Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

17. Reconciliación

Por lo menos el cuarto hijo de la familia había decidido salir de su habitación con una gran sonrisa, Yumi incluso se lanzó a sus piernas para abrazarlo y le propuso jugar a la pelota, pero Ellie seguía sin querer hablar con nadie, cada vez que Laito intentaba acercarse, ella se alejaba fingiendo que no había nadie cerca, e incluso aceleraba el paso.

Había decidido rendirse, pero al ver a Kanato y a May cogidos de la mano le devolvió un poco la esperanza de aclarar las cosas.
También observó a ese encapuchado raro amenazando a Kanato con una daga violeta, le había dicho cosas de que cuidara bien a May, que no se le ocurriera hacer un daño más allá de los colmillos y la típica amenaza si no cumplía ambos requisitos, le convenció todavía mas para hacer caso de sus palabras de aquel día cuando jugaba a los dardos.

Esperó al final de las clases, cuando la gente comenzaba a irse.

La buscó por los pasillos, esperando que no se hubiera ido con los demás para regresar a casa.

La encontró bastante animada con otro alumno de cursos superiores, no sabía de que hablaban, pero ella se reía alegremente... ¿Cuándo fue la última vez que había visto reír a esa chica tan traviesa y animada?

Que alguien que no fuera él mismo lo hiciera le ponía de los nervios, y más aún alguien como aquel humano.

A medida que se acercaba, pudo escuchar con más claridad la conversación.
-Lo siento, no puedo ir. Tengo muchas cosas que hacer hoy -dijo ella.
-¿De verdad? Realmente es una pena.

Ahí estaba, a pesar de que ella le había dicho que no, Laito ya lo había apartado de un empujón, y tras lanzar una mirada asesina que congeló al chico antes de que pudiera replicar, agarró a Ellie del brazo y se fueron los dos de aquel lugar.

-¿Laito? ¿Qué estás haciendo? -preguntó ella, totalmente confundida.

-Cállate -le contestó él de mala forma.

Lo había dicho con frialdad, algo poco usual en él, pero no detuvo a Ellie en su frustración. No se fiaba de él e intentaba soltarse.

-¿Pero qué narices haces? ¡No sé que pretendes hacer, pero tú sólo me das importancia por ser tu comida y tu juguete personal, y no seré algo más que eso para ti!

-¡Que te calles!

Laito la lanzó contra la pared, furioso, le apartó la ropa del cuello y la mordió con fuerza. Ellie gritó de dolor, pero no le dejó sorber mucho y reunió las fuerzas suficientes para empujarle.

-¿¡Lo ves!? ¡Lo único que haces es darme la razón! -lo único que logró fue que Laito volviera a agarrarla, por los hombros.
-¿¡Pero quieres callarte de una vez?! ¡Yo también tengo cosas por las que quejarme! ¿¡Qué hacías tú con un imbécil como ese?!

-¡Mira quién fue a hablar! ¡Sólo me estaba invitando a una fiesta! ¡Y ya le estaba diciendo que no quería hacer nada con él, no entiendo por qué te importa tanto lo que yo haga con mi vida!

-¡Se ve que no sales mucho por ahí! ¿Acaso sabes cuántos tipos hay por allí fuera buscando chicas jóvenes como presas fáciles para secuestrarlas y compartirlas con otros? -vio la expresión asustada de la joven, pero eso no lo detuvo -. ¡Mira que eres tonta! ¿¡Qué hubiera pasado si ese tío era uno de ellos!? ¿¡Acaso quieres eso!?

Su mirada se suavizó al fijarse que ella comenzaba a llorar, cada vez con más fuerza.
-Oye...
-Tú no lo entiendes... - murmuró -. Yo era tan inocente, me costó tanto superarlo. Intentó hacerlo más de una vez con todas nosotras, pero conmigo estuvo a punto... -pensar en aquello la volvió a sumir en el llanto.

Los dos se fueron sentando lentamente en el suelo, y sin saber muy bien qué hacer, Laito la abrazó, Ellie se agarró a él cómo si fuera lo único que la sostuviera.

-Perdóname, siento mucho haberte hecho todo esto, me preocupé al ver que tardabas y fui a buscarte. Y entonces te vi con él... me puse furioso -Ellie no contestó -. Además, te equivocas -ella lo miró confundida -, aunque no lo parezca, sí que entiendo lo que es ser un objetivo del deseo retorcido de un pariente, y siendo apenas un niño.

Ellie se separó de él, pasmada.
-Te estoy diciendo la verdad, Ellie -dijo con mucha seriedad.

-¿Quién te hizo eso? ¿Hace cuánto?

-Mi madre, Cordelia - Ellie iba a decir algo, pero Laito continuó hablando -. Cuando éramos pequeños, aquella mujer cruel no era exactamente una madre para nosotros, para mí, Ayato-kun y Kanato-kun. Hasta que los tres nos hartamos y decidimos matarla juntos, a mí en particular me usaba como un objeto sexual.
-Su propio hijo... -musitó Ellie, nerviosa.

-Al principio sus acciones me traumatizaban, como es normal, pero no podía hacer nada; así que con el paso del tiempo me fui rindiendo y para superarlo lo acepté y comencé a ver a mi madre como una amante. Ella no paraba de decirme que me quería y yo acabé por creérmelo.
Durante años me hizo pensar que el amor no se diferenciaba en nada de la lujuria, y fue así hasta que conocí a Yui-chan, ella fue la primera chica que me gustó de verdad, pero ella ya es feliz con otro. Creí que no volvería a enamorarme hasta que te vi a ti -le sonrió con ternura para demostrar a Ellie que iba en serio y ella se sonrojó -, no sólo me atrae tu sangre: eres divertida, lista, valiente y no te dejas engañar como yo solía hacer conmigo mismo. También me gusta lo fuerte que eres por pasar por tantas cosas, yo estaba en tu lugar y me rendí hace mucho tiempo.

Ellie había escuchado con atención a su historia, llegando a llorar porque el vampiro sufriera por lo que podrían haber sido muchos años un intenso dolor y lo abrazó.

-Tu forma de intentar superar todo eso es rara y morbosa, y más aún por llevarla a cabo durante todo este tiempo, pero siento mucho lo que te pasó, y más aún que lo tuyo haya sido peor que lo mío -dijo secándose las lágrimas y apartándose de él -. Pero entonces... ¿si sufriste lo mismo, por qué me llevaste a tu habitación con aquella intención?

-Nunca la tuve, yo sólo quería pedirte ayuda con aquellos crucigramas; cuando me dijiste que yo no era como los demás y que querías conocerme mejor, yo también pensé lo mismo y por esa misma razón quise hacer aquello contigo, admito que también te malinterpreté un poco. Pero jamás habría imaginado que reaccionarías de esa forma.

Se mantuvieron en silencio por un buen rato.
-¿Sabes? -preguntó Ellie -. Es la primera vez que alguien me pide perdón por eso y que me cuentan algo así. Y si te soy sincera, tú también me gustas -ahora fue Laito quien la miró pasmado -. No quería decírtelo porque temía que te rieras de mí. Y si tu intención no era hacerme daño, supongo que te mereces una segunda oportunidad, ¿no?

Laito sonrió agradecido, la cogió de la mano y se levantaron del suelo antes de plantarle un suave beso en la frente.
-Vamos, los demás nos esperan -apremió Laito

Se fueron caminando los dos juntos.

-Por cierto -comentó Ellie -. En cuanto a lo de antes... gracias, por haberme apartado de ese tío y ahorrarme el tiempo de rechazarlo

[Publicado el 28/6/2018]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro