Capítulo 52 - Delirios
— ¿Tae? — Musitó Kook con cierta emoción, acariciando sus cabellos rubios. No se contuvo y lo besó entre lágrimas. — Viniste mi amor, viniste.
Entraban al apartamento abrazados, tratando de no caer cuando Jungkook bajó la mano que acariciaba su espalda hasta la parte más baja, apretando su trasero riendo. — Te ha crecido en el tiempo que no has estado conmigo.
— Mira este estado, es deprimente verte así. — Recriminó.
— Es tu culpa... Me tienes preso de tu corazón, adicto a tu cariño, fanático a tus besos, todos los días a Dios le rezo esperando tu regreso. ¿Qué tengo que hacer para calmar el dolor Taehyung, para no extrañarte más en mi corazón? — Golpeaba su pecho llorando, salivando. — ¿Cómo lo haces eh? ¿Cómo hago para dejarte de amar? Me están matando los celos de saber que vives con ese infeliz, mientras tú vivas con él yo no voy a poder vivir, si no te tengo a mi lado no podré vivir.
— Sí podrás vivir, si te lo propones lo harás.
— Cuando miro al cielo... — Hipó. — Aunque no hayan estrellas siempre estás tú, como si fueras una de ellas, la más bella de todas. — Acarició su cabello nuevamente. — Yo sigo aquí, no pierdo las esperanzas, sigo enamorado de ti aún más que antes. Quiero que toda esta odisea termine porque yo no quiero estar sin ti. Tae te juro que te amo, te quiero, solamente regresa a mi lado. Por favor...
Sus últimas palabras salieron casi como un suspiro, con algunas lágrimas que recorrieron su rostro perdiéndose en sus labios antes de que este cayera en un profundo sueño.
Las dos personas que allí se encontraban mirándolo suspiraron al ver como finalmente se quedaba dormido. Nunca pensaron encontrarlo en ese estado, que le afectara tanto la separación, tirándose a beber cuando él era una persona a la que le disgustaba las personas que bebían en exceso.
— No sabía que podía ser tan cursi e idiota este chiquito. — Sonrió Namjoon compadeciéndose de su estado. — Te juro que si no hubiera estado borracho le rompía el hocico por andarte besando.
— No creía que estuviera tan deplorable amor. — Respondió Jimin.
Lo miraban con pena, su amigo incluso había confundido a Jimin con Taehyung, había regresado a casa con un completo extraño y una vez más ebrio. De no ser porque él en su borrachera les marcó para pedirles que buscaran a Tae, no se hubieran enterado de nada y sabría Dios que hubiera pasado con ese extraño. No lo iban dejar sola, tenían que hablar con él por lo que pasarían el resto de la noche ahí, luego de bañarlo y meterlo en la cama.
— Nam... Mi amor despierta, ayúdame a sacar a Yeontan mientras yo preparo el desayuno para los tres. — Lo zarandeaba Jimin entre besos, para convencerlo de que se levantara.
— ¿No podemos esperar hasta que su padre se levante y lo lleve a pasear? — Protestó.
— No podemos, tratemos de ayudar a Kookie lo más que podamos, nos necesita, ya tiene suficiente en su cabeza tratemos de aliviarlo lo más que podamos... — Nam había vuelto a cerrar sus ojos, renuentes a quererse abrir. — Kim Namjoon, no me hagas repetir las cosas por favor.
— Ya... — Levantó las manos en son de paz. — Lo siento, ya voy, ya voy. Demonios, tener uno que despertarse así es una pesadilla. Sin besos y contigo molesto.
— Te comencé a despertar con besos pero tú querido mío ni siquiera te inmutaste cuando estaba siendo cariñoso, a veces pienso que contigo uno tiene que estar todo el tiempo con el látigo en la mano para que hagas caso. — Bromeó Jimin acercándose para darle un beso. — Ya tienes tu beso matutino, así que ahora actívate.
Namjoon entró al baño con su pareja para ahorrar algo de tiempo, realmente no tenía deseos de salir a pasear al peludo y menos con el frío que se notaba que hacía, aún así era mejor obedecer cuando su pareja se ponía tan serio además de que tenía razón debían ayudar a su compañero y amigo, eso lo hacía preguntarse como estaría Taehyung.
Ninguno se esperó que llegaran hasta ese punto, lo máximo que pesaron es que debido a los sucesos que se habían desatado Tae desapareciera buscando relajarse pero no que terminara con su esposo, ellos tampoco se compraban del todo que no lo quisiera más, en un abrir y cerrar de ojos ese amor que se tenían no podía morir.
Para cuando Nam y el más pequeño del lugar regresaron del paseo ya Jimin tenía la mesa preparada y el desayuno casi listo. Lo vio entrar con una sonrisa en el rostro, no se cansaba de eso.
— ¡Ugh qué frió hace afuera! — Se quejó Nam besando a su pareja, siempre lo hacían cuando uno de los dos salía lo que fuera debían despedirse y saludarse con un beso, no importaba que solamente fuera por cinco minutos.
— ¿Cómo les fue? Te ves bien con Yeontan, podríamos tener uno también.
— Todavía no logramos cuidarnos del todo nosotros mismos. — Bufó haciendo que ambos sonrieran. — Olvidé las bolsas para recoger sus cosas, gracias a un alma caritativa que me dio alguna de las suyas pude recoger aquello. ¿Kook aún no ha despertado? — Jimin negó con la cabeza.
— Aún no, ve a lavarte las manos, una vez que este todo servido entonces lo despertamos.
Una vez que regresó de lavarse las manos y algo más cómodo sin el abrigo, Nam se abrazó al cuerpo de Jimin, era algo que no podía evitar cuando lo veía trabajando en la cocina.
— Bebé... ¿No deberíamos decirle a Kook que nos comprometimos? De nuestras amistades solamente él y Taehyung no lo saben, me hace sentir mal.
— Mi amor no sería la mejor idea, creo que se sentirían peor sabiendo eso ahora que están pasando por este momento, aunque lo deseen no podrán alegrarse del todo porque sus corazones están adolorido. — Alegó Jimin acariciando sus manos que rodeaban su cintura.
— Estás totalmente equivocado Jiminie. — Habló Jungkook quién los había estado escuchando desde que se levantó. — Es agradable saber que al menos algunos de nosotros son felices, eso nos da también felicidad, aunque no sea yo su felicidad también la siento como mía. Así que... — Los abrazó. — ¡Felicidades por ese compromiso! Realmente ya era hora, bastante se habían tardado. ¿Hace cuánto que se comprometieron?
— Se lo propuse el día de San Valentín. — Respondió Nam orgulloso.
— Así es, ya hace poco más de un mes que estamos oficialmente prometidos, tenemos pensado casarnos el próximo año.
— ¡Vaya eso es maravilloso! Saben que yo seré uno de los padrinos y testigo. — Respondió con una sonrisa pero los recuerdos de su boda de agolparon en su mente. — Por cierto... ¿Cómo es que ustedes están aquí en mi casa?
— Buena pregunta. Verás, ayer, después que casi te cogieras a mi prometido nos-
— Cállate mi amor no hay necesidad de decir eso. — Namjoon estaba disfrutando la cara de horror de Jungkook.
Ellos le contaron todo lo sucedido la noche anterior, desde la llamada de él llorando borracho y quejándose por Taehyung hasta el momento en el que apareció minutos antes.
— Por cierto tú no puedes estar bebiendo así, vas a terminar hecho un alcohólico y ahí sí ni quien te quiera cerca corazón. No bebas más hasta perder el conocimiento, no sabes lo que puede ocurrir, el muchacho de ayer no parecía mala persona pero uno nunca sabe.— Lo regañó Jimin.
— Tienes razón hyung, lo siento. Me mediré a partir de ahora, lo prometo. — Respondió Kook loco por zanjar el tema. — ¿Están en tu casa hyung o en casa de Joonie? Debe pasar a darles su regalo de compromiso.
— Verdad que tú estás bien desactualizado. — Soltó Nam ganándose una mirada fuerte por parte de Jimin.
— Tenemos una nueva casa para los dos, dejamos nuestros apartamentos y nos mudamos juntos. Queríamos decirte antes pero sentimos que no era correcto importunarte con esas pequeñeces.
Una casa juntos... Realmente había estado ido de la realidad, para él solamente existía su esposo. Jungkook simplemente asintió recordando que esa semana tanto él como Taehyung deberían haber ido a inaugurar la casa que recibieron como regalo de bodas y que no solamente estaba renovada sino que fue prácticamente reconstruida en su totalidad, la señora Kim comenzó con pequeños arreglos y terminó cambiando todo. Ellos deberían estarse mudando también y ahora ni siquiera estaban juntos.
Luego del desayuno comenzó a sentirse algo mal por lo que sus amigos decidieron ir en busca de algunas medicinas, comidas para la despensa casi vacía que tenía y algunas ropas para pasar varios días con él sin importarle que este se quejara por ello. Se acostó en su cama y ni siquiera notó cuando ellos se marcharon, tenía mucho frío y solamente le apetecía dormir refugiado en su cama.
— Ya basta Jimin estoy bien... — Se quejaba Jungkook en el medio de su delirio.
Sentía algo frío en su cuerpo que lo estaba molestando. Con pesar intentó abrir sus ojos pero solamente divisó una silueta y una cabellera rubia. Sin lugar a dudas su amigo podía ser muy insistente a pesar de que le dijo que se irían a buscar algunas medicinas y comida luego de pasar rápidamente por la casa a buscar algo de ropa, les había insistido que estaba bien y que no tenían que volver pero aún así lo habían hecho. Intentó decir algo pero sus ojos sin fuerza se volvieron a cerrar.
Cuando volvió a dar en sí sintió un aroma que le era inconfundible, la refinada y dulce fragancia de mandarina mezclada con jengibre, jazmín, ese olor que lo transportaba a una tarde en Milán o Roma era sin duda "Note Di Colonia III" de Acqua di Parma, el perfume preferido de... ¡Taehyung!
Se levantó rápidamente de su cama y notó como varias paños húmedos pegados a su pecho comenzaban a caer. Cierto, había tenido fiebre. Se detuvo unos segundos a mirar a su alrededor, una pequeña palangana con agua esta, varios paños secos doblados y el abrigo que tenía puesto estaba tirado a un lado de la cama, definitivamente había tenido fiebre pero no podía perder tiempo en ello, Taehyung había estado o estaba ahí, podía sentirlo. Salió corriendo por todo el penthouse como un loco buscando a su esposo, miró cada lugar pero no lo encontró, una fuerte decepción comenzaba apoderarse de él cuando sintió que alguien estaba introduciendo el código en la puerta.
Permaneció inmóvil, expectante cuando vio aparecer su cabello rubio, agachándose para colocar a Yeontan en el piso. El peludo daba vueltas a su alrededor, sin querer separarse de su padre que hacía tanto no veía y esa escena casi hizo que Jungkook llorara de ternura, pesar, tristeza. Cuando sus ojos se cruzaron el mundo se detuvo por algunos segundos antes de seguir corriendo como de costumbre.
— ¿Qué haces descalzo y parado ahí? Estás enfermo y aunque tu fiebre se haya bajado debes cuidarte. — Trató de decir con indiferencia antes de pasar por su lado.
Jungkook simplemente se giró y lo siguió con la vista sin poder decir una sola palabra. Había. estado soñando con ese momento, con tener la más mínima oportunidad de hablar con él, se había incluso levantado como loco para buscarlo y sin embargo ahí estaba, sin poder decir una sola palabra, observándolo como un tonto.
— ¿Tú me cuidaste la fiebre? — Finalmente dijo Kook a lo que Tae asintió buscando la comida del peludo. — ¿Desde cuándo estás aquí?
— Desde hace pocas horas. Vine a recoger mis cosas y también a Yeontan, yo tendré más tiempo libre que tú ahora que no estoy haciendo nada por lo que me podré ocupar mejor de él.
Sí bien era cierto que había ido a recoger sus cosas, eso no había sido más que la excusa que le dio a Sehun y a sí mismo para ir a ese lugar por casualidad a encontrarse con su esposo, lo extrañaba y quería verlo. Simplemente no contó con ver a sus compañeros saliendo del lugar con rostros decaídos, cosa que lo hizo preocupar, no se les acercó para no enfrentarse a sus preguntas por lo que esperó a que se fueran más unos diez minutos extras para evitar que regresasen por casualidad.
Subió algo preocupado pero su sorpresa fue grande al escucharlo delirar desde la puerta, decía su nombre, en ese momento simplemente pensó que se había dado cuenta de su presencia pero con todas las incoherencias que decía supo que eso era imposible y por ello se acercó al lugar de adonde sus quejidos provenían y ahí lo encontró, bañado en sudor, tiritando a causa de la fiebre y con Yeontan a su lado mirándolo confuso, su corazón se le partió en pedazos en ese momento.
El peludo al verlo corrió hacia él pero lastimosamente su atención estaba puesta en Jungkook. Fue por algunos trapos y un poco de agua tibia para bajar su temperatura corporal. Comenzó regresándole la nuca y frente mientras lo acariciaba e incluso plantaba leves besos en él siempre con cuidado de no despertarlo. Cuando intentó bajarle la cremallera del jersey este le agarró la mano sobresaltándolo en ese momento, sintió algo de pánico pasajero que se esfumó cuando este mencionó el nombre de Jimin.
No se atrevió a volver a besar esos labios para no ser descubierto o al menos eso pensó él, ya que no supo que había sido visto por Namjoon y pareja en el acto, quienes se retiraron nuevamente en silencio para dejarlos solos. Así que ignorando este hecho continuó colocándole algunos paños en las axilas e ingles, dejando escapar una que otra caricia y lágrimas antes de dejarlo solo y bajar con el perro.
— ¿Estás bromeando cierto? Te quedas por horas cuidándome y ahora me dices que vienes por tus cosas... Eso no tiene sentido. — Exclamó Jungkook.
— Vine por mis cosas pero eres un ser humano y yo no te odio Jungkook, que no estemos juntos no significa que te voy a dejar desatendido cuando necesitas ayuda. ¿Por quién me tomas?
— ¿No hay nada que yo pueda hacer para hacerte cambiar de opinión? Permíteme cuidar de ti, luchar por ti, por mí, por nosotros.
— No hay nada más que puedas hacer, por favor, interioriza de una vez mis palabras para que puedas olvidarme pronto, de lo contrario te harás más daño y no me podrás culpar por no haberte advertido.
Si le daban la más mínima oportunidad de salvar ese matrimonio el la tomaría con los ojos cerrados, no quería ni podía rendirse a luchar por ese amor latente en él. Sin premeditación se acercó a Tae e iba a dar un paso atrás pero al ver su sonrojado rostros, su paso en falso y sus dedos jugueteando con la meseta de la cocina puedo notar que estaba nervioso y que estaba mintiendo.
Se acercó aún más, arrinconándolo, observando como sus mejillas pasaban de un leve tono rosáceo a un rojo tomate. Taehyung se percató que intentaba repetir la escena del club y no se quiso dejar vencer tan fácilmente.
— Si intentas besarme para ver si reacciono a ti o no pierdes tu tiempo. Ya te dije que no me eras indiferente, sí eres atractivo y también me satisfaces en la cama pero eso no es lo que hace una relación por lo que mi cuerpo podrá reaccionar a ti pero eso no significa que mi corazón lo haga. No alarguemos más esto por favor, despidámonos hoy de una buena vez.
Sabía que su esposo no le estaba diciendo la verdad pero estaba claro que lo amaba o al menos reaccionaba a él por lo que iba a darle algo de tiempo y espacio pero sin dejar de hacer su lucha.
— Entonces me merezco una despedida digna, ¿no es así? Concédeme este último deseo... — Se acercó a su cuello para susurrarle las siguientes palabras en su oído. — Si mi cama te satisface al menos deja que nuestros cuerpos se despidan correctamente, no tuvieron la oportunidad de hacerlo antes.
No sabía por qué a pesar de sus fuertes deseos e instintos de rechazar aquello cada parte de él quería volver a unirse a Jungkook aunque no sólo físicamente pero temía que si se despedían eso realmente fuera un adiós para ambos. Tal vez en un año todo este problema quedara zanjado y ellos tendrían la oportunidad de volver, él podría contarle sus motivos y disculparse, en cambio de despedirse en esos momentos estaría aceptando que ellos ya no estarían más.
— No insistas. No ganarás nada con eso además, yo.. Yo no quiero. — Pensó en voltear su cara pero sabia que si lo hacía no mostraría seguridad por lo que tratando de controlarse al máximo lo miró directamente a los ojos.
— No te soy indiferente, dices que te sientes bien en la cama conmigo por lo que no estarás haciendo ningún sacrificio además, es lo menos que me merezco después de que me hayas mentido, jugado con mis sentimientos y abandonarme sin previo aviso. Sería una compensación justa con la que tú también ganarás los últimos orgasmos que te daré en mi vida porque después de hoy... — Se separó de él para que le viera bien sus ojos. — Después de hoy no volveré a buscarte, tú solo regresarás a mí en algún momento de tu vida, momento en el que quizás yo ya no esté disponible o muriendo de amor por ti. Un momento en el que aunque te perdone no vuelva a ti y será entonces donde podrías arrepentirte no haberte siquiera despedido de mí.
No le había gritado, no lo había tratado más pero... ¿por qué se sentía tan mal con esas palabras? ¿Por qué le dolía que lo tratara así? Él no quería que se olvidara de él, tampoco que lo sacara de su corazón, él se estaba sacrificando para que no sufriera, para que pudiera vivir feliz. No se entendía, su cerebro le decía que debía dejarlo ir, tener hijos, ser feliz, tener una vida normal y que guardara todos sus bellos momentos por siempre en su corazón pero su corazón quería amarlo y no separarse de él jamas pero eso sería demasiado egoísta. Entonces... Si ya lo tenía todo claro relativamente y estaba seguro de las consecuencias de sus actos, ¿por qué no quería que lo olvidara o dejara de amar si eso sería lo más común y correcto para hacer si quería seguir adelante?
— ¿Qué ganas con tener mi cuerpo por algunos minutos más?
— En el momento que tú te entregas en la cama dejas de ser tú, es algo que he aprendido desde la primera vez que te dejaste llevar en el sofá que está ahí. — Señalo aquel sofá testigo de tantas cosas donde por primera vez ambos perdieron los estribos la primera noche que fueron los dos juntos huyendo de la lluvia, luego de un día mágico en donde solamente existieron ellos dos. — Por lo que no estaría teniendo tu cuerpo, sino tu alma, todo tu ser al descubierto una vez más. Quiero despedirme de tu piel vibrante, de tus sonidos, de tu calor, de las sensaciones que despiertas en mí, despedirme de toda conexión aunque demore en procesar su partida.
Estaba lleno de "por qué" ese día. ¿Por qué era todo tan difícil? ¿Por qué quería ceder a pesar de que sabía que las consecuencias de eso podrían ser terribles? ¿Por qué quería llorar? ¿Por qué Jungkook le hacía esto? ¿Por qué? ¿Por qué?
— ¿Me permites besarte y guiarnos hacia nuestra despedida? — Preguntó Kook acercándose a su esposo.
— Sí, a final de cuentas serán solamente unos minutos. Puedes cobrarte todo lo que mereces y entonces pondremos fin a esto. Solamente dime qué es lo que quieres y yo te lo daré. ¿Te cojo o tú me cogerás?
Por un momento las raspante e hirientes palabras de Taehyung lo hicieron frenar. Jamás lo había cogido, desde la primera vez habían hecho el amor, tampoco pensó que su esposo simplemente lo cogiera, para él cada encuentro había ido más allá que la simple unión de sus cuerpos. Cuando hacían el amor suavemente dejaban salir sus lados más románticos, la parte más tierna de la relación, cuando era salvaje dejaban que sus instintos se liberaran que sus almas se agotaran y cuando iban más allá era profundizar en la piel del otro conocer sus límites y ayuda a sobrepasarlos. Cuando él era el activo sentía que cuidaba de Tae y cuando era al revés pues sentía que este cuidaba de él. Cada encuentro era un lazo más que crecía entre ellos no una simple cogida.
Sentía que sus ojos se querían cristalizar, pensó en simplemente dejar todo hasta ahí, por un momento realmente sintió que él ya no sentía nada y de ser así no quería obligarlo a nada pero cuando miró hacia al frente se condenó a si mismo por ser tan egoísta y aún así querer abrazarlo y entregarse a él una vez más.
— Parece que hay algo que no entendiste Taehyung, conociéndome como creo que lo haces te debe bastar para saber que conmigo rara vez son varios minutos y como esto será algo importante porque le estaremos poniendo fin a nuestra relación de una vez y para siempre exijo 24 horas. después de ese tiempo eres libre de irte en cualquier momento.
Su corazón dio un vuelco, eso era simplemente demasiado. ¿Sería capaz de irse después de pasar nuevamente 24 horas al lado del ser que más amaba en el mundo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro