La mañana transcurrió con una mezcla de nervios y alegría después de la inesperada visita de los padres de Sana. Sullyoon y Sana disfrutaron de un desayuno improvisado, riendo y compartiendo pequeñas anécdotas mientras la tensión de la mañana se desvanecía. Sin embargo, el reloj no se detenía, y Sullyoon pronto se dio cuenta de que tenía una práctica grupal programada en menos de una hora.

"Oh no, tengo que irme" dijo Sullyoon, levantándose rápidamente de la mesa.

"¿Qué? ¿Tan pronto?" preguntó Sana, sorprendida.

"Sí, tengo práctica y necesito ducharme. No sé si voy a llegar a tiempo" respondió Sullyoon, sintiendo que la prisa comenzaba a apoderarse de ella.

"No te preocupes, puedes ducharte aquí." Sana ofreció, guiándola hacia el baño mientras se apresuraban.

Sullyoon se duchó rápidamente, disfrutando de la calidez del agua que la ayudaba a relajarse después de la intensa mañana. Luego, mientras se secaba el cuerpo, se dio cuenta de que no había traído ropa de repuesto, así que, mirando alrededor tomó una bata de ducha para cubrir su cuerpo y salió a pedirle prestada algo de ropa a Sana.

"¿Puedo usar algo de tu ropa?" preguntó Sullyoon con un tono de ansiedad, pues se sentía un poco avergonzada.

"¡Claro!" respondió Sana, sonriendo. "Toma lo que quieras".

Sullyoon eligió un conjunto cómodo que le quedaba ligeramente holgado, pero que le daba un aire acogedor. Al mirarse en el espejo, no pudo evitar sonreír. Sin embargo, no se dio cuenta de que el tiempo se le estaba escapando.

"Debo irme ya" dijo, mirando el reloj. "¡Gracias, Sana!"

"¡Ve y muestra lo que tienes!" Sana le sonrió, sintiendo un poco de orgullo por la elección de ropa de Sullyoon, porque sin duda lucía bastante bonita.

Sullyoon salió corriendo de la casa de Sana y se dirigió al lugar de la práctica. Cuando llegó, sus compañeras la esperaban en el estudio. Sin embargo, tan pronto como entró, notaron que algo era diferente.

"¿Por qué llevas puesta la ropa de alguien más?" preguntó una de sus compañeras, mirándola con curiosidad.

Sullyoon se sonrojó y trató de actuar natural.

"Eh, solo… me olvidé de traer ropa y le pedí prestada a una amiga. No pasa nada, Jiwoo" respondió, intentando restarle importancia.

Las chicas intercambiaron miradas, intrigadas. La curiosidad aumentaba.

"¿A quién le pediste la ropa?" insistió Haewon, sonriendo con picardía.

"Solo a una amiga, nada más" replicó Sullyoon, sintiendo que el nerviosismo la invadía.

Mientras tanto, por la tarde de ese mismo día, las miembros de Twice estaban en una práctica de grupo, y por supuesto que habían visto a Sullyoon con la ropa de Sana.

"¿Qué está pasando?" preguntó Jihyo, arqueando una ceja al ver a Sullyoon, luego de que esta hubiera venido a despedirse de Sana, pues la práctica de Nmixx ya había acabado.

"¿Por qué Sullyoon está usando tu ropa, Sana?" preguntó Dahyun, divertida.

Sana se sintió un poco incómoda, pero decidió no ocultar lo que había sucedido.

"Ella se quedó a dormir en mi casa, y… no pudo traer ropa" explicó Sana, sintiendo que las miradas de sus compañeras se volvían más inquisitivas.

"¿Oh?" respondió Nayeon, sonriendo. "¿Así que ahora son tan cercanas?" Bromeó, pues ella estaba más que enterada de que Sullyoon se moría por su amiga desde que fue reclutada a la empresa.

"Sí, somos amigas" dijo Sana, intentando mantener la compostura, pues no era la primera vez que Sullyoon se quedaba a dormir en su casa, aunque su rostro se sonrojó un poco al saber que ahora no se veían como simplemente amigas.

"Amigas, claro. Solo amigas" reiteró Jihyo, claramente escéptica, mientras miraba a Sana, que se veía un poco avergonzada.

"Es verdad" insistió Sana, intentando mostrar confianza. "Solo somos amigas".

A pesar de sus palabras, las chicas seguían observando, y una sonrisa juguetona se dibujó en sus rostros.

"Lo que tú digas, Sana" bromeó Tzuyu, y las demás comenzaron a reír.

Mientras la práctica continuaba, Sana se sintió cada vez más consciente de las miradas curiosas que recibía. Intentó concentrarse en su baile, pero la atención de las chicas la hacía sentir nerviosa.

Sin embargo, eso no fue un impedimento para seguir disfrutando de su tiempo con Sullyoon, pues con el paso de las semanas, la coreana comenzó a pasar cada vez más tiempo en casa de Sana. Al principio, era algo casual: una tarde viendo películas, otra noche quedándose a dormir después de una larga práctica. Pero poco a poco, esa "ocasionalidad" se fue convirtiendo en algo habitual.

Ahora, era raro ver a Sullyoon en su propio apartamento. Sana y ella prácticamente vivían juntas, aunque ninguna lo mencionaba directamente. Compartían todo, desde el café de la mañana hasta las cenas improvisadas, y Sullyoon comenzaba a tener algunas de sus cosas en el hogar de Sana: ropa, artículos de baño, e incluso su cepillo de dientes, que ya ocupaba un espacio al lado del de Sana. Pero, a pesar de todo, seguían sin formalizar su relación.

Sullyoon, aunque feliz por todo el tiempo que pasaban juntas, no podía evitar sentirse cada vez más confundida. Quería preguntarle a Sana qué significaba todo aquello, pero el temor de incomodarla o presionarla siempre la detenía. Las cosas entre ellas se sentían naturales y cómodas, pero a veces la línea entre "amigas" y "algo más" era tan fina que Sullyoon no sabía dónde se encontraban realmente.

Una tarde, mientras Sullyoon estaba en la sala de Sana leyendo un libro, no pudo evitar que sus pensamientos divagaran. Sana estaba en la cocina preparando algo de comer y su presencia siempre la tranquilizaba, pero también alimentaba sus dudas. ¿Por qué aún no habían hablado de lo que eran? ¿Por qué Sana no quería dar ese paso? La cercanía entre ellas era obvia, y a pesar de que ambas sabían que sus sentimientos eran mutuos, el no formalizarlo comenzaba a ser desconcertante para Sullyoon.

Las cosas se volvieron aún más confusas cuando las compañeras de cada grupo comenzaron a notar lo evidente.

En Nmixx, las chicas no dejaban de observar cómo Sullyoon hablaba de Sana o cómo pasaba más tiempo de lo habitual con ella.

"¿Estás viviendo con Sana?" le preguntó Haewon una tarde, con una sonrisa traviesa en los labios. "Porque últimamente te vemos irte con ella por las noches y volver juntas por las mañanas, además, cuando queremls ir a verte, nunca estás en casa."

"No, no es eso…" respondió Sullyoon, riendo nerviosamente. "Solo… nos estamos viendo más seguido."

"¿Solo eso?" insistió Bae, arqueando una ceja. "Parece que te has mudado a su casa."

"Chicas, no exageren" respondió Sullyoon, aunque no podía negar que lo que decían tenía algo de verdad.

Las preguntas constantes la hacían sentir expuesta, y a pesar de sus intentos por mantener la calma, su inquietud sobre su relación con Sana no hacía más que crecer.

Mientras tanto, en Twice, la situación no era muy diferente. Las chicas habían notado que Sana pasaba cada vez más tiempo con Sullyoon y que, cuando no estaba en las prácticas o eventos, parecía estar ocupada con alguien en particular.

"Sana, últimamente estás muy ocupada. ¿Con quién pasas tanto tiempo?" preguntó Momo un día, con esa mezcla de curiosidad y picardía que tanto la caracterizaba.

"Sí, hemos notado que te escapas mucho después de las prácticas, y ya casi no sales con nosotras" añadió Dahyun, mirándola con una sonrisa divertida.

"¿Es con Sullyoon?" preguntó Jeongyeon, sin rodeos.

Sana se quedó quieta por un momento, sorprendida de que sus compañeras lo hubieran notado. No podía mentirles, pero tampoco estaba segura de qué decir. A pesar de todo el tiempo que pasaba con Sullyoon y la evidente cercanía entre ellas, nunca habían hablado claramente sobre su relación.

"Sí, he estado pasando tiempo con ella, pero…" Sana vaciló, intentando encontrar las palabras adecuadas. "No es lo que piensan."

"¿Ah, no?" preguntó Nayeon, riendo. "Entonces, ¿qué es?"

Sana sintió una mezcla de incomodidad y ansiedad. A ella también le desconcertaba la situación. Quería estar con Sullyoon, pero la diferencia de edad y la idea de formalizar algo tan serio la asustaba. No era solo una cuestión de sus sentimientos, sino también del qué dirán, del posible juicio que podrían enfrentar, incluso dentro de sus propios grupos.

Esa misma noche, Sullyoon y Sana estaban de vuelta en casa de Sana. Se sentaron en el sofá, pero el ambiente estaba cargado de una tensión invisible. Sullyoon, incapaz de seguir reprimiendo sus emociones, decidió finalmente hablar.

"Sana… necesitamos hablar de esto" dijo Sullyoon, su voz temblando ligeramente.

Sana la miró, sabiendo exactamente a lo que se refería. Tomó una respiración profunda antes de responder.

"Lo sé…" dijo suavemente, bajando la mirada. "Sé que te debo una explicación."

Sullyoon la observó, esperando con paciencia.

"Yo…" Sana comenzó, pero las palabras se le atascaban en la garganta. "Me siento muy bien contigo. Pasar tiempo juntas es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, pero… me asusta lo que pueda significar. La diferencia de edad, lo que piensen los demás. No sé si estoy lista para enfrentarlo."

Sullyoon la miró con dulzura, aunque en su interior sentía una mezcla de emociones.

"Pero, Sana… ya estamos viviendo como si fuéramos más que amigas" dijo Sullyoon. "Sé que sientes lo mismo que yo, lo noto en cada cosa que haces. Entonces, ¿por qué no podemos simplemente… ser sinceras con nosotras mismas?"

Sana respiró profundamente, sin poder ocultar más lo que sentía.

"Tienes razón" admitió. "No puedo negar lo que siento por ti. Pero necesito tiempo para procesarlo, Sullyoon. No quiero apresurarme y después cometer errores."

Sullyoon asintió lentamente, comprendiendo la posición de Sana, aunque no podía evitar sentirse decepcionada.

"Lo entiendo" respondió con suavidad. "Solo quiero que sepas que estaré aquí, sin importar lo que decidas. Pero quiero que sepas que para mí, esto ya es real."

Sana le sonrió, tomando su mano con cariño. Aunque la incertidumbre aún estaba presente, ambas sabían que había algo especial entre ellas, algo que no podía ser ignorado.

Las próximas semanas serían un reto para ambas, pero también una oportunidad de explorar su relación y finalmente descubrir qué era lo que realmente deseaban.