Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 15

Llego a donde están reunidos mis comandantes y apenas me observan se quedan callados. Les doy la espalda y me quedo un par de segundo así, esperando que se me pasa la rabia; porque si no... Tomo aire y relajo mis alas.

Cuando ya creo que me he calmado y mi cuerpo ha vuelto a su estado y color habitual, entro y me siento en el tronco principal. Reviso los escritos que yacen sobre la roca y agrego otros los cuales serán prioridad:

Encontrar a Biltrix y saber que está pasando en Dite.

—Y bien, quien me explica que pasó hoy.

Sorat toma la palabra —No hace mucho que empezamos a ver que el mar se estaba agitando, pasaron los minutos y comenzó a llover. Cuando íbamos a avisarte llegó Mammón y me ordenó no hacerlo.

—Yo sé que tienen que obedecerlo por ser un príncipe, pero ¿Bishop es un príncipe? —ellos niegan —Incluso yo como hija de Lucifer tengo más autoridad que Bishop, ya que para muchos es un simple gobernador. En fin, no quiero que esto vuelva a pasar. —hago una pausa y los observo —Como están las cosas en Portela y Azrhen.

—Portela se está inundando. La lava está entrando por uno de los túneles. —comenta Amadeus.

—Naziffi está con Mara y Petra tratando de descifrar que está pasando, sin embargo, todo está marchando bien en Azrhen. —dice Masxacre.

Me tomo un par de minutos para pensar que hacer, duele aceptarlo pero es difícil estar a cargo de Dite, más en tiempos de guerra y con esto que está pasando.

—Entonces, Amadeus ve a ver como esta Portela y con ayuda de Jamil y de las runas saquen la lava e impidan que vuelva a entrar, si no pueden traigan a todos los demonios hasta acá. —Amaru me observa a espera de que le ordene algo —Tu ayúdalos. Si algo ocurre me avisan.

Ellos asienten y salen de la sala.

—Yo creo poder ayudar a que todo vuelva a la normalidad —dice Yara y le pido que continúe —Pero tengo que ir hasta el corazón de Dite.

—¿Dónde queda? —preguntan Soares, por mi mente pasa la vaga idea de que sea aquel lugar que conocí en sueños cuando estaba en Luf'Yana.

—Está en Azrhen, ¿vamos Milufer?

Asiento y me pongo de pie—Los demás se quedan aquí y me avisan todo lo anormal que pase. Liszt y Dorcas pueden seguir buscando a Biltrix.

Yara y Masxacre salen conmigo con dirección a los calabozos de las quimeras. Guardián apenas me ve se pone de pie y extiende todas sus alas, se ve más fuerte y vigoroso. Observo a Aveluz y al parecer duerme o simplemente me está ignorando.

—¿Masxacre te vas a ir por tus medios o requieres una quimera?

Niega a lo que balancea una espada en el aire —Yo me voy adelante para despejar la zona.

Veo que toma un par de armas más y sale del salón.

—¿Yara, esto es grave?

Le pregunto a la hechicera mientras acomodo la montura de Guardián. Algo muy en el fondo, tal vez sea Satanás, talvez no; me dice que las cosas van a empeorar.

—Todo apunta a que no es nada bueno y más por esas amenazas de incursionar en el infierno por parte de los ángeles.

Termino con la armadura y le indico a Yara que suba primero. Antes de salir, reviso que todos los calabozos estén bien cerrados, el de Aveluz si lo dejo abierto.

Monto a Guardián y salimos. Cuando Mammón me mostró lo que estaba ocurriendo, se veía mal, pero ahora que estamos volando sobre el desastre se ve peor. Miro hacia el norte, donde se supone que debe de estar la muralla que nos separa del séptimo y no se ve, lo único que se puede observar es una nube densa de oscuridad que vienen hacia acá.

Sé que debería seguir en dirección a Azrhen pero regreso a Ônïx.

—¿Pasa algo? —inquiere Yara y sonrió. —¿Por qué regresamos?

Sorat llega y pregunta lo mismo que Yara.

—Porque voy a ir a ver de qué es esa nube que viene hacia acá.

Regreso a los calabozos y Aveluz ya no está por lo que saco a una de las quimeras con forma reptil.

—Sorat lleva a Yara a Azrhen, la dejas y te regresas.

Regreso al exterior del volcán y acá afuera no solo está lloviendo, sino que también el viento está formando pequeños tornados cada vez más grandes.

—Es peligroso que vayas sola, no sabes que hay allá. Déjame ir contigo —pide Sorat y miro hacia aquella oscuridad.

Inhalo y el olor a azufre es cada vez más fuerte.

—No hay peligro. Lleva a Yara por favor.

Sin esperar un reproche más monto a Guardián y salgo con dirección al norte. Según mis sentidos, no hay nada raro, si fuese así Satán me avisaría pero aun así no debo confiarme por lo que alisto el bastión.

Miro hacia abajo y esta zona no tiene tantas olas, pero la lluvia continúa. Poco a poco me voy adentrando y en la oscuridad que no está tan densa como pensaba, lo que si tiene es un fuerte olor a azufre.

Avanzamos varios metros y ya no veo nada a mi espalda, ni a mi alrededor, ni mucho menos la lava, solo esa nube negra.

Le pido a Guardián que se detenga, cierro los ojos e intento captar con mis sentidos, algún sonido, olor o cualquier cosa que me indique que pasa a mi alrededor.

—No hace tanto calor.

Me dice Satán y si, tiene razón; la temperatura debería estar más alta.

Miro hacia abajo y no veo aquel resplandor naranja intenso que tiene la lava, no creo que sea por causa de esta nube que después de todo parece humo normal. Enciendo mi cuerpo para intentar ver mejor y le pido a Guardián que se acerque lo más que pueda a la lava. A medida que bajamos se intensifica el fogaje y el olor a azufre.

Los pelos se me ponen de punta al ver la lava de un color negro alquitrán y temo que este así de sólida. Pienso en bajar de Guardián, pero también pasa la vaga idea de hundirme ahí, por lo que me dibujo una runa para levitar. Me tiro del lomo de Guardián y quedo a unos centímetros del suelo, me agacho y toco la lava, pasa justo lo que temí, la lava se ha convertido en roca.

Me dibujo esta vez una runa de viento y por un par de minutos alejo el humo y puedo apreciar lo que verdaderamente está ocurriendo. La lava de lo por lo menos 10 kilómetros a la redonda se ha secado.

—No puede ser—me digo una y otra vez.

¿Qué voy a hacer? Si toda la lava se seca, se muere Dite llevándose consigo a mis demonios.

—¡Milufer! —gritan y ya sé quién es.

Él no se rinde, su personalidad le hace honor a su nombre porque es muy mamón.

—Que pasó —miro hacia arriba y ahí está él, levitando a pocos metros de mí.

—Vengo a exigirte a ti como señora de Dite—esta última parte la dice con arrogancia—Que soluciones esto, mi círculo se está quedando sin lava, mis demonios no pueden castigar las almas así.

Monto a Guardián y subimos hasta quedar a su altura.

—Claro, en cuanto sepa que está pasando —me mira y sonríe de lado.

—Que sea lo más pronto posible, si no puedes yo te puedo ayudar.

No le respondo. Le indico a Guardián que me lleve a Azrhen, pero Mammón se interpone en nuestro camino.

—¿Qué quieres Mammón? Tengo prisa.

Se acerca y agarra un mechón de mi cabello —Quiero que me aceptes la invitación de tomarte algo conmigo... En mi coro.

Entrecierro los ojos y lo observó en busca de un gesto que me indique porque insiste tanto conmigo.

—Por qué quieres que vaya a tu coro, que quieres de mí.

Estira su mano para tocar mi mejilla, pero me alejo. —Quiero que seas una de mis musas, si quieres la única. Estoy dispuesto a poner el mundo a tus pies, si me lo pides. Conmigo tendrás una vida más tranquila. Dime, que cosas buenas te ha dado Bishop.

Tal vez Bishop no me haya dado muchas cosas buenas pero gracias a él estoy viva...

"Gracias a él todo esto pasó" Dice Satán y niego, esto es culpa de mis abuelas.

—No lo pienses tanto Milufer... Di la verdad, que Bishop no ha hecho nada por ti, desde que llegó a tu vida lo único que ha hecho es causarte problemas. Date cuenta, te arruinó la vida.

Sonrió con desánimo —¿Y ahora tú me la quieres arreglar? —el asiente y yo niego —No Mammón, no puedes. Yo quiero mi vida así desarreglada como esta y quiero estar junto a Bishop; yo desde un principio me enamoré de él y sigo sintiendo lo mismo.

La expresión en su rostro no cambia para nada. —Yo no me rindo Milufer.

Se aparta de mi camino y ahora si volamos rumbo a Azrhen. A medida que vamos subiendo hasta la corriente roja, el panorama se va viendo más desalentador se ven pequeños remolinos dentro y fuera de la lava, llueve fuego, el viento sopla en diferentes direcciones a la vez, hay olas gigantescas... Es todo un verdadero infierno.

Durante todo el vuelo reflexiono sobre lo que está pasando y es donde me doy cuenta que no sé nada de Dite. Bishop no me preparo para esto. No sé qué hacer.

A casi medio kilómetros de llegar al volcán, nos recibe un escucho. No sé si es el que Bishop creó para que yo no pudiera entrar u otro para blindar a Azrhen de los enemigos. Con cautela nos acercamos y aprovechando el efecto de la runa para levitar, me acerco yo sola, dicen que estas runas descargan mucha energía y no quisiera lastimar a Guardián. Sin miedo, llevo uno de mis dedos hasta el escudo, el cual traspasa sin problema. Vuelvo a montar a Guardián y nos dirigimos hasta donde esta Yara.

—¿Y bien, que encontraste? —pregunta Naziffi apenas me ve cruzar la puerta.

—La lava se está secando.

Yara y Naziffi se voltean a ver. —Justo que lo estábamos pensando— dice Yara.

Miro a mi alrededor, estamos en uno de los lugares más profundos de Azrhen; lo único que hay es una laguna naranja resplandeciente rodeada de velas del mismo color y una que otra piedra...es un lugar muy bonito, parece un oasis gótico.

Mi mirada va hacia dos mujeres que entran, estas llevan túnica y velos que cubren sus rostros y cada una trae una vela en sus manos, supongo que son Petra y Mara.

—Alguna de ustedes me explica por qué la lava se está solidificando, porque la única forma de que la lava se convierta en roca es que tenga contacto con el agua.

—Creemos que es porque se agrietó el portal que comunica directamente a Dite con el noveno ¿recuerdas que allá todo es al revés? —comenta Yara y yo asiento —Es porque el suelo de allá es técnicamente el mismo de acá con la diferencia de que uno es lava y otro hielo. Y el portal está ahí, entre los suelos.

Creo que ya comprendo —Se está abriendo el portal, se esta filtrando el frio de allá y nos está volviendo roca. —ellas asienten— ¿Y mi padre sabe de esto? ¿Por qué no ha hecho algo para detenerlo?

—Ha de saber, pero no puede hacer nada porque el problema está acá —agrega Nazi —La única manera de para esto es...

La interrumpo —Cerrando la grieta.

—No. —dice creo que Mara —Cuando los portales se agrietan ya no se pueden reparar, lo único que queda es cerrarlos o sea destruirlos.

—Y si lo cerramos perdemos contacto directo con el noveno. Cosa que es fatal en tiempos de guerra porque si nos atacan no podríamos traer tropas de allá de forma inmediata. Además, ese portal ha estado ahí desde que se formaron los círculos y si lo destruimos corremos el riesgo de que todo el sexto se congele—termina Petra.

Voy y me siento en una piedra sin disimular mi frustración. —O sea que lo más apropiado en estos momentos es cerrar aquel portal—asienten —¿Podemos volver a crear otro?

—Si, pero necesitamos la ayuda de Bishop. —lo que faltaba, porque carajos todo depende de Bishop. —ah! y una cosa más —continua Nazi y no creo poder aguantar otra mala noticia —Leyva aquí, acaba de solicitar ingreso a Dite y a Azrhen, según él viene en son de paz.

—Permítele el ingreso. Vayan pensando que vamos a hacer— les digo a las demás y dejo que Naziffi me guíe hasta donde esta Leyva.

Que será que quiere el desgraciado este... seguramente nada bueno ha de ser.

________

Dedicado a todxs lxs que votan y comentan.

Besos demoniacos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro