N u e v e
— ¿Es enserio? ¿Ese idiota te invitó a una fiesta esta noche? —YoonJi caminaba a su lado dando sorbos a su batido de fresa, Mey tenía uno también, pero era de mantecado.
— No te mentiré, siento algo de curiosidad...—MeyBi se detuvo al ver que YoonJi había hecho lo mismo— ¿Qué sucede?
— Dime que no piensas ir.
— Bueno...creo que podría ir, pero no por HyunJin exactamente...
— No vayas, esas fiestas son una pérdida de tiempo, sólo hay drogas, alcohol, chicos con hormonas alborotadas y...
— Ya, oye, no significa que vaya a hacer todo eso—sonrió de lado—Sé a dónde me llevan las drogas, mis padres han sido muy claros conmigo desde niña sobre ese tema—aclaró—Escucha, sólo digo que me gustaría ir y sentirme adolescente una vez en mi vida, todo lo que hago es trabajar y estudiar, ¿No merezco algo de tiempo para mí misma?
A YoonJi le sorprendió escucharlo y al mismo tiempo le entristeció, no quería que MeyBi se sintiera presionada con su propia vida. Respiró profundo negando con la cabeza.
— No iré.
— Vamos, YoonJi, podemos disfrutar de manera sana—intentó convencerla—Eres mi amiga, ¿No? ¿Nunca fuiste a una fiesta en Daegu?
"Si supiera..."
Hace varios años atrás
Un YoonGi de catorce años había entrado a la casa tarde por la noche, el pelinegro se sentía tan idiotizado, su cuerpo pesaba y su cerebro sólo le obligaba a reírse por cualquier cosa. El chico chocó con el mueble lanzando una maldición por lo bajo teniendo su bolso en su hombro, las luces se encendieron dejando ver a la señora Min sentada en el sillón con sus piernas cruzadas y sus brazos cruzados sobre el pecho.
— ¿Dónde demonios estabas?
— Shh, no es necesario alzar la voz—se tambaleó. Todo le daba vueltas—Iré a mi cuarto—su voz arrastraba las palabras.
— Min YoonGi—llamó.
— Ese es mi nombre, lo sé—se dirigió a las escaleras tropezando en el primer escalón—Mierda—intentó levantarse, pero su madre lo jaló del brazo obligando a que lo mirara— ¡Suéltame! —forcejeó con ella perdiendo de todas formas.
— Estás drogado y ebrio—arrugó la nariz—Apestas a alcohol.
— Así como tú cuando te acuestas con esos tipos—acusó—Es gracioso, creí que por hacerlo todos me aceptarían en la escuela, pero no lo hicieron—rio amargamente-Sólo quedé en ridículo. Sólo quería encajar.
— ¿Encajar? —ella se burló, pero una idea pasó por su cabeza—Ven, arreglaremos tu problema. ¿Quieres encajar en esta casa?
YoonGi frunció el ceño dejando que su madre casi lo arrastrara hasta la sala empujándolo al sofá, la escuchó decir algo más, pero todo se volvió oscuro y lejano. Cuando YoonGi despertó escuchaba que alguien le susurraba en su oído, su cuerpo fue despertando sintiendo algo extraño, era placentero pero extraño. Abrió sus ojos intentando ver a la persona que estaba sobre él sin tener éxito, sintió cosquillas en su cuello intentando alejar lo que sea que estaba allí, pero otras manos lo detuvieron.
— Mamá—llamó intentando despertar del todo, pero parecía estar aún bajo el alcohol y la droga— ¿Mamá? —y cuando iba a llamarla por tercera vez un gemido salió de sus labios asustándolo. Su boca fue sellada por otra, alguien lo estaba besando y él no tenía ni idea de que hacer, se asustó de pensar que uno de esos hombres que su madre llevaba se aprovechaba de él— ¡No! —apartó su rostro quejándose-¡No! ¡Mamá! -y como pudo empujó a la persona sobre él.
A pesar de estar ebrio y drogado pudo reconocer perfectamente el rostro de esa persona.
La que se restregaba sobre su pantalón y lo había besado no era ningún hombre, claro que no, era nada más ni nada menos que su propia madre.
Presente
— ¿YoonJi? —la voz de Mey le trajo a la realidad— ¿Estás bien? Estuviste callada por casi una hora.
— Sí, yo...—aclaró su garganta. Miró el batido entre sus manos intentando ubicarse—Estoy bien.
— Debo entrar—señaló la librería donde trabajaba. Había olvidado que la había acompañado—Te veo esta noche—y cuando iba a decir algo lo detuvo—Ya dijiste que sí, ¡Adiós!
💚💙💚
El timbre de la casa se escuchó y minutos después YoonGi abrió la puerta permitiendo que Hoseok entrara.
— Vine lo más rápido que pude, ¿Qué sucedió? ¿Mey te rechazó la ayuda? —fue a la sala tomando asiento en el sofá. YoonGi lo miró en silencio sin creer que necesitaba contarle a alguien sobre...eso— ¿YoonGi?
— Yo...te llamé porque...esta noche acompañaré a MeyBi a una fiesta—se acercó sentándose a su lado—Iré como YoonGi y no como YoonJi.
— De acuerdo—hizo una pausa— ¿Qué sucede con eso?
— Bueno, yo...la última vez que fui a una fiesta fue cuando tenía catorce años—no pudo ver a Hoseok con lo siguiente—Y...cuando eso pasó...descubrí a mi madre...casi abusando sexualmente...de mí.
A Hoseok se le detuvo la respiración. Incluso no se movió.
— ¿Qué?
— No quiero contarte más o saldrás corriendo.
— Oye, eres mi mejor amigo, nunca haría eso—prometió—Me conoces, YoonGi—lo miró atentamente— ¿Temes que a Mey le pase algo así? ¿Un abuso o...?
— No, sólo...desde que comencé a verme más seguido con ella sigo recordando cosas de mi infancia, cosas que me aseguré de enterrar en mi mente porque me causaban daño y...—jugó con sus manos nerviosamente. Respiró profundo negando con la cabeza—No crecí en una familia feliz, Hoseok.
— La felicidad no existe, sólo es algo...momentáneo.
— Mi padre nunca estuvo en casa, nunca lo conocí, mi madre me tuvo creyendo que así él cambiaría y se uniría más a ella, pero estuvo equivocada—miró el televisor con la vista perdida—Ella se prostituía, era adicta al alcohol y las drogas, en casa siempre había hombres que no conocía—Hoseok siguió en silencio—Ella insistía que debía ser duro y agresivo, debía defenderme, me golpeaba, me insultaba y me humillaba. Nunca me trató como un hijo, en la escuela tuve muchos problemas, todos se metían conmigo.
— ¿Ella...sigue...molestándote?
— No.
— ¿Qué le pasó?
— Cuando cumplí los quince años hubo una visita de los estudiantes a la comisaría—explicó—Uno de los oficiales fue muy amable conmigo desde el primer momento, parecía notar que algo me pasaba.
— ¿La delataste?
— Él me dio su tarjeta y dijo que podía llamarlo cuando algo malo pasara. Esa noche lo llamé y...acabé bajo la custodia del gobierno
— YoonGi...
— Ese policía me adoptó hasta los diecinueve, su esposa fue muy dulce conmigo y su hijo también—sonrió ladinamente—Pero sigo sin saber el significado de tener una familia.
El pelirrojo quiso abrazarlo fuertemente y protegerlo de todo mal. Nunca se imaginó algo así, YoonGi había pasado por mucho a una corta edad, pero con más razón se convencía Hoseok de no dejarlo solo.
No quería colocar lo cliché de que su madre lo vendía o algo parecido así que...
Don't kill me, please 🙏🏻
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