6} Star
-¡Salchichas asadas!
Anunció Gary, levantando una bandeja que acababa de sacar de la fogata.
-¿Quieres?
Le pregunté a Daniel por sobre mi hombro.
Estábamos sentados en el suelo, yo estaba apoyada sobre él y a su vez él se recargaba en un tronco caído. Me sonrió y negó con la cabeza.
-Estoy lleno.
Respondió mientras corría mi pelo a un costado y me besaba la mejilla.
Me acurruqué más contra su cuerpo. Ese momento era tan especial que casi gimo de frustración cuando Grace me llamó al otro lado del fuego. Estaba junto a Crystal y las dos parecían ansiosas por algo.
-Deber de chicas.
Expliqué mientras me separaba de él y me levantaba.
Él sonrió.
-Está bien por ahora. Pero ¿podrías pasar por mi cabaña en cuanto termines?
Señaló con la cabeza la cabaña mas cercana al agua.
Asentí y le dí un corto beso antes de dirigirme a mi amiga.
-¿Qué sucede?
Inquirí en cuanto estuve a su lado.
-Necesitó información sobre uno de los chicos.
Se apresuró a decir.
-Te vi hablar con cuatro chicos diferentes esta noche, no sé a cual te refieras, pero Crystal puede ayudarte mas que yo, ella los conoce.
Señalé divertida.
-No lo conozco. No es del equipo. Ni siquiera sé que hace aquí pero Grace acaba de tener un flechazo por él.
Explicó Crystal.
-Y yo... ¿qué instrumento toco en esta orquesta?
Seguí sin entender.
-Quizás Daniel sepa de quién se trata. Pregúntale. Es el chico que esta sentado allí.
Señaló disimuladamente con su meñique.
Con toda la sutileza que pude, miré hacia donde me indicaba. Había un chico sentado, apartado del resto. No lo reconocí, pero le prometí a Grace averiguar sobre él antes de dirigirme a la cabaña de Daniel.
Toqué la puerta y él la abrió enseguida.
-Pasa.
Me invitó y le hice caso.
-¿Que tal el "deber de chicas"?
Indagó, cerrando la puerta tras él.
-Reunión de suma emergencia a causa de un muchacho que le interesó a Grace. Te necesito para averiguar lo que pueda sobre este extraño.
Le conté con diversión.
-Bien, vamos a encargarnos de eso. Pero antes...
Se dirigió a la sala de estar en la cabaña y se sentó en el sofá.
Lo seguí y me senté a su lado porque eso fue lo que me pidió con su mirada azul.
-Michi, has hecho nacer en mi sentimientos de una forma que nunca he conocido antes. Las ultimas semanas contigo me han abierto puertas que ni siquiera sabía que estaban ahí. Me encanta lo que tenemos, pero quiero más...
Empezó a decir con un tono de voz lleno de dulzura.
Me tensé y de repente fui muy consciente de que había una cama cerca de nosotros.
Unos años atrás solía pensar que nunca estaría preparada para dar ese paso. Después conocí a Justin y lo quise dar con todas mis fuerzas. Hemos hecho muchas cosas de esa índole pero nunca fuimos tan lejos porque él no lo permitía. Mascullaba algo sobre que "tenía que ser especial y lleno de amor". Su único gesto romántico y yo quería matarlo cuando lo hacía.
Por si no quedó claro, soy virgen. Y no quiero perder eso esta noche.
Pero me quedó claro que Daniel tampoco lo pretendía cuando sacó una pequeña caja de su bolsillo y susurró con nervios:
-Michelle Mileston ¿me harías el honor de ser mi novia?
Abrió la cajita y un hermoso colgante se mostraba en ella.
Era de oro y su dije se trataba de un brillante fantástico en forma de estrella.
-Si.
Mi respuesta fue mas como un jadeo, pero al parecer él lo entendió porque sus ojos brillaron y me apartó el cabello para ponerme el collar antes de darme un suave y largo beso.
A partir de ese momento, olvidé todo.
¿Corazón destrozado? ¿A qué te refieres?
¿Ataques de pánico? ¿Qué es eso?
¿Dolor? ¿De qué hablas?
¿Justin Bieber?... ¿Quién es?
En los días que siguieron hubo paseos en lancha, concursos de pesca, llantos de risa, besos inolvidables. Fui tan feliz que apenas era consciente de algo más que no fuera la dicha dentro de mi.
-¿Crees que me haya picado algo?
Me preguntó Grace la última madrugada en el lago, cuando ya estábamos dentro de la cabaña preparándonos para dormir.
Me mostró su brazo enrojecido y saqué el cepillo de dientes de mi boca para decir:
-No, creo que es solo un raspón.
-Ah. Ya me parecía.
Se conformó.
Me puse mi pijama y estaba a punto de acostarme como mis dos compañeras cuando unos golpes a nuestra puerta nos llamó la atención.
Crystal se apresuró a abrirla. Gary, Daniel y otros tres compañeros del equipo entraron haciendo alboroto y cargando unas cuantas bebidas y bolsas con dulces.
-Ya que aquí no está el conductor designado ¡fiesta hasta el amanecer!
Exclamó uno de los chicos.
Daniel se acercó a mi y me beso para luego mostrarme una bolsa de caramelos de fruta.
-Esta es tuya.
Habló.
Nos quedamos toda la noche charlando, haciendo cosas tontas como imitar escenas de películas y riendo. Cuando partimos al otro día, ninguno de nosotros había dormido pero aun así eramos los mas activos en la camioneta.
Otra vez, después de un tiempo, Daniel y yo nos perdimos en nuestro propio mundo.
Bieber is Back - Tatteana Pedernera.
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