LOREN PDV

—Esto te ayudará a dormir mejor—dijo mamá dándome masajes en la cabeza.

—Gracias mamá—dije suspirando.

—¿Por qué gracias? Amo masajearte la cabeza—dijo con dulzura—Pero ahora dime, ¿por qué no podías dormir?

—Estaba esperando a papa—dije triste.

—El tiene que trabajar mi amor, no puedes estar despierta toda la noche.

—Mamá, ¿tú piensas que papá nos sigue amando?—pregunté cabizbaja.

—Claro que si cariño, el siempre nos amará—dijo con voz tranquila.

—¿Siempre? ¿Cómo lo sabes?—pregunté dudosa.

—Él es tu padre, y uno no puede dejar de amar a sus hijos. Así como yo nunca dejaré de amarte. Te amo más que a nada en este mundo—dijo acariciando mi mejilla con ternura.

Tengo a la mejor mamá.

—¿Cómo sabes todo mamá?—pregunté curiosa.

—Solo lo se, ven aquí—dijo y me abrazó fuerte, después me dió su collar.

—¡Mamá!—dije con sorpresa.

¡Es su collar favorito!

—Sabes que tu padre me lo obsequió cuando tu naciste, así que te pertenece.

—Gracias mamá, estoy segura que karla estará celosa de esto.

Abrí los ojos de repente, miré al techo, la luz de la luna alumbra el cuarto, otro sueño acerca de mi pasado, pero este fue un buen recuerdo con mi madre, cuando me obsequió el collar que aun conservo, es el que me da suerte, de eso estoy segura. Suspiré, como te extraño mamá, ¿Cuándo volveré a verte?

El sueño se esfumó así que me levanté de la cama y me dirigí a la sala, ahí estaba Camila.

—¿Estás despierta a las seis de la mañana?—Preguntó Camila.

—No podía dormir—contesté cansada.

—Oh Dios, entonces ¿Me acompañarías a correr?—preguntó mientras se ponía una gorra.

—Si, vamos.

Me cambié de ropa, quitándome la pijama y poniéndome algo deportivo, salimos del departamento y comenzamos a trotar.

Pasaron algunos veinte minutos y llegamos a una tienda donde vendes jugos naturales y licuados a petición de Cami.

—Estuvo bien desestresarnos un poco y hacer algo productivo como ejercicio—dijo Camila, estamos afuera de la tienda de jugos.

—Si—asentí.

—¿Quieres comprar las bebidas de trigo de aquí?—preguntó Camila.

—No gracias—dije cruzándome de brazos y continué hablando—Tengo mi jugo de hiervas en casa.

—¿Puedes hacer uno para mi también?—dijo con una emocionada.

—¿Siquiera tienes que preguntar?—le dije rodando los ojos con una sonrisa.

—¡Genial! Entonces vamos, por hoy pasaré del jugo de trigos.

Caminamos a casa, después de tomar el jugo de hiervas nos dirigimos cada una a bañar por su lado, después pasaron unas horas y nos dirigimos al balcón del departamento.

—Loren—escuché mientras seguía perdida en mis pensamientos—Loren, Loren.

Levanté la vista

—¿Qué?

—¿Qué te pasa?—preguntó Camila.

—Solo... las pesadillas, ellas no paran—dije con la mirada perdida en los edificios que se logran ver desde aquí.

—¿Sobre tu papá?

—No, éste fue más intenso.

—¿Tu medio hermano él cual es un pedazo de mierda?

—No.

—Oh entonces ¿estaba el señor Bieber en tus sueños?—preguntó Camila con una sonrisa de lado—¿Estoy en lo correcto o estoy en lo correcto?

Rodé los ojos, aparte del sueño que tuve con mamá, efectivamente había soñado con el señor Bieber.

—Déjalo Cami, era él y una mujer en mi sueño.

—Juegas el rol de la celosa incluso en tus sueños—dijo soltando una carcajada—Si él estuviera en mis sueños chica, se que estaríamos haciendo.

Hice una mueca.

—No me hagas vomitar a estás tempranas horas del día—dije rodando los ojos.

—Vamos chica, ¿qué imaginaste?

—Nada, tengo que alistarme para la gala.

—¡Oh si! Vamos al vestidor—dijo Camila con entusiasmo.

Camila tiene la energía más positiva de la vida.

Llegamos frente al armario y saqué un vestido elegante y largo color violeta abierto de una pierna, después me quité la ropa y me lo puse, también esta un poco abierto de los pechos, y es algo brillante, me senté en la cama y camila comenzó a poner lacio mi cabello castaño, cuando terminó lo puse tras mis orejas, y coloqué unos pendientes plateados brillantes, Camila comenzó a maquillarme, concentrándose en mis ojos y poniendo solo brillo en mis labios.

—¡Luces hermosa!—dijo Camila cuando terminó con todo, ni siquiera me he visto al espejo.

—No debí estar lista tan temprano, aun faltan dos horas para que Alek venga por mi.

—Tan raro como suene, puedes tomar una siesta—dijo Camila cruzándose de brazos.

—Eso haré—dije bostezando.

JUSTIN PDV

—Espero que todo esté listo, Alek—le dije a Aleksandr por celular. Estoy en mi gran habitación en mi casa, mientras visto con unos pantalones de chandal y sin camisa—No, sigo trabajando, hay algunos documentos que tengo que revisar.

—Bien, yo estoy en revisando algunas cosas—dijo Aleksandr del otro lado.

—Ocúpate de las formalidades de la casa de publicidad.

—De acuerdo, por cierto ya falta poco para la gala.

—Oh la gala por supuesto, ¿Todos los arreglos están listos?—Pregunté interesado, esta gala siempre tiene que salir perfecta.

—Si, Loren se encargó de eso.

—¿Quieres decir que ella sola se ocupo de todo?—dije sorprendida y no se so de buena o mala manera—Tienes que tener cuidado Alek, ella es nueva en la empresa.

—Saldrá bien, ya verás.

—Bien. Estaré en el evento a las siete de la tarde.

—Muy bien allá te veo—Dijo Aleksandr.

—seguro, nos vemos—dije y colgué la llamada.

—Justin, ¡Justin! ¡justin Bieber!—gritó mi mamá entrando a mi habitación, nunca se cuando viene a casa, los empleados le abren y yo ni me doy cuenta.

Me crucé de brazos y fruncí el ceño.

—¿Si mamá?—dije rodando los ojos.

—¿Esa es la manera en la que recibes a tu madre?—dije molesta.

—Mamá solo tengo una hora para atender a un gran cliente de la empresa—dije dándome un leve golpe en la frente.

—No deberías trabajar tanto Justin, ¿No es hoy la noche de celebración de la gran gala de tu compañía donde nadie trabaja este día?—dijo poniéndose una mano en la cintura.

—Si lo es.

—Increíble, estoy segura que saldrá igual de bien que cada año, tu padre y yo estamos orgullosos de ti. Entonces, ¿quién es tu cita éste año?

—Mamá por favor—rodé los ojos una vez más, Dios, ella puede ser tan fisgona a veces—Necesito volver al trabajo—dije apuntando a mi celular, necesito llamarle a un cliente.

—Lo descubriré en la fiesta, nos vemos hijo.

Negué con la cabeza, a veces ella hace que me duela la cabeza.

LOREN PDV

—Loren, ¿Estás lista?—dijo Alek del otro lado del teléfono celular.

—Si, supongo—dije preocupada, pues me acabo de despertar de la siesta, seguro mi cabello es un desastre.

—Esta bien si necesitas tiempo, te espero aquí abajo.

—Bien, te veo en diez—dije y colgué la llamada—¡Camila!—grité.

—¿Por qué estás gritando?—preguntó preocupada.

—Son las seis y media y tu no me despertaste—dije molesta.

—estabas invernando como un oso—dijo riéndose.

—¿Mi cabello está bien?—Pregunté .

—Todo esta bien, luces increíble, todo perfecto, ahora vete, diviértete.

Me miré dos segundos en el espejo por primera vez en el día y me gustó lo que vi, después salí del departamento, baje y miré a Alek estacionado enfrente.

Ahí está el, luciendo encantador en un traje y un cabello muy bien peinado, el luce mejor en ropa formal.

Nunca había notado lo joven y juguetón que el luce la mayoría del tiempo.

Ir a la gala con él definitivamente fue una buena decisión, la cual me ayudara a mantener mi mente alejada de Justin.

—Luces bien Loren—me dijo cuando llegué frente a él.

—no luces tan mal—le dije con una sonrisa—no sabía que tenías interés en la moda.

—Solo esta noche, mostraría algo de luz para mi traje armani—dijo riendo.

—Está increíble.

—Bien, vamos, tenemos que asegurarnos que todo esta bien en la gala antes de que los invitados lleguen.

Entramos al auto, después de unos minutos llegamos.

Todo el salón luce hermoso adornado, mesas con manteles blancos y encima violetas, con otra tela encima color vino. Todo está adornado a la perfección, elegante y exótico.

—Esto luce increíble Alek—murmuré sorprendida y satisfecha.

—Claro que lo hace—sonrío orgulloso—Estoy agradecido, lo lograste Loren—después se rascó el cuello—De otra forma Justin me hubiera matado.

—¿Por qué?—pregunté.

—Él no estaba seguro si podrías manejar todo esta responsabilidad tu sola.

¿Siquiera por qué Justin piensa en mi?

—Bueno, entonces estoy agradecida de que todo saliera perfecto.

De repente giré mi vista a las grandes escaleras que están en medio del salón, miré a Justin agarrado de la mano de una elegante chica, vienen bajando las escaleras y se podría decir que la atención está en ello, él esta luciendo un traje bastante elegante y lo hace lucir increíblemente atractivo, desde aquí puedo pensar en su perfume varonil y casi pierdo la cabeza.

No pude evitar ver a la chica que lo acompaña, cabello rubio-blanco, con un vestido amarillo descubierto de la espalda. Es bastante bonita.

El tiempo estaba volando y todos estaban disfrutando la fiesta.

Y cuando lo vi con ella solo pude pensar en lo diferente que son nuestros mundos, crecí en halifax, lejos de todo esta elegancia y glamour.

Mis años de adolescencia los pase encerrada en mi habitación, ni siquiera fui la graduación de la preparatoria.

Hoy es definitivamente tan diferente.

—¿Estás ahí?—preguntó Alek.

—Oh lo siento—otra vez me había perdido en mis pensamientos.

—Se que puede ser intimidante estar rodeado de tantas personas—murmuró Alek.

—Lo juro, todo es tan diferente.

—Lo se, estaba en tus zapatos antes, no todos crecen en esta clase de ambiente.

¿Qué? La manera en que Alek se esta abriendo conmigo me hizo sentir calmada, como si tuviera un viejo amigo de este raro nuevo mundo.

—Siempre me sentí solo, dejado a un lado en el colegio, era de quien se burlaban.

—Es difícil creerlo cuando eres tan amable y amigable—le dije sincera.

—Si, bueno, no me gusta que nadie se sienta a un lado, me aseguro de hacer sentir bien a todos desde entonces.

—Estoy segura que lo haces.

—Estaré de vuelta en un segundo, tengo que atender esta llamada—dijo y salió de mi vista.

Una morena cabello azul se acercó a mi.

—Hey, Loren ¿verdad?

—Hey, si.

—Todo esta arreglado de una manera tan perfecta, eres muy buena en esto.

—Gracias, pero la organizadora de eventos tiene el crédito.

—Toma créditos en tu trabajo chica, se que estuviste en cafa detalle.

—Eres muy generosa—dije amable.

—Loren, Alana, vengan a la pista de baile—gritó alguien.

—Tu ve, esperaré a Alek.

La chica que se llama Alana asintió y se fue a la pista de baile.

Después de unos minutos la chica de Justin, que supongo que es Celest, la que mencionó Rose, se acercó a mi.

—Hey tu—me dijo de mala gana.

—¿Si?—pregunté.

—Mi vino se terminó, quiero rellenar.

—Bien, Déjame llamar al de las bebidas.

—¿Por qué al de las bebidas?—preguntó—¿no puedes ir tu y traérmelo?—preguntó mirándome de arriba a abajo.

—¿Disculpa?—pregunté tratando de ser educada, pero, ¿qué le pasa a esta?

—Si, tu ve y consíguelo, no eres de Damon... ¿Cómo se dice? Su asistente personal.

—Asistente personal de Damon, no tuya—dije cruzándome de brazos.

—¿Cómo te atreves? ¿Siquiera sabes quien soy?—dijo con la boca abierta exageradamente.

—No es de mi incumbencia quien seas—respondí sincera.

—Es algo que le incumbe a Justin, de hecho lo llamaré, él tiene que saber el tipo de asistentes que contrata—dijo molesta con voz chillona—¡Justin!—gritó.

—¿Si, Celest?—preguntó llegando a nosotros.

—Esta asistente tuya no tiene modales en absoluto. ¿No le dijiste como tratar a los invitados?

Justin frunció el ceño.

—No te preocupes demasiado Celest, vamos a la pista de baile—dijo.

Que incomoda me siento en toda esta situación.

—Bien, Déjame ir por una bebida—dijo molesta negando con la cabeza.

—Bien—murmuró Justin, después caminó a la pista de baile sin siquiera mirarme.

—Escucha, no estés tan feliz por esto, puedo ver como lo ves, to te hagas ninguna idea—dijo ella tocando su cabello mirándome como si fuese inferior a ella—eres solo su asistente personal—dicho eso se dió la vuelta y se fue.

¿Qué fue eso?

Ni siquiera he mirado al señor Bieber durante toda la gala, bueno, tal vez una o dos veces, ¿Por qué se sintió amenazada conmigo? o mis inocentes miradas. ¿Quién era yo comparada con ella?

—Loren—dijo Alek llegando y sacándome de mis pensamientos.

—Alek—dije mirándolo a los ojos.

—¿Estás bien? Luces algo roja.

Oh Dios, yo y mi rostro que muestra fácil mis emociones, no se si el rojo de mi rostro sea por enojo o incomodida por la situación anterior.

—Estoy bien—dije con una sonrisa falsa pero haciendo que luzca verdadera.

Excepto por el hecho de que fui saboteada por una intento de señora Bieber, y mi jefe no dijo nada en mi defensa, pero bueno, eso nunca se lo diré a Alek.

—¿Vamos a la pista de baile?—preguntó.

—Bien.

¿Qué puede salir mal en la pista de baile?

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Continuará...

Valewow❤️