15
Al llegar a casa, la tensión entre Sana y Sullyoon era palpable. Se miraron a los ojos, el aire lleno de una mezcla de nerviosismo y emoción. Sin poder contenerse más, se acercaron y se besaron con pasión, como si el mundo a su alrededor se desvaneciera. La calidez de sus labios y la suavidad de sus caricias las envolvieron, y todo lo demás quedó en un segundo plano.
Sana, con una sonrisa traviesa, tomó la mano de Sullyoon y la guió hacia su habitación. Era un espacio acogedor, decorado con fotos y recuerdos, y Sullyoon sintió un cosquilleo de emoción al estar allí, tan cerca de la persona que amaba.
Sin embargo, justo cuando estaban a punto de dejarse llevar por el momento, Sullyoon se apartó un poco, su rostro aún iluminado por la emoción, pero también un poco avergonzada.
"Espera..." dijo Sullyoon, con un tono de disculpa en su voz. "Creo que necesito ducharme. Estoy sudando por la práctica."
Sana frunció el ceño, pero al mismo tiempo no pudo evitar reírse. La situación era demasiado adorable.
"Tienes razón," respondió Sana, sonriendo. "Pero no puedes dejarme aquí esperando."
Sullyoon soltó una pequeña risa nerviosa. A pesar de su vergüenza, la idea de compartir nuevamente un momento juntas en la ducha era tentadora.
"Podríamos... ducharnos juntas otra vez" sugirió Sullyoon, sintiendo que su corazón latía más rápido al decirlo.
Sana la miró con una mezcla de sorpresa y emoción, pero luego se puso seria, como si estuviera considerando la propuesta.
"Bueno, eso no sería tan mala idea..." dijo Sana, tratando de mantener una actitud casual, aunque el rubor comenzaba a extenderse por sus mejillas.
Ambas se miraron, y la atmósfera se volvió electrizante. Sullyoon, sintiendo que el ambiente se volvía más ligero, asintió.
"O puedes esperarme mientras voy a darme una ducha rápida," dijo Sullyoon dirigiéndose al baño.
Sin embargo, antes de que pudiera cerrar la puerta, Sana, con una sonrisa traviesa, se coló detrás de ella.
"¿Te importa si me uno?" preguntó, con un brillo juguetón en los ojos.
Sullyoon se quedó atónita por un momento, su corazón se aceleró. No esperaba que Sana se uniera a ella, pero la idea la emocionaba.
"Sana..." comenzó a protestar, pero antes de que pudiera decir algo más, Sana la besó, robándole el aliento.
El beso fue inesperado y electrizante. Sullyoon, sorprendida, se dejó llevar por la pasión del momento, sus manos encontrando su lugar en la cintura de Sana, mientras esta última comenzaba a deshacerse de su camisa.
"Sana...", murmuró Sully sobre sus labios al sentir su ropa ser retirada.
"No podemos ducharnos con ropa", Sana respondió con un toque de diversión mientras sus manos desabrochaban el sostén de su novia.
La ropa de ambas comenzó a caer por el piso del baño, todo siendo retirado por Sana, pues Sullyoon aún se sentía avergonzada como para retirar su propia ropa o la de Sana.
"Creo que esta ducha va a tardar un poco más," susurró Sana, sonriendo, mientras miraba el cuerpo desnudo de su novia.
Sullyoon se sonrojó y rió, sintiendo que cada momento juntas se volvía más especial y significativo. Sin más, se adentraron al chorro de agua caliente, sintiéndose más conectadas que nunca, explorando su intimidad en un espacio que se volvió solo para ellas.
Al entrar al baño, el vapor de la ducha envolvió a Sullyoon y Sana, creando un ambiente cálido y acogedor. El agua caía suavemente, y el sonido era casi como una melodía de fondo. Ambas chicas se miraron, y en un instante, el mundo exterior desapareció.
Sana tomó la mano de Sullyoon y la guió más cerca de ella, sus cuerpos casi tocándose. Sin pensarlo, se besaron nuevamente, esta vez con más fervor. El beso era apasionado, lleno de una emoción que había estado acumulándose durante tanto tiempo. Sullyoon sintió que su corazón latía con fuerza, y la calidez de la cercanía de Sana la hizo sentir especial.
Los dedos de Sana se deslizaron por la piel de Sullyoon, explorando sus costados y su espalda. Cada toque era delicado y provocador, haciendo que Sullyoon sintiera una mezcla de nerviosismo y felicidad. Era como si cada caricia de Sana le recordara lo especial que era, la hacía sentir como si fueran las únicas personas en el mundo.
Sin poder evitarlo, Sana bajó sus besos al cuello de Sullyoon, probando la delicada piel de la menor y deleitando su lengua con el dulce sabor del cuerpo de su novia.
"Sana..." susurró Sullyoon entre jadeos, sintiendo que su rostro ardía de emoción. "Esto es increíble."
"Solo tú mereces momentos como este," respondió Sana, sonriendo mientras sus labios se encontraban de nuevo.
Sullyoon sintió que la adrenalina y la ternura se mezclaban en su interior. Cada caricia de Sana era como un rayo de luz, iluminando su corazón. Las manos de Sana recorrían su cuerpo con confianza, y Sullyoon se dio cuenta de cuánto deseaba que ese momento nunca terminara.
"Eres perfecta," murmuró Sullyoon, sintiendo que cada palabra era sincera.
Sana se detuvo un momento, mirándola a los ojos.
"No, tú eres la perfecta," respondió con una sonrisa, antes de volver a besarse, perdiéndose en la calidez y la conexión que compartían.
Las manos de Sana no podían mantenerse quietas, querían tocar todo el cuerpo de Sullyoon, acariciarlo, marcarlo, pero sabía que aún no podía, no era el momento.
Sin embargo, se permitió explorar algunos lugares que le parecieron divertidos, apretando y masajeando con suavidad los pechos de su chica, quien tiró la cabeza hacia atrás mientras disfrutaba de las caricias de su novia.
Sana aprovechó ese espacio para dejar algunos besos y caricias con su lengua sobre el cuello de Sullyoon, quien no pudo evitar soltar un suave gemido que casi pasó desapercibido.
Los dedos de Sana se sintieron tentados a acariciar los pezones erectos de la más joven, apretando y pellizcando con suavidad la rosada protuberancia.
Y al ver el placer en el rostro de Sullyoon, Sana no pudo evitar bajar su boca al el pecho de su niña para succionar con suavidad uno de sus pezones. Lo acarició con su lengua y mordió con suavidad, escuchando como Sullyoon comenzaba a gemir más fuerte.
Un suave chupón comenzó a dibujarse alrededor del otro pezón de Sully, quien sin resistirse llevó su mano a la cabeza de su novia y enredó sus dedos en su cabello para acercarla más a su pecho.
No quería que Sana se despegara de ella.
Un par de chupones más y los pechos de Sully ahora tenían recuerdos de su segunda ducha juntas. De nuevo Sana subió a la boca de su novia, besando con cariño sus labios y acariciando su lengua con la suya.
Sana no pudo evitar susurrar un par de cosas al oído de Sullyoon. Emocionada por lo que acababa de pasar se sintió en la libertad de confesarle lo que quería hacerle más adelante. Pero ahora no era momento, ahora debían terminar de ducharse para poder ir a cenar.
Entonces, entre risas y los murmullos aue se mezclaban con el sonido del agua, un ambiente de intimidad y alegría se instaló entre ellas. Sullyoon sintió que cada toque de Sana, cada roce, era un recordatorio de que estaban juntas, y que lo que sentían era real.
Al final, se separaron un poco, respirando entre risas. Sullyoon miró a Sana, su corazón lleno de gratitud y amor. Se dio cuenta de que cada momento a su lado la hacía sentirse más viva, más especial.
"Gracias por estar aquí," dijo Sullyoon, mientras sus dedos acariciaban la mejilla de Sana.
"Siempre estaré aquí," respondió Sana, sonriendo con dulzura.
Y así, bajo el chorro de agua, continuaron disfrutando de su tiempo juntas, explorando no solo su conexión física, sino también el profundo vínculo emocional que estaban construyendo.
Después de disfrutar de un momento íntimo bajo el agua, Sullyoon y Sana finalmente terminaron de ducharse. Se secaron rápidamente y se envolvieron en suaves toallas de baño, sintiéndose aún un poco nerviosas por la cercanía que habían compartido. Sullyoon se miró en el espejo y sonrió al ver su cabello mojado y desordenado, mientras Sana le lanzaba una mirada cómplice.
"Esto fue divertido" dijo Sana, su rostro iluminado por una sonrisa traviesa.
De repente, el sonido de la puerta principal se abrió, y las risas de las compañeras de Sana resonaron en el aire.
"¡Sana, ya llegamos!" gritó Nayeon mientras entraba junto a las demás.
Sullyoon y Sana intercambiaron miradas de pánico, sabiendo que estaban en una situación comprometida. Antes de que pudieran reaccionar, las chicas se acercaron a la puerta del baño tras oir ruido proviniente de ahí.
"¡Sorpresa!" anunció Nayeon, abriendo la puerta sin esperar respuesta.
Las risas se detuvieron abruptamente al ver a Sullyoon y Sana, ambas en toallas y con el cabello mojado. La expresión de sorpresa en los rostros de Twice se transformó rápidamente en diversión.
"Oh, vaya…" dijo Jeongyeon, con una sonrisa pícara. "¿Qué tenemos aquí?"
Sullyoon y Sana se sonrojaron al instante, sintiendo la tensión en el aire mientras intentaban cubrir sus rostros por la vergüenza.
"No, no… no es lo que parece" intentó explicar Sullyoon, pero sus palabras fueron interrumpidas por las risas de las chicas.
"¿Ah, sí?" preguntó Momo, alzando una ceja. "¿Acaso están diciendo que no acabaron de ducharse juntas?"
Las bromas comenzaron a volar, y el ambiente se llenó de risas.
"¡Oh por Dios, acabamos de interrumpir su ducha compartida!" exclamó Nayeon entre risas. "Lo siento tanto, ni siquiera sabía que estabas aquí", se disculpó Nayeon mirando hacia Sullyoon.
Sullyoon se sintió atrapada entre la risa y la vergüenza, mientras Sana intentaba contener la risa también, aunque la incomodidad la invadía.
"Vamos, no hay nada malo en compartir la ducha" dijo Dahyun, uniéndose a las bromas. "Deberían estar orgullosas."
"Sí, es un ritual de compañerismo" añadió Momo, riendo. "¡Me apunto para la próxima!"
Sullyoon miró a Sana, sintiendo que su rostro se ponía aún más rojo. No podía creer lo evidente que era la situación.
"Chicas, basta…" murmuró Sana, aunque una sonrisa se dibujaba en su rostro. "Solo estábamos…"
Pero las chicas no la dejaron terminar. El ambiente se llenó de más risas y bromas picantes.
Sullyoon y Sana se miraron, sonriendo entre la incomodidad y la diversión. Sabían que, a pesar de las bromas, lo que compartían era especial y único. Pero, por ahora, tendrían que lidiar con las risas y el alboroto de sus amigas, y quizás, solo quizás, encontrar también el humor en la situación.
Después de un rato de risas y bromas, Sullyoon y Sana pasaron a la habitación de la mayor para poder vestirse y dejar de lado las miradas curiosas de sus amigas. Huyendo hacia la habitación de Sana y cerrando la puerta tras ellas, finalmente pudieron disfrutar de un momento de tranquilidad.
"No puedo creer que se enteraron de eso" dijo Sullyoon, mientras se ponía una camiseta.
"Lo sé, ¡fue tan embarazoso!" respondió Sana entre risas, buscando un conjunto cómodo.
Una vez listas, salieron de la habitación. Al regresar al salón, encontraron a las chicas sentadas en el sofá, charlando y riendo.
"¡Por fin!" exclamó Momo. "Pensé que se esconderían hasta que nos fueramos."
Sullyoon aún sonrojada supo que las bromas no terminarían pronto.
"Vamos a cenar, chicas" anunció Jihyo, sirviendo la comida que habían traído. "¡Cuéntenos todo sobre su viaje a París! Vinimos con la intención de interrogar a Sana, pero aprovechando que estás aquí tienes que contarnos también los detalles", habló para Sullyoon.
Sana y Sullyoon se sentaron juntas en el sofá, tomadas de la mano. La calidez de su contacto las hacía sentir más cómodas, incluso ante las miradas curiosas de sus compañeras.
"¡Fue increíble!" comenzó Sana, emocionada. "La ciudad es hermosa, y el viaje fue tan romántico."
Sullyoon sonrió mirando a Sana, quien jugaba con el anillo de oro que le había regalado mientras sostenían sus manos juntas. La forma en que lo acariciaba hacía sentir a Sullyoon especial y querida.
"Sí, y la comida era deliciosa" agregó Sullyoon. "Probamos tantos pasteles y panes. Nunca había comido tanto."
Las chicas escuchaban atentamente, riendo y haciendo preguntas sobre cada detalle.
"¿Y qué tal su ‘momento especial’?" preguntó Jeongyeon, con una sonrisa traviesa.
Sana y Sullyoon intercambiaron miradas, riéndose nerviosamente.
"Eso… fue privado" dijo Sana, sonrojándose un poco. "Pero puedo decir que fue muy romántico."
"¡Ay, no! ¡Queremos detalles!" gritó Nayeon, animada, mientras las demás se reían.
Sana se encogió de hombros, disfrutando de la atención.
"No pasó nada, chicas", Sullyoon negó con la cabeza.
"Solo les diré que fue un viaje que nunca olvidaré" respondió, su mirada tierna hacia Sullyoon lo decía todo.
Mientras continuaban cenando, las manos de Sana y Sullyoon permanecían entrelazadas, sintiendo la conexión y el apoyo de sus amigas a su alrededor. A medida que la cena avanzaba, las historias de París llenaron la habitación de risas y buenos recuerdos.
"Siento que me perdí de algo increíble" dijo Chaeyoung, sonriendo. "Tendré que unirme a su próxima aventura."
"Definitivamente" asintió Sana. "Todas deberían acompañarnos la próxima vez."
La velada continuó, llena de bromas, risas y el cálido sentimiento de la amistad. Para Sullyoon y Sana, cada momento juntas era un recordatorio de lo especial que era su relación, y la forma en que compartían su felicidad con sus amigas hacía que todo fuera aún más hermoso.
A/N
Maratón 3/3
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