Capítulo 13
Narra Bishop.
Milufer no deja de observarme mientras niega. Por su mejilla, que por cierto está roja, resbala una lágrima.
—La obligaron —me susurra Lucifer.
—Es lo más probable. —la miro una vez más y esta gesticula un «lo siento»
—Milufer, responde por favor — Ephipas le pide y ella niega.
—Milufer no tiene porque estar aquí, por lo que ella es libre de no responder. —me pongo de pie y encaro a Leyva.
—Ella es mi prueba así que tiene que hablar y cooperar —argumenta Leyva.
—Ambos se callan —Ephipas mira a Milufer y ella a Lucifer. —Será mejor que empieces a hablar.
Milufer enarca una ceja y lo mira retadora —Pues bien. —me observa— Yo estoy aquí porque pedí un deseo, Bishop me dijo que deseara lo que quiera y él me lo cumplía.
Todos empiezan a murmurar —¡Ahí está!... —empieza a decir Leyva.
—¡Cállate que no he terminado! — esa es la actitud —Sé que Bishop ha matado a muchos demonios para tener sus poderes, entre ellos al demonio y ángel de los deseos. Sé que también ha matado a otro poco para poderme tener aquí y que mataría a muchos más para verme bien. ¿No les da miedo? Lo de los deseos sigue en pie, ahora mismo podría desear algo y él sí o si tiene que cumplir—mira a cada uno de los presentes, su mirar se oscurece y sonríe de forma macabra —Que tal si yo deseo...
—Milufer —llamo su atención. Espero que entienda que no quiero que haga ninguna locura.
—No la interrumpas Bishop, deja que diga todo lo que quiera —habla Cicerón, un aliado a Leyva.
—Como iba diciendo, Bishop me dijo que cumpliría todos mis deseos —hace una pausa y niega. —Pero...pero...—me mira y su mirada cambia por completo, no sé si me equivoque, pero algo me dice que Satán quiere tomar el control de la situación. —Él no hace todo lo que yo le pida.
—No tiene sentido —dice Demediel —Acaba de decir que Bishop le puede cumplir cualquier deseo y ahora dice que...
—Los cumple siempre y cuando le convenga. Y si no me creen pues no me importa. —Milufer se pone de pie — Y... —su cabello se empieza a encender.
—¡Están viendo! —grita Leyva— Miren lo que acaba de hacer, se supone que las runas inhiben cualquier poder y miren. Todo por culpa del espíritu del Satán que él —hace énfasis en esta última palabra y me apunta —Le metió en el cuerpo, así es que no es un peligro para el infierno, por culpa de él están los ángeles aquí. Bishop simplemente no puede seguir a cargo de Dite y merece pagar. Al paso que va nos va a someter a todos, se va a apoderar del inferno. Para los que no lo recuerdan Bishop era un diablo y ahora, ahora es un demonio y muy poderoso, a donde quiero ir es que él ha logrado mucho en muy poco tiempo, además es muy raro que un diablo ascienda a demonio.
Milufer me mira y le hago señas para que se calme. —El espíritu de Satán yo lo absorbí sin que Bishop lo...
Empieza a decir pero es interrumpida por Abbaton —Miente, ella no quería eso. Ella lo único que quería era terminar con toda esa guerra para volver a ser humana y que quería matar a Bishop. Pero el sin ningún motivo le metió eso en el cuerpo.
Niego. La verdad no me es paraba más de Abbaton.
—Tú no te metas en esto Abbaton. Lo que estás diciendo es mentira. —mira a Lucifer. —Padre, tu sabes que no miento.
Milufer inicia una discusión con Abbaton a la que se mete Cemiel, solo espero que a este no se le ocurra decir que los ángeles creen que no soy un demonio. Seguidamente Alan se le ocurre decir que él era el amor de la vida de Milufer y que gracias a mí no están juntos. Se une Leyva y otros demonios. Yo lo único que hago es observar, el salón ya se ha vuelvo un caos entre tantos gritos y acusaciones. Lo que me alegra es que Milufer hace todo lo posible por defenderme.
—¡Se callan todos! —grita Lucifer a lo que cambia de forma y todas las antorchas suelta una llamarada. Todos, absolutamente todos se quedan en silencio. —¡Se van los ángeles ya mismo y no está en discusión! ¡Este es mi inferno y se respeta!
—Son mis testigos y...
Empieza a decir Leyva, pero es callado por Lucifer —¡Ya hablé! Y de no ser así nosotros nos vamos.
Nuestros contrincantes se observan mutuamente. Milufer baja del pódium y viene hacia mí.
—Lo siento yo iba con Biltrix y nos emboscaron, no sé nada de Biltrix y Aveluz. Lo siento Bishop intentamos lu... E intenté controlar a Satán, pero él...
—No te preocupes no es culpa tuya —acaricio su mejilla. —Todo va a estar bien. Que te pasó.
—No importa. Lo único que quiero es saber que paso con Biltrix y Aveluz —Milufer se disculpa una vez más y luego me abraza. —¿Será que están bien? —susurra cerca de mi cuello.
—El juicio no continúa si no me dan información acerca de mi comandante y mi quimera.
—La quimera se fue hacia Ônix y el demonio no lo encontramos, cayó en uno de los lagos. —responde Kilfast.
Escucho que Milufer solloza. Cierro los ojos e intento sentir si aún está la conexión con Biltrix, pero no siento nada, de seguro es por el lugar y de no ser así, seguramente este muerto.
Nuestros contrincantes se reúnen y hablan con Ephipas a lo que los ángeles abandonan la sala. Después de varios minutos terminan de hablar y por las caras de felicidad que tienen, creo que ya han tomado una decisión.
—El juicio va a terminar aquí dado que ya tenemos una decisión. —Ephipas nos observa. Milufer se pone tensa y se aleja de mi —El testimonio de Milufer no es que haya aportado mucho, pero lo relevante son los demás delitos que has comido en el pasado y tu negativa a no decir nada del porque la mataste que a mi parecer no fue por evitar aquella profecía y ni mucho menos como la reviviste. Otra cosa que preocupa es el proceder de tu poder que inexplicablemente ya está al mismo nivel del de Lucifer, siendo ustedes dos los demonios más poderosos de todo el infierno ¿Cómo lo lograste? No sé, pero si sigues así serás más poderoso que Lucifer y eso no se puede...
—¿Qué hay de malo en eso? —pregunta Lucifer —No me preocupa a mí, entonces a ustedes ni siquiera les debe importar.
—El problema es que no sabemos él de donde esta obteniendo ese poder, el cual es el que está alterando los niveles de energía de Dite —comenta uno de los príncipes. —Tu que dices Bishop, de donde viene tu poder.
—No sé, la verdad yo no he visto ni sentido ningún cambio en mis poderes en los últimos años; estos siguen igual que siempre.
En realidad, eso es mentira.
—No te creo —habla tan Taán y yo sonrió.
—No es mi problema.
—¿Lucifer, Milufer, Mammón o algún otro demonio aquí sabe de donde proviene el poder de éste demonio? —todos se quedan en silencio —Entonces ya solo queda tomar una decisión: Desde este momento dejas de ser el líder de Dite, y para poder vigilarte, serás llevado de inmediato a una de las fosas infernales por seis lunas, no podrás recibir visita alguna ni mucho menos salir. —Milufer me mira y niega —Todos los volcanes de Dite van a ser revisados por el consejo y si los ángeles lo requieren podrán ingresar.
—¡No! Es que no puede ser. Lucifer, Bishop digan algo. —Milufer nos encara enojada. —No es justo.
—Continua Ephipas— pide Lucifer y a Milufer le indica que se calme.
Milufer me mira a mí y no le digo nada, esta al ver esto sale de la sala maldiciendo y pateando todo lo que se encuentre a su paso.
—El volcán por ahora va a estar a cargo del siguiente al mando en Dite, o sea Milufer. Si después de esta intervención se encuentran irregularidades, el mandato será tomado por un demonio de otro círculo, en cuando a ti Bishop, si después de esas lunas se haya culpable serás expulsado de los círculos infernales ¿Alguna objeción? —nadie dice nada— Entonces ya se pueden retirar.
Un demonio de la guardia viene y me pone cadenas en las muñecas, pies y alas. A paso lento salimos de la sala y veo a Milufer sentada en el suelo en la dirección contaría a la que debo ir.
—Necesito hablar con ella —le digo al demonio y este niega. —Voy a ir a hablar con mi Mi...
—Aquí estoy —dice Milufer ya junto a mí. —¿Por qué no te defendiste?
—No había salida. ¿Me puedes prometer algo?
Se cruza de brazos y enmarca una ceja —Que no mate a tu angelito, me imagino. No lo haré así que vete tranquilo. —sonrío y espero que eso sea verdad, aunque con las mujeres nunca se sabe que va a pasar. — ¿Quién es Bisbilhotar?
Frunzo el ceño —¿De a donde sacaste ese nombre?
Se encoje de hombros y respira —Satán me dijo que te lo preguntara.
Asiento sin saber que decirle —Cuando estemos solos te digo quien, mientras tanto no le digas a nadie más— le susurró al oído. —Cuida muy bien de Azrhen y si llega a pasar no dejes que los ángeles entren y busca a Biltrix él te ayudara y si esta...
—No van a entrar —hace una pausa y me mira —Te voy a extrañar. ¿Qué era eso que me quería decir?
Asiento de forma positiva mientras sonrío —Pues yo no porque a diario estaré muy cerca de ti vigilándote y cuidando cada paso que das. Nunca te voy a dejar sola. — Milufer me mira con ternura, como si le hubiera dicho la cosa más cursi del planeta. —En estos momentos no te puedo decir, pero en cuando tenga la oportunidad te contare todo —vuelvo y acaricio su mejilla, que ya no esta tan roja, al instante imágenes de lo sucedido empiezan a circular por mi mente. Me dan ganas de soltarme e ir por Kilfast y desmembrarlo, no voy a descansar hasta hacerlo —Ten cuidado con Kilfast, mientras veo que hacer.
Ella ríe —Créeme que si tengo la oportunidad, lo mato.
Me acerco a ella y huelo su cuello —Ve a buscarme cuando te duermas —busco sus labios y la beso con posesión. Sabe tan bien que no me resisto y la muerdo para finalizar el beso —Ojo con lo que haces en mi ausencia, no olvides que eres mía.
Mammón hace presencia. —Yo la llevare.
Milufer me mira buscando mi aprobación, yo asiento y ella me abraza por última vez.
—Cuídate— me dice y antes de ir le digo:
—No confíes en nadie.
Mientras me alejo, hago conexión mental con Lucifer —Cuida a Milufer— es lo primero que le digo —Y hazme el favor de darle un mensaje de mi parte a Kilfast.
—Voy a estar muy pendiente de ella y más después de lo que le hizo Kilfast ¿me imagino que de eso trata el mensaje?
—Sí, exactamente y por favor no lo mates, deja que yo me quiero deleitar al hacerlo.
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