El venao mató a televisa - Parte 1
Así se llamaba el episodio, ¿no?
En fin, ahí les va la primera parte, disfruten el show y la imagen random XD
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El líder de los exorcistas, Adán, había decidido acortar el plazo de tiempo para el exterminio. Comprensivamente, casi todo Orgullo estaba cagando leches por la inesperada noticia. Y los hermanos Morningstar no eran la excepción. Dentro del hotel, Charlie daba mil vueltas, paniqueada, y Billy estaba tragando cloro, empujando a Niffty con su telekinesis para que no se lo robara.
- "¡Muy bien! Esta vez, el exterminio se llevará a cabo en seis meses en lugar de un año..." asimiló Charlie, tratando de conservar la calma.
- "Nos la rifamos..." suspiró Billy sarcásticamente, su garganta ardiendo por tanto cloro.
- "No es la gran cosa, solo un pequeño tropiezo..."
- "Nos van a encular sin vaselina..."
- "Nada que no podamos resolver..."
"... Ni protección..."
- "Solo ángeles que redujeron el tiempo a la mitad..."
- "... Nada mejor tienen que hacer esos hijos de su madre..."
- "¿Quién necesita un año entero para salvar almas?"
- "Y si vuelven a reducir el tiempo otra vez y otra vez podremos AGUANTARLO, ¿¡no es así!?" afirmaron con total seguridad y cero miedo los dos a la vez.
- "¡SÍ! Podremos." alentó Vaggie, sujetando a Charlie para que se calmara.
- "Ay, por favor. Ya tenías una escasa posibilidad de éxito cuando empezaste con toda esta mierda de la salvación. Y ahora-" renegó Angel, antes de que su teléfono empezara a vibrar. Valentino estaba mensajeándolo obsesivamente. "No queda ninguna esperanza..."
- "Me huele a que alguien quiere independizarse y empezar a vivir bajo techo de lámina." comentó Billy, apretando la botella de cloro.
- "No vamos a echar a Angel, Billy, podremos resolverlo. Solo hay que buscar una forma." argumentó Charlie, no queriendo que iniciara algún conflicto.
- "Que bien, mientras la averiguas, el resto del Infierno se vuelve orate. La gente ya está perdiendo la cabeza por la noticia." avisó Angel, agitando su celular y mostrando varios artículos de gente agonizando. "Mira lo que está pasando en el distrito del Juicio Final."
- "Deja de hablar huevadas. Yo pensaba que iban a organizar una orgía en celebración." contestó Billy sarcásticamente.
Una notificación más se activó, un mensaje, y era... curioso cuanto menos.
- "¿Por qué... te dicen que te darán burro?" preguntó Charlie.
- "¿Y no invitan?" agregó Billy, lamiéndose los labios.
- "¡Ahhh! ¡Ehhhh!" exclamó Angel, pensando en que decir. "¡No es nada! Mi jefe, Val, la noticia también lo tiene vuelto loco. Ya te dije, todos se cagan de miedo."
- "Si, tienes razón. La gente está desesperada. Tal vez lo suficiente como para intentar cualquier cosa para salvarse del exterminio." reflexionó Vaggie.
- "¿Y qué se hace cuando tienes una turba desesperada buscando cobijo? ¡Te aprovechas de su vulnerabilidad para unirlos a tu causa!" argumentó Billy como buen político.
- "Uhhhh, no es exactamente lo que tenía en mente, pero innegablemente es una gran momento para reclutar más pecadores para el hotel." añadió Charlie, recuperando el optimismo.
- "Sí, lindo muy lindo, ¿pero saldrán a buscarlos con este ambiente?" cuestionó Angel seriamente, mostrándoles del nuevo la locura en su celular.
- "Ja, ¿en serio piensas que le tenemos miedo a unos pecadores histéricos que de seguro mojaron sus camitas esta mañana?" se mofó Billy.
- "¿Contamos con tu ayuda, Billy?" preguntó Vaggie, decidida.
- "Sí, ehhh, no." negó con algo de vergüenza. "¡Pero no es que no quiera ayudar! Es solo que hoy quedé con mis bendiciones para tener un poco de bonding padre-hijos."
- "No te preocupes, eso es adorable, hermanito, ¿y qué van a hacer? ¿Un picnic? ¿Irán a Lu Lu Land, tal vez?" indagó Charlie, interesada.
- "Los llevaré a conocer a mi secta favorita." anunció Billy como si nada.
- "Oh..."
- "Allí que estás, róbate alguna de sus tanguitas para mí, ¿de acuerdo?" pidió Angel.
- "Hecho. Como sea, ¡suerte con el reclutamiento, bola de imbéciles! ¡Los cultistas claman por la llegada del Papulince del Balance!" se despidió Billy haciendo el signo de paz, desvaneciéndose en una columna de fuego.
- "Y allí se va la única posibilidad que tenían para que los tomen en serio cuando salgan a suplicarle a los demonios que vengan al hotel." carcajeó Angel.
- "Eso no importa, no me rendiré. Si no me pongo manos a la obra, la gente no va a aparecer de la nada en n-"
Convenientemente, una destructiva explosión apareció detrás de Charlie, creando un enorme agujero en la pared, capturando la atención de todos. Para sorpresa de... nadie, era Sir Pentius en su masivo zepeli, hambriento de batalla nuevamente.
- "¡DA LA CARA, BAFOMET!" clamó Pentius, obviamente sin recibir respuesta. "... Ajém, ¿dónde está?"
- "Él ni está aquí." respondió Alastor, bebiendo café tranquilamente.
- "A, ¿ok?" musitó Pentius en incomodidad, sin siquiera notar que había sido el demonio radio quien había respondido. "Um, ¡DA LA CARA, ALASTOR!"
Pentius pausó por un momento, nuevamente sin ver a su objetivo, hasta que se dio cuenta de que se encontraba en el balcón del tercer piso.
- "Oh, ahí estasss." reconoció neutramente antes de volver a su disposición solemne. "¡ENFRENTA MI IRA!"
- "¿Quién eres tu?" preguntó Alastor indiferentemente.
- "¿Qué quien soy...?" exhaló Pentius, ofendido por la pregunta de quien consideraba su rival, mas dispuesto a presentarse. "¿No lo sabes? ¡Soy el gran SIR PENTIUS! ¡Inventor, arquitecto de la desssstrucción, villano extraordinario!"
Los Huevecillos también estaban emocionados, saludando a Alastor y apoyando a su líder. Alastor se volvió sombra para juntarse con el resto del grupo, dándole casi nula importancia a la llegada del invasor.
- "¡Uyyy, es un muchachito malo!" celebró Niffty mañosamente, trepada en el hombro de Alastor.
- "Si lo que dices es cierto, creo que te conozco." Alastor le dio el beneficio de la duda a Pentius, antes de bajar a Niffty.
- "Ataqué la semana pasada..." trató de hacer recordar Pentius.
Para su mala suerte, Alastor simplemente tildeó la cabeza, no recordando absolutamente nada.
- "Nos hemos enfrentado unas... ¡veinte veces!" continuó perseverante el reptil. "¡Estoy seguro que Bafomet recordaría todas las ocasiones en las que hice duelo con él!"
- "Y todas las veces que te frió el ano también, ¿no?" pitorreó Angel.
- "Pues él no está aquí para confirmar nada. En conclusión, el arte de la guerra no es lo tuyo, viborita." complementó Alastor.
- "¡SILENCIO! ¡Ahora inclínate, porque cuando te haya matado, los todopoderosos Vees finalmente van a reconocerme como uno de sus pares!" ordenó Pentius.
- "¡UUUUUU!" exclamó Niffty como si supiera de lo que hablaba, antes de recordar que era todo lo contrario. "¿Oye, qué son los Vees?"
- "Oh, no son gente importante." le insistió Alastor con mal sabor en la boca.
Y hablando del rey de Roma, en la Torre de los Vees, esta alianza estaba prosperando. Vox se encontraba en su zona, rodeado de pantallas que dejaban ver a varios de los ciegos consumidores de sus productos.
- "Confíanos tu entretenimiento. ¡Voxtek! ¡Confía en nosotros! ¡Confía en nosotros! ¡C O N F Í A E N N O S O T R O S!" anunciaba un comercial, mientras Vox reía maliciosamente, deleitándose en la influencia hipnótica tan grande que tenía.
- "¡Esto si es televisión de cAlIdAd!" se pavoneó Vox, electricidad fluyendo a través de su cuerpo.
... Hasta que le llegó una llamada por parte de Velvette. Una indignada Velvette. Vox se detuvo y contestó, transfiriendo la llamada a una de sus pantallas, mostrando a su compañera envuelta en un desorden como pocos.
- "¡Jojo, hola, Velvette! ¿Cómo la estás pasando esta hermosa mañana?" sonrió Vox, tomándose una taza de café.
- "Basta de pendejadas, te necesito aquí. ¡Y AHORA!" exigió Velvette, ignorando su pregunta.
- "¿Cuál podría ser el problema, querida?" preguntó Vox.
- "¡Tu putito privado está arruinando mi apartamento mientras trato de armar un show y-!" empezó a explicar histéricamente, siendo interrumpida por los gritos de sus trabajadores y Valentino maldiciendo hasta a su madre. "¡TRAE TU CULO CUADRADO AQUÍ, AHORA! ¡CARAJO, VALENTINO-!"
Con esto dicho, Velvette cortó la llamada. La enorme sonrisa de Vox desapareció, pies en tierra de nuevo.
- "Muy bien, aquí voy... Valentino... otro puto día con Val." suspiró abatido, dirigiéndose a su elevador. "Si señor... La vida es una puta mierda."
En lo que Vox demoraba en llegar a su departamento, poniendo una sonrisa falsa frente al paparazzi y anunciando un producto ideado en dos segundos, Velvette inmediatamente hizo otra llamada, esta vez a alguien que sabía no tardaría en solucionar su problema.
'Pichula rica 🐐❤️<3' decía el contacto. ¿Quién será?
Billy y sus hijos se encontraban en la Tierra, específicamente en un templo pagano escondido en medio de la nada, sus miembros haciendo de todo: sacrificios, cánticos raros, oraciones al demonio, hierbabuena, lo normal. Billy estaba alzado en medio de todos ellos haciendo una especie de concierto, sus hijos sentados a sus pies, soportando la prohibición de no usar aparatos electrónicos ni nada por el estilo.
- "¡Putain celui qui le lit!" vitoreó Billy mientras hacía un baile muy extraño. "¡Celui qui ne s'amuse pas, je le frappe avec ma guitare!"
- "Que ridiculez más grande, hubiera preferido ir a Lu Lu Land." susurró Sodom a su hermana.
- "Noooo, esto es super emocionante", respondió sarcásticamente Amora. "Vamos, aprovechemos que está distraído para darnos de baja."
- "El mejor plan del mundo. Yo empiezo y-" propuso Sodom, antes de escuchar el tono de llamada de su padre dentro de la bolsa donde habían guardado sus pertenencias más importantes.
Al ver que su padre no le estaba dando importancia y seguía en su mundo, Sodom rodó los ojos, se levantó para sacar su celular de la bolsa... y vio ese contacto, de una persona que él y su hermana repudiaban a muerte.
'Carboncita culona ❤️🖤💅🏾 :3'
Se lo mostró a su hermana y ambos se vieron obligados a soltar un '¡UGH!' al unísono.
- "Me cago en dios..." lamentó Sodom, aceptando la llamada a regañadientes. "¿Qué quieres, buitre asqueroso?"
- "También es una alegría verlos, pulguitas." respondió Velvette con una sonrisa arrogante semi fingida. "¿Qué se traen ustedes, que me contestaron y no mi papi?"
- "Quizás no lo sabías, pero no eres la única que llama a Bafomet 'papi'... ok, eso se escuchó horrible." intentó insultar Sodom, antes de darse cuenta de que había dicho una babosada. "Mira, el punto es que estamos teniendo tiempo de calidad con él y esas cosas. A ti no te invitaron, fíjate."
- "¡Ahora tráiganme al viejo leproso que dijo que se enfrentaría a mí en el monte!" rugió Billy de fondo.
- "Eso, y si quisiéramos ver zorras, hubiéramos ido al zoológico." añadió Amora.
- "De nada, les ahorré el boleto. Como sea. Pásenme a... nuestro papi, ¿quieren?" pidió Velvette sin hacerles mucho caso.
- "Hay unas palabras mágicas para pedirlo amablemente, ¿sabías?" aconsejó Amora entre dientes.
- "¡Ahora, cagadas, o les quito la puta herencia!" demandó Velvette, mientras Valentino pegaba tremendo grito de ópera de fondo.
- "... Ya bueno, esta habla en serio." se rindió Sodom, empujando a su padre para llamar su atención. "¡Pa, te llama tu cariñosa favorita!"
- "Chamaco miado, ya te lo dije, nada de celulares en-..." reclamó Billy antes de darse cuenta de quien llamaba. "¡Oh, dame, dame!"
Billy le arrebató el celular con una sonrisa coqueta, y mandó a todos sus acólitos a callar, perdiéndose en la mirada de su (irritable) amada.
- "¿Qué me cuentas, pechocha?" preguntó emocionado, dando algunas vueltas alrededor del sitio. Estaba pisando sangre y a saber que más, pero no le dio importancia alguna. "¡Saluda a mis causas! ¡Causas, saluden a mi polola!"
Billy agitó su celular enfrente de sus 'seguidores', haciendo soniditos de cabra.
- "¡Buenos días, jinetera de nuestro siniestro amo oscuro!" saludó Thiago, líder de la organización, alegremente.
- "¿Y esa balacera que se traen?" señaló otro acólito en voz baja.
- "Dile a tus muchachos que revisen sus guardarropas." persuadió Velvette, ojeando con disgusto sus atuendos y distrayéndose momentáneamente del motivo de su llamada. "¿Túnicas negras genéricas? ¿Qué son? ¿Monjitas?"
- "Ya la oyeron, para la próxima sesión, todos vengan con moños en la cabeza para estar fashion." anunció Billy formalmente, todos estando de acuerdo con la idea como buenas y mansas ovejitas.
- "¡~Uyy, me veré di-vi-na~!" chilló de alegría un acólito random.
- "Sobre mi cadáver." enunciaron Sodom y Amora a la vez.
- "Bah, da igual, no te llamo por una tontería así." aclaró Velvette, una vez escuchó más objetos siendo arrojados detrás suyo.
- "Muy bien, ¿qué necesita mi princesa, entonces?" inquirió Billy.
- "No estoy de humor, quiero que pongas al gil traga sables de Valentino en su lugar. Eso quiero." reclamó Velvette enfurruñada. "¡El muy marica anda valiendo verga como siempre pues, y vino a hacer alboroto en mi área de trabajo! Osea, ¿¡jelou!?"
- "Hmmm, sí, ya lo estoy notando..." concedió Billy, analizando el entorno.
- "Ajem..." se recompuso Velvette, haciendo su mejor intento de cara adorable. "~Por favorcito, Billy-bu, espántalo por mí~"
- "A, pero a él si le habla bonito, ¿no? Quien lo diría." balbuceó Sodom.
- "De una. Pásame al especialito." asintió Billy, afilando un machete ensangrentado que andaba tirado por ahí.
Velvette se acercó a Valentino sin ningún temor, ignorando la revuelta que estaba formando.
- "Oye, saco de mierda." llamó Velvette, enseñándole su celular. "Te llaman."
- "¿¡QUIÉN, COÑO 'E LA MA-!?" estalló Valentino, agachándose frente a la cámara con la intención de intimidar a esa persona. Al momento en que vio al príncipe Morningstar con una mirada recia, sin embargo, se entiesó, tragando saliva.
- "Hola, buenas." saludó secamente Billy.
- "O-oh, hola hola, buen día, príncipe Bafomet..." saludó de regreso Valentino, disimulando sus miedos y aparentando reverencia.
- "Me han dicho que has estado causando disturbios en el departamento de mi Vel. ¿Eso es verdad?" preguntó figurativamente, no necesitaba confirmación.
- "Pffft, ¡No! ¿¡Cómo cree!? Yo solo estaba jugando a las... um, escondidas con sus trabajadores." intentó desmentir Valentino, abrazando a una empleada X que claramente estaba aterrorizada. "¡Te encontré, amiguita!
- "La inteligencia te persigue, pero tu eres más rápido." comentó Billy, para nada convencido. "A ver si lo entendí, ¿en serio pensaste que era buena idea hacer una rabieta de simio donde trabaja mi chiqui, perra estúpida?"
- "M-mi señor, le aseguro que yo no-" tartamudeó Valentino, dejando a la empleada ir.
- "No no, je, déjame ver..." cortó Billy, sin tomar en cuenta nada de lo que salía de su boca. "¿Tu viejo te amamantaba de pequeño o como saliste tan retrasado? ¿Nos estás llamando mentirosos?"
- "¡Para nada! Jajaja... ja... disculpe alteza, creo que me dejé llevar..." rió nerviosamente Valentino. "N-no, no volverá a pasar..."
- "Más te vale." amenazó Billy, escupiendo para un lado. "No te imagino haciéndote el machote frente a mi machete. Ahora sáquese a la verga."
- "Jeje, es usted un ocurrente, señor..." trató de tomarse a broma Valentino, marchándose. "Chaíto..."
- "Bye bye." se despidió Velvette con la mano y todo.
Apresuradamente, Valentino salió del apartamento para irse al suyo propio, gruñendo para sí mismo una vez se encontró lo suficientemente lejos. Velvette carcajeó por la escena y presionó los labios contra la pantalla de su celular.
- "Buen chico." halagó Velvette. "~Creo que a alguien le toca premio mañana en la noche~"
- "Ou, ya sé que será. ¿Vas a dejarme ir arriba esta vez?" preguntó Billy ilusionado.
- "¡JAJA! Ya quisieras..." se mofó Velvette en respuesta. "Ya no te distraigo de tu bonding con los chiquillos. ¡Bye, pastelito, besos!"
- "¡Bye, mi amol! Um, saluden, chicos..." les pidió Billy a sus hijos, quienes simplemente sacaron el dedo medio frente a la cámara, gesto que respondió Velvette, además sacando la lengua, antes de colgar.
La celebración de Velvette se acabó tan rápido como empezó, al ver el enorme desastre que había dejado la rabieta de Valentino. Ordenó al staff a ponerse a limpiar y decidió seguir con su trabajo. Las diseñadoras le fueron mostrando diferentes conjuntos.
- "No. Inaceptable. Despedida..." fue criticando duramente Velvette. "¿Qué es esto? ¿¡Muñequeras!? ¿¡Es el siglo 17!? ¡Quémalo como las brujas de la inquisición!"
En ese momento, Vox finalmente apareció en su departamento, relajado como siempre.
"Jojojo, Velvette, veo que estás ocupada. Dime, ¿dónde está mi chico berrinchudo ahora?" cuestionó Vox, al no ver a Valentino por ningún lado.
- "Con una videollamada lo mandé llorando a su choza." escupió Velvette. "Le vendría bien que su príncipe de pantalla plana le secara las lagrimitas."
- "Déjame adivinar, ¿tu sugar daddy lo... 'regañó'?" supuso Vox, ya acostumbrado a este tipo de situaciones.
- "Obvio, él si me resuelve."
- "No pues, perdón por no ser un puto monarca." se disculpó sarcásticamente Vox, sacudiendo la cabeza. "Pero a ver, ¿qué es lo que tiene a Val tan... agitado esta mañana?"
- "Yo que sé, pero destrozó a mi mejor modelo", se quejó Velvette. "Y sabes que el show no puede esperar a que esa perrita desafortunada se recomponga. ¡Melissa! ¡Ven aquí, ahora!"
Melissa hizo caso inmediatamente, corriendo al probador apurada y nerviosa.
- "No. No. Horrible. Quiero morir. Puaj", insultaba Velvette mientras le medía diversos trajes usando sus poderes, hasta encontrar uno que le gustaba. "¡Oh sí! ¡Ese sí!"
- "Ahora que lo pienso, tu 'Billy-bu' hace todo lo que quieras." analizó Vox. ¿Por qué no le pides que modele para que te de una ayuda?"
- "Ja, no digas estupideces, Vox." se mofó Velvette al oír esa idea. "Elijiría quedarme en la ruina antes de exponer a mi pollito a las miradas lujuriosas de perras básicas. Él solo puede modelar para mí."
- "Buen punto. Ya veo que tienes todo bajo control, entonces." concluyó Vox.
- "Claro que sí, haz que te den." afirmó Velvette, sacándole el dedo medio. "Ahora, fuera de aquí. Ve a cuidar a tu bebito de mierda."
Vox salió de su área y se dirigió a la torre superior del edificio, donde reposaba un colérico Valentino en su sofá, rodeado del penetrante humo rojo de su cigarro.
- "¡POR FIN LLEGASTE!" rugió Valentino, arrojando violentamente una copa vacía al suelo. "¡Kitty, otro trago!"
El robot sirviente cumplió con su demanda rápidamente.
- "¡¿Puedes creer lo que hizo ese cara de verga!? ¡Putito desagradecido!" se quejó Valentino, arrojando otro vaso, esta vez contra Vox, quien esquivó sin inquietud.
- "Um, ¿de qué putito estamos hablando esta vez?" preguntó Vox por el contexto.
- "¡Del cabrón de Angel! ¿¡De quién carajo más podría estar hablando!?" obvió Valentino, acercándose peligrosamente a Vox.
Este intentó contestar, pero fue abruptamente interrumpido.
- "Esa puta de mierda me abandonó. ¡A mí! ¡Yo lo inventé! Sin mí, él sería un saco de huesos con algunos huecos juguetones."
- "¿Angel se fue?" preguntó Vox, medio distraído con su celular.
- "¡No! ¡El puto no se fue! ¡Es peor!" anunció Valentino dramáticamente, aventando el celular de Vox contra la pared. No se note que estaba emperrado. "¡SE MUDÓ! ¿¡Piensa que puede entrar aquí y trabajar, y luego ir a vivirse en otra parte!? ¿¡Quién carajo se cree que es!? ¡Agarró sus cosas y se fue a vivir con la jodida y estúpida hija de Lucifer!"
- "¿Angel está viviendo con la hija de Lucifer ahora?" preguntó Vox, realmente sin mucho que decir.
- "Sí, esa perra 'Chalki' o 'Chandler', o no sé, tiene nombre de marimacho..." aseguró Valentino, incapaz de recordar su nombre, mientras buscaba armas en un clóset. "... está manejando un hotel y- ¿cuál de estos me hace ver más sexy?"
Valentino posó, enseñándole dos pistolas diferentes con un tono seductor.
- "Ja, ¿qué estás haciendo, Val?" empezó a reírse Vox, solo para mostrar un tono más severo. "No vas a meterte ahí."
- "Ese escurridizo twink recordará a quien le pertenece." amenazó Valentino, apretando su pistola con fuerza. "Juro que voy a volarles la cabeza a todos en ese agujero de mala muerte-"
Vox agarró firmemente a Valentino con furia en sus ojos, su voz distorsionada.
- "¡VAL!" le llamó la atención, antes de regresar a su actitud normal y carismática. "Jejeje, piensa. Vamos a pensarlo de dos formas distintas e igual de importantes. Por un lado, nuestra marca es la perfección. ¿Qué crees que pasará con nuestra imagen si persigues putitos por la ciudad?"
- "Uhhh... ¿se irá a la mierda?" adivinó Valentino.
- "¡Exacto!" le aplaudió Vox, notando que estaba empezando a usar el cerebro. "¿Quieres que la gente piense que no puedes controlar a tus empleados?"
- "No..."
- "Exactamente. ¡Y oye! Todavía tiene un contrato vigente, no puede ir a ninguna parte." razonó Vox, quitándole su arma. "Ahora veámoslo desde la otra perspectiva. ¿Si sabes que el esclavo de nuestra colega, Bafomet, es el inversor del hotel que pretendes atacar?"
- "Pal carajo, es verdad. El príncipe está ayudando a su hermana con el motelcito chafa..."
- "Claro. Sabiendo eso, ¿qué pasaría si fueras a ese hotel a intentar, repito, intentar, y cito, 'volarles la cabeza a todos'?" preguntó Voz, apretando los dientes.
- "¿Bafomet me va... a castrar?" murmuró Valentino, ya ni tan convencido de llevar a cabo su plan.
- "¡Precisamente!" volvió a felicitar Vox. "Por ende... tu debes quedarte tranquilo porque..."
- "¿No debo hacer nada?"
- "¡EXCELENTE IDEA! ¡Por eso te ganas esos billetotes!" halagó Vox, apretándole las mejillas a Valentino.
- "Ugh, pero de verdad quería dispararle a alguien." gimoteó Valentino, sacando otro cigarro, el cual Vox encendió con un pulso eléctrico.
- "Bueno, déjame llamar a los que ganaron menos este mes." consoló Vox, los dos compartiendo sonrisas malévolas.
- "Awww, me conoces tan bien. Jijiji..." ronroneó Valentino, fumando. "¿Sabes algo? Angel no es el único que pasa tiempo en ese hotel destartalado con la dulce princesita..."
Vox no le dio mucha importancia en un inicio, pensando que probablemente se trataba de otro trabajador de Valentino.
- "¿Ah sí? ¿Quién más? ¿Alguien que te debe dinero?" entrevió Vox, buscando algo en unos cajones.
- "¡Ajajaja! ~Nos debe mucho más que dinero~" negó Valentino con una mueca pícara. "El demonio de la radio está ahí."
Escuchando aquello, algo se quebró dentro del demonio televisivo. Sus circuitos se alteraron y rasgó el mueble agresivamente con sus garras.
- "¿Qué fue lo que dijiste?" tosió Vox, perdiendo de a poco la compostura.
- "Me escuchaste bien."
- Alastor. Está de vuelta. Se fue a vivir con la hija de Lucifer, ¿¡y no fue la primera PUTA COSA QUE ME CONTASTE!?" reventó Vox, sacudiendo a Valentino violentamente. "Velvette también sabía al respecto, ¿¡me equivoco!? ¡NO ES POSIBLE QUE NO!"
- "Obvi sí, ella me pasó chismesito." asintió Valentino inocentemente.
- "¿¡POR QUÉ NO ME LO HICIERON SABER A MI TAMBIÉN, HIJOS DE LA VERGA!?"
- "Oye, matar a Alastor es tu fetiche." elaboró Valentino.
Vox se teletransportó hacia el set de pantallas del salón de Valentino y observó la escena de Sir Pentius siendo torturado por Alastor cruelmente, efectivamente confirmando sus mayores temores. Valentino también encontró material para molestarse, viendo que Angel coqueteaba con un hombre cualquiera de Alastor.
- "¿¡Ves!? Mira como coquetea con ese. ¡Y NI SIQUIERA LE COBRA!" gruñó Valentino, apuntando a la pantalla vehementemente. "¿Quién es él? ¡Quiero matar a toda su maldita y jodida familia!"
Vox hacía caso omiso a las feroces palabras de su compañero, su cuerpo rodeado de electricidad.
- "¿Vox? ¡VOX!" exigió atención Valentino, aporreando el mueble.
La mirada de Vox estaba enfocada en el demonio radio y cada uno de sus movimientos, obstruidos por la estática.
- "¡Ese cabrón está de vuelta!" vociferó Vox exasperado.
- "Oh, sí, pensé que no iba a volver nunca." confesó Valentino.
- "¡Pasaron siete años!"
- "¿Aun te jode que casi perdieras esa vez?" preguntó Valentino, agarrándole la mejilla burlescamente.
- "Mierda. ¡Cierra el pico!" mandó a callar Vox, viniendo a su mente muy desagradables recuerdos.
- "Namas decía..."
- "Las cosas cambiaron desde que dejó la ciudad." estableció Vox, respirando hondo.
- "Por supuesto."
- "Tendrá a la hija de Lucifer agarradita de hombros, pero los Vees aun tienen a su hijo."
- "¡Vivan los sugar daddies!" gimió Valentino.
- "¡Le enviaré un mensaje y sabrá, quien está a cargo de las cosas ahora!" impuso Vox, determinado en probar su dominio en ciudad Pentagrama.
[Inserte canción en la que Vox se pone a difamar al recién llegado Alastor por su disque irrelevancia, diciéndole que debió haberse quedado jubilado. Alastor se lo papea con su primera transmisión de radio desde su desaparición, argumentando que Vox necesita actualizaciones y alianzas para ser podereso y bla bla bla, ya se la saben. Es un temazo y punto]
La ira que sufrió Vox por la arremetida que le propició Alastor fue tan grande, que empezó a malfuncionar al punto de dejar a toda ciudad Pentagrama sin luz. Momento latinoamerica. Alastor siguió como si nada con su transmisión, amedrentando a su rival con penetrantes amenazas.
- "... Ay que diversión." finalizó Alastor venenosamente, una risa diabólica zumbando en los oídos de Vox.
- "Puta madreeeee..." pataleó Vox frente sus pantallas.
De vuelta en la Tierra, Billy estaba almorzando comida rápida con sus hijos y los ocultistas. Repentinamente, le llegaron unas cuentas notificaciones al celular. Inquisitivo, agarró su teléfono para ver un mensaje adjuntado con una foto de su novia bastante lamentable.
- Me vienes a arreglar el cabello pero ya
- lpm vox no está soportando
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