||🔹Fase III🔹||
Título: "Z & S"
Personajes: Bakugo Katsuki y Kirishima Eijiro.
Shipp: BakuShima.
Anime: Boku No Hero Academia.
Advertencia: AU sin Quirk.
Cantidad de palabras: 1953 palabras (sin contar ficha y nota).
Compañer@: lo hice sola, solín, solita.
🐶🐾🐺
Kirishima se encontraba mirando con una pequeña sonrisa y los ojos llenos de lágrimas el edificio que se alzaba frente a él.
—Lo logramos Blasty ¿puedes creerlo? —dijo totalmente emocionado.
—Pues claro que lo logramos pelos de mierda. —respondió Bakugo con una sonrisa autosuficiente. —Todos esos putos extras que dijeron que era una tontería deberán tragarse sus palabras.
Ambos sonrieron antes de dar la vuelta y acercarse a las puertas de vidrio.
—¿Estas listo, pelos de mierda?
—Por supuesto, Blasty.
🐶🐾🐺
Se conocieron en la preparatoria, al pelirrojo le llamaba la atención el cenizo.
A fin de cuentas, la sola presencia del chico llamaba la atención. Su exagerado atractivo atraía miradas donde estuviera, con su peculiar peinado, o sus fieros ojos rojos. O su forma de ser, tan gruñón y grosero.
Pero lo que provocó interés en Kirishima fue el interés del rubio en los animales.
Lo pilló en diversas ocasiones, observando a las aves volar, o acariciando a los gatos que se cruzaban en su camino. Pero sobretodo Bakugo adoraba a los perros, jugaba un poco con ellos, o le acariciaba la cabeza.
Aunque claro, siempre manteniendo su habitual ceño fruncido, a veces una que otra sonrisa se escapaba de sus labios, antes de volver a ser una línea fina y seria.
Kirishima descubrió una cosa, que Bakugo era más que alguien con mala conducta, era como un acertijo. Y aunque al pelirrojo le parecieran sumamente complicados, estaba dispuesto a conocer más acerca de este.
🐶🐾🐺
En una de las tantas veces cuando se encontraba siguiendo a Bakugo, unos ladridos y aullidos lamentables llamaron su atención, caminando directo a un callejón algo oscuro.
A lo lejos se podía observar a dos perros totalmente distintos entre sí. Uno era grande, con colores negros, marrones y cenizos entre mezclados en su pelaje, tenía la cola larga y las orejas caídas, parecía olfatear de forma preocupada al otro, este que era mucho más pequeño, con el pelaje color caramelo, la cola corta y las orejas arriba, se encontraba aullando de dolor, su pata parecía estar lastimada.
Bakugo comenzó a acercarse de forma lenta ganándose unos gruñidos y ladridos por parte del más grande, mientras cubría al pequeño, parecía... protegerlo.
—Ten cuidado, Bakugo.
El rubio le dirigió una mala mirada, mandándole a callar antes de seguir acercándose al can.
Se agachó hasta llegar a la altura del pequeño revisando de forma cuidadosa la zona herida. El más grande no parecía querer alejarse.
—Pelos de mierda, ven y ayúdame con el perro grande. —dijo, mientras tomaba de forma cuidadosa entre sus brazos al de pelaje caramelo. —Tenemos que llevar a este pequeño idiota al veterinario.
Se levantó y antes que el otro perro pudiera reaccionar, Kirishima ya se encontraba evitando que atacara y haciendo señas para que esté los siguiera a su destino.
Al llegar con el veterinario, este le dijo que al pequeño le había caído alguna cosa pesada en su pata, causando la herida. Tendría que usar un vendaje por alrededor de dos semanas.
—¿De quien son estos perros? — preguntó con una ceja alzada el veterinario.
—Eso no le interesa. —respondió Bakugo tajante.
—Bakugo no seas así. —susurró Kirishima. —Los encontramos en un callejón luego de escuchar los aullidos del pequeño.
—Eso lo explica. —dijo el doctor en voz baja.
—¿A que mierda se refiere? —el cenizo no parecía muy contento con lo que escuchó.
—Que estos perros son obviamente callejeros. —dijo despectivo. —Solo observen, es obvio que no son de raza pura, además están delgados y llenos de pulgas. Tendrán que ser llevados a un refugio, aunque dudo mucho que alguien los adopte.
—¡¿Quién demonios se cree usted para hablar de esa forma?! —gritó el rubio furibundo. —¡¿Que clase mierda de doctor es usted?! ¡¿Como se atreve a hablar así de ellos?!
—Solo digo la verdad, además ya casi son perros adultos, incluso el pequeño. Las personas siempre quieren cachorros y por el aspecto que poseen no creo que los quieran.
—¡Pues me vale una mierda lo que usted diga porque...!
—¡Yo los quiero!
El cenizo algo desconcertado y con las palabras en la boca, giró su cabeza cual búho en dirección al chico de dientes de tiburón, este se encontraba sonriendo mientras levantaba la mano.
Se acercó a paso firme, hasta tomar al pequeño perro herido de la mesa donde estaba siendo tratado. Lo abrazo con delicadeza contra su pecho, a pesar de las pulgas y la suciedad que este poseía.
—Creo que se equivoca, puede que usted no los quiera por su apariencia, pero eso no significa que los demás pensamos igual. —dijo de forma amable el pelirrojo, antes de dejar el dinero sobre el mostrador. —Vamos Bakugo, ayúdame a llevarlos a casa.
El cenizo sorprendido no hizo más que obedecer –maldiciendo por lo bajo al doctor– tomando una correa del estante, y colocándola alrededor del cuello del perro más grande.
Se largaron de ahí, no sin antes arrojarle el dinero del collar al veterinario.
Caminaron en silencio por algún rato hasta que el cenizo soltó un chasquido con su lengua antes de mirar al pelirrojo.
—No tenías porque hacer eso, pelos de mierda. —un escalofrío recorrió la espalda de Kirishima, el rubio sonaba totalmente calmado, no parecía estar enojado. —Yo iba a adoptarlos, antes de que me interrumpieras.
—No te preocupes, Bakugo no tengo ningún problema en cuidarlos aunque, —dijo el de sonrisa afilada. —¿Podrías ayudarme? Nunca he tenido una mascota.
—¿Como mierda no has tenido alguna mascota? —su voz ya no sonaba tan calmada, si no con un toque de incredulidad, y sarcasmo.
—Mi madre siempre me decía que era demasiado irresponsable como para cuidarlas, que las mascotas eran más que juegos y diversión. —respondió, mientras acariciaba la cabeza del perrito. —Pero se que cuando entienda la situación los aceptará, además tu vas a ayudarme ¿cierto?
El rubio planeaba negarse pero la mirada esperanzada del de dientes afilados brillaba con algo de emoción. Así que lo pensó por un momento, después de todo, pelos de mierda era el único de los bastardos extras que tenía por compañeros que lo acompañaba siempre, incluso parecía que disfrutaba estar con él, además no era ningún debilucho, y a pesar de ser un idiota algo tonto, era el único que Bakugo consideraba a su altura.
—Esta bien, pelos de mierda. Pero es sólo para evitar que mates a alguno de estos dos por tú incompetencia.
—¡Sí! ¡Gracias, Blasty! ¡Prometo dar mi mejor esfuerzo!
—¡Cállate, mierda! ¡Y no vuelvas a usar ese apodo tan espantoso! —gritó el rubio con un sonrojo casi imperceptible en sus mejillas.
Y siguieron caminando a la casa del chico con sonrisa filosa.
🐶🐾🐺
Cuidar a ese par de perros fue de las experiencias más hermosas que tuvieron.
Ganar su confianza fue un trabajo duro, eran bastante grandes y era obvio que habían pasado por mucho, y confiar de nuevo en los humanos era un tarea difícil. Esos perros aún cuando no fueran familia—Comprobado a causa de su falta de parecido—, se cuidaban y protegían entre ellos, no había uno sin el otro.
Aún recuerdan una vez que se dedicaron a mimarlos, lavando con dedicación su pelaje, dándole juguetes nuevos, y raciones dobles de comida para cada uno. Fue un día donde jugaron juntos, además de llenarlos de cariños. Para al final del día colocarles sus nuevos collares con sus nombres.
Zeus y Spike fueron sus compañeros de aventuras por varios años.
Aunque hubo diversas peleas y discusiones por la forma de cuidarlos, bañarlos o alimentarlos. Incluso el elegir sus nombres fue una batalla campal.
Al final cada uno escogió un nombre. Bakugo eligió el nombre de "Zeus" para el más grande en honor del Dios del trueno, diciendo que el perro sería igual poderoso y aterrador, claro también fue porque de que Kirishima evitó que lo llamara "Lord Explotion Murder" .
Kirishima por su parte eligió el nombre de "Spike" con un simple argumento.
—Su pelaje es del mismo color que el del perro Spike de "Tom & Jerry". Ese perro es muy masculino, vamos a llamarlo así.
Bakugo aceptó a regañadientes. Mientras se quejaba a causa del estúpido argumento.
Kirishima estaba sorprendido y encantado por como la actitud de Bakugo cambiaba con sus mascotas alrededor. Se volvía menos grosero y enojón, sonreía mucho más, parecía divertirse.
Gracias al tiempo que pasaban juntos, Kirishima descubrió muchas cosas del rubio y viceversa. Se volvieron amigos, confidentes, alguien importante en la vida del otro.
Los chicos debían tener unos veinte cuando Zeus los dejó, llevándose consigo la alegría de su pequeño acompañante, y varias lágrimas de sus dueños.
Spike lo siguió poco después.
Ambos chicos se encontraban destrozados, llorando y encontrándose deprimidos por algún tiempo.
—¿Por qué lloran tanto? Sólo eran un par de perros.
No, ellos eran más que eso. Eran familia. De los pocos que se quedaron con ellos cuando Kirishima y Bakugo decidieron ser pareja.
Porque a los perros no les importa si decides amar a una chica o un chico. Ellos te amaran a pesar de todo. Siempre estarán ahí para tí cuando los necesitas.
Y cumplieron su labor en este mundo, uniendo a dos almas que necesitaban estar juntas. Enseñándoles a amar de forma incondicional. Y lo hermoso que es tener a alguien dispuesto a todo por tu felicidad.
Y con una gran tristeza, les dieron un último gracias a los dos angeles sin alas que llegaron a sus vidas. Por enseñarles tanto a cambio de tan poco.
🐶🐾🐺
Abrieron las puertas de vidrio, recibiendo a diversas personas. Desde niños con sus padres, parejas jóvenes y algún que otro adulto sólo.
—Sean todos bienvenidos al centro de adopción de mascotas "Z & S" —dijo Kirishima al micrófono que sostenía entre sus manos, una gran sonrisa abarcaba su rostro. —Donde les recordamos que las mascotas son más que eso, son familia.
Eijiro dió un codazo en las costillas de su pareja haciendo algunas señas para que hablara. Katsuki soltando un gruñido tomó el micrófono.
—Aquí, donde les decimos que no interesa si sus mascotas son o no de raza pura. —dijo rodando los ojos por tener que decir lo obvio. —Solo amen y déjense amar. Las mascotas les entregan su corazón, su trabajo es cuidarlo como si de oro se tratara.
Bakugo aún no termina de entender como los extras idiotas aún se preocupan por cosas tan nimeas y sin importancia como lo es una raza. No importa si es mestizo o puro, si es de pelaje manchando o rayado, si es grande o pequeño. Su amor va a ser igual. Porque ese es parte de su trabajo, amar a los humanos de forma incondicional, y si es posible enseñarles a amar por igual.
Pero tuvo la suerte de encontrar a alguien que pensaba igual a él. Y juntos trabajaron para lograr cumplir sus metas.
Y ese fue el inicio de una nueva etapa, para enseñar y seguir aprendiendo.
Colocando su granito de arena, para evitar que la historia de Zeus y Spike se repita, ellos tuvieron suerte de encontrarlos, pero ¿Qué pasa con los demás que aún siguen solos?
Esa era su misión ahora ayudar a todos las mascotas sin hogar, para otorgarles una familia nueva. Una misión en honor a sus amados angeles.
—¿Haremos un buen trabajo, Blasty? —preguntó Eijiro, mirando como la personas entraban y sonreían mientras miraban o jugaban con las mascotas.
—Por supuesto, Eijiro lo haremos por ellos. —el pelirrojo lo miro sorprendido al escuchar su nombre salir de los labios de su pareja y sin contener su emoción lo besó.
Sin importar el lugar, o las personas. Estaban demostrando lo único más grande que su amor a los animales. El amor que se tenían los dos.
🐶🐾🐺
🎐Los perros son las cositas más lindas del mundo y son capaces de manejar de formas inexplicables el corazón de sus dueños. Cada uno de los que he tenido a dejado su patita marcada en mi corazón. Por eso hice un énfasis en ellos. Espero haber logrado demostrar bien lo especiales que son.🎐
🎏Espero y los guiones no sean cambiados. 🎏
🌌Muchas gracias por leer🌌
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