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29} Treasure

Justin me había pedido que me preparara para nuestra salida, y decidí estrenar el nuevo vestido.

De alguna forma me sentía inquieta porque le había prometido a Dave que lo usaría en el encuentro con nuestros amigos. Además de eso se suma el hecho de que ni siquiera fui capaz de confesarle quién me había llamado cuando me lo preguntó en la tarde, después de que hablé en sus narices con la única persona que él ha llegado a odiar.

Pero me confortaba a mi misma el pensamiento de que esa persona era también la que yo había llegado a amar.

El sol se estaba escondiendo cuando llegué a la casa de Justin. Los pocos rayos que todavía lograban brillar se proyectaban en los detalles dorados de mi vestido, haciendo que pequeñas luces iluminaran la madera del porche.

Tomé la llave debajo de la alfombra y abrí la puerta. Utilicé ese método de entrada porque el dueño de casa me había avisado que llegaría un poco mas tarde de lo previsto.

Cuando entré estuve a punto de encender la luz pero noté que la enorme lámpara de pie estaba encendida y fuera de lugar, colocada en el centro de la sala. Me acerqué para inspeccionar y encontré una nota pegada en el reflector. La tomé con curiosidad y la desplegué para encontrarme con las siguientes palabras:

"Juguemos a la Búsqueda Del Tesoro.

Hay algo para ti escondido en la casa, pero necesitó que sigas las pistas para encontrarlo. Solo serán cuatro acertijos que tienes que resolver para llegar a donde estoy y entonces obtendrás tu premio.

¿Lista, Chelle?

1º: 'Te besé por primera vez en el jardín de tus dulces dieciséis; había flores cerca de nosotros que pudimos ver; si encuentras esas flores sabrás que camino recorrer.'

(He rimado y ni siquiera me lo propuse, soy mas genial de lo que creí)

Mi amor es tuyo.

Justin."

Me reí por su paréntesis, ese comentario fue demasiado Bieber, pero mis ojos estaban llenos de lagrimas debido a la emoción.

Él de verdad llenaba todos mis huecos con su amor.

Aun con una gran sonrisa, empecé a pensar cuales flores había en el jardín del salón esa noche. Eran blancas pero es todo lo que recuerdo porque estaba perdida en mi momento con él. Nuestro primer y repentino beso junto a la piscina...

¡PISCINA!

Corrí al patio trasero y me acerqué a la pileta que la casa poseía. No era ni de lejos tan enorme como la del salón pero, como supuse, un ramo de rosas blancas estaba apoyado en el borde de esta. Las tomé y leí la nota que había entre las hermosas flores:

"2º: 'Estabas leyendo la primera vez que te hablé; no fue un gran comienzo, lo sé; pero yo solo iba a aquel lugar para verte; no aguantaba un minuto más sin poder conocerte.'

(De nuevo, he rimado. Me contagiaste tu gripe literaria, supongo)

Mi amor es tuyo.

Justin."

Me quedé pasmada. Yo de verdad no sabia que Justin iba a la biblioteca solo para verme. Me regocijé tanto con ese pensamiento que casi paso por alto el hecho de que él no quiso referirse al lugar que fue el punto de partida de nuestra relación, por lo tanto...

Me dirigí con paso apresurado a su estante de libros y saqué el único de su colección que no se trataba de informática y que, de hecho, era mío y había dejado olvidado. La siguiente nota estaba en la primera pagina:

"3º: 'Adivina en qué clase fue; la primera vez que notaste mi presencia; y literalmente golpeaste mi cabeza.'

(Si, supe todo este tiempo que fuiste tú)

Mi amor es tuyo.

Justin."

Reí.

El profesor me había separado de mi grupo de amigos porque no parábamos de molestar, entonces intenté comunicarme con ellos a través de papeles escritos. Cuando tiré mi segundo mensaje, supe que algo salió mal en mis coordenadas porque este dio en la nuca de un muchacho que no había visto antes. Posiblemente era nuevo y yo ni enterada.

Era Justin, pero cuando se giró, yo fingí estar muy interesada en una mancha de humedad de la pared.

Definitivamente la clase era Salud. Ese viejo profesor separaba a mi grupo todo el tiempo.

Atando cabos, me dirigí al baño y encontré la ultima pista en el botiquín:

"4º: 'Eres lo suficientemente valiosa como para seguir adelante; no importa en absoluto lo que pasé; eres hermosa y nada puede detenerte.'

Por eso mi amor es tuyo.

Justin."

Esta vez no pude evitar que un par de lagrimas se escaparan de mis ojos. En serio, el amor que yo tengo por este hombre no se compara con nada en el mundo.

Entendiendo sus palabras, caminé a la cajita musical que él me había regalado en mi cumpleaños y que ahora adornaba uno de sus estantes y la abrí. La suave melodía llegaba a mis oídos mientras leía la nota final:

"Estoy en la habitación, Chelle. No había que ser un genio para deducirlo."

Solté una carcajada, mientras subía las escaleras con prisa. Abrí la puerta de su cuarto y, efectivamente, él estaba allí.

Parpadeó varias veces mientras me miraba de arriba abajo por el atuendo que llevaba puesto y yo lo imité, pues también se había producido. Con una camisa blanca y unos vaqueros azules que le sentaban muy bien.

-Mierda, eres hermosa.

Murmuró, una vez que sus ojos se encontraron con los míos.

-Me haces desear haber comprado directamente los de oro.

Comentó, levantando un paquete que tenía en su mano.

La curiosidad hizo que olvidara las palabras de agradecimiento que tenía por su lindo gesto de la Búsqueda Del Tesoro.

-¿De qué hablas?

Inquirí.

Él abrió el paquete, aun mirándome fijamente y me mostró su interior. Había dos anillos de plata.

-Chelle...

Empezó a hablar, acercándose y quedando frente a mi.

-Quiero que seas mi novia, para siempre. Quiero que te comprometas a comprometerte conmigo. ¿Me darías ese honor?

Sonaba un poco nervioso, pero cuando vio mi expresión confundida, sonrió de costado con diversión.

-¿Me estás pidiendo que me comprometa a que mas adelante nos comprometamos para casarnos después?

Pregunté.

-Exacto, eso.

-Eres rebuscado.

Intenté quejarme, pero la emoción me traicionó y quebró mi voz.

Él pasó su mano por mi nuca y pegó nuestros labios, quienes se unieron en un tierno beso mientras mas lagrimas caían por mis mejillas.

-¿Entonces?

Susurró sobre mi boca.

-Si, Justin. Quiero comprometerme a comprometerme contigo.


Bieber is Back - Tatteana Pedernera


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