03
Con cada día que pasaba, la conexión entre Sullyoon y Sana se volvía más intensa y especial. Aunque ambas sabían que debían ser discretas, no podían resistir la atracción que sentían la una por la otra. Sana, siempre atenta y caballerosa, se convirtió en un pilar en la vida de Sullyoon, y no había día que pasara sin que alguna de ellas hiciera un esfuerzo por estar juntas.
Sana empezaba a encontrar formas creativas de escapar de sus prácticas, inventando excusas para pasar tiempo con Sullyoon. A veces, enviaba un mensaje a Sullyoon, preguntándole si podían encontrarse en algún rincón de la empresa, lejos de las miradas curiosas de los demás. Otras veces, simplemente se escabullía durante un descanso, buscando a Sullyoon para compartir un abrazo o un beso robado.
Una tarde, durante una práctica particularmente agotadora, Sana sintió la necesidad de ver a Sullyoon. Enviándole un mensaje, escribió: "¿Podemos vernos en la cafetería? Necesito un abrazo."
A los pocos minutos, Sullyoon respondió con entusiasmo: "¡Sí! Te espero."
Sana se disculpó rápidamente con sus compañeras y salió de la sala, con el corazón latiendo de emoción. Cuando llegó a la cafetería, vio a Sullyoon sentada en una mesa, mirando por la ventana, con una expresión de calma y felicidad. Su rostro se iluminó al verla.
"¡Sullyoon!" exclamó Sana, acercándose rápidamente.
"¡Sana!" respondió Sullyoon, levantándose de la silla y abriéndole los brazos.
Ambas se abrazaron con fuerza, dejando que el mundo se desvaneciera a su alrededor. Era un refugio, un momento de paz en medio del caos de sus vidas.
"Te he extrañado tanto" murmuró Sana, sintiendo cómo su corazón se llenaba de calidez.
"Yo también. Tu abrazo es justo lo que necesitaba" respondió Sullyoon, con una sonrisa radiante.
Después de unos minutos de estar abrazadas, Sana se separó un poco, tomando las manos de Sullyoon entre las suyas.
"Estaba pensando… ¿qué tal si tenemos una cita de verdad?" dijo Sana, su voz suave pero cargada de emoción.
Sullyoon sintió que su corazón se aceleraba.
"¿Una cita? ¿Como… una salida a cenar?" preguntó, sus ojos brillando de emoción.
"Sí, algo así. Pero de manera más secreta, para que no nos vean. Tal vez un picnic en el parque o algo similar." Sana propuso, sintiendo una mezcla de nervios y alegría.
"Me encantaría" respondió Sullyoon, sintiendo que su corazón estallaba de felicidad.
Al final de su breve encuentro, Sana miró alrededor para asegurarse de que nadie las estuviera mirando y se inclinó hacia Sullyoon, dándole un beso suave en los labios. Era un beso lleno de promesas y complicidad, un momento que ambas atesorarían.
"Debemos volver antes de que nos extrañen" dijo Sana, pero no podía evitar sonreír mientras miraba a Sullyoon.
"Sí, no quiero que nos atrapen. Pero no puedo esperar a nuestra cita." Sullyoon sonrió, sintiendo que sus nervios se desvanecían.
Regresaron a sus respectivas prácticas con el corazón ligero, sabiendo que aunque la vida que llevaban no era fácil, los momentos que compartían hacían que todo valiera la pena.
A lo largo de las semanas, continuaron robando momentos a sus ocupadas agendas. Sullyoon se sentía viva cada vez que Sana aparecía inesperadamente para abrazarla o compartir un beso furtivo en un rincón de la empresa. Cada encuentro se volvía un tesoro, y la emoción de lo prohibido solo intensificaba sus sentimientos.
Una tarde, mientras se preparaban para una presentación, Sana notó que Sullyoon parecía un poco nerviosa. Después de que terminó la práctica, decidió buscarla en el vestidor.
"Oye, ¿estás bien? Pareces un poco inquieta" preguntó Sana, tocando suavemente el brazo de Sullyoon.
"Es solo que… estoy emocionada por la presentación, pero también un poco nerviosa. No quiero decepcionarte" respondió Sullyoon, mordiendo su labio.
Sana se acercó más y la miró a los ojos.
"Nunca podrías decepcionarme. Solo sé tú misma y brilla como siempre lo haces. Estoy aquí contigo, y sé que lo harás genial" la animó Sana, sintiendo una oleada de ternura.
Con la confianza renovada por las palabras de Sana, Sullyoon sonrió y se sintió un poco más segura. Pero no podían dejar que el momento se desvaneciera. Sana, buscando una forma de robar un instante más de intimidad, se inclinó hacia Sullyoon y la besó, un beso que decía más que mil palabras.
A medida que se alejaban, sabían que su conexión seguía creciendo. A pesar de las dificultades, cada pequeño momento que robaban juntas se volvía un capítulo especial en su historia. Era un amor que se tejía entre sus corazones, lleno de complicidad, cariño y un deseo profundo de explorar lo que el futuro les tenía preparado.
A medida que los días pasaban, la complicidad entre Sullyoon y Sana continuaba creciendo. Tomaban momentos para verse, abrazarse y besarse en rincones ocultos de la empresa. Sin embargo, su pequeño mundo de felicidad comenzó a tambalearse cuando Jihyo, empezó a notar que Sana salía con más frecuencia de lo habitual durante las prácticas.
Al principio, Jihyo pensó que Sana simplemente necesitaba un descanso, pero a medida que los días se convirtieron en semanas, su preocupación creció. Entonces decidió investigar por sí misma. Una mañana, mientras las demás integrantes de Twice se preparaban para un ensayo, Jihyo observó a Sana recibir un mensaje en su teléfono. Sana sonrió y, sin pensarlo dos veces, salió de la sala.
Decidida a descubrir qué estaba haciendo su amiga, Jihyo la siguió discretamente. Caminó por los pasillos de la empresa, manteniéndose a distancia para no ser vista, y finalmente llegó a la cafetería y se escondió detrás de una columna, atenta a los movimientos de Sana. Pronto, vio a Sullyoon entrar, y su corazón se aceleró.
No podía creer lo que veía. Sana se acercó a Sullyoon y, sin pensarlo, la tomó de la mano, llevándola a un rincón apartado de la cafetería. Jihyo sintió un nudo en el estómago cuando las vio inclinarse la una hacia la otra, compartiendo un beso que era todo lo que ella había temido.
Con el corazón latiendo con fuerza, Jihyo salió de su escondite y se acercó rápidamente para confrontarlas a las dos.
"¡Sana!" llamó, su voz llena de sorpresa y descontento.
Ambas se separaron rápidamente, el color desvaneciéndose del rostro de Sana al ver a Jihyo. Sullyoon se puso nerviosa, sin saber cómo reaccionar.
"¿Qué estás haciendo aquí?" preguntó Sana, intentando disimular la incomodidad.
"Lo mismo podría preguntarte a ti. ¿Desde cuándo estás saliendo de las prácticas tan a menudo?" Jihyo cuestionó, frunciendo el ceño mientras cruzaba los brazos.
"Solo…" Sana comenzó a explicar, pero Jihyo no la dejó continuar.
"Esto no es solo un juego, Sana. Estás con una menor." Jihyo lanzó su mirada hacia Sullyoon, que se había quedado en silencio, sintiéndose como si fuera la culpable.
"Jihyo, no es lo que piensas" intervino Sullyoon, pero Jihyo la interrumpió.
"¿No es lo que pienso?" Preguntó con ironía antes de regresar su mirada a Sana "Estás saliendo con alguien que es ocho años menor que tú, y no puedo quedarme de brazos cruzados mientras lo haces. ¿Te has detenido a pensar en cómo esto podría afectarla?"
Sana sintió que la rabia se acumulaba en su interior, pero también el miedo de decepcionar a Jihyo.
"Yo… Solo quería pasar tiempo con Sullyoon. No pensé que sería un problema" dijo Sana, intentando mantenerse firme.
"¿No pensaste que esto podría complicar las cosas?" Jihyo continuó, su voz más suave pero aún cargada de preocupación. "Eres su mentora, y esto… no es correcto."
Sullyoon se sintió herida por la forma en que Jihyo la miraba, como si fuera una amenaza en lugar de una amiga.
"No soy una amenaza. Solo quiero ser parte de su vida" dijo Sullyoon, tratando de defenderse. "No hay nada malo en lo que sentimos."
Jihyo suspiró, sintiendo una mezcla de frustración y preocupación por ambas. Se dio cuenta de que había llegado a un punto en el que necesitaba hablar desde el corazón.
"Escucha, Sana. No estoy diciendo que no puedas tener sentimientos, pero debes ser responsable. Piensa en las consecuencias de lo que estás haciendo, no solo para ti, sino también para Sullyoon." Jihyo se volvió hacia ella. "¿De verdad crees que esto es lo mejor para ella?"
Sana se sintió desarmada. Sabía que Jihyo tenía razón, pero también sentía que lo que compartía con Sullyoon era real.
"No lo sé…" respondió, sintiéndose atrapada entre su amor por Sullyoon y su lealtad hacia Jihyo.
"Por favor, piénsalo. No quiero que ninguna de ustedes se lastime. Prométeme que serás más cuidadosa" dijo Jihyo, su tono más suave.
Sana asintió lentamente, sintiendo el peso de las palabras de Jihyo. Sullyoon, por su parte, se sintió herida pero comprendió la preocupación de Jihyo. No quería causar problemas entre ellas.
"Lo siento, Sullyoon. No quería que esto sucediera así" dijo Sana, sintiéndose culpable.
"Está bien" respondió Sullyoon, aunque su corazón se sentía pesado. Sabía que la situación era complicada y que sus sentimientos no podían cambiar la realidad.
Jihyo, al ver el dolor en los rostros de sus amigas, decidió suavizar su enfoque.
"Solo quiero lo mejor para ambas. Quizás deban hablar y pensar en cómo manejar esto sin que afecte su amistad y su carrera" sugirió.
Mientras Jihyo se alejaba, Sana y Sullyoon se quedaron en silencio, enfrentando la realidad de lo que habían construido y lo que estaba en juego. Sabían que su relación no sería fácil, pero estaban dispuestas a enfrentarlo juntas, aunque necesitarían encontrar una forma de hacerlo sin herir a quienes les rodeaban.
Era un camino lleno de obstáculos, pero su amor estaba destinado a seguir floreciendo, a pesar de las dificultades.
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