15} Birthday
Tenía un primo en Driven que era tan despistado que olvidaba hasta su propio cumpleaños. En serio, yo nunca pude comprender como una persona puede olvidar esa importante información. Siempre fui de las que esperan su cumpleaños con ansias para pasar un día divertido siendo homenajeada.
Por eso cuando recibí un emotivo mensaje a medianoche de Dave saludándome para esta "feliz fecha en la que nací", me sentí mas perdida que en toda mi vida entera. No podía creer que lo hubiese olvidado. Estuve pensando sobre esto toda la semana, pero los acontecimientos de ayer con Grace me habían hecho eliminar de mi cargada cabeza absolutamente todo.
Realmente, ahora no me importaba.
Luego de Dave, otra lluvia de mensajes cayó en mi teléfono, pero solo leí y contesté el de Daniel antes de silenciarlo y dormirme.
Al otro día, yo estaba pasando la mañana de mis diecinueve años en la planta de abortos de una clínica.
Mi celular sonó, con el nombre de Dave en la pantalla:
-Hola.
Saludé.
-Feliz, feliz en tu día.
Canturreó él.
Miré la atmósfera de mi alrededor. Definitivamente no era feliz, pero fingí alegría en mi voz cuando respondí:
-Gracias.
-Entiendo que sumar un año mas a tu vida sea un acontecimiento épico y que todo el mundo debe ajustarse a tus requerimientos hoy, pero de verdad esperaba que te presentaras a clases ¿No es muy temprano para comenzar a festejar, de todas formas?
Su tono acusador, para mi sorpresa, me hizo sonreír de verdad por un segundo.
Le juré que nos encontraríamos para almorzar y después de unas palabras mas, colgamos.
Grace salió del consultorio bastante somnolienta, pero no tan dopada como lo había imaginado. La abracé cuando subimos al taxi y la sostuve contra mi mientras dormía. De vez en cuando se despertaba y soltaba un sollozo pero volvía a sumirse en la inconsciencia inmediatamente.
Tuve un poco de dificultad para subir las escaleras con ella, pero finalmente llegó a su cama y se acurrucó allí.
Supuse que dormiría todo el día, así que le pedí que me llamara si necesitaba algo, porque me iría a almorzar con Dave. Gruñó en respuesta afirmativa.
Pasé el mediodía entre comida chatarra y sodas dulces. La compañía de mi mejor amigo siempre era reparadora y todo fue bien por un par de horas, hasta que empecé a desahogarme con él sobre todo lo sucedido. Mi frágil estabilidad no podía soportarlo sola. Él se mostró compasivo y me consoló bastante, así que tuve la sensación de que quizás el día podía terminar medianamente satisfactorio.
Esa sensación aumentó en la tarde, cuando Dave me condujo (contra mi voluntad) a un bar y me encontré con una fiesta sorpresa organizada por Daniel. Vi a Gary junto a la dulce de Crystal y literalmente tuve una arcada debido a la angustia. Dave lo entendió así que me alejó de ellos.
Pero mientras transcurría el festejo, todo fue tan normal que incluso me sentí alegre.
El sol se estaba escondiendo cuando mi novio me apartó para darme mi regalo, que constaba en un perfume importado. Se lo agradecí de todo corazón, mas que nada porque la carta que venía con él estaba llena de palabras dulces y cargadas de sentimientos. La culminaba un "Te amo", pero supe inmediatamente que su expresión inquieta no se debía a la confesión escrita.
-¿Ocurre algo?
Inquirí.
-Es que... no sé. Todavía sigo sin poder creerlo. Recibí un correo y una llamada hoy, eran un grupo de representantes deportivos. Ellos me han visto jugar, ni siquiera sé como, pero les interesa reclutarme en un club grande, no me dieron mas detalles pero entendí que es en Europa.
Cuando me dio su respuesta había mucha incredulidad en su voz, pero aun así la emoción era demasiado evidente.
-¿En serio?
Yo tampoco pude creerlo.
-Si. Iré a probarme el próximo mes.
Después de esas palabras, no pude evitar explotar:
-¡¿Probarte?! ¡Fuiste exactamente tu el que dijo que no quería vivir del fútbol!
Soné mas irritada de lo que pretendía.
Sus ojos azules me miraron con sorpresa.
-Yo...solo...
Balbuceó.
Pero en realidad no estaba enfadada con él. Estaba mirando al embarazo de Grace, estaba mirando a la interrupción de este mismo, también miraba el engaño de Gary a Crystal y miraba lo débil que era yo por dejar que todo eso me afectara y me desequilibrara así.
Salí corriendo del bar, sin poder aguantar ni un poco mas.
No sé cuanto tiempo troté, pero llegué a la parte trasera de un sucio restaurante y me senté contra la pared frente a la calle poco concurrida. Subí las rodillas a mi cara y me encargué de respirar profundamente, temiendo un ataque de pánico.
Sentí una presencia inclinarse sobre mi y levanté la vista para encontrarme con dos inquisidores ojos mieles.
Gemí de frustración.
-Y pensé que no podía ir peor...
Solté con enojo.
Ignorando mis palabras, Justin Bieber se sentó frente a mi.
-¿Qué pasa?
Preguntó.
Iba a gritarle que se fuera, que era la ultima persona con la que quería lidiar esa noche, pero su voz inusualmente suave envió a través de mi una oleada de calor. Desde que volvió a mi vida, no era una fanática de lo que él despertaba en mi, pero esta noche sentirlo alejaba todo lo demás y no quise apartarlo.
-Problemas.
Suspiré, apoyando mi cabeza contra el muro.
Justin asintió con lentitud, escudriñándome con una preocupación que despertó mi interés. Antes él no denotaba así de fácil sus emociones.
-¿Quieres ir por palomitas de maíz? Esas mierdas siempre te hacían sentir mejor.
Ofreció, y a pesar del insulto, lo hizo con un tono dulce.
Acepté.
Bieber is Back - Tatteana Pedernera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro