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PILOTO

Tras el pasar de otro asqueroso año en el infame Reino de Lucifer, vino consigo otra masacre despiadada mano de los Exorcistas. Nada nuevo. Bueno, casi nada nuevo. Discutiblemente, este año había batido récords en crueldad y destrucción masiva. Ya finalizada esta horrible carnicería, la señal de su conclusión fue dada por la melancólica princesa.

El contador de días para el próximo exterminio reinició y toda la población del Infierno simplemente siguió con sus aberrantes rutinas como si nada hubiera pasado. A este punto ya era tan costumbre, que no tenían otra opción. Poco después, otra alma fallecida cayó al abismo, alterada por el nuevo ambiente, mas aliviada por supuestamente 'seguir con vida'. Que ingenuo.

- "¡Estoy vivo! ¡ESTOY VIVO!" exclamó emocionado, "¡Chúpamela, cáncer!"

No le duró mucho la celebración, pues fue inmediatamente atropellado por un vehículo. De este salió Angel Dust apresuradamente.

- "~Gracias por la diversión, lindura~", apreció Travis.

- "Sí, sí, lo que digas, ahora escucha", respondió Angel impacientemente. "Mantén la boca cerrada, ¿ok? No puedo dejar saber que ofrezco mis servicios a tipos al azar en la calle. Solo fue dinero fácil, ¿entiendes?"

- "Pfft, lo que digas, ¡PUTA!", rio despectivamente Travis.

- "Ouch, oh, que grosero. Mejor vuelve cuando tengas algo más creativo que decir, bolsa de mierda de caballo mal empaquetada", siseó Angel despreocupadamente. "Sino, recuerda que tengo a cierto chulito de la realeza entre mis contactos."

Ya de por sí Travis se sentía algo intimidado, pero sentir un glock en su cuello simplemente le puso los pelos de punta. Detrás suyo se encontraba Billy, rascándose la barbilla con una sonrisa de oreja a oreja.

- "A no ser que quieras que lo próximo que te metan por el hoyo sea este bebé, te sugiero que cuides esa boca, prietito lengua suelta." amenazó Billy.

- "¡E-entendido, p-príncipe B-B-Bafomet!", risilló Travis nerviosamente.

- "Y por cierto, dile a tu mujer que le mandamos saludos", bromeó Angel antes de darle un beso a Travis, "~bombón~"

Travis salió prácticamente disparado con su auto, maldiciéndolos a ambos antes de chocarse contra a saber qué.

- "Déjame adivinar, ¿le has estado haciendo lo mismo a otros cavernícolas por ahí, desde que se terminó el último desmadre?", preguntó Angel, inspeccionando el atuendo sucio y ensangrentado de su amigo.

- "Me conoces bien", respondió Billy orgullosamente, "Es una buena forma de matar el tiempo hasta que sea la hora de la entrevista con Katie Killjoy. Y no pienso dejar que Charlie esté un segundo sola con esa zorra prepotente."

Angel ojeó una máquina expendedora de drogas varias.

- "¿Quieres una para estar relajado durante la entrevista? Yo invito", sugirió Angel.

- "No gracias, soy un hombre cambiado, Angel", afirmó Billy, "llevo 3 semanas sin inhalar tiza."

- "Allá tu, papu, yo sí me voy a consentir."

Presionando un botón que decía exactamente lo mismo que su nombre, cayó una bolsa de polvitos mágicos, la cual fue ágilmente robada por un demonio random.

- "¡Consíguete la tuya, fenómeno!", llegó a burlarse antes de ser aplastado por una roca gigante salida de la nada.

- "¡OH POR DIOS! ¡Mis drogas!", lamentó Angel al notar que la bolsa de polvillo había quedado vacía. "¡Mierda!"

- "¿Quién habrá causado esto...?", cuestionó Billy antes de alzar la mirada, notando la aparición de una nave conocida. "Ah, es este de nuevo. Bueno, que alguien más se haga cargo. La entrevista inicia en 15 minutos y Vel me matará si aparezco en la tele como tampón usado."

Billy alzó las alas y salió volando lejos del lugar para cambiarse. Mientras tanto, dentro de la nave caótica, se encontraba el magnífico Sir Pentious, ocasionando desmadre con el rasho laser de su vehículo volador, apoyado moralmente por sus queridos secuaces: los Huevecillos.

- "WAJAJAJAJA", rio maléficamente Sir Pentious, "¡Esos pecadores cobardes no se atreverán a entorpecer mi dominio territorial! Una sabia decisión. ¡El poder de mis máquinas es incomparable! ¡Ningún otro demonio se puede comparar conmigo!"

- "Cielos, eso estuvo genial jefe", aclamó el Huevón #23.

- "En serio les enseñó como se hace", felicitó otro Huevón antes de recibir mansa cachetada. "Me gustó cuando les disparó con el rasho laser".

- "~Yo desearía que me disparase con su rasho laser~", lamentó el Huevón #23.

- "A este paso, tendré el control total de este lado del Pentagrama antes de que el día termine", predijo Sir Pentious, "y nada, ni una sola bestia de este Infierno será capaz de quitarme este imperio, de dominio constrictor."

Los Huevecillos estaban haciendo fiesta, con champaña y todo, mientras Pentious aseguraba que pronto se convertiría en el nuevo soberano del Infierno, hasta ser interrumpido por una voz externa. Pentious interrogó a sus Huevones enfurecido.

- "¡¿Qué acaban de decir, pequeños abortos de pollo frito?!", siseó peligrosamente Pentious.

- "Nosotros no fuimos, jefecito", explicó un Huevón.

De repente, una bomba roja chocó contra el vidrio de la nave, rodando a centímetros del propio Pentious.

- "¿Estás buscando pelea, anciano?", preguntó la ahora revelada Cherri Bomb entre el humo ocasionado por la explosión de la bomba. "¿Por qué no quitas tu estúpido juguete de mierda fuera de mi territorio, antes de que lo destruya... más?"

A este punto, la nave ya estaba cerca del colapso, pero Pentious seguía confiado.

- "Oh, ¿quieres pelear, nena? Entonces te complaceré, ¡MUAJAJAJAJAJA!", desafió Pentious, mientras los Huevecillos se preparaban para iniciar la guerra.

Este épico combate fue reportado por Katie Killjoy y Tom Trench en el programa Noticias 666, momentos antes de la dichosa entrevista. Últimamente, varios pecadores se mostraban bastante competitivos con respecto a la ocupación de terrenos.

- "A continuación tendremos una entrevista exclusiva con los hijos de Lucifer, el dueño de todo, para platicar sobre su nuevo y apasionante proyecto", anunció Katie con una falsa emoción. "Eso y más DESPUÉS del corte", concluyó destruyendo su vaso.

Tras bambalinas se encontraban Charlie, preparándose para el tan ansiado momento de anunciar su proyecto, con la ayuda de su siempre consternada novia, Vaggie. Billy, por otro lado, simplemente andaba robando toda la comida y bebida que pudiera para aliviar el estrés.

- "Vamos, Vaggie, yo sé que decir", suspiró Charlie. "solo creo que necesitamos, no sé, hacer las cosas más emocionantes..."

Billy se detuvo un momento y le susurró a su hermana al oído. Ella inmediatamente dio un saltito de emoción al escuchar su idea.

- "¿Qué tal si can-?"

- "¿Cantan sobre eso?" interrumpió Vaggie, poco convencida.

- "¡Sabías que iba a decir eso!"

- "Porque te conozco, pero por favor no cantes", le suplicó Vaggie, "Esto es serio".

- "¡Bien tu sabes que expreso mis metas de mejor manera a través de una canción!", insistió Charlie mientras Billy la apoyaba con algunas notas de su bajo.

- "Ya, pero la vida no es un musical, cariño", respondió Vaggie.

- "Tampoco es un buffet, pero eso nunca me detuvo", risilló Billy mientras se atragantaba con una dona. "Ah, por cierto, ¡muchachos!" exclamó, haciendo referencia a Razzle y Dazzle, quienes inmediatamente le dirigieron la atención.

- "No olviden tener la limosina lista para cuando se acabe esta mamada", ordenó en idioma cabra demonio.

- "Bueno, bueno, no voy a cantar", lamentó Charlie, "¡Pero aquí tengo otras ideas que no pueden faltar! Las resaltadas son las mejores."

- "Em, todo está resaltado... ¿ese es un dibujo?"

- "¡Sí! Es el final feliz, ¿lo ves? Todos sonriendo, felices en el paraíso" exclamó Charlie ilusionada.

- "No creo que sea tan fácil" advirtió Vaggie. "Por favor, sigue los puntos de conversación que practicamos. Y nada de cantar."

- "¡Ok, bien!", aseguró Charlie, mientras Billy rodaba los ojos y se guardaba su instrumento en la cola.

- "Eso va para ti también, Billy", informó Vaggie. "Es más, ¿siquiera practicaste en casa para este momento? ¿Y las notas que supuestamente hiciste?"

- "Las pude haber usado como papel higiénico de emergencia el otro día, jejeje..."

- "No hay de que preocuparse" aseguró Charlie, "todo saldrá bien gracias a nuestra impecable habilidad de improvisación."

- "Sí, no es como que nos vayamos a dar de putazos con la presentadora o alguna mierda por el estilo", bromeó Billy confiado.

Charlie intentó presentarse tímidamente a Katie, mientras Billy la ojeaba despectivamente.

- "Hola, soy Charlie, y-"

- "Te veías más chichona en televisión", interrumpió Billy antes de que Charlie lo pellizcara en silenciosa furia.

Katie destruyó el cigarro que estaba fumando con una mirada de pocos amigos.

- "Kate Killjoy. Diría que es un placer conocerlos, pero eso sería mentira", escupió, ojeando con disgusto la mano de Charlie. "Puedes alejar eso. No toco a los gays, tengo estándares"

- "Mjm, se nota con esa cara de rata muerta", murmuró Billy.

- "Miren, mi tiempo es dinero, así que lo diré de una vez", continuó condescendientemente. "No están aquí porque queramos tener a los mocosos de Lucifer aquí. Están aquí porque Jeffrey no puede hacer un mejor segmento de cocina caníbal."

- "¡Oye, de ahí saco mis recetas favoritas!" respondió Billy cada vez más irritado. A este punto ya había sacado sus pelotas de espuma que su psicólogo le había recomendado apretar para aliviar la furia.

- "Podrán ser los peces gordos de la realeza, pero me importa un carajo" admitió Katie sin el más mínimo remordimiento. "Soy demasiado rica e influyente para que me importe una mierda lo que una princesita en esmoquin y un principito grasoso quieran anunciar."

- "P-pero..." musilló Charlie.

- "Pues fíjate que este principito grasoso puede fácilmente comprar tu diarreoso programa solo para tirarlo por el puto drenaje." respondió cizañosamente Billy mientras apretaba sus bolitas de espuma. "Te puedo dejar sin nada... nada."

- "Inténtalo, corazón, y te juro que-", amenazó Katie antes de ser interrumpida. El programa nuevamente estaba al aire.

- "¡Sean bienvenidos!", exclamó Katie como si nada hubiera pasado.

Al no detectar reacción del público, Billy se tronó los nudillos, provocando que todos aplaudieran casi desesperadamente.

- "Gracias, gracias, que amables son", saludó Billy, igualmente tratando de dejar atrás la incómoda escena anterior.

- "Y bien, Charlotte, Bafomet..."

- "Pueden simplemente decirme, Charlie" sugirió.

- "A mí ni se les ocurra ponerme un apodo", advirtió Billy.

- "Cómo sea, cuéntennos sobre ese apasionante proyecto con el que TANTO nos han estado molestando en esta estación", ordenó Katie.

- "Empieza tu, Char, antes de que me suba la presión", suplicó Billy mientras se masajeaba la frente. "Yo solo soy el inversionista."

Respirando hondo, Charlie empezó a hablar sobre su ambiciosa idea.

- "Como todos saben, nosotros dos nacimos aquí, en el Infierno. Y mientras mi hermano se preparaba para empezar a realizar su labor en el Limbo, yo crecí sin muchas responsabilidades o presión, tratando de ver lo positivo en todo lo que me rodea. El Infierno es mi hogar y ustedes son mi gente y... y como todos saben, acabamos de pasar por otro Exterminio. Perdimos muchas almas y me rompe el corazón ver a mi gente ser masacrada cada año, ¡que nadie les de una oportunidad!"

- "¡Amén, perra! ¡Rúgelo!" aclamó Billy, alzando las manos.

- "Billy hace un gran esfuerzo con tal de mantener el balance, pero incluso su trabajo es insuficiente."

- "¡Exacto, ahora resulta que el Limbo también se está sobrepoblando de almas que han muerto aquí! A fecha de hoy ni he podido terminar todo el papeleo del último exterminio." informó Billy indignado.

- "No puedo quedarme sin hacer nada mientras el lugar donde vivo se suma más y más en la violencia" vociferó Charlie "Así que, hemos estado pensando, ¿no habrá una forma más humana de manejar la sobrepoblación del Infierno...?"

- "Y la que está pronta a ocurrirle al Limbo", tosió Billy.

- "¿Quizás podamos crear una forma alternativa para cambiar las almas a través de la... redención? ¡Yo creo que sí!" aseguró Charlie prometedoramente. "Ese es el objetivo de este proyecto. Damas y caballeros, voy a abrir el primero en su clase..."

- "Sonidos de tambores", comentó Billy mientras golpeaba la mesa en anticipación.

- "¡Un hotel para rehabilitar a los pecadores!" anunció Charlie en entusiasmo.

... Silencio. El silencio recubrió casi todo durante unos breves segundos. Y claro, mucha gente viendo las noticias en esos momentos no pudo evitar mofarse. ¿Qué tan demente hay que ser para pensar que un pecador irremediable puede redimirse? Y... una figura peculiar también se encontraba prestándole mucha atención a las noticias. ¿Para burlarse? Sí, también, pero en especial para algo más...

- "... Si, porque los hoteles son para la gente que va de paso, temporalmente..." continuó Charlie nerviosamente. "Yo, eh, creo que sería perfecto que hubiera un lugar para redimirse... yeiiiii."

- "Jeje, perra estúpida" risilló el wey de la cámara antes de recibir tremendo puñetazo por parte de Vaggie.

Billy vio la mirada de tristeza en el rostro de su hermana, preocupado. No podía soportar ver el rostro de la esperanza así. La agarró de los hombros y le dio una mirada de apoyo incondicional.

- "Olvida todo lo que practicaste. Háblales desde el corazón."

Charlie tragó saliva y siguió, "Miren, cada uno de ustedes tiene algo bueno muy en su interior, yo... yo sé que pueden-" se interrumpió a sí misma, pensando en que hacer o decir a continuación.

Durante este breve silencio, Billy trató de distraer a la audiencia.

- "Ehhh, veamos la nota rojo ardiente. ¡Le partí su reputísima madre no a uno, ni dos, sino SEIS exorcistas! No los maté, obviamente, jeje, pero-"

- "Tal vez me estoy expresando mal..."

Billy reconoció la mirada de Charlie mientras ella se levantaba, y sonrió, sacando su instrumento nuevamente.

- "Oh, no", lamentó Vaggie.

Con un chasquido, Charlie invocó a Razzle, Dazzle y un piano gigante, canalizando todo el poder de los musicales para explicar su sueño: el Hotel Feliz.

[Inserte canción super inspiradora en la que Charlie habla de su visión, acompañada por el piano y Billy descendiendo en la locura metalera]

- "... ¡Aquí en el Hotel FELIIIIIIIIIZ! ¡Yeah!", culminaron los hermanos Morningstar.

... Silencio incómodo nuevamente-

- "Wao, eso fue una mierda", comentó un demonio random con sombrerito de copa.

Inmediatamente, todos los presentes estallaron en risa, burlándose interminablemente de la ridícula idea que acababan de escuchar. Charlie parecía genuinamente sorprendida de que ni una sola persona creyera que su alocado proyecto podría dar resultado.

Billy, por otro lado, no estaba dispuesto a tolerar más de esta mierda, así que sacó rápidamente una pistola y llenó de plomo al gracioso que había empezado.

- "¿¡ACASO LES PEDIMOS SU PUTA OPINIÓN, CARE CULO!?", rugió Billy en su forma demoníaca. "¿¡No, verdad!? ¡Reto a otro payasito a tan siquiera resoplar un poco más fuerte de la cuenta!"

Más y más silencio otra vez. Charlie seguía bastante deprimida por la reacción del público y Katie rodó los ojos.

- "Eso pensaba. ¿Hay algo más que deseen saber... Killjoy, Trench?", preguntó Billy ya más calmado, pero con mucha indiferencia en su tono.

- "De hecho sí", respondió secamente, "Por los nueve círculos, ¿qué les hace pensar que una sola alma en el Infierno le interesa media hectárea de verga convertirse en mejor persona?", preguntó tortuosamente. "No tienen pruebas de que su pequeño experimento funcione, ¿o esperan que la gente se vuelva buena solo porque sí?"

- "¡Pruébame los huevos mejor!", respondió Billy, con las venas sobresaliendo de su frente. "ya tenemos a nuestro primer huésped interesado, ¿cómo te quedas?"

- "Oh, ¿y quién podría ser?", cuestionó Katie en falso interés.

- "Es alguien que cree en nuestra causa y ha mostrado un increíble progreso", continuó Charlie muy convencida. "Quizás lo conozcan, se llama Angel Dust."

- "¿La estrella porno?", preguntó Tom bastante sorprendido.

- "Sí que lo conoces bien, Tom", comentó Katie sin mucha sutileza, incomodando a su compañero.

- "¿Quién no? Hasta yo lo- olvídenlo, ese no es el punto", añadió Billy, sin deseos de dar más detalles al respecto.

- "En todo caso, eso ni siquiera es un logro", siseó Katie. "Seguramente hace lo que le piden con el suficiente polvo mágico y lubricante."

- "Pues yo creo que te equivocas", aseguró Charlie, "Se ha comportado bien, demuestra una buena higiene y ha estado alejado de los problemas desde hace dos semanas-"

- "¡Noticias de última hora!", exclamó un miembro del personal.

Katie empujó bruscamente a Charlie.

- "Nos están informando que alguien nuevo ha entrado a la guerra territorial", informó Katie con su fachada alegre de siempre. "Veamos la transmisión."

En segundo plano se podía ver como Angel Dust se ponía a pelear contra Sir Pentious y sus Huevecillos como si fuera noche de birria cualquiera.

- "A la madre...", dijeron los hermanos Morningstar sin casi mostrar emoción.

- "A la madre, sin duda", rio Katie. "Parece que quien se unió a la batalla no es más que la estrella porno Angel Dust", informó Katie fingiendo sorpresa. "¡Que jocosa coincidencia, ahora deben sentirse muy estúpidos!"

En lo que Katie y Tom se reían, Charlie y Billy trataban patéticamente de desviar la atención dirigida a Angel.

- "¡NO MIREN ESO!", chilló Charlie.

- "¡PUTO EL QUE VEA ESA PANTALLITA MIADA!", advirtió Billy en ansiedad. "¡Nada de eso es real, debe ser un montaje con pantalla verde y esas jaladas!"

- "Parece que su proyecto está en la cuerda floja", insultó Katie. "Díganme, ¿qué se siente ser un total fracaso ni más empezar?"

No solo Billy, Charlie también estaba vuelta una auténtica furia, lista para explotar. Billy golpeó la mesa estruendosamente.

- "¡Son unos hijos de puta malagradecidos! ¡Todos ustedes!", escupió Billy sin más. "¡Mi hermana les ofrece la oportunidad de redimir las vidas cochinas que malgastaron en la Tierra, y le escupen en la cara!"

- "¡Exacto! ¡En primer lugar, señorita Killjoy, usted no es muy amable!", se unió Charlie, sabiendo que no había nada que perder. "Y en segundo lugar, y... y, ¿¡y si le rompo algo de valor, como esta pluma!?", trató de amenazar.

Katie tomó sumamente personal estos comentarios.

- "¿Están buscando pelea, desgraciados?", preguntó Katie enfurecida.

- "Pfft, ¿nosotros? ¿¡Nosotros!?", gritó Billy, azotando la cabeza de Katie contra su mesa. "¡No te vuelvas a meter con mi hermana, o te la meto a ti, zorra!"

"... ¿Qué mierda?", preguntó Tom, bastante confundido.

- "Creo que eso está mal dicho, Billy", corrigió Charlie. "es 'o te metes conmigo'."

- "¿Y yo qué dije?"

Katie se levantó temblorosamente, escupiendo sangre por el impacto.

- "Esto es la guerra, imbéciles", gruñó Katie.

- "Oh sí, de eso hablo, perra", respondió Billy con una sonrisa. "¡Ey, a los maricones del personal, no dejen de transmitir esto! ¡Noticia de última hora! ¡Los hermanos Morningstar tienen una pelea de gatas con la golfa de Katie Killjoy! ¡Charlie, se la vamos a meter!"

"¡VENGA!", vociferó Charlie, corriendo hacia Katie con la pluma en alto.

Sodom y Amora, hijos de Billy, se encontraban viendo lo ocurrido en un bar y ni siquiera estaban sorprendidos.

- "¡Lo sabía, sabía que esto terminaría en pelea! ¡Jaja, ve sacando el billete, mana!", celebró Sodom.

- "Puta madre, jamás volveré a apostar contigo", respondió Amora, frustrada al perder la apuesta que había hecho con su hermano.

- "Estas si son noticias de calidad", comentó Sodom mientras bebía y comía maní.

- "Diablo, de verdad lo van a hacer. ¿Tu crees que Katie vaya a poder recuperarse de eso?", preguntó Amora mientras sacaba su cartera.

- "Je, lo dudo", respondió Sodom pícaramente. "Esa micha ya está rota."

Había un incómodo silencio dentro de la limosina. Charlie se sentía tan alegre como un perro regañado, Angel estaba jugando con las ventanillas sin darle mucha importancia a nada, Vaggie parecía una bomba a punto de explotar y Billy estaba escribiendo una biblia en su celular, tratando de explicarle a su novia que no había sido su intención rasgar su traje y decir que 'se la metería a Katie Killjoy'.

- Y la de no dejar que te desgarraran el traje de alcahuete hermoso que hice para ti no te la sabes

- puta rata de alcantarilla

- ?????!!!!!

- gracias por joderme la silenciosa

*emojis coquette de furia y molestia*

- Por cierto, tu hermana también consume drogas ahora?

- al menos dio pelea, slay (?)

- "Supongo que esta noche no mamo cuca..." Suspiró Billy mientras se revolcaba en su asiento. "Arggh, en serio debí haberme chupado aunque sea una mota antes de venir..."

- "Marihuano culiao", respondió Vaggie, dándole una cachetada.

- "Twuu, twuuuuu", continuaba sonando la ventanilla de la limosina, hasta que Angel se dio cuenta de que Vaggie lo estaba mirando con intenciones homicidas.

- "¿Qué?", cuestionó Angel, haciéndose el ofendido.

- "¿Qué? ¡¿QUÉ!?", estalló Vaggie. "¡¿Qué mierdas estabas haciendo!?"

- "¡Le debía el favor a una amiga!", excusó Angel. "¿No es una 'cualidad de redención' el ayudar a tus amigos?"

- "¡NO con una guerra que termina en genocidio territorial!", refutó Vaggie enseguida.

- "Meh, ganas algunos, pierdes unos cuantos cientos, ¿a que sí, Billy?", desairó Angel, mostrándole el puñito.

- "Ni se te ocurra alentarlo, Bafomet", advirtió Vaggie, agarrándole el brazo de adelantado.

- "Ni modo, Angel. Estás solo, compadre."

- "No importa, las cosas no salieron mal, de todos modos", aseguró Angel, nuevamente jugando con la palanca de las ventanillas. No le duró mucho, pues Vaggie simplemente destruyó la palanca con una daga.

- "Ay vamos, tenía que hacerlo", afirmó Angel desesperado. "Mi credibilidad estaba en juego. ¿Qué clase de reputación tendría si la gente descubriera que trato de limpiarme? Arruinaría toda mi personalidad."

- "¡¿Tu credibilidad!? ¡¿Qué hay del hotel!? ¡Tu pequeño acto, más el alboroto que inició Billy en la entrevista, nos hizo ver como una puta broma!", reclamó Vaggie.

- "En mi defensa, diré que la tetas de plástico recibió lo que se merecía", insistió Billy con mala cara.

- "¿Entonces si es cierto que le metiste una pluma? Que rico, papi", insinuó Angel mientras se relamía. "No los hiciste ver como una broma, sino más bien, como el inicio de una porno."

- "Hmm, me estás dando una idea, Angel", sonrió Billy mientras volvía a escribir en su celular.

- "Por mí parte, tampoco los hice ver como una broma, porque esas son divertidas, yo los hice ver tristes y patéticos", se 'defendió' Angel, a lo que Charlie se sumía más y más en la miseria. "Como un huérfano... sin brazos... o piernas... o con brujería..."

Charlie estaba en posición fetal, tratando de contener el llanto.

- "Genial, ahora estoy triste por pensar en eso", se victimizó Angel. "¿Tienen licor aquí adentro?"

- "¿Podrías tomarte esto con el mínimo de seriedad?", preguntó seriamente Vaggie.

- "Bien, lo intentaré", respondió Angel burlonamente. "Solo no te des un taco de ojo, nena"

- "¿Estás tratando de ser sexista o racista?", preguntó seriamente Vaggie (de nuevo).

- "Lo que te encabrone más", suspiró Angel. "¿En serio no hay ni una Ginger Ale aquí?"

- "... Voy a matarlo", declaró Vaggie sin pelos en la lengua.

- "Eso solo significa que voy donde Bafy, ¿no? Quedar a la merced del Limbo Daddy por toda la eternidad... hmmm, esa idea no me desagrada, en realidad", opinó Angel pícaramente. "Te salió mal la jugada, perra, estás atrapada conmigo."

- "¡Juuuy, con una mierda, malparido hijo de-!", exclamó Vaggie fervientemente.

- "Angel, con todo el respeto del mundo, eres un baboso conchesumadre", abucheó Billy mientras abrazaba a su hermana.

- "Bah, piénsenlo, que importa si algún idiota se lastima", remarcó Angel, observando a través de la ventana. "Entre ellos hay varios fenómenos inmorales. Míralo tu, un montón de bebés llorones, depravados, asquerosos..."

- "Mira quien habla...", remarcó Vaggie con una sonrisa.

- "Ey, este cuerpo es perfecto, todos quieren algo de mí", reafirmó Angel, sacando un curioso papel de su pelusa. "y tengo al más grande fan para probarlo."

[Inserte carta del fan más sano de Angel Dust]

- "Pues para que sepas... eso no estuvo bien, Angel", comentó Charlie con demasiada calma.

- "¿Tu crees?", farfulló Billy.

- "¡Después de lo que pasó, no hay forma de que alguien quiera quedarse en el hotel!", rebatió Vaggie. "¡Y todo gracias a TI, egoísta, cara de escroto!"

- "Um, ¿eso significa que ya no tendré un cuarto gratis?"

- "Vamos a ponértelo en un idioma que entiendas, mejor", inició Billy, apretando las pelotas de goma nuevamente. "En tanto vivas debajo del techo de ese hotel, haz lo que tengas que hacer en la noche, pero de día te controlas. Sino te gustan esos términos, puedes volver a vivir 24/7 con tu polilla putilla. Tu elijes..."

- "Ugh, está bien, mamá", suspiró Angel malhumorado. "Ahora que lo pienso, ¿por qué no podemos decir nada sobre TU estilo de vida? Ni que fueras un santo para sermonearme."

- "Simple", refutó Billy, haciendo malabares con las pelotas, usando una sola mano. "No soy la cara del hotel, ni su representante. Yo soy el inversionista del hotel, ayudo a mi hermana, protejo la propiedad y voy a terapia con un psicólogo ateo para no ser un loco. No soy un pecador que busca redimirse."

- "Y al paso que vamos, nadie querrá hacerlo", murmuró Vaggie con los brazos cruzados.

- "Tranquilos, aun no sabemos si este es el fin o no, relájense. En especial tu, Vaggie", animó Charlie, acariciando a su amada.

La limosina finalmente se estacionó enfrente del presunto 'Hotel Feliz', el cual se veía notablemente desaliñado y desordenado, pues digamos que nadie le sabía a las remodelaciones. Vaggie se sentó en el sofá, frustrada, mientras Angel y Billy buscaban algo de comer en la mini nevera, solo encontrando paletas a medio derretir.

- "Me sirve", exhaló Billy mientras agarraba algunas paletas.

- "No por mucho", notó Angel. "Va siendo hora de que consigamos comida real, ya saben, para alimentar a todas las almas rebeldes que vengan aquí, jajaja... ja ja..."

Angel realmente se estaba empezando a sentir culpable por la visible tristeza de Charlie, tratando de alegrarla de algún modo. Al no obtener resultados, decidió marcharse a su habitación lentamente.

- "Em, Charlie, solo quería decirte que lamento lo de la entrevista. No hice más que echar leña al fuego y-", empezó Billy, antes de darse cuenta de que Charlie también se había ido.

Efectivamente, Charlie se había salido un momento a intentar llamar a su madre, sin muchos resultados. Inmediatamente regresó al hotel angustiada, sentada contra la puerta. Billy ya había visto esa expresión antes, así que se sentó a su lado, dándole palmaditas en el hombro.

- "Intentaste llamar a mamá de nuevo, ¿no es así?"

- "¿Qué comes que adivinas?"

Antes de que empezaran a chorrear las lágrimas, alguien tocó ominosamente la puerta del hotel, haciendo espabilar a los hermanos Morningstar. Titubeando momentáneamente, Charlie abrió la puerta, y vaya sorpresa se llevó. Delante suyo se encontraba el único, imponente, sex-

- "¡HO-!", trató de saludar, antes de que Charlie le tirara la puerta en la cara.

Los hermanos se quedaron viendo el uno al otro en tensa sorpresa, para luego abrir la puerta de nuevo.

- "¡-LA-!", siguió el ente... y le tiraron la puerta en la cara nuevamente.

- "Em, ¿Vaggie...?"

- "¿Cuñada querida?"

- "¿Qué?", preguntó irritada.

- "El demonio radio está en la puerta..." tembló Charlie con inquietud.

- "¿¡Qué!?", se exaltó Vaggie.

- "¿Quién?", se preguntó Angel, sin tener la menor idea de quien se trataba, comiendo su paleta tranquilo.

- "¿Ese puta no se había ido para nunca regresar?", pensó Billy, recordando eventos de hacia 7 años. "¿Y qué querría hacer aquí en especifico?"

- "¿¡Qué debo hacer!?"

- "¡B-bueno, no lo dejes entrar!", respondió Vaggie como si fuera una obviedad.

- "Meh, a la chucha, le abriré", informó Billy, haciéndose paso de regreso a la puerta. "Quédense atrás y mantengan la guardia, veré lo que quiere este palo de escoba."

- "¡Pendejo de mierda! ¡No lo dejes entrar!", clamoreó Vaggie.

- ¿Saben qué? Sí, lo dejaré entrar, no hay nada que temer", decidió Charlie.

Finalmente, le abrieron la puerta formalmente a Alastor, quien afortunadamente no estaba ofendido por el hecho de que le dejaran hablando con la puerta.

- "¿Ahora sí me dejan hablar?", preguntó de manera muy neutra.

- "Puedes", permitieron los hermanos lo más regiamente posible.

Alastor se presentó muy rápidamente, invadiendo su espacio personal, pero manteniendo un semblante elegante y cortés.

- "Disculpen mi repentina visita, pero vi su fiasco en televisión. Y no pude resistirme, ¡qué gran actuación!"

- "Los resultados de hacer tanto gym, mi pana con voz del año de la cocoa", respondió Billy, tomándoselo como un halago. Y con hacer gym probablemente se refería a cargar bolsas.

- "No me divertía tanto desde la caída de bolsas de valores de 1929", admitió Alastor aleatoriamente. "¡Jajajaja! Tantos huérfanos..."

- "¡Detente justo ahí, cabrón, hijo de perra!", advirtió Vaggie, apuntándole al demonio radio con su afilada lanza. "Conozco tu juego, ¡y no te dejaré lastimar a NADIE aquí! ¡Presumido, desagradable, bocón de mierda!"

- "Niña, pero si quisiera dañar a alguien aquí... ya lo habría hecho", respondió Alastor amenazantemente, la realidad pareciendo distorsionarse tanto como su rostro.

...

- "Entonces dilo ya, la puta que te parió", ordenó Billy con las manos en la cabeza. "¿A qué vienes, risitas?"

- "... ¡Estoy aquí porque quiero ayudar!", soltó Alastor, de regreso a la realidad.

- "¿Qué cosa?", preguntó Charlie levantando una ceja.

- "¡AYUDAR!", reafirmó Alastor bombásticamente. "¡Jajaja! ¿Hola? ¿Está encendido? Probando, probando..."

Alastor le dio un golpecito a su bastón micrófono, por fin encendiéndolo correctamente.

- "¿Tu... nos quieres ayudar con...?", musitó Charlie, incrédula ante la oferta del demonio radio.

- "Esta ridiculez que pretendes hacer, este hotel, yo quiero ayudarte a dirigirlo", propuso Alastor.

- "Pero... ¿por qué?", preguntó Charlie.

- "Exacto, nada es gratis en ninguna vida. Algo quieres de nosotros. ¿Qué es?", presionó Billy en desconfianza.

- "Jejeje, ¿por qué la gente hace cosas? ¡Porqué está completamente ABURRIDA!", afirmó Alastor, apoyando su brazo en la cabeza de Vaggie. "La inspiración no me ha llegado en décadas, mi trabajo de hizo monótono y le falta un no sé que..."

- "A ya..."

- "¡Por eso!", continuó, tirando a Vaggie al más allá, "Vine aquí para crear algo NUEVO en entretenimiento! ¡JAJAJA!"

- "Entonces, pelear contra una reportera...", pensó Charlie en voz alta.

- "La prostituta esa..."

- "A-a puño limpio, ¿eso cuenta como entretenimiento?"

- "Jajaja, eso es lo más puro que hay, cariño. ¡Realidad, pasión verdadera!", exclamó Alastor con genuina emoción. "Al final, todo el mundo es un escenario, y el escenario, es un mundo de entretenimiento."

- "Supongo que en eso tienes razón, risitas..." reflexionó Billy.

- "¿Eso significa que crees que es posible rehabilitar a los pecadores?", preguntó Charlie un tanto ilusionada.

- "¡Jajaja, claro que no!", negó Alastor burlonamente, sacudiendo la mano en oposición. "Eso es algo sinsentido. La redención, ay la inexistente humanidad. Nononono, no creo que haya algo rescatable en esos asquerosos pecadores. ¡Su oportunidad fue la vida que se les otorgó, y su castigo es este! Lo hecho, hecho está."

- "Sí no crees en mi causa, ¿por qué quieres ayudarme?"

- "Uff, yo ya me perdí con todas estas chuletas filosóficas, para eso mi terapeuta basta y sobra."

- "Considérenlo una inversión de caridad y entretenimiento para mi persona", expresó Alastor, mientras bailaba con Charlie. "Quiero ver a la escoria del mundo luchando por subir a la montaña de la redención... solo para poder verlos caer repetidas veces en el mismo abismo infernal del fracaso..."

- "......... Claro", resopló Charlie mientras se alejaba ligeramente.

- "No me esperaba algo menos sádico, si les soy completamente honesto", reconoció Billy.

- "¡Sin duda alguna, veo grandes cosas en camino, y quien mejor para ayudarles que YO!"

Vaggie seguía firmemente en contra de involucrarse con Alastor de cualquier forma posible, explicándole a Angel que se trataba de un demonio sumamente peligroso, astuto y mordaz.

- "¿Terminaste? Je, para mí se ve como una fresita proxeneta." Opinó Angel, sin darle mucha importancia a las advertencias de Vaggie.

- "Bueno, sigo sin confiar en él", declaró Vaggie.

- "¿Has confiado en un hombre en tu vida? Sé honesta... ¿en uh, en uno aunque sea?", preguntó Angel, pero Vaggie no estaba lista para tener esa conversación.

- "Al fin y al cabo, la decisión es toda tuya, hermana. Pero ojo, piénsalo bien." aconsejó Billy, fijándose en cada uno de los movimientos de la visita.

Charlie meditó profundamente en lo próximo que debería hacer. ¿Aceptar la ayuda del insidioso demonio radio o no? Vaggie se acercó a Charlie y la agarró con gentileza, pero a la vez seriedad, para aconsejarle.

- "Charlie, escúchame, no puedes confiar en este raro", le suplicó. "No es solo un tipo sonriente, es un negociador de maldad pura. No hay forma de que pueda redimirse. Más bien parece que busca destruir todo lo que tratamos de hacer..."

- "Yo... no lo sabemos. Mira, yo sé que él es malo y probablemente no quiera cambiar" razonó Charlie. "Pero el punto del hotel es darle a la gente una oportunidad, tener fe en que las cosas serán mejores. ¿Cómo podría rechazar a alguien? No puedo. Va en contra de todo lo que quiero hacer. Todo lo que yo creo."

Charlie sujetó los hombros de su preocupadísima novia, dedicándole esa sonrisa que tanto amaba.

- "Solo confía en mí, puedo cuidarme por mí misma."

- "Hagas lo que hagas, que no sea un trato con él." rogó Vaggie, observando la siempre maquiavélica mano de Alastor.

- "No te preocupes, nunca se me olvidará la lección más importante que me dejó mi padre..."

- "¿Cómo se dice?", preguntó Billy en tono militar.

- "¡No te aguantes el cagadero de ningún demonio!", exclamaron los hermanos Morningstar al unísono.

- "Ok, bien, si es cierto que eres raro como nahual y obviamente crees que lo que pretendemos hacer aquí es una broma...", admitió Charlie, ojeando de cuando en cuando al demonio radio. "¡Pero yo no! Todos merecen la oportunidad de probar que pueden ser mejores. Así que aceptaré tu oferta para ayudarnos."

- "Entonces, ¿tenemos un trato?" preguntó Alastor, ya estirando su mano, creando un aura verde tremenda.

- "Nananana, ya quisieras", siguió Billy, agarrándole el antebrazo a Alastor. "Que te quede claro como son las cosas. Nada de tratos, nada de trucos. Como príncipe y princesa del Infierno te ordenamos ayudar con este hotel."

- "Tanto tiempo como tu quieras..."

- "Y queremos un trabajo bien hecho. Nada de hacer huevo de pato."

- "¡No tiene que ser perfecto! La belleza está presente hasta en las más pequeñas imperfecciones."

- "Ajá, ¿entendiste, venado?", concluyó Billy, soltándolo.

- "Hmmm, sí, me parece justo." respondió Alastor, sacudiéndose su antebrazo con algo de disgusto.

- "Fiu, menos mal." suspiró Charlie, dando pulgarcitos arriba.

- "Puta madre, Charlie..."

Alastor inmediatamente se dispuso a inspeccionar el sitio, hablarle en idioma basado a Vaggie y cuestionar lo vacío que se sentía en términos de personal.

- "En términos de personal, ehhh, supongo que estoy yo como inversor y... ¿mi feliz cuñada?" indicó Billy algo avergonzado.

- "Ajem, vamos a necesitar más que eso." suspiró Alastor pacientemente.

Dirigiéndose a Angel Dust, se cuestionó si era capaz de hacer algo útil.

- "¿Y qué puedes hacer, mi afeminado amigo?"

- "Puedo chupártela." contestó Angel traviesamente.

Alastor se petateó unos momentos antes de negarse rotundamente.

- "Queda algo por hacer. Supongo que cuenta como favor el encender este asunto."

Alastor chasqueó los dedos y de la chimenea del hotel salió una pequeña y adorable demonio sirvienta llamada Niffty.

- "Hola, soy Niffty, es un placer", se presentó cordialmente, inmediatamente inspeccionando a todos. "¡Hace tanto que no conozco nuevos amigos, jejejeje! Uh, ¿solo hay un chico y puras mujeres?"

Aceleradamente se acercó a Billy y se agarró a su pierna obsesivamente.

- "¡Supongo que con un chico malo me puedo conformar, jajajaja!"

- "Ejejem, me halagas, querida..." barboteó Billy nerviosamente. "P-pero-"

Afortunadamente para Billy, Niffty se distrajo rápidamente con la suciedad del hotel, empezando a limpiar compulsivamente. Segundos después, apareció en el hotel el pobre y esclavizado Husk. No pudo ni terminar su juego de azar tranquilo.

- "Pero, ¿¡qué carajo es esto!?", cuestionó anonadado.

- "No mames, que pequeño es el Anillo del Orgullo." resolló Billy, reconociendo al demonio felino. "¿Eres tu, Husker?"

- "No me jodas. Príncipe Cabrón, maldito hijo de perra", risilló Husk, haciendo memoria.

Los dos se dieron un épico apretón de manos.

- "Virgen de Jesús, ha pasado un buen tiempo desde la última vez que fuimos a tomar un trago." cotilleó Billy. Aun siendo muy viejo, sentía nostalgia por sus gratas experiencias con ciertos pecadores.

- "Demasiado tiempo. Tenemos que ir a darlo con todo uno de estos días y- un segundo, ¿tu me trajiste aquí o cómo?"

- "Ammm, no..."

- "Ay, Husk, mi buen amigo. Que gusto que hayas llegado." saludó Alastor afablemente.

- "¡TU! Ni se te ocurra intentar engañarme, hijo de puta." bufó Husk irritado. "¡Estaba a punto de ganar la maldita jugada!"

- "También me alegra verte." respondió Alastor con indiferencia.

- "¿Qué demonios quieres de mí ahora?" preguntó Husk con la voz apagada y la mano en su frente.

- "Mi amigo, estoy haciendo un trabajo de caridad, así que me di la libertad de poner tus servicios a mi voluntad." explicó Alastor en máxima desfachatez. "Supongo está bien."

- "¿Me estás jodiendo?" cuestionó Husk disgustado.

- "Hmmm... no, no lo creo."

Husk empujó a Alastor furiosamente.

- "¿Acaso creíste qué sería muy divertido joderme la existencia solo para sacarme de la puta nada? ¿¡Soy una especie de payaso para ti o como!?" estalló Husk completamente enfurecido.

"Más o menos."

- "No te haré ningún trabajo de caridad." escupió Husk con franqueza.

- "Bueno, yo creo que serías la cara perfecta para estar en el anaquel, puesto como bartender." explicó Alastor sin tomar en cuenta los deseos de Husk en lo más mínimo, enseñándole la mini barra. "Con tu encantadora sonrisa y tu acogedora energía, este trabajo está hecho para ti. No te preocupes, mi amigo, puedo hacerlo incluso más acogedor... si lo deseas."

Alastor materializó una tentadora botella de cerveza barata en la barra.

- "Anímate, Husk. ¡Será divertido!" insistió Billy infantilmente.

Husk ojeó la botella como si fuera la última en un desierto, antes de espabilar y ofenderse.

- "¿¡Qué!? ¿Creen que pueden comprarme con un guiño y alcohol barato?" preguntó retóricamente, agarrando la botella con furia. "¡Pues acertaron!"

Husk empezó a beber y Billy le dio un puñetazo en la espalda (de panas).

- "¡Wuuujuuu! ¡Bienvenido a bordo, huevón!" exclamó emocionado.

- "¡Cu-cuidado animal, se me va a caer la puta aguardiente!" vociferó Husk, atragantándose con la bebida.

- "¡Hey hey, hey hey hey hey hey!" interrumpió Vaggie en desaprobación. "No. ¡Sin bar, sin alcohol! ¡Se supone que este es un lugar para evitarlo! ¡No una especie de vulgar y grosera cueva de hombres-!"

- "¡Cállate!" gritó Angel, atropellando a Vaggie como camioneta. "¡CÁLLA-TE! El bar se queda."

Angel se acercó al nuevo bartender seductoramente.

- "¡~Hola~!" gimió suavemente.

- "Que te den." respondió Husk despectivamente.

- "~Solo si quieres mirarme~" propuso Angel, acariciando su barbilla.

- "¡Oh por Dios, bienvenido al Hotel Feliz!" saludó Charlie. Había escuchado acerca de Husk por parte de su hermano con anterioridad, pero esta era la primera vez en que se veían en persona. "¡Vas a AMAR trabajar aquí!"

- "Eh, perdí la habilidad de amar hace años." soltó Husk, aun bebiendo.

- "Eso dices ahora, pero te aseguro que sus vibras positivas invadirán tu cuerpo cada día. No hay escape." aseguró Billy con una sonrisa demasiado abierta. "Una botellita de ron, por favor."

Husk... no estaba muy satisfecho al oír esa interesante advertencia.

- "Entonces, ¿qué opinan?" cuestionó Alastor.

- "¡Esto es INCREÍBLEEE!" chilló en respuesta Charlie.

- "Buen trabajo, se ve bellísimo." opinó Billy a medias mientras bebía su ron.

- "Está... bien." respondió Vaggie, dándose por vencida.

- "Jajaja, esto será muy entretenido." estableció Alastor, abrazando al trío.

[Inserte canción icónica en la que Alastor sutilmente da a entender que la idea de Charlie es una cagada, pero igual la va a ayudar para ver que pasa. Ninguna Vaggie salió muerta o nalgueada en este video musical... creo]

"Tiempo ellos pasaráaaan..." siguió Alastor, mientras giraba con Charlie. "¡Aquí en el Hazbin Ho-!"

Antes de poder finalizar, una explosión voló la puerta del hotel, la cual chocó contra una despreocupada Niffty.

- "¿¡Quién fue el sacohuea!?" explotó Billy, cargando una escopeta.

Todos se asomaron por el recién generado agujero, para ver que había sido obra de nadie más que el magnífico Sir Pentius, montado nuevamente en su ahora agrietada nave.

- "¡JA! Vaya, vaya, vaya." chifló malévolamente. "Miren a quien me acabo de encontrar con los raritosss. Nos volvemos a ver, Alastor."

- "¿Te conozco?" preguntó muy honestamente.

- "¡Fuo, claro que sí!" afirmó Pentius, sacado de onda, regresando a la cabina de control de su nave. "¡Y esta vezz, tengo el elemento de la sorpresa! ¡AJAJAJAJA! ¡Soy tan malo!"

Jalando una palanca, Pentius apuntó un láser gigantesco hacia el grupo. Alastor simplemente chasqueó los dedos, invocando sus tentáculos, los cuales agarraron la nave, destruyeron el láser, torturaron a Pentius y sus lacayos desde adentro y finalmente hacer explotar todo. Todos menos Billy y Alastor quedaron o asqueados o impactados por la escena. A, pero Sir Pentius está a salvo, no se preocupen.

- "Bacán." comentó Billy casualmente.

- "Bueno, tengo hambre, ¿quién quiere jambalaya?" preguntó Alastor amablemente.

Así, todos regresados al ahora renombrado Hotel Hazbin con cierta incertidumbre... bueno, casi todos. ¿Recuerdan que Billy tenía que ir a su cita con el psicólogo?

- "¿Sí viste las noticias, no?" preguntó Billy a su terapeuta, mientras jugaba con unos bloques que tenía ahí tirados como un niño.

- "En efecto, señor." respondió el profesional neutralmente.

- "Y bien, ¿qué opinas sobre el proyecto de Charlie?"

- "Si le soy completamente honesto, señor..." inició, sin pelos en la lengua. "Quiero de lo que se fumó su hermana."

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