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16

Con el paso del tiempo, la relación entre Sana y Sullyoon se fortalecía. Pasaban cada vez más tiempo juntas, disfrutando de su conexión y de los momentos que compartían. Sin embargo, últimamente, Sullyoon no podía dejar de pensar en un tema que la inquietaba: quería dar el siguiente paso en su relación con Sana. Deseaba entregarse a ella por completo, pero la idea de mencionarlo la hacía sentir nerviosa y avergonzada.

Decidida a aclarar sus pensamientos, Sullyoon buscó a Lily en la sala de práctica. La confianza que tenía en su amiga la llevó a abrirse sobre sus sentimientos.

"Lily, ¿puedo hablar contigo un momento?" dijo Sullyoon, encontrándola sola en un rincón.

"Claro, ¿qué pasa?" preguntó Lily, dejando de practicar y enfocándose en Sullyoon.

"Es sobre Sana" comenzó Sullyoon, jugando nerviosamente con las mangas de su sudadera. "Últimamente he estado pensando que quiero dar el siguiente paso en nuestra relación."

Lily levantó una ceja, sorprendida, pero con una sonrisa alentadora en su rostro.

"¿A qué te refieres con 'el siguiente paso'?" preguntó, inclinándose hacia adelante con interés.

Sullyoon tomó aire, sintiendo un nudo en el estómago.

"Quiero entregarme a ella por completo, ser completamente suya, ya sabes. Pero me da miedo decirlo porque no quiero incomodarla ni hacer que se sienta presionada" confesó, sintiendo la vulnerabilidad en su voz.

Lily asintió, comprendiendo la situación.

"Es normal sentir eso, Sullyoon. Las relaciones pueden ser complicadas, especialmente cuando se trata de dar ese tipo de pasos. Pero si sientes eso, quizás deberías hablarlo con ella."

"No sé..." dijo Sullyoon, frunciendo el ceño. "¿Y si Sana no se siente lista o no quiere lo mismo? No quiero arruinar lo que tenemos."

"A veces es mejor hablarlo y poner las cartas sobre la mesa. Podrías estar sorprendida por su respuesta" sugirió Lily. "La comunicación es clave en cualquier relación."

Sullyoon pensó en las palabras de su amiga. Era cierto que habían construido algo hermoso, y si había una posibilidad de profundizar su conexión, valía la pena explorarlo.

"Tienes razón, pero aún así me da miedo" respondió, sintiendo un ligero alivio al poder compartir sus pensamientos.

"El miedo es normal, pero no dejes que eso te detenga. Quizás solo necesites encontrar el momento adecuado para hacerlo. Tómate tu tiempo, pero no lo dejes pasar" dijo Lily con una sonrisa de apoyo.

Sullyoon sonrió, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Sabía que tendría que enfrentar sus miedos y hablar con Sana, y aunque la idea le resultaba aterradora, también sabía que era un paso necesario en su relación.

"Gracias, Lily. Hablaré con ella. Necesito ser honesta con mis sentimientos" dijo, sintiéndose un poco más decidida.

Con esa determinación, Sullyoon se preparó para el siguiente paso en su relación con Sana. Aunque la incertidumbre seguía presente, sabía que la conexión que tenían merecía ser explorada a fondo. Y mientras más pensaba en ello, más emocionada se sentía por lo que podría venir.

Esa misma noche Sullyoon se encontraba en casa de Sana, ambas tumbadas en la cama, sin nada que hacer más que disfrutar de la compañía mutua. La habitación estaba tranquila, con una suave luz entrando por la ventana, creando un ambiente íntimo y acogedor. Sana, recostada a un lado, abrazaba a Sullyoon, quien descansaba plácidamente en sus brazos.

Sana deslizó lentamente su mano por el brazo de Sullyoon, acariciando su piel con delicadeza, mientras se acercaba más y más a ella. Su respiración cálida rozaba el cuello de Sullyoon, provocando que un leve escalofrío recorriera su cuerpo. Sullyoon sonrió, cerrando los ojos y disfrutando del momento, sintiendo la cercanía y el cariño de Sana.

Sin decir nada, Sullyoon giró suavemente su rostro hacia el de Sana y dejó un pequeño beso sobre sus labios, apenas un roce, pero lo suficiente como para hacer que Sana sonriera. En respuesta, Sana comenzó a moverse juguetonamente, sus caricias volviéndose más suaves y sensuales. Sus dedos deslizaban por la cintura de Sullyoon, trazando líneas invisibles que hacían que la atmósfera se llenara de una mezcla de ternura y deseo.

Sullyoon soltó una pequeña risa, disfrutando de cómo Sana la acariciaba con un toque que combinaba complicidad y coquetería. "¿Te estás poniendo traviesa, eh?" murmuró, sintiendo la suavidad de los dedos de Sana deslizándose bajo su camiseta, acariciando su piel desnuda.

Sana no dijo nada, solo sonrió con picardía y apretó el abrazo, acurrucándose más contra el cuerpo de Sullyoon. El silencio de la habitación se llenaba con la suave respiración de ambas, y Sullyoon, sintiendo una ola de cariño, dejó otro beso, esta vez más largo, en los labios de Sana, disfrutando de la calidez y el dulce sabor de su boca.

Las caricias juguetonas de Sana continuaron, pero ahora con una dulzura más intensa. Se movían con una naturalidad y confianza que sólo alguien que conocía cada parte de la otra podría tener. Sullyoon suspiró, disfrutando de la paz y la intimidad, mientras los brazos de Sana la envolvían y sus cuerpos se ajustaban perfectamente el uno contra el otro.

Mientras sus labios se encontraban en un baile de ternura y deseo, el mundo exterior se desvaneció por completo. La habitación de Sana se convirtió en su propio universo privado, donde las risas y los murmullos llenaban el aire. Las manos de Sullyoon, suaves y delicadas, exploraban el rostro de Sana, mientras esta respondía con caricias en la espalda de Sullyoon, sintiendo cómo su piel se erizaba con cada toque.

A medida que sus besos se profundizaban, la ropa se volvió una barrera que deseaban eliminar. Con movimientos tímidos pero decididos, ambas comenzaron a desabrochar botones y a deslizar telas, sintiendo el calor de la piel desnuda que se descubría. La vulnerabilidad de ese momento las unió aún más, y cada beso se sentía como un nuevo descubrimiento, un paso hacia un vínculo más íntimo.

Sana, sintiendo la adrenalina correr por su cuerpo, tomó la iniciativa y posó su cuerpo semidesnudo sobre el de Sullyoon. Sullyoon sonrió, sintiéndose afortunada de compartir ese instante tan especial. Ambas comenzaron a reír entre susurros, la risa mezclándose con los suaves gemidos que escapaban de sus labios a medida que se dejaban llevar por el momento.

"Esto es increíble" murmuró Sana, mirando a Sullyoon con admiración mientras besaba sus clavículas y mordía su piel con suavidad.

"Lo es" respondió Sullyoon, sintiendo que su corazón latía más rápido que nunca. "Nunca pensé que estar contigo así se sentiría tan bien."

Con sus cuerpos entrelazados, el tiempo pareció detenerse. Cada beso, cada roce, las acercaba más y más. Las caricias se volvían más atrevidas, y la chispa entre ellas crecía. Ambas se sumergieron en una burbuja de felicidad, donde las palabras eran innecesarias y los gestos hablaban por sí mismos.

Sin poder esperar más, Sana finalmente comenzó a retirar la ropa interior de Sullyoon, empezando por su sostén hasta acabar por retirarle las bragas. Sullyoon, bastante tímida, simplemente se dejó hacer por Sana, pero Sana quería sentirla participar, así que tomó las manos de Sullyoon y las llevó hacia su espalda, en señal para que Sullyoon le retirara el sostén. Entonces lo hizo, con las manos temblando y el corazón plapitándo con fuerza contra su pecho.

No era la primera vez que veía desnuda a Sana, pero era la primera vez que ambas estaban de esta forma en la cama. La última pieza que quedaba en el cuerpo de Sana eran sus bragas, las cuales Sullyoon no podía tan siquiera imaginarse retirándolas, por lo cual, Sana guió las manos de su novia a su cadera y enganchó sus pulgares en los extremos de sus bragas, para que Sullyoon se las retirara.

Con las mejillas ardiendo, Sullyoon completó su tarea con éxito. Sana de nuevo tomó el mando, sintiendo ternura al ver a Sullyoon siendo tan tímida.

Evidentemente la menor no tenía experiencia alguna, pero para confirmarlo, Sana decidió preguntar.

Sully negó con la cabeza, sus ojos oscuros cargados de inocencia.

"Yo te voy a enseñar", Sana habló contra su cuello, mientras sus dedos apretaban los muslos de Sully.

Sullyoon no era ignorante, ella sabía lo que estaba pasando, conocía bien lo que significaban los fluidos de su intimidad y el ardor por falta de atención, pero estaba tan nerviosa que no podía si quiera hablar.

Sana por su parte había obtenido experiencia por relaciones pasadas, llevaba años sabiendo cómo tratar a una mujer, pero por primera vez tenía a una joven virgen en su cama y se sentía algo nerviosa al tener semejante responsabilidad, quería cuidar de Sully, proteger su inocencia, pero era tan difícil cuando su sensual figura descansaba bajo su cuerpo.

Aún así, ella recordó lo que sintió en su primera vez, y quiso que para Sullyoon la experiencia fuera inolvidable, ella también había pasado por ese momento de nervios en los que no tenía idea de qué debía hacer, así que fue paciente con Sully y le mostró que no tenían prisa en absoluto. Tenían toda la noche para descubrirse.

Así que acariciando su cuerpo con suavidad, Sana volvió a besar los labios de Sullyoon. Las manos de la más joven no sabían en dónde estar, por lo que Sana no dudó en tomarlas y apricionarlas contra la cama, sintiendo entre sus dedos el anillo de oro que Sullyoon no se quitaba por nada.

El anillo que Sana le había comprado.

Sonrió con cariño sobre los labios de Sullyoon, tomando sus manos para llevarlas a su cuerpo.

"Tócame, lo necesito", pidió Sana arrastrando las manos de Sullyoon por sus pechos y abdomen.

Sullyoon apretó sin fuerza la piel de Sana, concentrándose en devolver las caricias que la lengua de Sana dejaba contra la suya.

Entonces sintió que una corriente eléctrica invadía todo su cuerpo cuando Sana comenzó a trazar una línea por su abdomen. Y ese mismo dedo acabó posando sobre su húmedo clítoris.

"Ah...", gimió Sullyoon avergonzada.

Sana no dudó en presionar de nuevo, sonriendo contra los labios de Sullyoon cuando escuchó un nuevo gemido.

"Ah... Sana", gimió sin miedo, porque Sana la hacía sentir segura "Ah..."

Un nuevo gemido abandonaba los labios de Sullyoon cada ver que Sana presionaba su clítoris, y por consiguiente una sonrisa se dibujaba en los labios de la mayor.

"¿Te molestaría chuparlos?" Preguntó Sana acercando los dedos que había usado en la intimidad de Sullyoon a la boca de la más joven, quien dudó un poco debido a lo levemente mojados que estaban por sus propios fluidos.

Sin embargo, terminó negando con la cabeza y abriendo la boca para que Sana metiera sus dedos en ella.

Succionó con suavidad los dedos de su novia justo después de cerrar sus labios alrededor.

Sana no pudo evitar embestir con suavidad, escuchando el sonido de la saliba de Sullyoon al chuparle los dedos.

Y cuando Sana sintió que era suficiente los retiró de la boca de Sullyoon para volver a bajarlos a su intimidad.

Sully tuvo que morderse la mano para no gemir cuando los dedos húmedos de Sana volvieron a entrar en contacto con su intimidad.

Sana sonrio al sentir cómo la intimidad de Sully se contraía en espera de sus dedos cuando apenas la acariciaba por fuera.

Y tan fácil como lo imaginó, sus dedos resbalaron al interior de Sullyoon gracias a la lubricación natural de la joven y a la saliba que le había regalado en los dedos.

Sully mordió su mano con más fuerza al sentir lo gentil que estaba siendo Sana con ella, temía sentir dolor, pero Sana estaba siendo tan buena que solamente sintió placer cuando Sana comenzaba a penetrarla.

La boca de la mayor bajó a los pezones de Sullyoon, sacando la lengua para lamerlos al mismo tiempo que sus dedos la embestían.

Sullyoon estaba siendo un completo desaste, quería gemir con fuerza y apretar algo debido a lo bien que Sana la estaba tratando. Inevitablemente sus manos se fueron a las sábanas de sus costados y cerrando los puños alrededor de estas un suave gemido escapó de sus labios.

"Sí... Sana", gimió la menor aprentando las piernas por inercia.

Entonces Sana sacó sus dedos de ella y se separó de su cuerpo.

Sullyoon sin entender simplemente la miró a los ojos en busca de respuestas.

"Nos las cierres, amor", Sana pidió tomando los muslos de Sully con ambas manos. "Por favor, mantenlas bien abiertas para mí", pidió separándole las piernas antes de bajar su rostro y sumergirlo en la dulce intimidad de su novia.

Y abriendo la boca Sana besó con fervor los húmedos labios vaginales de su pequeña novia.

Tomó su virginidad con cariño y se la quedó cuando su lengua se abrió espacio entre las paredes íntimas de la niña bajo su cuerpo, y la volvió una mujer mientras su lengua hacía maravillas en ella.

Sullyoon no pudo evitar gritar de placer al sentir la magia de la nariz de Sana acariciando su clítoris, y su lengua dibujando patrones en sus lugares más desconocidos y profundos.

Estaba tan maravillada de lo bien que Sana la trataba, sintiendo su cuerpo en llamas mientras descubría que la boca de Sana hacía más que cantar hermoso.

Sully se sintió tan bien con el rostro de Sana enterrado entre sus piernas, bebiendo todo el jugo que salía de ella, se sintió tan bien perteneciéndole y entregándole su inocencia.

Y disfrutó, disfrutó tanto sentir esos calientes besos de lengua que Sana le dejó en los labios que nadie más le había besado, los labios que escondía bajo su ropa interior.

Inevitablemente se corrió, sin siquiera poder avisar, pues al ser nueva no pudo contenerse por mucho tiempo.

Sana sonrió en su vagina cuando sintió los jugos de Sully bañarle la legua, y como pudo tragó lo que no cayó sobre su cama.

"¿Quieres hacer algo más?" Preguntó Sana con deseo en su mirada, pues aún necesitaba satisfacerse ella misma.

Sullyoon asintió nerviosa de hablar.

Entonces Sana acarició su mano izquierda y tomó un par de dedos para guiarlos a su intimidad.

Sullyoon abrió la boca sorprendida de ver lo que Sana estaba por hacer. Y cerrando los ojos, Sana comenzó a masturbarse con los dedos de Sullyoon, guiando los movimientos de su mano con un patrón suave pero firme.

Movía la mano de Sullyoon con bastante habilidez, dando patrones específicos que sabía que le gustaban y curvando la mano de la niña para poder alcanzar zonas específicas en su propia intimidad.

"Flexiona los dedos con suavidad", pidió Sana entre jadeos sintiendo como Sullyoon obedecía al instante.

Sin más, Sana se corrió sobre la mano de Sullyoon, usándola un poco más para manejar su orgasmo, hasta que este se detuvo.

Sana suspiró agotada y se acostó al lado de Sullyoon después de sacar los dedos de la joven de su intimidad.

"Ahora sabes cómo satisfacer a una mujer", Sana le sonrió a la pequeña y callada Sullyoon, que aún trataba de procesar lo que había pasado.

Y después de lo que pareció una eternidad de exploración y ternura, se encontraron exhaustas, pero satisfechas. Ambas respiraban con dificultad, sus cuerpos entrelazados en una cálida y acogedora confusión. La habitación estaba iluminada suavemente por la luz de la luna que se filtraba a través de la ventana, creando un ambiente mágico que reflejaba el nuevo vínculo que habían forjado.

"¿Sabes?" dijo Sana, acariciando suavemente el cabello de Sullyoon. "Esto fue más de lo que esperaba. Me siento tan feliz de estar contigo."

Sullyoon sonrió, mirándola a los ojos con ternura, antes de romper su record de silencio en la noche.

"Yo también. Ha sido perfecto" respondió, sintiéndose satisfecha y llena de amor. "Quiero que esto sea solo el principio."

Ambas se acurrucaron más, disfrutando del calor del cuerpo de la otra. Con el cansancio envolviéndolas, se dejaron llevar por el sueño, sabiendo que esa noche había cambiado todo entre ellas. Mientras cerraban los ojos, la sensación de satisfacción y amor profundo llenaba el aire, prometiendo que muchos momentos más las esperaban en el futuro.

A/N
Espero que lo hayas disfrutado soyunaperraymuerdo

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