Esa noche en la que Sullyoon decidió arriesgarse con Sana; por desgracia no terminó como ella esperaba.

Sintió que el sueño de algo más entre ellas se desmoronaba. Se levantó del sofá, sintiendo que la tristeza la envolvía mientras se dirigía hacia la puerta. Sana la miró alejarse, sintiendo una punzada en el corazón. La decisión era difícil, pero creía que era lo correcto. En ese momento, ambas sabían que su amistad había cambiado para siempre, y aunque el futuro era incierto, el deseo que una vez floreció entre ellas seguiría latente.

Días después de la dolorosa conversación, Sullyoon no podía sacar a Sana de su mente. A sus 20 años, se sentía cada vez más atraída por ella. La coreana había disfrutado de cada momento a su lado, admirando su confianza y dulzura, y sin quererlo se había enamorado de ella.

Había intentado distraerse con ensayos y actividades, pero cada risa y cada momento compartido con sus compañeras de grupo le recordaban lo que había perdido con Sana. Decidida a no rendirse, Sullyoon decidió que no podía dejar que un solo rechazo definiera su relación con la mayor.

Una tarde, Sullyoon se presentó inesperadamente en el apartamento de Sana. Tocó la puerta con nerviosismo, sintiendo que su corazón latía con fuerza. Cuando Sana abrió, su expresión fue una mezcla de sorpresa y preocupación.

"Sullyoon, ¿qué haces aquí?" preguntó, notando el brillo decidido en los ojos de la joven.

"Quería hablar contigo. Por favor, déjame entrar", respondió Sullyoon, sintiendo que no podía dar marcha atrás.

Sana dudó un momento, pero finalmente lo permitió. Ambas se sentaron en el sofá, la tensión palpable en el aire.

"¿Qué sucede?" preguntó Sana, intentando mantener la voz neutral.

"No puedo dejar que nuestra amistad se arruine por lo que sentí. Me gustas, y no creo que eso deba ser un problema", Sullyoon hablaba con sinceridad, pero su corazón estaba en juego. "No quiero que todo se vuelva incómodo entre nosotras."

Sana bajó la mirada, sintiendo el peso de sus palabras.

"Sullyoon, ya te dije que… no es correcto. Eres tan joven y tienes toda la vida por delante. Yo… no puedo hacer esto", respondió, su tono cortante.

Las palabras de Sana fueron como un balde de agua fría. Sullyoon sintió que el dolor la atravesaba.

"¿Por qué no? ¿Por qué no podemos explorar lo que hay entre nosotras?" preguntó, intentando mantener la calma.

"Porque no quiero que esto afecte nuestra amistad. La gente hablaría, y no es justo para ti. Te mereces a alguien que esté en la misma etapa de vida que tú." Replicó Sana, con una firmeza que incluso la sorprendió a ella misma.

Sullyoon se sintió herida, como si un muro se interpusiera entre ellas. Y Sana se sintió culpable por causarle ese dolor.

"Lo siento, Yoonah. Solo… no puedo. No es correcto", respondió, desviando la mirada.

Definitivamente fue más doloroso para Sully escuchar a Sana llamarla de esa forma tan fría.

La tensión en la habitación era palpable, y el silencio se instaló entre ellas. Sullyoon se sintió pequeña, como si toda su valentía se desvaneciera.

"Solo quería que lo supieras…" murmuró Sullyoon, sintiendo el peso de la decepción. De nuevo.

Sana sintió que sus defensas empezaban a bajar. A pesar de que había intentado ser firme, la sinceridad de Sullyoon la conmovía. Era difícil ignorar la conexión que compartían.

"Pero… ¿y si esto no funciona?" preguntó Sana, sintiéndose vulnerable.

"No lo sé. Pero tampoco sé si puedo seguir siendo solo tu amiga si no intento luchar por esto." Sullyoon respiró hondo, sintiendo que era un momento decisivo. "Si no te gusta, entonces lo aceptaré, pero al menos quiero saber que lo intentamos."

Sana sintió que su corazón se aceleraba. La idea de arriesgar su amistad la aterraba, pero también había algo liberador en la propuesta de Sullyoon.

"Esto es complicado…" dijo Sana, sintiendo que las palabras se atascaban en su garganta.

"Lo sé. Pero quiero que lo pienses. Te respeto, y no quiero que te sientas presionada. Solo… dame una oportunidad de mostrarte que esto puede ser diferente", Sullyoon le sonrió, intentando aliviar la tensión.

Sana, aunque aún luchando contra sus propios miedos, sintió una pequeña chispa de esperanza. Era una batalla entre lo que deseaba y lo que consideraba correcto.

"No puedo prometer nada, Sullyoon. Pero… te escucharé", dijo Sana, sintiendo que una parte de su corazón comenzaba a abrirse, aunque muy lentamente.

Sullyoon sonrió, sintiendo que había logrado un pequeño avance. Aunque la situación seguía siendo complicada, al menos habían dado un paso hacia el diálogo. Ambas sabían que el camino sería largo y difícil, pero la conexión que compartían seguía siendo fuerte, y tal vez, solo tal vez, estaban dispuestas a explorarlo juntas.

La atmósfera en el apartamento de Sana se volvió más íntima, como si el mundo exterior se desvaneciera. Sullyoon miró a Sana con intensidad, sintiendo que había llegado el momento de abrirse por completo.

"Sana, no solo me gustas; eres alguien que ha cambiado mi vida. Desde que te conocí, has sido un faro para mí. Me inspiras a ser mejor, a perseguir mis sueños. Tu risa, tus palabras… todo en ti me atrae. Nunca he sentido esto por nadie antes." Declaró Sullyoon, dejando que sus sentimientos fluyeran sin reservas.

Sana sintió que su corazón se aceleraba. Las palabras de Sullyoon resonaban en su interior, pero también la llenaban de miedo.

"Sullyoon, eso es muy bonito, pero…" comenzó, intentando encontrar las palabras adecuadas. "No sé si puedo corresponderte de la manera en que deseas. Tengo 27 años, y tú solo 20. Hay una gran diferencia entre nosotras, y temo que eso nos cause problemas."

"Lo sé, y entiendo tus preocupaciones. Pero no puedo controlar lo que siento, y no quiero ignorarlo. Me importa mucho nuestra amistad, pero también siento que hay algo más que podríamos explorar." Respondió Sullyoon, su voz firme pero llena de vulnerabilidad.

Sana sintió que su corazón se estrujaba al escuchar la sinceridad de Sullyoon. La atracción que ambas compartían era innegable, pero la idea de lo que podrían enfrentar la asustaba.

"Me gustaría que las cosas fueran diferentes. Porque yo también siento algo por ti. Me encanta pasar tiempo contigo, y hay momentos en los que siento que el mundo se detiene", admitió Sana, sintiendo que la barrera que había construido comenzaba a desmoronarse. "Pero no sé si soy lo suficientemente fuerte como para manejarlo."

Sullyoon sonrió, sintiendo que había logrado romper una parte del muro que las separaba.

"No estoy pidiéndote que lo hagas todo de una vez. Solo quiero que nos demos la oportunidad de ver a dónde puede llevarnos esto. Tal vez no debemos decirle a nadie… por ahora. Así tendríamos tiempo para descubrirlo sin presión." Propuso Sullyoon, sintiendo que sus esperanzas revivían.

Sana pensó en la idea. Mantenerlo en secreto podría ser la respuesta que necesitaban.

"Está bien, pero debemos ser cuidadosas. No quiero que esto afecte nuestra amistad, ni la imagen de nuestros grupos." Dijo Sana, sintiendo que su corazón se llenaba de esperanza y miedo al mismo tiempo.

"Lo entiendo. Seremos discretas y tomaremos las cosas con calma. Pero quiero esforzarme por esto, porque creo que lo que tenemos vale la pena." Respondió Sullyoon, sonriendo con una mezcla de alegría y alivio.

Sana sintió un calor reconfortante en su pecho, y aunque sabía que el camino no sería fácil, estaba dispuesta a intentarlo.

"Entonces, hagámoslo. Vamos a mantenerlo en secreto y a ver a dónde nos lleva esto." Dijo Sana, sintiendo que su corazón latía con fuerza ante la posibilidad de un nuevo comienzo.

Las dos se miraron, la conexión entre ellas más fuerte que nunca. Aunque sabían que enfrentarían desafíos, también estaban decididas a aprovechar esta oportunidad. El silencio de sus corazones, una vez lleno de miedo, ahora se transformaba en una melodía de esperanza y amor.

Sullyoon tomó la mano de Sana, un gesto sencillo que simbolizaba el comienzo de su viaje juntas. Con una sonrisa cómplice, ambas supieron que habían dado un paso importante hacia lo desconocido, dispuestas a descubrir lo que el futuro les tenía reservado.

A/N
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