Capítulo 49 - Un cuerpo sin alma
— ¿Qué sucede? — Preguntó Jungkook.
— Sintoniza las noticias en este instante. — Escuchó de Jimin al otro lado del teléfono.
— ¿Ahora qué hyung? Estoy en la cocina con Tae, si no es urgente mejor no.
— Es más que urgente, enciendan las malditas noticias. — Gritó algo desesperado frente a la actitud tan calmada de su amigo.
"Kim Taehyung, el integrante del grupo Fire que lidera las listas no solamente del país si no también fuera del territorio coreano, está siendo el centro de todas las noticias. En la noche de ayer se hicieron viral a nivel internacional a pocas horas de su publicación varias imágenes que no serán transmitidas por este medio, junto a un video del cantante en su intimidad y bajo los efectos de lo que aparenta ser bebidas alcohólicas. De acuerdo a lo testificado por los internautas se desconoce la procedencia de los mismos ya que no hay fuente aparente. Sus seguidores se encuentran realmente afectados y han comenzado a dudar de la integridad del grupo y su compañía. El artista y su agencia, Fanfic Entertainmen aún no han dado declaraciones sobre los hechos. Soy Beom Joo In y estaré en varios minutos devuelta con ustedes"
Pasaban una y otra vez en todos los canales la noticia en la cual Taehyung era el protagonista principal. Es que realmente no era para menos el grupo número uno actualmente en Corea tenía a un integrante envuelto en escándalos, de eso en los que todo el mundo tiene una opinión y pocas veces era positiva.
Taehyung cayó en el sofá en estado de shock, ni siquiera lloraba en ese momento, su mente se encontraba en un trance del que no sabía si podría salir. Jungkook estuvo casi de la misma forma por algunos segundos, no podía creer que estuvieran hablando de eso, las fotos estaban corriendo como pólvora por las redes y a esas alturas no había manera alguna de detenerlas. Eso era como una cabeza de hidra si cortaban una salían diez más en algún lugar.
— Señor Kim, ha pasado lo que nos temíamos, ya sabe lo que tiene que hacer. — Llamó al asistente de los Jeon.
Para Kook no había tiempo que perder, si se confirmaba que todo eso había sido obra de Kai verdaderamente haría que se arrepintiera de haber nacido aunque eso no le devolviera la tranquilidad a su esposo, pues ya el daño estaba hecho y deberían afrontarlo juntos. Se acercó a su esposo quien seguía escuchando las noticias aunque ya no hablaban de él, cambiando a cada canal para escuchar las mismas cosas.
Se levantó de aquel sofá de golpe y fue corriendo hasta su cuarto a revisar su teléfono pero Jungkook se lo arrebató antes de que lo desbloqueara.
— No es bueno que mires tu teléfono ahora. — Jungkook lo apagó totalmente. — Eso ahora mismo sería fatal más tarde-
— ¿Quién carajos te crees que eres para decirme qué debo hacer o no? ¿No ves lo que está pasando? — Lo empujó tratando de recuperar su pertenencia pero no lo logró. Sus gritos se estaban apoderando de la habitación frenéticamente. —Tengo que saber cuales fueron las fotos que se filtraron, lo que están diciendo de mí, necesito saber Jungkook, quiero saber.
— Eso sería martirizarte y yo no lo voy a permitir, igual ya están fuera, ahora nos queda pensar con cabeza fría para remediar el daño. — Trataba de mantenerse sereno y con mente fría por ambos.
— ¡Dame el maldito celular Jungkook!
— ¡No! Sé que estás preocupado por las noticias pero ya te dije que a mí esas fotos no me molestan y ya encontraremos pronto una solución para todo esto.
En ese momento sentía que todo estaba perdiendo sentido, sí así era, su mundo se estaba desmoronando por unas malditas fotos y él solamente estaba pensando en las repercusiones de todo eso, no por su trabajo sino por su familia, por su esposo. Si eran las mismas fotos que le habían mandado a Kook en esos momentos el mundo entero debía saber que le gustaban los hombres y no iba a tener un solo momento de paz en meses o quizás años, si se ponía de mala suerte probablemente para siempre.
A su mente vino la retrospectiva de todos sus problemas y preocupaciones, una vez más era otro problema para Jungkook, solamente le daba problemas. No quería que se viera afectado con todo esto, sabía que seguirían investigando y se podría filtrar que estaban casados, que dos de los integrantes de Fire tenían una relación y si a la prensa le daba por seguir escarbando sobraría hasta para sus amigos. Todo esto era sin contar a su familia política, esto también podría ser un problema para ellos y sus negocios, temía que no lo continuaran viendo de la misma forma, que no lo encontraran digno para su hijo, si lo rechazaban ahora se iba a sentir la peor persona de este mundo. Estaba preocupado por sus padres que no tenían ni idea de que todas aquellas fotos existían o por todo lo que él pasó, supieron que tuvo una que otra aventurilla pero nunca supieron en verdad nada acerca de su vida amorosa hasta que les habló de Jungkook. Si a eso le sumaba que aún se sentía mal por el tema de los hijos...
— ¡Taehyung te estoy hablando! Reacciona, por favor no me asustes... — Tae había estado tan hundido en sus pensamientos que no escuchó ni una sola palabra de lo que Kook le decía.
Un llanto sin precedentes rompe en ese instante en Taehyung. Comenzó a llorar soltando en sus lágrimas todo lo que estaba sintiendo, sin darse cuenta en qué momento pasó de un llanto normal a uno desquiciado, donde se sostenía de los cabellos y gritaba entre llantos, diciendo solamente palabras incoherentes como gay, Jungkook e hijos.
Cargado por el susto Kook le proporcionó una bofetada que hizo en un instante que el esposo reaccionara y calmara su llanto.
— ¡Perdona, no sabía que más hacer! — Llorando acarició su rostro y lo abrazó, dejando que continuara llorando más calmado en su pecho.
Se mantuvo acunándolo en sus brazos hasta que sus lágrimas disminuyeron por un momento, mismo que aprovechó para dirigirse a la cocina en búsqueda de un calmante para dárselo junto a un vaso de agua. Lo obligó prácticamente a tomarlo y vio como lentamente caía en un profundo sueño rato después.
Encendió el teléfono de su esposo para borrar todo aquello que lo pudiera perturbar pero se dejó caer con lágrimas en los ojos frente a todo lo que estaba leyendo en él. Sus redes sociales estaban a punto de explotar y si bien había muchas personas que lo apoyaban el número de aquellos que lo ofendía se duplicaba ampliamente.
"Me ha decepcionado totalmente"
"No merece ser parte de Fire"
"Maldito maricón, deberían extinguirse"
"Eres la encarnación de satanás"
"Estás enfermo, deberías buscar ayuda"
"Das asco como persona"
"Y yo que era tu fan"
Los comentarios de las personas no eran broma, de la forma como re-subían sus fotos con ediciones que daban miedo era algo serio. Definitivamente si Tae veía todo eso se vería muy afectado. Desactivó todos los comentarios en todas sus cuentas así como intentó borrar algunos cuantos pero era simplemente imposible. El timbre de su móvil lo hizo salir de esa misión.
— Señorito Jeon, ya tenemos la dirección desde donde se enviaron las primeras fotos, coincide con la dirección de la casa de Kai pero este no ha sido visto ni lo han podido localizar desde hace aproximadamente cinco días. — Le informó el señor Kim por teléfono luego de haber hecho las investigaciones pertinentes.
— No me importa donde esté metido, quiero que lo encuentren, que lo busquen hasta debajo de las piedras para que sea testigo de lo que se le viene encima. Empiecen a sacar todas sus suciedades al aire.
— Señorito creo que debe esperar, no creo que sea el momento para hacer algo así, ade-
— Me importa tres cominos si es el momento o no, nadie pensó en mi Tae y yo no voy a tener contemplaciones con nadie. Quiero ver a Kai hecho talco. ¿Queda claro?
Colgó aquella llamada rojo de la ira y lo lanzó al sofá pero comenzó a sonar nuevamente.
— ¿Qué? — Gritó cuando respondió. — Perdone CEO, entiendo. Sí, pero lamento decirle que irá a la agencia mañana porque el incidente de hoy lo dejó en muy mal estado y tuvo que tomar medicamentos para tranquilizarse, así que hoy no va. Entendido. Hasta mañana.
Temía por la represalia que tomaría el presidente contra su esposo pero sin importar lo que ocurriera estaría ahí para él. Habló con los demás miembros del grupo que llamaron preocupados y brindando su apoyo durante un rato. Quería en ese momento meter a su pareja dentro una urna de cristal para que nada lo tocara, para que nada le afectara y que estuviera tranquilo pero sabía que mientras más le dieran ala a la situación peor sería. Si debía decir que era su esposo públicamente para desviar las noticias de su persona lo haría sin pensarlo dos veces.
Cuidó de Tae durante horas hasta que se quedó dormido a su lado. Ya eran aproximadamente las 3:00 a.m. cuando Taehyung volvió a dar en si, había dormido alrededor de catorce horas. Se levantó al baño y luego fue a la cocina por un vaso de agua, pensó que todo había sido una mala pesadilla, quería creer en eso, lo necesitaba. Divisó su celular junto al de su esposo en la sala y se acercó tan lentamente que parecía que jamás llegaría a ellos, una parte de él temía ver lo que podía haber en ellos, no podía negar que estaba realmente asustado.
Temeroso tomó el móvil de Jungkook pero no se veía nada en la pantalla, todo estaba demasiado tranquilo por un segundo pesó que efectivamente no había sido más que un mal sueño pero al tomar el suyo se evaporó tal pensamiento.
Vio que las aplicaciones de sus redes sociales habían sido eliminadas pero aún así nada más tuvo que colocar su nombre para que comenzaran a salir todas aquellas abejas del panal. Su lágrimas caían sin cesar, cada comentario negativo era como si desgarraran parte de su piel hasta que llegaban a sus huesos y estos también eran quebrados y luego incinerados para que no quedara nada de su persona.
Entró a sus mensajes privados y pudo leer a muchos conocidos preguntándole si todo era cierto, algunas personas le daban su apoyo entre ellos sus amigos y familiares, incluso sus suegros le mandaron mensajes de apoyo, se sintió aliviado al ver que al menos ellos no le habían dado la espalda.
"Hola, ¿puedo llamarte pequeño? - Sehun"
No había terminado de leer el mensaje cuando entró su llamada. Sus manos temblaron pero decidió aceptarla.
— ¿Cómo estás mi pequeño Tae? Que pregunta más torpe, lo siento. Te vi conectado y desde que vi la noticia quería llamarte pero no lograba comunicarme contigo. Quiero que sepas que cuentas con todo mi apoyo, ya verás que cuando salga otra noticia esta quedará en el pasado.
— Puede ser... — Fueron las únicas palabras de parte de Tae.
— Me imagino que no estás con ánimos para hablar pero te entiendo. Las aguas ahora estás muy alebrestadas. Mi consejo sería que te desaparecieras por un tiempo de las redes y todos los sitios mientras todo vuelve a su nivel, por el bien tuyo y de tu pareja. Si deseas yo estaré aquí para ti. — Se quedó esperando varios segundos por una respuesta de Tae que no llegó. — Entiendo, bueno solamente quería cerciorarme de que te encontrabas relativamente bien. Cualquier cosa no dudes en llamarme.
Con un sonido sordo asintió y terminó la llamada. No estaba seguro de que desaparecerse fuera la mejor opción, podía crear más especulaciones sobre su persona.
— ¿Qué haces aquí despierto? Dame ese celular. — Sintió la voz de Jungkook en su espalda.
Tae se giró algo sobresaltado viendo como su esposo se veía incluso peor que él y una amarga culpa lo invadió. Asimismo por unos segundos su boca esbozó una leve sonrisa al ver el aspecto de este. Su cabello enmarañado, con una media solamente y el otro pie descalzo, en bóxers, tallándose los ojos con cara de sueño pero también preocupado.
— Solamente quería escribirle a mis padres para tranquilizarlos, así como ya sabes, ver... Pero no te preocupes, estoy bien. — Mintió y su esposo lo sabía, no había ser humano en el mundo que estuviera bien frente a una situación como esa.
— Ven... Vamos a la cama, mañana con cabeza fría nos comeremos al mundo, por hoy debemos descansar y reunir fuerzas. — Tae asintió.
— Primero necesito entrar al baño. — Murmuró.
Jungkook esperó varios minutos dándole su privacidad pero al ver que habían pasado ya veinte sin señales de su esposo entró en su búsqueda para encontrarlo hecho un ovillo llorando en el suelo frente a la tina. Corrió asustado para levantarlo pero Ta parecía estar nuevamente ido del mundo, entregado al dolor, a sus preocupaciones. Una parte de él quería simplemente dejarse morir si con eso lograba que nadie más sufriera por eso, por haber sido un gay estúpido e iluso, alguien sucio que no valía la pena, que no podía hacer feliz ni siquiera al hombre que amaba, a su esposo.
Kook abrió rápidamente el grifo de la bañera y esperó abrazado a Tae a que el nivel del agua subiera. Se mecía cantando cualquier canción que le venía a la mente para tratar de tranquilizarlo pero no surtía mucho efecto. Lo cargó en sus brazos una vez que la bañera se había llenado y entró con el cargado, sumergiéndolo en el agua. Con suavidad lo bañó, besando suavemente su cabeza, sus manos, sus labios y allí permanecieron abrazado hasta que el llanto de Tae volvió a cesar. Como si fuera un cuerpo sin alma, Taehyung se apoyó en sus piernas para alivianar y facilitarle la tarea a su esposo que intentaba cargarlo para llevarlo al cuarto luego de haber secado su cabello y la parte superior de su cuerpo. Lo trasladó a la habitación para terminarlo de secar, arropándolo en la cama.
Lo observó durante varios segundos antes de salir a prepararle un té, queriéndose asegurar de que estaría bien. Una vez en la cocina, con el frasco de miel en la mano, esperando a que el agua hirviera se echó a llorar, ahogando cualquier ruido que pudiera hacer hasta que sintió disparar aquella jarra de calentar agua, haciendo que automáticamente secara sus lágrima, preparara el té y se dirigiera con una sonrisa hacia donde estaba su esposo.
Se sentó a su lado, sosteniendo la taza para que bebiera despacio, acariciándolo, dándole saber que no estaba solo.
— Estoy aquí mi amor, estoy aquí contigo, en las buenas y en las malas para amarte todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe...
Repitió a su oído no solo los votos matrimoniales que él hizo, sino los de Tae también. Cuando este último terminó de beber su infusión, tiró de su esposo para que se acostara a su lado y acurrucarse en su pecho hasta quedarse dormido.
La mañana había llegado pero la tormenta no había pasado, Taehyung debía ir a la agencia mientras que Kook estaba obligado a ir junto a sus compañeros a un programa que ya tenían programado, sabían todos que si se negaban sería mucho peor para su compañero por lo que pese a su disgusto fueron, falsificando sus sonrisas y su hipócrita felicidad.
Por otro lado Taehyung fue acompañado a la agencia del señor Kim y otro hombre al que su esposo había contratado para que fuera su guardaespaldas por algún tiempo pero, ni siquiera ellos pudieron frenar todas las cosas que las personas ahí reunidas le tiraban, siendo los huevos y la tierra las principales armas de todos.
Podía sentir los cascarones romperse en él, la yema y clara correr por su rostro, el olor penetrante de los huevos entrando por su nariz causándole unas horribles ganas de vomitar...
Aunque fue llevado adentro con rapidez, los agresores fueron aún más rápidos al lanzarle cosas, golpeando incluso a quienes lo cuidaban, lo abucheaban, esas personas que antes lo esperaban fuera de la compañía para vitorearlo, pedirle autógrafos, fotos, gritar que lo amaban aunque él sabía que amaban al artista y no a él, ahora lo acorralaban y lo hacían sentir el ser más despreciable del planeta.
Las lágrimas ni siquiera corrieron por sus mejillas cuando el presidente de la compañía le anunciaba que a partir de ese momento su contrato quedaba cancelado y que él no formaría parte de la compañía, por ende dejaba de ser inmediatamente parte de Fire.
No podía llorar aunque su corazón se desgarraba, no podía gritar, no podía hacer nada porque simplemente se sentía como si estuviera dejando de existir, sin fuerzas para nada. Solamente quería salir de ahí, desaparecer, no quería ver a su esposo, sabía que este sufriría más que él e incluso correría el riesgo de ser agredido como él por estar a su lado, así como lo fueron el guardaespaldas y el señor Kim, necesitaba tiempo para procesar todo aquello. Necesitaba desaparecer... Tomó su teléfono y marcó...
— Sehun...
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