“Las aves ya no cantan, ahora gritan por auxilio. El llanto de un niño se vuelve el aullido de un lobo enfurecido. Y yo aquí harto de pensar en lo mismo; si la ignorancia es felicidad, quisiera dejar de tener conocimiento ahora mismo. Y de lo único que me arrepiento es de ser parte de esta sociedad. Siempre detrás de aquellos que nunca me tomaron en cuenta. Estoy solo, sólo no quiera admitirlo. Ahora confieso que es gracias a este odio que no me he pegado un tiro.”—Billy.