#1 ;; mauvaise humeur
;; Mal Humor ;;
— ¡Mueve tu pequeño trasero, duende! — Escuche la chillona voz de Edmée a unos cuentos centímetros de mí —. ¡Juro que si haces que derrame algo voy a hacer que lo limpies con la lengua!
Suspiré con pesadez mientras cerraba mis ojos con frustración. Esperando un sin número de insultos más, los cuáles por suerte; nunca llegaron. Alguno más que otro de los comensales situados en el lugar observaron a la rubia con algo de repulsión, pero ella simplemente se dedicaba a mirarlos con odio de vuelta. A ella no le importaba ser juzgada de ninguna manera. A ella no le importaba nada.
— Buenas noches, bienvenidos a Bieber's sacrée fleur — Sonreí con timidez al notar que no había pronunciado el nombre del restaurante correctamente, de todas formas, percibí que no lo habían notado, puesto que sus expresiones no cambiaron — Éste es el menú principal, y éste es el de bebidas, si desean cualquier cosa; vendré en unos pocos minutos a tomar su pedido — Hable entregándoles los respectivos libros de muestra.
Me retiré de la mesa no sin antes asegurarme por completo de que aquella pareja de mayores estuvieran seguros de que no deseaban ordenar inmediatamente.
Recorrí todo el restaurante retirando platos, vasos y tenedores de todo tipo regalando una sonrisa a todos. El dispositivo en mi muñeca se sacudió en una leve vibración, lo cuál me indicaban que en alguna de las muchas mesas, requerían de mi presencia. Rápidamente camine, haciéndome paso entre los despachos, y finalmente me ubiqué dónde se me ordenaba.
— Oui, bonne nuit, je voudrais que vous prenez ma commande. S'il vous plait — dijo mientras cerraba en menú.
Maldito francés, de mierda.
Mi peor pesadilla era el expresarme en aquel inigualable idioma. A pesar de estar aquí, empleo del cuál dispuse todas mis energías para conseguir, aún no tenía flexibilidad absoluta para ello.
En ésta parte de la ciudad, era muy común que se implementara el inglés. E incluso en el restaurante, ya que los padres de Justin, nacieron en Canadá. Sin embargo él; vivió la mayor parte de su vida en el país.
— ¿Habla Inglés? — pregunté algo atemorizada, pero su rostro se convirtió en una gran mueca de confusión — Inglés — repetí nuevamente.
— Voulez-vous prendre ma commande, déjà? — insistió.
— Señor no le entiendo — susurré entre dientes, asegurándome de qué ningún comensal pudiera escucharme.
— Puis-je parler à quelqu'un qui comprend ma langue?
Cerré mis ojos con fuerza intentando aminorar la frustración que sentía. A medida que intentaba idear una salida del problema.
— Permítame un segundo — dije mientras hacia pequeñas señas y elevaba uno de mis dedos pertenecientes a mi mano izquierda, y abría mi mano derecha hasta el tope. Sin embargo, él permanecía sin entender la situación — Ugh, solo quédese sentado — gruñí y me retiré.
Con una gran sonrisa me acerqué a Enguerrand, una de las pocas personas que me ha aceptado en éste tedioso lugar.
— ¡Amour! — exclamó al verme y mis mejillas tomaron un color carmesí, de forma inmediata — ¿Qué necesitas?
— Tengo problemas de comunicación, nuevamente — susurré apenada — ¿Crees que podrías recibir el pedido de la mesa cinco? Prometo que será la última vez — dije, sabiendo que era una total mentira.
— No hay problema, yo me encargo — respondió, y tomó su anotador junto a una lapicera, para comenzar a dirigirse hacia dicha mesa. Minutos después se acercó a mi con una pequeña hoja en manos, la cual me extendió — No hay de qué.
~
Erguí mi espalda una vez terminé de limpiar la mesa que se encontraba frente a mi en su totalidad. Colocando las sillas de forma que la base quedara sostenida sobre la madera.
— ¡Putain stupide! — un grito enojado se escuchó en el área de la comida, y todos los empleados que se encontraban a mi alrededor suspiraron con cansancio.
— No otra vez — Edmée dijo rodando los ojos, mientras soltaba la toalla con la cuál limpiaba el resto de las mesas.
— Chicos, el señor Bieber los quiere a todos en la cocina, ahora — Fabian, el gerente del restaurante nos informó y todos asentimos, dejando nuestros quehaceres para acudir a su llamado.
Al ingresar todo estaba sumido en un sepulcral silencio. Justin se encontraba con sus manos sobre su cabeza, algo que indicaba que estaba muy molesto, e incluso frustrado. Él se giró para encargarnos a todos, y nuevamente dio otra vuelta para observar a todo el personal de la cocina.
— Un cabello — gruñó entre dientes — En mi platillo, había un maldito cabello.
— Chef — una de las chicas susurró apenada, pero los gritos de Justin la silenciaron por completo.
— ¡Cierra la maldita boca, y escúchame cuándo hablo! — ladró — ¿Entendiste?
— ¡Si, Chef! — ella exclamó, parpadeando rápidamente, señal de que estaba impidiendo que las lágrimas abandonaran sus ojos.
— ¡No he recibido una mala crítica en años! ¿Acaso ustedes están jugando con mi prestigio? — él pregunto con rabia — ¿Cómo diablos es posible que un plato salga de mi cocina, con un estúpido cabello en el?
— Chef, lo lamento tanto — la chica volvió a interferir entre pequeños y ridículos sollozos.
— ¡Eso no suficiente, estúpida! — el gritó y de su bolsillo sacó una pequeña hoja de papel — Esto — la señaló — Esto es una basura, ¡una mierda!, ¡una broma! — dijo, y acto seguido hizo trozos el papel — ¡La mesa siete recibió un Ratatouille con un extra de hembras de cabello!
El silencio dominaba en la área, lo único audible aparte de los usuales gritos de Justin, eran las anormales respiraciones de los empleados. Todo estábamos ansiosos hasta la mierda.
— Ahora me gustaría saber, quién fue él o la camarera que llevó esa basura de comida contaminada hacia el comensal — dijo, pero el silencio se mantuvo. Edmée se estremeció a mi lado, maldiciendo, ese momento me hizo recordar, que ella fue la mesera que entrego el pedido — ¡dammit! ¡Les juro que voy a hacerle daño a alguien si no responden! — musitó mientras arrojaba lo que fuera qué estuviera a su alcance
— Fui yo, Chef — mentí suspirando, y mis compañeros me observaron con asco y enojo — Lo lamento tanto, estaba tan distraída y simplemente, lo deje pasar.
— ¿Sabes lo que eso significa para ti? — él dijo, conteniendo su respiración — Estás malditamente acabada — se quitó su delantal y lo arrojó a cualquier parte de la cocina — rat — pronunció entre dientes y todos abrieron sus bocas con total impresión.
Eso si lo había entendido por completo.
Él me ha llamado rata.
Su última acción fue patear las maquinas de lavado que se encontraban frente a él mientras gruñía con furia.
— Ya has probado un poco del temperamento de Bieber — una chica de tes morena me susurró con inquietud — Deberías preocuparte, él es aún peor que eso.
;; GLOSARIO DE PALABRAS & ORACIONES ;;
» Oui, bonne nuit, je voudrais que vous prenez ma commande. S'il vous plait
Sí, buenas noches, quiero que tome mi pedido. Por favor
» Voulez-vous prendre ma commande, déjà?
¿Quieres tomar mi pedido, ya?
» Puis-je parler à quelqu'un qui comprend ma langue?
¿Puedo hablar con alguien qué entienda mi idioma / lenguaje?
» Amour
Amor
» Putain Stupide
Puta estúpida
» Dammit
Maldita Sea
~
Espero que les haya gustado el capítulo, lectores. No olviden dejar sus votos y sobre todo; sus opiniones en los comentarios. ¡Nos leemos en la próxima!
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