Capítulo 42 - Impulsos
— Entonces hagamos eso señor Hwang. Ya tiene la dirección de esos chicos así que encárguese de ello, con respecto a Sehun y Kai me encargaré yo personalmente. No se preocupe. — Jungkook ya había arreglado con el asistente de su padre la búsqueda de las anteriores relaciones de Taehyung, no iba a dejar el asunto así como así. — Recuerde no decirle nada a mis padres por favor, no quiero que se preocupen. De acuerdo, muchas gracias por siempre apoyarme señor Hwang.
Finalizó la llamada, le dio de comer a Yeontan que jugueteaba alegre por todo el lugar y regresó a la habitación para despertar a su pareja. Le hubiera encantado dejarlo dormir más para deleitarse observándole pero lamentablemente tenían obligaciones que cumplir.
— Mi amor, debemos ir a ensayar, tenemos prácticas de baile con Jin, hoy empezamos con las nuevas coreografías. — Lo zarandeaba un poco porque sabía que solamente con tiernas palabras no se despertaría.
— Unos minutos más. — Pidió Tae sin abrir sus ojos.
— Eso me dijiste hace más de media hora cuando desperté, ya no tienes que hacer nada porque me encargué de ello, lo único que tienes que hacer es llevar ese cuerpo tuyo a la ducha.
— No seas malo solamente unos minutos más... — Rogó and patadas en la cama.
— No harán la diferencia porque no dormirás más por unos minutos extras así que levántate. — Dijo dándole nalgadas.
— Creo que si haces algo más sí me podré despertar a gusto. No sé tu cuerpo, el mío, enredados bajo nuestras sábanas, no sé, piénsalo.
— Nada que pensar, las prácticas hoy serán intensas y sabes que no debemos tener relaciones en estos momentos, además ya estamos tarde. Dale a bañarte.
— ¿No sabías que eres muy mal esposo? Un esposo debe consentir bien a su esposa. — Reclamó Tae con un puchero.
— Efectivamente pero tú no eres mi esposa sino mi esposo y los dos tenemos las mismas responsabilidades así que no intentes chantajearme emocionalmente porque no funcionará. — Tae lo miró gruñón pero aún con puchero. — Taehyung al baño... ¡Ahora! Cuando termine con el desayuno te quiero impoluto y oloroso en el comedor.
— Deberías haberme traído el desayuno a la cama. — Protestó, la verdad era que Jungkook lo tenía extremadamente malcriado. — Pero te lo perdonaré si me llevas al baño.
— Ya conozco tus trampas, comienzas con llévame al baño, luego restriégame la espalda o báñate conmigo y al final terminas propasándote mientras que yo termino dejándome llevar y hoy no será así. — Taehyung se le acercó, aprovechando que este estaba sentado a su lado para susurrarle al oído.
— Por favor, no seas malo, solamente cárgame hasta el baño.
Su esposo sabía mover muy bien sus fichas, siempre terminaba haciendo lo que Taehyung quería, puso resistencia durante algunos segundos pero finalmente cedió, llevándolo hasta la ducha para luego de darle un beso ir a preparar el desayuno.
Los cuatro miembros de Fire estaban practicando la nueva rutina cuando una figura que era conocida para todos comenzó a bailar a la par de ellos. Todos se voltearon alegres al divisar a Nam en el espejo, bueno todos menos Jimin que parecía haber visto un fantasma. Cuando salió de su trance se acercó junto a los demás para saludarlo con una sonrisa que también le regalaron a él. Su corazón alegre comenzó a brincar en su interior pero su cerebro lo regañó y mandó a parar.
— ¿Qué estás haciendo aquí? — Preguntó Jin entusiasmado ganándose una mirada de su pareja que lo hizo rascarse la nuca y retroceder un poco de Nam, sin querer aún lo estaba abrazando.
— Desde hoy regreso al grupo, así que me odiarás porque tendrás que incluirme en la coreografía. — Sonrió como si se disculpara. — Voy a continuar también en solitario pero regreso a ser un miembro activo para el nuevo disco del grupo. Después de el concierto que tendrán pasado mañana yo me incorporaré, ya que ese será el último concierto con el mismo sistema de todo el tiempo que me ausenté.
— Eso será lo de menos, en mi cabeza siempre estuvo programada para cinco personas así que el reto fue hacerla para cuatro.
Entre bromas y risas reanudaron las prácticas, por alguna razón a pesar de que no se decían una sola palabra tanto Jimin como Namjoon no podían evitar sonreír. Estaban felices y era evidente. Los otros miembros que los miraban siempre de soslayo sonreían entre ellos al verlos tratar de ocultar sus sonrisas.
Las prácticas de ese día habían llegado al final, 11:00 p.m. y recién acababan de apagar la música luego de que todos bailaron como locos al ritmo de Gambino. Por un momento todos se sentaron en el suelo, por primera vez en mucho tiempo todos estaban juntos, no obstante ya no había nadie sentado solo, el líder estaba recostado entre las piernas de su pareja, así como Tae estaba acostado, apoyando su cabeza en los muslos de su esposo, no había momento que no quisiera estar cerca de ellos, por eso estar en su regazo el lo más satisfactorio y cómodo que existía. Sin embargo Jimin y Nam estaban recostados a la pared, sentados uno al lado del otro.
— ¿Cómo te sentiste ensayando con el grupo después de tanto tiempo? — Preguntó Jimin buscando un tema de conversación, sin mirarlo demasiado. Todos estaban pendiente de lo que decían, sin embargo disimulaban para hacerles creer que no le prestaban atención y así se soltaran más.
— Bien, hacía mucho no me divertía tanto, me gusta estar con todos ustedes así que apenas sentí la práctica. Por un momento era como si nunca me hubiera alejado, no sé explicarte esa sensación.
— A todos los Romeos y Julietos de la sala, el hombre más hermoso del mundo y el mejor bailarín pasarán a retirarse, tenemos cosas que hacer. — Dijo Hoseok poniéndose de pie y dándole una nalgada a su pareja.
Ninguno pudo evitar la risa, a decir verdad el líder realmente los motivaba. Luego de que el alma de Jimin que era el alborotador desapareciera las prácticas en ocaciones se sentían aburridas hasta que Hoseok tomó la batuta cedida por su compañero.
En ese preciso momento el teléfono de Jungkook comenzó a vibrar, captando la atención de su pareja quien no pudo ocultar su molestia al ver el nombre que había en la pantalla del mismo.
— ¿Qué tiene que hacer Kai llamándote? ¿Por qué tienes su contacto siquiera? — Le arrebató su teléfono y colgó. Haciendo que todos miraran hacia ellos sorprendidos.
— ¿Por qué haces eso? Tengo que hablar con Kai mi amor, es importante.
— Ah... ¿Tienes que hablar con él? Ya veo que te importa poco lo que opino al respecto. ¡Haz lo que te de la gana! — Se levantó rápidamente, para salir del salón si siquiera despedirse de nadie.
Jungkook se quedó atónito por un momento ante la reacción tan infantil de su pareja, podía entender que se incomodara pero al menos debería haberle dejado hablar y no armar todo ese espectáculo delante de los demás. Se levantó apresuradamente y tras despedirse de todos salió corriendo para alcanzarlo.
— ¡Taehyung detente!
Gritó cuando este se iba a montar en un taxi, lo intentó ignorar pero antes de que cerrara la puerta fue alcanzado por Jungkook, quien lo sacó de allí, arrastrándolo por el brazo sin importarle sus protestas.
— ¿Qué te pasa? ¿Por qué te saliste así sin dejarme hablar siquiera, gritándome en frente de todos. Si tienes un problema conmigo lo arreglamos entre los dos, solos, nadie tiene por qué presenciar nuestras discusiones.
— ¡Suéltame de una vez! ¿Cómo querías que reaccionara cuando tienes a ese imbécil que no sabe más que molestarnos guardado en tu teléfono? Para colmo te llamo y pensabas responderle. — Estaba más que molesto, esa palabra no abarcaba todo lo que sentía.
— Te dije que tengo que hablar con él, si me hubieras preguntado tranquilamente y a solas te hubiera respondido sin problemas porque sabes perfectamente que no te oculto nada, pero necesitaba ponerme en contacto con él.
— ¿Qué tienes que hablar tú con él? No creo que haya ningún asunto importante que tengas que tratar con ese tipo. Yo estoy seguro que él fue quien te envió esas fotos para incomodar. ¿Acaso no te das cuenta?
— Justamente por eso es que voy hablar directamente con él, necesito desestabilizarlo y hacerlo que me diga que es lo que intenta con todo esto. Junto al asistente de mi padre di con tus anteriores relaciones. — Tae abrió los ojos porque no se esperaba esa respuesta, no quería traer su pasado devuelta. — Te dije que me encargaría de resolver todo esto, si lo dejo así podrían haber consecuencias más serias. No quería hablar del tema delante de los demás porque aunque seamos amigos y hablemos de todo hay cosas que solamente nos compete a nosotros como esposos.
— ¿Por qué no me dijiste esto antes? — Preguntó ahora sin gritar y más calmado.
— Porque recién hoy fue que supe que habían dado con ellos y que me contacté con Kai diciéndole que lo quería ver. Debiste preguntarme más calmado, no siempre tengo la misma paciencia y el día que yo te dé una mala respuesta sin querer o no salga de la forma en que esperas tendremos serios problemas. Ya te dije la última vez que no hay necesidad de gritar, odio eso y más aún delante de la gente. Nuestros problemas maritales no les incumbe a nadie.
— Lo siento, — respondió cabizbajo.
— Si yo sé que lo sientes, pero eso no es suficiente debes aprender a controlar ese temperamento que estás dejando salir últimamente porque tú no eras así, lo estás cogiendo como tema y no me gusta.
Callaron y sonrieron cuando Hoseok y Jin pasaron por su lado, despidiéndose antes de dirigirse a su auto.
— Ahora yo voy a ir a ver a Kai para hablar con él.
— Yo voy contigo. — Se apresuró a responder Taehyung.
— No, iré solo y eso no tiene discusión, toma el coche para que regreses a la casa, pienso regresar rápido.
— Está bien, ¿pero en qué te irás tú?
— En lo mismo que te ibas a ir hace un momento, es la mejor opción. Dame un beso y no te preocupes. ¿De acuerdo? — Tae asintió viendo como su pareja se alejaba.
Toda esa situación lo tenía alterado pero su esposo tenía la razón, no podía descargarse en él de esa forma, por el bien de la relación. Nunca habían discutido tanto, en realidad solamente habían discutido de verdad antes de ser pareja y fue por la misma razón Kai. Desde entonces las discusiones, si era que así se le podía llamar eran porque uno comía más que el otro o por ver quien haría tal cosas, eran casi juegos porque ni siquiera alzaban la voz y duraba poco. No podían darle el gusto al enemigo de discutir porque sin duda eso era lo que querían, verlos separados y no le darían ese gusto.
Cuando se dirigía hacia su auto en el estacionamiento del edificio se sorprendió al ver como Jimin y Namjoon se iban juntos en el auto del último. ¿En qué momento había ocurrido eso? No pudo evitar sonreírse, quería darle la noticia a todos e incluso textearles a los dos pero eso podría cortar el avance y no quería entrometerse, aún así estaba muy feliz de que sus amigos se hubieran vuelta acercar.
— ¿A dónde vamos? — Preguntó Jimin jugando con el cinturón de seguridad a causa de su nerviosismo.
— A conversar en algún lugar calmado para ponernos al día y acercarnos nuevamente. Somos amigos después de todo y ya sabes que una mala vibra entre los dos no ayudaría al grupo. — Sonrió dejando ver sus dulces hoyuelos en su rostro, mismos que hicieron que Jimin sonriera en su interior.
Por un impulso Nam invitó a Jimin a beber algo cuando se quedaron solos en el salón y también por impulso este último había aceptado aunque ambos aún se debatían en si esa sería realmente la mejor idea.
Varios minutos después estaban en el barrio de Jongno, llegando a su destino, el restaurante Jihwaja, donde un conocido de ambos y del grupo el señor Han, les había reservado un lugar privado para que pudieran cenar sin preocupaciones luego e que Nam lo llamara en el camino.
— Hace muchos años que no veníamos a este sitio. — Sonrió Jimin, llevándose un trozo de carne a su boca y mirando a su alrededor.
La última vez que habían ido a ese lugar fue por su cumpleaños tres años atrás. Estar nuevamente es ese lugar, incluso en el mismo cubículo de aquella vez le traía gratos recuerdos pero también mucha nostalgia. En aquella ocasión no estaban tan distantes, eran una pareja feliz a pesar de las pocas desavenencias que tenían, lo normal en cualquier pareja.
— Tienes razón, desde hace tres años que no hemos regresado aquí. — Él también lo recordaba, ese día Jimin reía como un niño feliz, hoy su sonrisa estaba más apagada, era la de un hombre con su mente en otro lado. — Cuéntame como has estado todo este tiempo.
Como si supieran la situación en la que se encontraban, la suave melodía de "Yesterday" de Park Boram comenzó a salir de las bocinas del apartado. Era una volumen bajo pero que no dejaba de llegara sus corazón. Jimin se sentía tan relatado con la letra que las lágrimas amenazaban con salir. Se tuvo que disculpar por un momento y la canción lo seguía por todo el lugar, apenas inaudible pero sin embargo el la podía escuchar y sentir por todo su cuerpo. Llegó al baño y aquellas lágrimas comenzaron a caer desenfrenadamente, corrió a encerrarse a uno de los cubículos y simplemente se dejó caer. Estaba feliz por estar cenando con Nam aunque fuera como amigos pero su corazón era demasiado inconforme y estaba montando una pataleta en su interior.
Su vida no dependía de Namjoon pero quería compartirla con él. No lo necesitaba pero lo amaba, haciéndolo necesario para liberar su amor por él. Era una tortura tenerse tan cerca y a la vez tan lejos. Contrario a lo que él pensaba Namjoon no estaba muy diferente de él aunque no estuviera llorando de la misma manera en el exterior su alma se consumía.
"Jisoo, cuando regreses necesito que tengamos una plática, me has estado evitando pero sé que la mejor opción es hablar personalmente. Deberías ir pensando en lo que te dije cuando nos vimos la última vez. Espero que todo te esté yendo bien. Un beso. - Nam."
Se llevaban de maravilla pero eran como amigos, los pocos besos que se dieron no cambiaron ese sentimiento aunque le hayan puesto el título de novios a su relación ambos sabían que para ello faltaba mucho, aún así a petición de Jisoo Nam había accedido a intentarlo, se compenetraban y llevaban muy bien, por lo que no fue un problema en cambio ahora era diferente. Estar en Hong Kong era una cosa y Corea otra, estaba dispuesto a rehacer su vida aunque su corazón siempre esperara por Jimin, pero ya no podía seguir con eso por el bien de todos. Había una sola persona con la que él podía pasar el resto de su vida y esa no era Jisoo, ni cualquier otra persona mas que la única que él amaba, esa con la que estaba cenando.
— ¿Cómo es que has cambiado tanto? Sé que apenas estamos hablando pero lo puedo ver en tu mirada. — Comentó Jimin sereno luego de que se retiraron del restaurante.
— Toma un papel y lo estrújalo, luego clava un clavo en la pared y retíralo después pídele disculpas o simplemente deja que pase el tiempo para ver si vuelven a estar como antes... No es posible por muy parecido que puedan dejarlo en ellos están las huellas de su pasado por lo que jamás volverán a estar igual. Lo mismo pasa con las personas. Sin embargo podrían tener mejores usos, un mejor futuro, nunca se sabe.
Se miraron esbozando una sonrisa, ambos sabían todo lo que se escondían en esas palabras. No podían cambiar el pasado, solamente vivir el presente de forma que puedan lograr un mejor futuro.
— ¿No se hace ya muy tarde? No quiero que vayas a tener problemas con tu pareja. — Habló Nam mientras regresaban a Gangnam. Jimin lo miró extrañado pero aún así le respondió.
— No tengo pareja alguna.
— ¿Entonces qué es Lisa? — Se arrepintió de decir aquello pero actuó como si nada. No podía evitar sentir curiosidad por su vida.
— ¿De dónde sacaste eso? — Frunció el ceño sin apartar la vista de él.
— Hy... Hyuno creo que, que mencionó algo. — La mirada de Jimin lo ponía nervioso como si hubiera hecho o dicho algo malo, tanto que terminó tartamudeando sin poder decir correctamente el nombre del menor de los Park.
— Ah, ya entiendo, mi hermano te dijo... Pues te informó mal, ella y yo solamente somos buenos amigos incluso nos hemos besado pero solamente eso, todo quedó ahí. — No sabía por qué le daba tantos detalles que no fueron pedidos pero igual quería aclarárselo. — ¿Qué tal la tuya? Tengo entendido que estás en una relación.
A diferencia de lo que pudieran imaginar no estaban molestos o celosos, la conversación fluía como si fueran los mejores amigos. Sí, se sintieron incómodos y tampoco les gustó mucho escuchar de la vida amorosa del otro pero ambos lo entendían bien.
— Hace aproximadamente tres meses que acepté tener una relación con Jisoo, al principio no quería pero como nos llevábamos tan bien como amigos acepté aunque al igual que ustedes no pasamos de los besos sí le dimos la etiqueta de novios a nuestra relación. — Jimin observó la sonrisa que Nam tenía en su rostro al hablar de ella y aunque no podía negar que le dolía también se alegraba mucho por verlo feliz.
Namjoon llevó a Jimin hasta su apartamento luego de qu este le diera su nueva dirección, ya no vivía en el dormitorio desde hacía seis meses, la realidad era que por la privacidad todos los miembros habían decidido tener sus propios lugares aunque mantuvieron el dormitorio para no tener desavenencias con la compañía.
— ¿Me podrías dar tu nuevo número? Ya que volveremos a ser compañeros de grupo... — Preguntó Nam cuando ya estaban aparcados en los bajos del edificio de Jimin.
— ¿Cómo sabes que tengo un nuevo número, mi hermano te dijo? — Nam asintió aunque era mentira, la verdad era que lo había intentado llamar y la contestadora le informó que ese número había sido desconectado. — Aún no me lo sé pero aquí está.
Le extendió su celular para que escribiera el número pero este se cayó en su entrepiernas y cuando Jimin se apresuró para cogerlo terminó palpando más de la cuenta sin querer. Dejó caer nuevamente el móvil nervioso y retiró las manos sonrojado.
El cuerpo de Nam se había tensado completamente ante esto pero no dejó que lo afectara, al menos en ese momento. Tomó el dispositivo risueño y apuntó el número que salía en la pantalla antes de regresárselo a su dueño quien miraba por la ventana. Lo contempló por unos segundos antes de que descendiera del vehículo. Era hermoso...
— Nos vemos en las prácticas. — Dijo Jimin con una sonrisa recibiendo la misma por parte del otro.
Se quedó parado a la entrada de su edificio observando como aquel auto se alejaba velozmente, sonrió y se adentró en el recinto. No podía dejar de sonreír como un niño, sabía que no era así pero se sintió como en una cita con Nam. Gritó cuando estuvo en su apartamento y revolcó en su cama risueño, recapitulando cada momento desde que lo vió entrar en los ensayos.
...
— Jungkook, que placer verte, entra... — Le dijo Kai con su típica sonrisa al verlo en la puerta del apartamento. — Me sorprendió tu mensaje.
Kai se sintió acorralado contra la pared, Jungkook lo había incrustado contra esta nada más cerrar la puerta, tomándolo de sorpresa. Con una mano en su cuello y la otra sosteniendo sus manos se acercó a su oído.
El corazón de Kai latía con fuerza, la cercanía de Jungkook hacía reaccionar su cuerpo inmediatamente y sentirlo así después de tanto le encantaba. Se imaginó eso tantas veces que sentía una fantasía, un sueño.
— ¿Qué funciona mejor en los hijos de puta? O mejor dicho. ¿Qué funciona mejor contigo Kai? ¿Es esto lo que quieres, sentirme nuevamente? Es por esto que te estás yendo contra Taehyung, porque quieres tenerme, ¿no es así? — Su cara dejaba ver su desprecio hacia ese hombro, no entendía como una vez lo quiso.
— ¿Qué sucede si aún te quiero y deseo? — La respiración de Kai era entrecortada. — Eres demasiado para ese niño.
Jungkook al escuchar su forma despectiva de hablar sobre su pareja le pegó con fuerza su cabeza a pared, causándole un fuerte dolor instantáneo. Se separó de él y esperó a que este se diera la vuelta.
— La violencia no funciona con un idiota como tú por lo que te vengo a poner las cosas sencillas. Estoy seguro que las fotos que recibí son obra tuya, creo que buscas que me separe de él pero está muy difícil que eso ocurra, antes te entierro vivo. — Kai levantó sus cejas, estaba claro que no le gustaba lo que escuchaba y Kook se percató.
— Tu pareja se ha encargado de declararme la guerra aún cuando yo decidí dejarlos en paz, luchar por Min Yoongi. Ya no me interesa si te tengo o no pero te voy hablar directamente, no voy a dejar que sea feliz, mucho menos tenerte. No me importan las amenazas que me puedas hacer.
— ¡Ay Kai! Me das lástima. — Hizo un puchero para después sonreír. — Ya me confirmaste que fuiste tú y por tu bien espero que que solamente yo haya recibido esas fotos. No te estoy amenazando, solamente te daré un consejo. Juega con la cadena pero no con el mono. Comenzando desde tu relación con la hija del ex presidente, todo lo que fumas, las mierdas que cuando andas de fiesta te metes y todo lo que haces saldrá en las noticias a primera hora... Ah... Eso solamente será lo primero que haré y créeme que tengo una lista.
Kai sintió sus piernas tambalearse mientras que Jungkook se retiraba de su apartamento. Él no podía estar hablando enserio, ese no era el Jeon Jungkook que conocía y todo por ese idiota de Kim Taehyung. Mismo si no quería aceptarlo, sintió miedo de su mirada, de él.
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