14
Después de casi un mes de intensas promociones, finalmente Nmixx había terminado su temporada. Para Sullyoon, cada ensayo y presentación había sido un desafío, pero también una prueba de su dedicación. A pesar de la carga, la idea de reencontrarse con Sana la llenaba de alegría. Las dos apenas habían podido verse durante las semanas anteriores, aprovechando cada momento que podían en los pocos fines de semana que coincidieron.
Cuando Sana le propuso un viaje a París de tres días y dos noches, Sullyoon no pudo contener su emoción.
"¡Por supuesto que quiero ir!" exclamó, sus ojos brillando de entusiasmo. "Siempre he querido visitar París, y hacerlo contigo suena perfecto."
Sana sonrió, sintiéndose feliz de que Sullyoon aceptara tan fácilmente. Sin embargo, había algo más en su mente; un plan que la había estado acompañando durante semanas. Quería pedirle a Sullyoon que formalizaran su relación, que fueran oficialmente novias.
Mientras tanto, cuando las demás integrantes de Twice se enteraron de los planes de Sana, se reunieron para discutirlo.
"¿Vas a llevar a Sullyoon a París?" preguntó Momo, levantando una ceja. "¡Eso suena increíble!"
"Sí, pero... ¿qué vas a hacer realmente?" interrumpió Nayeon, sonriendo con picardía. "No puedes volver sin formalizar con ella. ¡Es una regla!"
Sana soltó una risita, sabiendo que sus compañeras estaban en lo cierto.
"Lo sé, lo sé" respondió Sana, encogiéndose de hombros. "No tengo intención de regresar sin hacerlo."
Dahyun se inclinó hacia adelante, mirando a Sana con seriedad.
"Entonces asegúrate de que sea especial. París es el lugar perfecto para hacerle la pregunta" dijo, sonriendo de manera alentadora.
Las chicas comenzaron a intercambiar ideas sobre cómo podría ser el momento perfecto, llenando a Sana de entusiasmo. Mientras tanto, ella no podía dejar de pensar en cómo le haría la propuesta a Sullyoon, su corazón latiendo más rápido ante la idea.
Finalmente llegó el día del viaje. Sullyoon y Sana abordaron el avión con grandes sonrisas, ansiosas por explorar la ciudad del amor juntas. A medida que el avión despegaba y se alejaban de Corea, la emoción creció en sus corazones. Sullyoon miró por la ventana, imaginando todas las aventuras que les esperaban en París.
Cuando aterrizaron, la atmósfera parisina las envolvió. Los días se llenaron de paseos por las calles empedradas, visitas a museos, y, por supuesto, muchas fotos frente a la Torre Eiffel. Cada momento era mágico, pero Sana guardaba el secreto de su verdadera intención.
La primera noche, mientras disfrutaban de una cena romántica en un pequeño restaurante francés, Sana decidió que era el momento perfecto. Se sintió nerviosa, pero emocionada.
"Sullyoon, tengo algo que decirte" comenzó, tomando la mano de Sullyoon entre las suyas.
Sullyoon la miró, sus ojos llenos de curiosidad.
"¿Qué pasa?" preguntó, sintiendo que la tensión en el aire era palpable.
"Este viaje ha sido increíble, y me hace muy feliz estar contigo aquí." Sana tomó una respiración profunda. "Quiero que sepas cuánto significas para mí."
El corazón de Sullyoon comenzó a latir más rápido, sintiendo la seriedad en las palabras de Sana.
"Yo también estoy feliz de estar aquí contigo, Sana. Cada momento contigo es especial" respondió Sullyoon, sintiéndose emocionada.
Sana sintió que era el momento de dar el siguiente paso.
"Así que..." comenzó, su voz un poco temblorosa. "¿Te gustaría ser mi novia?"
Sullyoon se quedó sin aliento por un instante, sintiendo que la felicidad la invadía.
"¡Sí! ¡Sí, quiero!" exclamó, sonriendo de oreja a oreja.
Ambas se abrazaron, riendo y sintiéndose aliviadas de que todo había salido bien. El resto de la noche se llenó de risas y charlas sobre lo que significaba para ambas estar juntas.
Al día siguiente, mientras paseaban por los Campos Elíseos, Sana sintió que todo lo que habían pasado había valido la pena. La conexión que compartían era más fuerte que nunca, y no podía imaginar un futuro sin Sullyoon a su lado.
Las bromas de sus compañeras de grupo resonaban en su mente, pero no le importaba. Se sentía completa, y estaba decidida a hacer que su relación funcionara, sin importar las circunstancias.
El viaje terminó, pero la aventura de su relación apenas comenzaba.
Esa misma noche, después de haber formalizado su relación, Sana llevó a Sullyoon a una lujosa joyería de Prada. Su corazón latía con fuerza mientras miraba las delicadas piezas de joyería brillando bajo las luces. Finalmente, los ojos de Sullyoon se posaron en un hermoso anillo de oro.
"Este," dijo Sully, señalando el anillo, pues Sana le había pedido que escogiera el que más le gustara.
"Quiero que lo tengas como símbolo de lo que siento por ti. Es sincero y verdadero." Sana habló luego de comprar el anillo y salir de la tienda.
Sullyoon se sonrojó, sintiéndose abrumada por la dulzura de Sana. La tomó de la mano y, con una sonrisa brillante, le puso el anillo en su dedo.
"Es perfecto," respondió Sullyoon, sintiendo que cada palabra de Sana resonaba en su corazón.
Aquella noche, compartieron risas y confidencias, disfrutando del momento que habían estado esperando. El primer día de su viaje se cerró con la promesa de un amor que había florecido en medio de las luces de París.
Al segundo día, despertaron abrazadas, sus manos entrelazadas. Sana acariciaba suavemente el anillo en el dedo de Sullyoon, sintiendo una profunda conexión que la llenaba de felicidad.
"Buenos días, novia," dijo Sana con una sonrisa, sintiendo que cada palabra era un nuevo nivel de intimidad entre ellas.
"Buenos días, Sana," respondió Sullyoon, sintiendo mariposas en el estómago.
Ambas se levantaron, listas para seguir explorando la mágica ciudad. Antes de salir, Sana, recordando su reciente conexión, y la promesa que le había hecho a Sullyoon en Japón, le propuso que tomaran una ducha juntas.
"¿Te gustaría ducharte conmigo antes de ir a desayunar?" preguntó Sana, una chispa traviesa en sus ojos.
Esta vez, aunque un poco tímida, Sullyoon no dudó en aceptar. Mientras el agua caía, ambas compartieron risas y charlas despreocupadas, disfrutando de la intimidad del momento. Aunque no hicieron nada más que ducharse, Sullyoon sintió que la experiencia las unió aún más.
Después de secarse y vestirse, salieron a desayunar. Se sentían diferentes, unidas no solo por sus palabras, sino también por cada gesto que compartían. El mundo parecía más brillante, y cada pequeño momento se llenaba de significado.
Por la noche, se deleitaron en un encantador restaurante, disfrutando de una deliciosa cena acompañada de vino. Conversaron sobre sus sueños y anhelos, riendo y disfrutando de la compañía mutua. La atmósfera romántica y la luz de las velas crearon un entorno perfecto para sellar su amor.
El tercer día llegó rápidamente, y, aunque se sentían tristes por dejar París, sabían que su relación estaba en un lugar mejor. Embarcaron en el avión de regreso a Corea con corazones llenos de amor y promesas.
Al llegar a Corea, Sullyoon no pudo contener la emoción y decidió compartir todo lo que había vivido con Haewon. La encontró en la sala de práctica, llena de energía y curiosidad.
"¡Haewon!" gritó Sullyoon, con una sonrisa de oreja a oreja. "¡Tienes que escuchar todo lo que pasó en París!"
Haewon levantó una ceja, intrigada.
"¿Todo? ¿Qué significa 'todo'?"
Sullyoon comenzó a relatarles las aventuras de su viaje, incluyendo la cena romántica, las visitas turísticas y, por supuesto, el momento especial en que Sana le había dado el anillo. Sin embargo, no pudo evitar sonrojarse cuando llegó a la parte de la ducha juntas.
"¡Y hasta nos duchamos juntas!" exclamó, sintiéndose un poco avergonzada.
Haewon no pudo contener la risa, sus ojos brillando con picardía.
"¿Te duchaste con tu novia?" bromeó. "¡Eso es muy íntimo, Sullyoon! Estoy segura de que hay más que solo ducharse juntas."
Sullyoon se sonrojó aún más, tratando de evitar la mirada juguetona de Haewon.
"¡No fue así! Solo nos duchamos, ¡y fue solo un momento lindo!" defendió, aunque no podía evitar sonreír.
"¿Te duchaste con tu novia?" Repitió Lily en shock al haber escuchado por accidente la plática de sus compañeras mientras entraba a la sala de práctica.
Al escuchar esto, las demás integrantes se detuvieron en seco, con los ojos muy abiertos y una expresión de asombro en sus rostros. Jiwoo fue la primera en reaccionar, soltando una risita.
"¡¿Duchándote con tu novia?!" exclamó, con una sonrisa pícara. "¡Eso suena muy íntimo!"
Sullyoon sintió que se le subía la temperatura a la cara, avergonzada por la revelación.
"No, no, no..." balbuceó, tratando de explicar. "Solo nos duchamos juntas porque era práctico..."
"Claro, claro," dijo Bae, riendo por la situación.
Sullyoon intentó encontrar una excusa, lo que sea que la librara de ese momento vergonzoso.
Pero las bromas ya habían comenzado.
"¿Práctico?" preguntó Kyujin, poniendo una mano en su pecho. "¡Claro! Porque ducharte con tu novia es algo completamente normal."
Sullyoon se cubrió la cara con las manos, sintiendo que no podía soportar más la atención.
"¡Chicas, en serio! No es nada del otro mundo," intentó defenderse, pero no pudo evitar sonreír ante las bromas. La incomodidad y la diversión se entrelazaban en su pecho.
"¿Y qué más pasó?" preguntó Jiwoo, inclinándose hacia adelante con curiosidad. "¡Necesitamos detalles!"
Sullyoon, sintiendo que la situación se salía de control, intentó cambiar de tema.
"Solo fue un viaje, ¡hubo muchas cosas geniales además de eso!" dijo, buscando desviar la conversación hacia los lugares que visitaron en París.
Sin embargo, las chicas estaban decididas a seguir bromeando.
"¡Vamos, Sullyoon!" dijo Haewon, riendo. "¿No tienes algunas historias románticas de la ciudad del amor?"
A pesar de su vergüenza, Sullyoon no pudo evitar reír con ellas. Sabía que, aunque el momento era embarazoso, estaba rodeada de personas que se preocupaban por ella y que estaban felices por su relación con Sana.
"Está bien, está bien," suspiró, aún sonrojada. "Había muchas luces brillantes y comimos buena comida. ¡Y hasta nos tomamos selfies románticos!"
Las risas continuaron, y a medida que la conversación avanzaba, Sullyoon se sintió más relajada. Podía ver que su relación con Sana era algo especial, y compartirlo con sus amigas la hacía sentir más segura y feliz.
Aunque las bromas sobre la ducha siguieron durante días, Sullyoon no se preocupó más. Después de todo, estaba feliz de haber encontrado el amor con Sana y de poder disfrutar de esos momentos con su grupo de amigas. La conexión entre ellas se sentía más fuerte que nunca, y sabía que cada broma y risa solo reforzaba su vínculo.
Al final del día, no había nada de qué avergonzarse; al contrario, todo era parte de una hermosa historia que apenas comenzaba a escribirse.
Al terminar su práctica, Sana se quedó en la empresa, esperando a Sullyoon con una sonrisa en el rostro. Tenía ganas de pasar tiempo con ella después de un día largo. Sin embargo, cuando las integrantes de Nmixx comenzaron a salir, el ambiente se llenó de risas y bromas.
"Oye, Sana!" gritó Bae desde el pasillo. "¿Cómo estuvo tu ducha con Sullyoon?"
Sana se quedó en shock, mirando a Bae con confusión.
"¿Qué?" preguntó, sin entender cómo sabía eso.
Haewon, que pasaba por ahí, no pudo evitar unirse.
"¡Sí! ¿Lo pasaron bien en su 'momento práctico'?" dijo con una sonrisa pícara.
Sana sintió que se le subía el color a las mejillas.
"Chicas, en serio, no hay nada raro," respondió Sana, intentando restarle importancia.
Pero las bromas continuaron. Jiwoo se acercó, riéndose.
"¿Entonces podemos esperar más 'duchas juntas' en el futuro?" bromeó, levantando una ceja.
Sana se sentía cada vez más confundida, pero también un poco divertida.
"Chicas, basta, no fue nada," dijo, tratando de mantener una actitud firme, aunque su rostro estaba rojo.
Lily, que se unió al grupo, no podía contenerse.
"¿De verdad no pasó nada más?" preguntó, sonriendo con complicidad.
Sana sintió que el suelo se desvanecía bajo sus pies. Sabía que no había hecho nada malo, pero las bromas estaban comenzando a ser un poco abrumadoras.
Finalmente, en medio de las risas, se encontró con Sullyoon saliendo lentamente de su sala de práctica, con el rostro completamente rojo y visiblemente incómoda. Al ver a Sana, se sonrojó aún más.
"¿Qué está pasando?" preguntó Sullyoon, mirando a las chicas con una expresión de desconcierto.
"¡Sana y tú tienen un secreto!" exclamó Kyujin, disfrutando del momento.
Sana se volvió hacia Sullyoon, sus ojos llenos de curiosidad y un poco de nervios.
"¿Qué les has contado?" preguntó, riendo nerviosamente.
Sullyoon, sintiéndose un poco culpable, se encogió de hombros.
"Nada, solo... estan bromeando" dijo, sintiendo que la risa se desvanecía a medida que el sonrojo en su cara crecía.
Sana frunció el ceño, mirando a las compañeras de Sullyoon.
"No es algo de lo que deban bromear," dijo, tratando de mantener la compostura, pero sus mejillas seguían rojas.
Las chicas se rieron, disfrutando de la incomodidad de las dos. Finalmente, Sana tomó la mano de Sullyoon.
"Vamos, olvidemos esto," sugirió, tirando de ella hacia la salida.
Mientras caminaban juntas, Sana sintió una mezcla de diversión y confusión.
"¿Cómo supieron sobre eso?" preguntó Sana, mirando a Sullyoon, que aún parecía avergonzada.
"No tengo idea..." respondió Sullyoon, tratando de calmarse. "Pero Haewon es la culpable."
Sana se rió, disfrutando de la calidez de la mano de Sullyoon entrelazada con la suya.
"Esas mocosas, ¡ya no hay respeto! En mis tiempos no podría bromear así con los miembros de Got7."
Sullyoon rio por aquello.
"Ya jubílate, amor", decidió bromear un poco también, volviéndose seria casi al instante. "Lamento lo de mis compañeras, no quería que fuera incómodo."
"¡Ey! No te preocupes, solo son bromas. Apuesto a que ellas solo están felices por nosotras," dijo Sana, sonriendo.
Mientras caminaban hacia la salida, la sensación de confusión se desvaneció, dejando solo el cálido resplandor de su relación en crecimiento. Sabían que, a pesar de las bromas y la incomodidad, lo que tenían era especial y genuino.
A/N
Maratón 2/3
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