Ah vacaciones, la época más bonita del año, días en los cuales puedes relajarte, dormir hasta entrada la madrugada y despertar después del medio día, donde te olvidas del colegio y las tareas del hogar...ok, esto solo aplica si sales a algún lugar, como es el caso de nuestra familia preferida.

En vacaciones nuestra simpática familia siempre salía a algún lugar, ya que los padres de Milo procuraban ahorrar todo el año para pasar una semana lejos de casa. El pequeño esperaba ansioso esta época del año...y la gran aventura que traía consigo. Había aprendido a nadar en unas grutas, hacer una fogata en la montaña, montar a caballo en la Sierra, aventarse en paracaídas, para susto de Degel, el año pasado en la playa, y este año, tenía pensado hacer un poco de motocross y rapel en el area semi desértica a la cual irían.  El bicho esperaba ansioso la fecha para partir...aunque el destino  cambio una semana antes del viaje.

Cada año eran los bichos los que decidían el destino de su viaje, ellos se encargaban de los pasajes, reservaciones y demás, conseguían todo lo necesario para pasarla incredible...o eso es lo que pensaban ya que nunca pedían la opinion de sus compañeros y...estos nunca se quejaban.

Pero todo cambio una semana antes.

Los bichos regresaban a casa de Milo, ya que Kardia había olvidado su cartera y por ende la tarjeta para pagar su parte del  viaje, cuando entraron escucharon a Krest y Degel hablando en la cocina. Chismosos co...emm, perdón, Curiosos, curiosos como eran  se asomaron desde el marco de la puerta, pero sin entrar.

Los cubos mayores le explicaban a Mystoria lo hermoso que eran los Alpes franceses en esa temporada del año, repletos de nieve que cubrían los arboles y casas dándole un aspecto mítico y encantado. Degel le explicaba lo divertido que era deslizarse en un trineo o patinar en hielo, mientras Krest le narraba lo hermoso que era ver caer los copos de nieve en la noche, como pequeñas estrellas.

Mystoria, de ahora 4 años, preguntaba emocionado por el lugar, deseoso por conocerlo... ah! un deseo imposible ya que los bichos, Odiaban el Frio! Y ellos jamás irían sin sus compañeros, y es que incluso Krest ya no gustaba de viajar si no era TODOS juntos.

Como es de esperarse los animales rastreros decidieron complacerlos, así que en acuerdo unánime, de solo ellos 3 como era su costumbre, decidieron pasar sus  vacaciones en la rivera Francesa. No les dijeron nada ya que querían que fuese sorpresa, y valla que lo fue, en el aeropuerto Degel y Krest casi se infartan al descubrir que pasarían una semana en su amado país.

Pero había un buen motivo por el cual los bichos odiaban el frio, y este parecía odiarlo a ellos, y era que en climas fríos...Eran unos completos Inútiles!

Para empezar no lo toleraban , por lo que se tenían que arropar a tal extremo para no morir congelados y les costaba trabajo moverse, en segunda, siempre se enfermaban de gripe cuando la temperatura descendía, y eso de estar moqueando a cada rato era molesto, aparte, qué podrían hacer en un lugar repleto de nieve?

Kardia y Zaphiri habían reservado una pequeña cabaña a las afueras de Chinallion, era rustica, pero con todas las comodidades necesarias. En cuanto Zaphiri detuvo la camioneta los cubos prácticamente se bajaron corriendo, deseosos por sentir la nieve caer en su cara y escucharla crujir bajo sus pies. Si bien les gustaban los lugares a los que los bichos les llevaban, regresar a su hogar era... Fantástico!

-Nieve? 

-oui Mom Petit, es neige

-neige.

Mystoria no tardo en ponerse a jugar con la nieve, siendo acompañado por su papi y abuelito, mientras los pobres bichos se dieron a la tarea de bajar las cosas y meterlas a su "casa", resbalaron un par de  veces pero al final lo lograron, decididos a darles unas excelentes   vacaciones a esos cubos.

Por desgracia como dije, ellos no querían al frio y este no les quería a ellos.

-Patines, patines!

-oui mom flocon de neige, pátinas.

-están muy filosos

-Milo ten cuidado, no te vallas a cortar.

-si abuelo.

Los cubos estaban emocionados de poder patinar en ese pequeño lago congelado, mientras la briza invernal curtía sus rostros, por su parte los bichos...bueno... les costaba trabajo moverse con todos esas prendas que tuvieron que ponerse para no sentir frío, como es que esos tres no tenían frío si solo llevaban un suéter?

Degel y Krest llevaban de la mano a Mystoria, que comenzaba a entender eso de deslizarse, el pequeño se deslizaba con la gracia y elegancia dignas de un campeón olímpico, en poco tiempo logro dar las vueltas sin la necesidad de detenerse para girar. Por su parte los bichos...bueno...nada más no daban una, y es que eso era más difícil que patinar en cemento, si no pregúntenle a Kardia y el split que hizo al intentar evitar que su bichito terminara en el hielo, adios a su tercer hijo TT-TT. Zaphiri había logrado mantenerse de pie, algo difícil ya que tenia a Milo abrazado a su persona para no caer.

Al final los bichos terminaron en el suelo, y es que eso del equilibrio en hielo no se les daba muy bien...aunque lo bondadoso del hielo es que también desinflama los golpes.

Pero no se rendirían, no señor, soportarían el clima y harían todas las actividades que los cubitos desearan...claro que los accidentes no faltaron.

Zaphiri se fue de bruces contra un árbol cuando Krest le enseñaba a esquiar, en el patinaje Kardia termino en el agua helada cuando derrapo hasta el centro del lago y este se quebró, por su parte Milo...aun no entendía como es que su hermano podia caminar sin problemas en la nieve mientras él a cada rato se hundía, de verdad parece que el hielo los odiaba.

Maldito lugar, tenían tantas ganas de empacar e irse desde la primer noche, cuando tuvieron que imitar a una larva envolviéndose en las mantas para no congelarse, pero no, su orgullo y amor por su familia les mantenía en pie, así como...

-mañana iremos al pueblo, tenemos que comprar víveres.

-oui...sabes, quiero pasar a la panadería de Pier, escuche que hace un excelente coulant.

-enserio, Habra que probarlo.

-que es un coolant?  abuelito

-es un postre amor, es un pastel de chocolate el cual por dentro tiene chocolate derretido

-yo quiero uno!

-si mom petit, mañana te compro uno, Milo, tu quieres uno?

-...si papi.

Los bichos les veían sorprendidos, y es que era muy raro escuchar a Krest y Degel decir más de 10 palabras en el desayuno, por lo general eran ellos los que parecían cotorras, como también era raro escucharles reír cual niños pequeños cuando jugaban con la nieve o las hojas congeladas de los árboles, esto les hacia sonreír y les daba ánimos  para sobrevivir la semana, bueno, eso y el kilo de antigripales que se tomaban a escondidas para no enfermar, todo sea por complacerlos.

Los accidentes continuaron durante toda la semana, a la hora de deslizarse en el trineo Milo salió volando mientras Mystoria gritaba emocionado, a Zaphiri lo mordió un perro de rescate, que al parecer se había emborrachado con el ron que cargaba en su cuello. Kardia quedo sepultado en la pelea de bolas de nieve cuando Degel le dio al árbol donde se refugiaba y toda la nieve que este contenía le cayo encima. La verdad aun no sabían como es que seguían con vida al final de la semana.

Ese ultimo día fue tranquilo, en el desayuno los bichos recibieron una hermosa sorpresa al encontrarse con una tarta de manzana recién horneada, caminaron tranquilamente por el pueblo tomándose fotos y comprando algunos recuerdos para los amigos, Milo le compro una bonita esfera de nieve a su amigo Camus, incluso le pidió gravaran su nombre en una plaquita de plata, todo esto a escondidas de su celoso hermanito, al cual le había comprado un oso de peluche que tenia en sus manos un corazón con la bandera de Francia.

Al anochecer Zaphiri y Kardia prepararon una fogata a las afueras de la cabaña, mientras Degel preparaba un poco de cocoa y Krest cuidaba a los nenes, salieron a contemplar las estrellas mientras tomaban su bebida acompañada con malvaviscos.

-es un lugar muy bonito, comento el bicho mayor.

-si, mágico. 

Aunque odiaban admitirlo fueron unas buenas vacaciones.

La noche cayo y la familia se despedía del lugar, al día siguiente tenían que salir temprano al aeropuerto. Los Alpes franceses también decidieron despedirse de ellos.

-Papá, qué es eso?

-no, se...pero es muy bonito.

-Una Aurora!

El cielo no tardo en vestirse de colores brillantes, atravesando el manto de la noche como si fuese un lienzo. Los niños gritaron emocionados al ver tal espectáculo, igual que los bichos adultos, no cabía duda que los paisajes invernales de verdad eran mágicos. Se quedaron contemplando las luces hasta entrada la noche, bebiendo su taza de chocolate...todos juntos como la familia que eran.

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Hola chicos como están, lamento mucho la demora, pero es que conseguí un trabajo de medio tiempo en una tienda departamental y...ya se imaginaran como esta en estas épocas.

Finalmente un capítulo acorde al titulo XD.

La verdad nunca le pongo atención a los títulos, solo escribo lo primero que me viene a la mente y ya...aunque después  me de  topes en la pared XD.

Les gusto? Esos pobres bichos, lo que hacen por complacer a sus cubitos.

Bueno, de una vez les digo que este es el antepenúltimo capítulo, uno más y acabamos.

Pase una buena noche y nos leemos después.