Prólogo.
Agosto, 2032. Nueve años después de la PANDEMIA.
Hiccup tomó del suelo uno de los muchos volantes que habían comenzado a repartir hace nueve años por la ciudad, y que todos habían tomado como un juego, una mentira, una señal.
Lo hizo bolita para después lanzarlo hacía el final de un pasillo, esperando a que saliera al menos un infectado. Jack preparó el cayado al mismo tiempo que Rapunzel su bat de béisbol.
Nada.
-Adelante.- dijo Hiccup y todos avanzaron por los pasillos del super mercado a tomar comida enlatada. -Y que sea rápido, debemos volver antes de que anochezca.
La chica albina tomó una de las latas y la observó atentamente.
-¿Por qué seguimos recolectando esto? Varias ya caducaron.- dijo la chica mirando a su familia.
-Tú lo has dicho, varias. No todas.- le dijo Hiccup sin mirarla.
La chica pasó su mirada del castaño hacia la lata de verduras y la colocó de regreso en su lugar.
-Que asco, esto sólo le gusta a Bola de Nieve.- dijo la chica, para después mirar al pastor alemán que se encontraba a su lado. -¿por qué no mejor cazamos ardillas o ratas?- preguntó la albina. Mérida la miró en seguida. -Que no estén infectadas claro.
Mérida suspiró cansada.
-Sacó la idiotez de su padre.- susurró la pelirroja, Jack la miró mal.
-Es una buena idea, pero hay que aprovechar lo que sirve aún.- dijo Rapunzel a su hija.
-Por mientras, ayudanos y recolecta.- dijo Jack en tono autoritario.
-Si papá.
La chica fue tomando lo que encontraba en su camino, para después ponerlo sobre el carrito, que hasta ahora iba a la mitad. La segunda ojiazul miró a su izquierda para encontrarse con el pelirrojo que parecía ignorar el mundo a su al rededor. Ella se acercó a pasitos discretos mientras observaba la comida y al mismo tiempo a él, Bola de Nieve la seguía a cada paso, el chico quien llevaba su propio carrito de compra, su arma de fuego en los pantalones, obviamente cargada, y concentrado en lo que hacía; miró con el rabillo del ojo a la albina para después ignorarla de nuevo.
Ella tomó una de las latas para después colocarla en el carrito del chico, al mismo tiempo que él lo hacía.
-Gracias, el otro ya estaba lleno. Pero prefiero que cuides.- dijo el chico pecoso, a la albina. Ella lo miró mal.
-¿Acaso crees que no puedo colocar una bendita lata de comida en el carrito?- preguntó la rubia mientras buscaba a ciegas con la mano una lata más.
Por accidente tiró la lata, la cual audazmente logro alcanzar con la planta del pie y la sostuvo con equilibrio.
Bola de Nieve comenzó a mover la cola con emoción, ella alzó la pierna subiendo con equilibrio la lata sobre su pie. Y su mascota fiel se paró sobre dos patas imitandola.
-Dame eso.- el pelirrojo le arruinó la acrobacia para tomar del pie en el aire de la chica la lata. Bola de Nieve se puso en cuatro patas de nuevo.
-Que aguafiestas Mike.- dijo la albina comenzando a flotar.
El chico la miró para después tomarla de la muñeca y ponerla sobre el suelo de nuevo.
-No me llames así. Y no hagas eso.- pidió serio.
-Pff...
La chica se cruzó de brazos para después mirar al suelo, su mascota se había puesto encima de uno de los varios papeles que estaban esparcidos en el suelo, se agachó para tomar uno de los volantes y alzarlo para verlo.
Evacuación.
ALERTA DE PANDEMIA GLOBAL.
-Hace mucho que no veía uno de estos...- murmuró la chica.
-Ajá...- la ignoró el pelirrojo, ella lo miró en seguida.
-Oye Mike...- ella se acercó hasta estar sobre el hombro del chico, el se sobresalto y dejó caer una de las lata, la cual resultó ser un frasco se cristal con duraznos en almibar, provocando un sonido que llamara la atención de cualquier infectado cerca.
El pelirrojo la miró furioso.
-¡Jackeline!
Gemidos y chillidos comenzaron a escucharse acercandose.
Bola de Nieve comenzó a ladrar, al mismo tiempo que se movía enquieto. Rapunzel preparó su bat de béisbol, al mismo tiempo que Hiccup ponía a Mérida a sus espaldas.
El pelirrojo sacó su arma listo para disparar, Jack comenzó a llevarse uno de los carritos, con Rapunzel encima para atacar a los infectados.
-¡Arriba!- el pelirrojo de ojos esmeraldas sin avisar tomó a la albina por la cintura y dandole vuelta la puso arriba del carrito.
Era como su hermana, su prima, su amiga. Pero a ella le molestaba eso.
-¡No es necesario! ¡Sube a la tía Mérida!- pidió la chica asustada, antes de salir flotando para tomar a la pelirroja de nueve meses de embarazo para ponerla sobre el carrito entre latas.
-¡Rápido! ¡Todos al refugio!- gritó Hiccup a la vez que disparaba a los más rápidos.
-¡Michael vas muy rápido!- gritó Mérida a su hijo de dieciséis años.
Jackeline flotaba cómodamente al lado del pelirrojo.
-Tu madre tiene razón, vas muy rápido. ¿Por qué Mike?- preguntó molesta la albina.
-Ya sabes que odio que me llames así.- gritó el pelirrojo mientras corría.
-Y yo ta dije que no me importa.
El pelirrojo la siguió ignorando para llevar a su madre a toda prisa hasta el refugio, al igual que Jack, Rapunzel e Hiccup quienes iban detrás de ellos.
-Tu sólo corre.
La chica lo ignoró para volar rápido hacia el refugio, llegando primero que todos. Bola de Nieve la siguió corriendo.
-Dulcinea BC.
Si, terminó llamándose Jackeline xD.
El perritu Bola de Nieve:3
Espero les haya gustado este poco de Big Six.
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