Sana y Sullyoon se quedaron en el rincón de la cafetería, cada una sumida en sus pensamientos tras la confrontación con Jihyo. La tensión en el aire era palpable, y la sonrisa que antes iluminaba el rostro de Sana se había desvanecido. Sullyoon sintió que su corazón latía con fuerza, insegura sobre cómo continuar.

"Sana", comenzó Sullyoon, rompiendo el silencio. Su voz temblaba un poco. "¿Qué vamos a hacer ahora?"

Sana, sintiendo la presión de la situación, respiró hondo y trató de encontrar las palabras adecuadas.

"No lo sé… Solo quiero estar contigo, pero Jihyo tiene razón. Es complicado", dijo, su mirada baja, perdida en sus propios pensamientos.

"Tal vez deberíamos hablar con Jihyo. Ella se preocupa por ti y por nosotras, y quizás haya una manera de que podamos encontrar un equilibrio", sugirió Sullyoon, sintiendo que necesitaban abordar el problema directamente.

Sana asintió lentamente, comprendiendo que era lo mejor. No quería que su relación causara fricciones entre ellas, especialmente con alguien tan importante como Jihyo.

"Tienes razón. Necesitamos ser honestas. Quizás podemos reunirnos con ella y explicarle cómo nos sentimos", dijo Sana, su voz aún llena de incertidumbre.

Ambas decidieron que lo mejor era abordar la situación lo más pronto posible, así que por la tarde se dirigieron juntas al estudio donde Jihyo se encontraba trabajando, y tras llamar a la puerta, entraron. Jihyo levantó la vista, sorprendida de verlas.

"Chicas...", las saludó sin mucho ánimo después de lo ocurrido, además, podía notar la seriedad en los rostros contrarios.

"Jihyo, necesitamos hablar contigo", dijo Sana, sintiéndose nerviosa.

"¿Sobre qué?", Jihyo se sentó, cruzando las manos sobre la mesa, lista para escuchar lo obvio.

"Sobre… lo que pasó en la cafetería", Sana comenzó, mirando a Sullyoon, que le sonrió para darle aliento. "Queremos disculparnos por la forma en que te hicimos sentir. Sabemos que te preocupas por nosotras."

"Lo hacemos, de verdad", añadió Sullyoon con voz firme. "No era nuestra intención ocultarte nada, pero la conexión que tenemos es completamente sincera y ambas nos sentimos atraídas por la otra."

Jihyo la miró, su expresión era una mezcla de preocupación y comprensión.

"Entiendo. Me preocupaba que esto pudiera afectar tu carrera, Sana, y que Sullyoon no estuviera lista para algo así."

Sana suspiró, sintiendo el peso de las palabras de Jihyo.

"Lo sé, y eso es lo que me asusta. Pero lo que siento por Sullyoon es real. Quiero explorar esto, y no quiero que la diferencia de edad nos detenga", dijo Sana, sintiendo que su corazón se abría al hablar.

Jihyo se quedó en silencio por un momento, reflexionando.

"Sana, lo que sientas es válido, pero también tienes que tener cuidado. Sullyoon aún es joven y, aunque sea madura, hay muchas cosas que podrían complicar esta relación."

Sullyoon se sintió un poco herida por la implicación de que su juventud la hacía menos capaz de manejar sus sentimientos.

"Sé que soy más joven, pero he aprendido mucho y soy capaz de tomar mis propias decisiones. No estoy aquí solo por el impulso de lo que siento por Sana; también quiero que esto funcione."

Jihyo la miró con una mezcla de sorpresa y respeto.

"Está bien, pero necesito que ambas sean responsables. No quiero que se lastimen ni que esto cause problemas entre ustedes y nuestros grupos. Si deciden seguir, tendrán que ser discretas y conscientes de lo que esto significa."

Sana asintió con determinación.

"Lo prometo. Haremos todo lo posible para que esto no afecte a las demás."

Sullyoon agregó:

"Sí, valoramos mucho nuestra amistad con todas ustedes y no queremos que esto se interponga." Agregó, porque después de todo ella también era una amiga cercana a las miembros de Twice.

Jihyo sonrió, sintiéndose más aliviada.

"Entonces, sigamos adelante con precaución. Estoy aquí para ayudarles en lo que necesiten. Pero por favor, mantengan la comunicación abierta, y si surge algún problema, hablen conmigo."

Ambas chicas se sintieron agradecidas por la comprensión de Jihyo.

"Gracias, Jihyo. Esto significa mucho para nosotras", dijo Sana, sintiéndose un poco más ligera.

Después de esa conversación, las tres decidieron que sería mejor seguir adelante con sus vidas, pero ahora con una base de honestidad. Sana y Sullyoon continuaron explorando su relación en privado, aunque todas las amigas de Sullyoon llevaban años sabiendo de su atracción por Sana, pero se aseguraron de mantener la comunicación abierta con Jihyo, quien se convirtió en su confidente.

A lo largo de las semanas, las cosas se estabilizaron. Sana y Sullyoon siempre encontraban momentos para estar juntas, y poco a poco, Sullyoon fue creciendo en confianza, mostrando cada vez más su relación a las demás. Sana le llevaba pequeñas sorpresas a Sullyoon, como su comida favorita después de las prácticas o notas escritas a mano que la hacían sonreír.

Las compañeras de Sullyoon comenzaron a notar la alegría en su rostro y los pequeños cambios en su comportamiento, lo que las llevó a preguntarle. Aunque Sullyoon no podía revelar completamente su relación, encontraba maneras de insinuar lo feliz que estaba sin dar demasiados detalles.

Un día, durante un ensayo, Sana decidió sorprender a Sullyoon llevándole una caja de dulces que sabía que le encantaban. Sullyoon se sonrojó al recibir el regalo y sonrió ampliamente, disfrutando de cada momento.

"No puedo creer que hayas traído esto solo para mí", dijo Sullyoon, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

"Solo quería hacerte sonreír." Sana sonrió, disfrutando del brillo en los ojos de Sullyoon.

Ambas estaban felices y llenas de esperanza, y aunque sabían que su camino no sería fácil, estaban decididas a hacerlo funcionar. Con el apoyo de Jihyo y su amistad fortalecida, sabían que podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Finalmente, un día, mientras almorzaban en la empresa, Sana y Sullyoon se sentaron a solas en un rincón escondido de la cafetería, y tras compartir un dulce beso, decidieron que lo mejor era llevar su relación al siguiente nivel.

"Quiero que esto sea algo especial, pero también quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que pase", dijo Sullyoon, tomando la mano de Sana.

"Y yo para ti. Vamos a hacer que funcione, paso a paso", respondió Sana, con una mirada llena de determinación.

Con ese acuerdo, ambas se sintieron más seguras en su camino hacia el futuro, sabiendo que su amor florecería si continuaban siendo honestas, comprensivas y leales, tanto entre ellas como con sus amigas.

Aunque lo estaban tomando con calma y no tenían una etiqueta por el momento, ambas sabían que algo estaba floreciendo entre ellas, pero no debían forzarlo, pues todo era cuestión de tiempo y confianza.