Capítulo 21
Azai
Contengo mi ira. Todos mis temores se habían hecho realidad: Black nos había encontrado. En su venganza por no obtener lo que vino a buscar, destruyó todo, todo por lo que habíamos luchado. Decia lo sabe; sabe que esto lo hizo su padre, y veo el dolor y la vergüenza en sus ojos. Ella no tiene la culpa de lo que hizo su padre.
Cuando nos deshicimos de los soldados que Black dejó atrás, llevé a mi mujer a nuestro nuevo hogar. Aunque no está terminado, es cien por ciento operable y tiene lo necesario para que sobrevivamos. Sin embargo, trabajar en las construcciones será más difícil. La ventaja de estas instalaciones es que están en la parte subterránea de la isla, con muchas salidas de escape.
Respondo a las preguntas de mi mujer, que está muy curiosa. Sin querer, mis ojos se posan en su vientre, y un calor extraño recorre mi cuerpo. De pronto, recuerdo que le había prometido llevarla al hospital para un chequeo general y que descanse.
Dejé a Decia en el hospital para que la revisaran. Le di instrucciones al médico para que le hiciera una revisión general. No me agrada la apariencia de su brazo cibernético; es evidente que intentaron desprenderlo y la lastimaron. Mientras tanto, debo ir a ver cómo van las ampliaciones de la ciudad. Me preocupa que este espacio algún día se nos quede pequeño y tengamos que irnos. Necesitamos reunirnos para analizar opciones.
Camino por el área en construcción. Aunque el progreso es notable, considero que no es suficiente. Felicito a mis hermanos, que están trabajando duro, y luego me dirijo al hospital.
Llegué justo a tiempo para conocer los resultados de los análisis de sangre de Decia. Afortunadamente, todo está bien, pero mi ira crece al confirmar que intentaron desprender su brazo. Al menos, destrocé a esos traidores. La ecografía nos dio la mejor noticia: nuestros hijos están bien, y eso es lo único que importa. Mi mujer y yo estamos aliviados.
Comimos en el comedor general, en franca paz. La madre de Decia está emocionada con la idea de ser abuela, y eso removió fibras en mi interior que no sabía que tenía. No soy bueno expresando emociones; solo me enseñaron a luchar, y maldigo a quienes me criaron por ello. Me preocupa no ser un buen padre. Nunca tuvimos a alguien que nos mostrara esos sentimientos. Dejo todo eso a un lado; la verdad es que no me crearon con un manual que deba seguir, pero creo que debo buscar consejos. Y ese es Mace; tal vez él pueda ayudarme.
Los siguientes días los pasé disfrutando de la tranquilidad con mi mujer. Su vientre comienza a notarse, y las miradas de preocupación entre la gente me inquietan. Soy el único con una pareja cyborg, y por lo que veo en sus miradas, tienen miedo de nuestros bebés.
Me dirijo a la casa de Mace, el único humano en quien confío plenamente. Toco a su puerta, y él me abrió, mirándome intrigado por mi visita.
—Me alegra que estés aquí. Necesito un consejo —le digo.
—¿En qué puedo ayudarte? Creí que estabas consintiendo a tu mujer —se burla.
—Lo hago. Pero ahora me preocupa que su vientre ya se note. La gente está preocupada por el nacimiento de mis hijos y lo que serán. Algunos como yo han encontrado pareja, pero no han logrado embarazarse. Me preocupa que mi gente rechace a mis hijos.
—No saques conclusiones apresuradas —responde él, negando con la cabeza—. Nadie ha mencionado nada al respecto de ti y tu familia. Al cuidar de los niños abandonados, me he ganado la confianza de tu gente. Te respetan mucho; ven en ti al líder que se merecen. Nos salvaste de Black.
—Lo hicimos todos —respondo.
—Bueno, creo que hemos dejado el punto de que le teman a tus mellizos. Disculpa que no estuviera en la revisión de Decia, pero debía encargarme de acomodar a los chicos —dice.
—Vine más que todo a pedir un consejo. ¿Cómo puedo ser un buen padre? Sabes que crecimos en un laboratorio; no tuvimos padres, y no podemos decir que Hill y su equipo lo fueron. No tengo experiencia; tengo miedo de hacer algo mal —confieso.
Mace me mira de manera analítica antes de responder.
—Mira, no soy la persona más adecuada para hablarte de paternidad. Deberías hablar con tu suegra; ella sí tiene experiencia en el tema. Sin embargo, déjame decirte que los humanos no nacemos con un manual para la vida, y eso incluye la paternidad. Eso se aprende con las situaciones que van pasando y que vamos superando. Serán buenos padres; no te preocupes.
—No puedo hablar con ella. Pensará que no soy adecuado para su hija —digo, caminando en círculos por la sala.
—Ya demostraste que eres digno de ser su pareja. La trajiste de regreso sana y salva. Te has ganado más que su respeto; su admiración. Así que ya no te preocupes por esas banalidades. En lo único que debes preocuparte es en cómo mantenernos a salvo a todos en este lugar —responde.
Suspiró, comprendiendo sus palabras.
Dos días después, recibimos un mensaje de ayuda del general Black. Hill los ha estado atacando con sus cyborgs. Es sorprendente que aún estén en pie. Camino de un lado a otro en la sala de control mientras el mensaje se repite una y otra vez.
—¿Quieres que vayamos a apoyarlo? —me pregunta Ashur, al ver mi duda.
—Esta decisión la debería tomar su hija —respondo.
—Ve y pregúntale, porque no creo que duren mucho tiempo. Lo extraño es que el gobierno mundial no lo esté apoyando —comenta Ashur.
—Eso también me pregunto yo —digo.
El mensaje continúa:
"Es el General Black, General de las fuerzas armadas del gobierno mundial. Nos dirigimos a cualquier nave del ejército que esté cerca de nosotros. Estamos siendo atacados por los cyborgs de Bardo Hill. Hemos resistido pese a la ventaja física de los cyborgs. No podremos hacerlo para siempre. Necesitamos ayuda. Enviamos las coordenadas en este mensaje".
Decodificamos el mensaje oculto en la transmisión, y son las coordenadas que ya sospechaba: la isla donde retuvieron a Decia. Salgo del cuarto de control y me dirijo a mi casa. Esta decisión debo de tomarla con Decia. Si ella quiere que apoyemos a su padre, le ordenaré a los muchachos que vayamos.
Al llegar a casa, la encuentro en nuestra habitación. Los bebés le provocan mucho sueño, y pasa la mayor parte del tiempo durmiendo. Me siento en la cama y comienzo a moverla ligeramente para no asustarla. Ella comienza a despertar, y le hablo tranquilamente.
—Recibimos una señal de auxilio de la isla donde estabas. Al parecer, el general llegó ahí y ahora están siendo atacados por los hombres de Hill. Ashur pregunta si quieres que enviemos un contingente para apoyarlo —le pregunto, mirándola a los ojos.
—No me interesa lo que le suceda. Ha dejado de ser mi padre —responde, dándome la espalda.
Continúa con su siesta, y la verdad es que este hombre ha arruinado las cosas con su hija. También recuerdo que destruyó toda la isla por su orgullo. Me quito la ropa, quedándome solo en bóxer, y me acuesto a su lado, rodeándola con mis brazos. Poco después, caí en un sueño profundo junto a ella.
Una semana después de dejar de escuchar el mensaje de Black, me pregunto si fue lo correcto no brindarle nuestro apoyo. Decia insistía en que podría ser una trampa. A escondidas, envié unos drones submarinos y aéreos para darme una idea de lo que sucede. Porque estoy seguro que ya el ataque terminó.
Las siguientes semanas transcurren en una relativa calma. A cuatro meses de gestación de nuestros mellizos, el vientre de Decia ha crecido sustancialmente. Los chequeos médicos son constantes, ya que queremos llevar un registro muy preciso de esta gestación, algo natural entre una humana y un cyborg como yo, creado en un laboratorio.
—Están teniendo un desarrollo normal, no acelerado como yo preveía —comenta Shawn.
—¿Eso es bueno o malo? —pregunto, intrigado.
—No, era solo una expectativa que tenía. Creí que tus células serían dominantes; sin embargo, todo fluye en sincronía. Ninguna parte trata de dominar a la otra. Podemos esperar que estos niños nazcan en aproximadamente cinco meses —afirma Shawn.
Él y Harris han conformado un buen equipo de trabajo. Este último ha aprendido de su mano y ahora se encarga de atender a los ancianos y niños de nuestro pueblo, ganándose el respeto de todos.
Toda la calma de la que habíamos gozado desde que rescatamos a Decia y Black destruyó nuestra ciudad se fue al traste cuando recibimos un mensaje del gobierno mundial.
"Soy el presidente Darius Storm. Debemos reunirnos. Les doy mi palabra de que no serán atacados. Necesitamos encontrarnos lo más pronto posible en la capital mundial. Requerimos su ayuda para combatir a Hill."
Ahora debemos reunirnos y tomar una decisión: ir o no a esa reunión.
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