A medida que los días se convirtieron en semanas, Sullyoon y Sana comenzaron a explorar sus sentimientos de manera más abierta, aunque todavía en secreto. Las pequeñas interacciones se convirtieron en algo especial; cada encuentro era un regalo que ambas atesoraban. Sullyoon se sentía más viva que nunca, y Sana, aunque aún lidiando con sus miedos, disfrutaba cada momento a su lado.

Una mañana, mientras Sullyoon se preparaba para sus prácticas, tocó el timbre de su apartamento. Al abrir la puerta, se encontró con Sana, que sostenía una pequeña caja decorativa.

"¡Sana!" exclamó Sullyoon, sorprendida y emocionada. "¿Qué traes?"

"Es solo un pequeño regalo" respondió Sana, sonriendo de manera traviesa. "Quería sorprenderte."

Sullyoon abrió la caja y encontró un llavero de estrella brillante, junto con una nota que decía: "Siempre brilla con fuerza, Sullyoon". Su corazón se llenó de alegría.

"¡Es precioso!" dijo, mirando a Sana con gratitud. "No tenías que hacer esto."

"Quería. Solo un recordatorio de que siempre estoy aquí para ti, sin importar lo que pase" respondió Sana, sintiendo cómo sus mejillas se sonrojaban.

Mientras continuaban sus interacciones, Sana comenzó a llevarle pequeños detalles a Sullyoon en sus prácticas. Un día, le trajo una botella de su bebida favorita, y otro, una caja de galletas que había horneado. Sus compañeras de grupo notaron estos gestos y comenzaron a hacer preguntas.

"Oye, ¿te está cortejando alguien?" bromeó una de las compañeras, Kyujin, viendo a Sullyoon con la botella en la mano.

Sullyoon se sonrojó, sintiendo una mezcla de alegría y nerviosismo.

"No, solo es Sana. Es una muy buena amiga" respondió, tratando de mantener la calma.

"¡Sí, claro!" rió Jiwoo al escuchar la charla. "Se nota que hay algo más entre ustedes. No puedes ocultarlo."

Sullyoon se rió nerviosamente, aunque en su interior sabía que había algo especial. Las miradas de sus compañeras le hicieron recordar que su relación con Sana era única y que cada gesto contaba.

Mientras tanto, Sana también notaba las miradas de sus compañeras. En una conversación casual después de un ensayo, una de las chicas le preguntó:

"¿Por qué siempre traes cosas para Sullyoon? Pareces muy atenta con ella últimamente."

Sana sintió que el corazón le latía más rápido.

"Solo la cuido, como cualquier amiga haría" respondió, aunque sabía que su respuesta era a medias verdad.

"¿Estás segura de que solo es amistad? Porque se siente como si hubiera algo más" insistió Chaeyoung, sonriendo cómplice.

Sana se sintió atrapada entre sus sentimientos y lo que los demás pensaban. Sabía que lo que compartía con Sullyoon era especial, pero la presión la hacía sentir insegura.

A pesar de las dudas, Sullyoon y Sana seguían disfrutando de su tiempo juntas. Pasaban largas tardes viendo películas, compartiendo sueños y riendo de chistes internos. La barrera de la edad parecía desvanecerse cada vez que estaban juntas, pero cada gesto afectuoso también aumentaba la tensión de sus sentimientos.

Una tarde, después de un largo día de prácticas, Sana fue a buscar a Sullyoon. Cuando llegó, se encontró a Sullyoon sentada en el sofá, con una expresión pensativa.

"¿Qué pasa?" preguntó Sana, sentándose a su lado.

Sullyoon tomó un momento para encontrar las palabras.

"Me encanta todo lo que estamos compartiendo, Sana. Pero tengo miedo de que, si seguimos así, los demás lo noten" dijo, sintiendo que la ansiedad la invadía.

Sana miró a Sullyoon a los ojos, comprendiendo su preocupación.

"Lo sé. Es difícil mantenerlo en secreto, pero creo que podemos hacerlo. Solo necesitamos ser cuidadosas" respondió, tocando suavemente la mano de Sullyoon.

En ese instante, ambas se dieron cuenta de que no solo estaban explorando sus sentimientos, sino que estaban construyendo un vínculo que iba más allá de la amistad. Con cada regalo y cada detalle, se sentían más conectadas, pero también más conscientes de los desafíos que podían enfrentar.

Ambas sabían que debían seguir disfrutando de lo que tenían, sin dejar que el mundo exterior interfiriera en su conexión. Decidieron que, mientras estuvieran juntas, podían afrontar cualquier cosa. Así, continuaron compartiendo risas, secretos y pequeños detalles, mientras sus corazones latían en sintonía, construyendo un mundo solo para ellas.

Esa misma tarde, Sana se ofreció a acompañar a Sullyoon a casa, las luces de la ciudad comenzaban a encenderse en la distancia mientras Sana y Sullyoon caminaban juntas luego de una intensa práctica. La atmósfera era relajada, con risas y conversaciones que fluían con naturalidad entre ellas. La conexión que habían construido en las últimas semanas les había permitido ser más abiertas y cómodas la una con la otra.

"¿Te has dado cuenta de cuánto hemos mejorado en las coreografías?" preguntó Sullyoon, con una sonrisa brillante en su rostro.

"¡Sí! Creo que han hecho un excelente trabajo" respondió Sana, sonriendo mientras sus miradas se encontraban. Por un momento, todo lo demás se desvaneció.

Al llegar al apartamento de Sullyoon, ambas se detuvieron en la puerta. El silencio entre ellas se volvió cargado de emoción, como si el aire estuviera impregnado de electricidad. Sullyoon sentía una mezcla de nervios y anticipación. Habían compartido tanto en las últimas semanas, y ahora, con la cercanía de Sana, podía sentir que la tensión entre ellas se volvía casi palpable.

"Gracias por acompañarme. Me hace feliz tenerte a mi lado" dijo Sullyoon, su corazón latiendo rápidamente mientras miraba a Sana a los ojos.

Sana sonrió, sintiendo el mismo impulso de cercanía.

"Siempre estaré aquí para ti, Sully. Eres muy importante para mí" respondió, acercándose un poco más.

El instante parecía alargarse, y antes de que Sullyoon pudiera pensarlo dos veces, Sana se inclinó hacia ella, dejando que sus labios se encontraran en un beso suave y tímido. Fue un beso dulce y lleno de promesas, un momento que ambas habían deseado desde hacía tiempo.

El mundo pareció detenerse. Sullyoon sintió que su corazón se disparaba, y aunque su mente le decía que debía mantener la calma, la emoción la invadió. Cuando Sana se separó, ambas se miraron, el asombro brillando en sus ojos.

"Wow..." fue lo único que pudo articular Sullyoon, su voz temblando de emoción.

Sana sonrió, un poco sonrojada pero con los ojos brillantes.

"Te veo mañana, Sully" Sana se despidió y esperó a que Sullyoon entrara a su apartamento para poder marcharse.

"¡No puedo creer que haya pasado!" gritó Sullyoon en el instante en el que la puerta se cerró tras ella. La emoción la invadió, y sintió como si su corazón estuviera a punto de estallar. Saltó de felicidad, riendo mientras daba vueltas en la sala, sintiendo una mezcla de incredulidad y pura alegría. "¡Oh, por Dios! ¡Sana me besó!" gritó, llevándose las manos a la cabeza mientras su risa llenaba el espacio. Cada rayo de felicidad se apoderaba de ella, y no podía dejar de sonreír mientras recordaba el suave contacto de los labios de Sana.

En medio de la euforia, se dejó caer en el sofá, sintiendo cómo la felicidad le inundaba cada rincón del cuerpo.

"Esto es increíble. No puedo creer que haya pasado. Esto es real, ¿verdad?" se preguntó en voz alta, aún sin poder creer que todo había cambiado en un instante.

El eco de su risa resonaba en el apartamento, y por un momento, todo el mundo exterior desapareció. Sullyoon supo que ese beso era solo el comienzo de algo hermoso, algo que habían estado construyendo lentamente y que, de alguna manera, había llegado a un punto de inflexión.

Con una sonrisa radiante, Sullyoon tomó su teléfono y comenzó a enviar mensajes a Sana, emocionada por compartir sus sentimientos. Sabía que el camino por delante aún sería complicado, pero en ese momento, todo lo que podía sentir era la felicidad que brotaba de su corazón.

Mientras tanto, Sana, ya en su apartamento, no podía evitar sonreír mientras recordaba el beso. Sabía que había tomado una decisión importante, y aunque aún había incertidumbres por resolver, no podía dejar de pensar en lo especial que era Sullyoon para ella. El brillo de sus corazones resonaba en la noche, creando un lazo que, aunque oculto a los ojos del mundo, estaba destinado a florecer.

A/N
Tal vez la historia pueda parecer algo plana al principio, pero el drama todavía no comienza, aunque en su mayoría es una historia tierna, solo tengan paciencia con los primeros capítulos.