gracias y por cierto ¿Biltrix ya está en la Tierra?

—Sí, hace un momento logró salir. Yo voy a ir alistando todo para irnos mientras tú vas y buscas tus armas, nos vemos arribas, no tardes.

La demonio da media vuelta y emprende camino dejándome aquí sin saber cómo llegar a mi aposento.

—¿¡Y donde se supone que están mis cosas!?

Escucho que ríe, pero ya se escucha lejos. —¡Sigue derecho y baja por las escaleras!

Le digo mentalmente "gracias" y sigo con mi camino. Llego a las tales escaleras y todo esta oscuro y húmedo. Enciendo mi cabello para tener mejor vista del panorama y bajo lentamente, estando siempre atenta a cualquier movimiento. Llego al final de la escalera y me encuentro con un túnel que solo lleva hasta una puerta que se encuentra abierta. Ha de ser esa mi nueva habitación.

Rápidamente ingreso al cuarto y al parecer si es aquí, no me detengo a analizar cómo está todo, además de oscuro; identifico el closet y me pongo un uniforme enterizo negro y de mangas largas, me quedo con los mismos zapatos y por ultimo voy en busca de armas. Escojo lo de siempre, arco & fechas y una espada, pero esta vez veo unas dagas no muy largas que brillan y llaman mi atención, nunca las había visto y la parte curiosa de mi me dice que agarre pero no se si deba...tomo una que desprende un brillo azul y para mi sorpresa se pega en la mano y sumado a eso siento que un escalofrió recorre mi cuerpo y siento que algo, alguien esta tras de mí. Reacciono de manera rápida y con la mano que tengo libre, empuño el bastión y giro rápidamente con la intención de golpear a lo que esté detrás de mí.

Siento como el bastión es detenido en el aire por un ser que me mira fijamente. Nos miramos por un instante más y decido hacer lo que quería hacer cuando lo vi hace unos minutos en la mesa; suelto el bastión y me lanzo entre sus brazos.

—Bishop —susurro contra su pecho y este, en respuesta, me pega más a su pecho.

Pasamos un buen tiempo así hasta que busca mis labios y me besa, cierro los ojos y me dejo llevar por la sensación que causa el roce de nuestros labios. Me separo de sus labios al sentir el suelo vibrar.

—¿Y eso que fue? —pregunto mirándole a los ojos.

—La caída de un ángel ya envié por él.
 
—¿Sabes que ángel? —llevo mucho tiempo sin saber de Dorian o los demás, y algo dentro de mi siente que mi hermano no está bien —¿Has sabido algo de Dorian o de Rimini?

—Lamentablemente no sé qué ángel fue ni del paradero de tu hermano. Lo más probable es que estén bien —acaricia mi mentón y sonrió —Lo que si se es que Alan está dispuesto a acabar conmigo con tal de “rescatarte” de mí.

—Sé que primero lo matas. Después de que llegue de la tierra dime que eso tan importante que tienes que decirme. —me alejo de él y lo miro seria, esta vez si tendrá que decirme.

—Te lo digo de una vez —a lo que habla, detrás de él de forma un portal y me toma de las manos cosa que también aprovecha para quitar la daga —No te preocupes por los humanos, Biltrix y Masxacre se pueden encargar de ellos mientras tú vienes conmigo y no uses estas dagas si no es para algo grande.

Asiento y parpadeo varias veces —¿Qué hora es en la tierra? —temo no alcanzar a llegar antes de que se cierren los portales o que mis demonios se queden allá.

—Son casi la cinco de la mañana, no te preocupes Milufer, confía en mí.

—Bueno y a donde vamos. —digo mirando el portal.

—A mi dimensión.

No sé si es por lo que me va a decir, porque veré a las sombras o el solo hecho de estar en la dimensión desde la que me atormentaba, pero estoy emocionada y nerviosa a la vez.

Él le llama dimisión de los sueños, pero debería ser “dimisión del terror”. Miro a mi alrededor y este lugar parece no tener inicio ni fin dado que al parecer el único lugar solido es donde estamos parados, por donde quiera que veo hay un sinfín de hombres sombras levitando, también hay pequeños tornados de arena, fuego flotante, aquellos hilos de poder de Bishop se forman en marañas y así como aparecen se desaparecen y ni hablar de mis sombras, que ya vienen todas en horda hacia acá.

—Hola —le digo mentalmente a mi líder de sombras, aquella que habla.

Ella me responde un “Madre” en hebreo e intenta acercarse a mi cuerpo, pero la esquivo. Sé que han de extrañar estar dentro de mi pero no es el momento.

—Si Bishop deja, llevaré a unas cuantas conmigo.

La sombra me agradece para luego unirse con las demás.

—Ven —pide Bishop y miro al suelo dudan de dar un paso más allá del único cuadradito que se ha dibujado baja nuestros pies. —Tranquila, no te vas a caer.

Confiando en sus palabras avanzo a su lado sin soltar su brazo, para mi sorpresa a medida que damos un paso se construyen más cuadritos. Después de cruzar una puerta llegamos a una pequeña oficina y nos sentamos en uno de los sillones.

—¿Y bien? —el parece pensar muy bien lo que va a decir.

—Te voy a decir quién soy realmente y que es lo que está pasando. —asiento con la cabeza —¿Te acuerdas que te conté que lucifer se encontró con un ser que le propuso crear una dimensión para los desterrados, donde reinara el mal?

—Sí, decías que nadie sabía quién era.
Me mira a los ojos y veo como estos se le ponen rojos —No soy ni ángel ni demonio. Hace mucho, antes de que Dios creara a los ángeles y humanos, habían unos seres muy poderosos unos incluso tan poderosos como Dios. En ese tiempo la tierra era como esta dimensión, podríamos decir que no había tiempo, ni espacio. La relación con Dios y estos seres era muy estrecha, después de todo él era su creador y ellos lo apreciaban cuan hijo a un padre, pero algo pasó con esos seres, fueron desapareciendo hasta que quedaron solo diez. Esos se mantuvieron durante mucho tiempo, supongo y después llegaron los ángeles y así como muchos ángeles no quieren a los humanos, esos seres tampoco querían a los ángeles y hubieron disgustos y cinco de esos seres se alejaron de Dios entre ellos uno de los más poderosos. No se supo el porqué de que los cinco que quedaron con Dios hayan repartido su esencia entre los ángeles más poderosos de esos tiempos, entre ellos lucifer, Metatron y Miguel se dice que en los cuerpos de estos tres entro la mayoría del poder.

... De los cinco que se alejaron, solo quedaron cuatro: el más poderoso, uno de los débiles y dos de poder medio, los cuales lograron sobrevivir hasta la creación de los primeros humanos y para lograr sobrevivir el más poderoso tomo la iniciativa de unirse a los demás y materializarse un solo cuerpo, eso hicieron. Aquel nuevo ser andaba sobre la faz de la tierra aun con el rencor hacia Dios, y en un momento oportuno se encontró con Lucifer y ya conoces lo que sigue.

Lo observo perpleja —¿Cómo se llamaban esos seres?

—Aquellos que conocen la existencia de estos seres, los llamaron semidioses dado a que su poder fue superior al de cualquier otro ser que haya habitado la Tierra.

—O sea que lucifer tiene cierta parte de semidiós y probablemente yo, si se transfiere por genética.
Digo más como afirmación que como pregunta.

—Si, eso es lo que creemos.
Asiento pensativa —Y tú que tienes que ver... —«él es aquel ser» susurra satán. —Tu eres aquel semidiós.

Bishop me observa sin ninguna expresión en su rostro y lentamente asiente con la cabeza. Lo observo sin saber que decir o que pensar.

—Sí, soy uno de esos seres. Bueno en realidad en este cuerpo éramos dos, pero la otra esencia murió y.… mírame —pide al ver que me tapado los ojos con una mano —Dentro de ti hay una parte de estos seres y no hablo de la parte que Lucifer les dio; el ser más débil se dividió en dos y una de esas partes es Satán, la otra se integró al ser más poderos o sea el creador que te revivió.

Lo miro incrédula y niego «Si, alguna vez fui un semidiós y he ido perdiendo poder» dice Satán y me imagino la magnitud del poder de estos seres.

—¿Y esto porque nadie lo sabe?

—Porque así lo quisimos nosotros, de los semidioses solo saben los ángeles que te mencioné y unos tres demonios, entre ellos Biltrix; este es el secreto mayor guardado de la creación y así tiene que seguir siendo.

Busco en su mirada algo que me indique que esto es mentira sin embargo no lo encuentro.

—Y... ¿qué está pasando en el infierno? —pregunto con la intención de dejar el tema de los dioses.

—Los volcanes se están apagando y si todos se apagan el infierno se enfriará. Creemos que es porque el creador está muriendo y en si los dos somos esa fuerza que mantiene viva al infierno. También pasa que los ángeles y Leyva se quieran apoderar de todo sin saber lo que realmente esta pasando.

Me quedo en silencio por unos cuantos minutos para pensar que decir.

—Y no puedes hacer algo para evitar que él muera, solo hay un creador, ¿verdad?  —él asiente —Y tú no puedes tomar el puesto de él o que simplemente se vuelvan a unir en un solo cuerpo.

—Él de igual va a morir y yo si podría tomar el lugar de él, pero nosotros creamos un equilibrio y faltaría uno que ocupe el papel que cumplo yo. Y Satán es muy débil y además no confío en él —comenta adelantándose a mi otra pregunta.

—¿Estamos perdidos? —él niega y ahora que lo recuerdo ese algo que él me iba a decir tenía que ver con un favor y hasta ahora no me ha pedido nada. —Qué favor me ibas a pedir.

Bishop se pone de pie con la intención de ir hasta la puerta, pero corro y me interpongo en su camino.

—Tranquila que no nos vamos a ir, solo quería dibujar una runa en la puerta y una también a ti... lo que te tengo que decir es muy confidencial.
Me quito de su camino y para mi gusto e intriga se demora más de lo normal dibujando la runa de la puerta, al terminar me dibuja una diferente a la de la puerta, no sé para que sirve.

—Con tu padre y con el creador hemos pensando en algo que tal vez funcione.

Aprovecho que hace una pausa para hacerle una pregunta —¿Para qué es esta runa?

—Satán no tendrá acceso a la información que recibas mientras la tengas —asiento y le pido que continúe.

—Hemos pensado en crear un nuevo semidiós que me reemplace.

Lo miro sonriente —¿Y qué es lo que hay que hacer, como lo van a crear?

—Pues como tú tienes parte del semidiós que te heredo lucifer y yo soy uno de ellos, lo mejor es tengas, tengamos un hijo.

______________________
Volví mis demoni@s