Capítulo 29 - Un tiempo
Levantándose rápidamente luego de la llegada de Min Yoongi al lugar los tres permanecieron durante algunos segundos en silencio. Una nube invisible negra se había posado encima de ellos dejando caer el diluvio de la incomodidad.
— ¡Hola! Que bueno que llegas... — Saludó Namjoon a Suga quien lo miró como si estuviera ocultando algo. — Ya voy a subir a ver a la señora Park, ustedes dos pueden seguir conversando aquí.
— Gracias por todo Nam. — Le sonrió Jimin con cierta angustia en el pecho, no quería que se fuera así.
— Debes estar muy cansado así que por esta noche ya te puedes ir a descansar, yo me quedaré aquí con Jimin, no tienes de qué preocuparte. — Le respondió Yoongi a Nam, dejándole claro que ya estaba al lado de su pareja y que el salía sobrando.
Namjoon permaneció mirándolo durante algunos segundos, que tipo tan repugnante era Suga para él. Tal vez era porque sabía que era el novio de su ex pareja o porque estaba celoso pero definitivamente no lo soportaba. Le dio una hipócrita sonrisa para evitar responderle respetando el lugar y se retiró de ahí luego de hablar con el doctor de la señora Park.
— No te puedes quedar conmigo, mi mamá no sabe de lo nuestro y no está en condiciones de recibir ese tipo de noticias ahora.
— Está bien, lo entiendo, no te preocupes. Ahora dime algo... ¿Por qué estaban agarrados de las manos, sucedió algo? — Preguntó Suga cautelosamente para no dejar mostrar sus celos.
— Simplemente le estaba agradeciendo, eso era todo. No pensé que llegarías tan pronto. — Cambió de tema Jimin.
— Cambié el vuelo y en vez de volar a Seul, volé aquí directamente para ahorrar tiempo, tenía que acompañar a mi novio en estos momentos. ¿No crees? — Su pareja asintió. — Te extrañe mucho. — Intentó besarlo pero Jimin llevó rápidamente el café a su boca, realmente no estaba de humor en esos momentos como para andar besando a Yoongi.
La señora Park saludó amablemente al nuevo amigo de su hijo, agradeciéndole que se tomara las molestias de ir a verla y apoyar a su hijo. Permaneciendo así los tres, conversando animadamente durante un buen rato hasta que los interrumpieron las enfermeras que trajeron la comida a la paciente.
— No tienes que darme la comida, no soy impedida física, aún puedo valerme por cuenta propia. — Reclamaba la mamá de Jimin.
— Ya lo sé mamá pero quiero consentirla un poco, ¿no me va a dejar hacerlo? — Puso una tierna cara a la que la madre no se pudo negar.
— ¿Dónde está Nam? — preguntó la señora Park a su hijo.
— Ya se fue señora. — le respondió Suga acto seguido haciendo que ambos lo miraran.
— ¿No regresó después de que saliéramos? — preguntaba Jimin a lo que la madre negó con la cabeza mientras masticaba.
Era extraño que Namjoon no regresara, según los pensamientos de Jimin él debía haber vuelto antes que ellos, sin embargo no estaba. No sabía por qué pero estaba inquieto por ello. Esos días en los que habían estado tan cerca uno del otro le habían removido tantas cosas en su interior que parecía estar atravesando un huracán en su corazón. Aún así le hubiera gustado que aquello durara más, era horrible lo que pensara pero una parte de él hasta agradecía a aquella situación que los había unido nuevamente aunque fuera por corto tiempo. Controló las lágrimas que amenazaban con salir refugiándose en pequeñas bromas que le hacía a su madre para que comiera.
— Me hubiera gustado que Namjoon se despidiera antes de marcharse, sin embargo estoy segura de que ocurrió algo y después nos lo dirá. Tu novio es descuidado con muchas cosas pero no con nosotros.
El rostro de Yoongi se oscureció al escuchar las palabras de la señora Park, resultaba que ella aún pensaba que Nam y Jimin estaban juntos cuando no era así. No se trataba solamente de que no tuviera conocimiento de su relación con su hijo sino que aún creía que existía una entre Nam y él.
— ¿Va a venir mañana?
— No creo que lo haga señora Park, según tengo entendido tiene mucho trabajo que hacer. — Le respondió Suga.
— ¿Por qué él siempre se entromete? — Señaló algo incómoda la madre de Jimin.
Yoongi se puso rojo de la vergüenza, no esperó que la señora diera esa respuesta. Definitivamente no le iba a ser nada fácil ganarse a su suegra se notaba que tenía un carácter fuerte y mientras pensara que Jimin y Nam seguían juntos peor sería para él. Definitivamente después de que se pusiera bien Jimin debería decirle sobre su relación para que las cosas pudieran fluir mejor.
— Perdóneme la interrupción, no fue mi intención. — La madre de su pareja lo miró durante algunos segundos para luego continuar comiendo ignorando lo dicho por él.
"Dejaste tu cartera y algunas otras cosas en la habitación antes de marcharte. Debes prestar más atención. Ven al hotel a buscarlas antes de que te regreses a Seul. Besos donde más te guste.. - Kai"
Suga maldijo interiormente su torpeza. Ahora tendría que volver a ver a Kai para recuperar sus cosas, no podía andar sin identificación. A modo de despedida entre ellos había accedido a irse de viaje juntos y por eso habían dado a parar a Busan. Le había dicho a su pareja que se iría por un viaje de trabajo a Jeju y si se daba cuenta que no tenia sus pertenencias con él y que iba a ir a buscarlas sospecharía. ¿Por qué seguía enredándose más? Definitivamente debía cortar todo lazo con Kai pero siempre terminaba volviendo a ese maldito pozo sin fin.
"Estaré ahí en un rato, gracias por avisarme. - Suga"
— Mi- Jimin saldré por un momento, luego regreso.
— No te preocupes, ya me hiciste la visita, puedes ir a descansar. Ha sido un placer conocerte. — Le dijo la señora Park a lo que Suga no supo qué responder. ¿Lo estaba corriendo de ahí?
— ¡Mamá! — Exclamó Jimin.
— ¿Qué amor? Tu amigo dijo que había venido de un viaje y ya se ha pasado bastante tiempo aquí, debería irse a descansar, no podemos exigirle más cuando no tiene obligaciones con la familia.
Sin saber que decir Jimin acompaño a su pareja hasta la salida, quería disculparse por el comportamiento de su mamá, sabía que quizás podía haber sonado un poco grosera para Yoongi. Se despidieron con un apretón de manos y cuando Jimin se disponía a regresar fue atacado por sus tres amigos que habían vuelto a verlo y lo llenaban de besos y abrazos hasta que lo hicieron estallar de la risa con toda esa sobredosis de dulzura que desprendían.
...
La noche había vuelto a llegar a Busan y los chicos no tenían ni idea sobre qué hacer, quizás la mejor idea era aprovechar y descansar pero era un desperdicio estar solos en otra ciudad y no aprovecharla. Aún así, a pesar de los deseos de los tres chicos que habían llegado ese día, finalmente terminaron viendo televisor y comiendo pollo frito con cerveza en casa de la familia de Jimin.
— Ustedes si que son desconsiderados. Estoy presente y ustedes no me respetan. ¿No piensan dejar de darse besos? — Protestaba Hoseok incómodo y cansado de escuchar los chasquidos de las bocas de sus compañeros mientras se besaban. Sí, él había aceptado su pérdida y la relación de sus amigos, incluso los apoyaba pero no dejaba de ser tedioso estar presentes y siendo la primera rueda cuando ellos estaban todo el tiempo pegados.
— Perdónanos Seokie, no quisimos hacerte sentir incómodo. — Se disculpó Tae golpeando suavemente a su pareja.
— Sí lo sentimos. —Reiteró Kook.
— Ya dejen de disculparse tanto, al final seguirán haciendo lo mismo. Mejor busquen un cuarto que parecen conejos apareándose a toda hora. — Replicó.
"¿Cómo llegaron a Busan? Ya estoy libre, ¿vamos por unos tragos? - Jin"
"Vamos a tener una cita para desdichados, te veo en veinte minutos"
Hoseok sonrió, su salvación había llegado. La Luz al final de su túnel, sabía que estaba siendo algo dramático pero definitivamente así se sentía. Se despidió de sus compañeros que se quedaron sorprendido ante su drástico cambio de humor y se marchó.
— ¿A ese qué le ocurrió? — Preguntaba Tae mientras lo veía marcharse.
— Algo bueno sin duda y algo mejor para nosotros... — Respondió Kook risueño.
— ¿Qué tiene que ver eso con nosotros?
— Pues... — Le dio una mirada lasciva y una sonrisa pícara. — Estamos solos...
Taehyung comenzó a reír mientras que su novio lo llevaba en brazos hasta la habitación donde iban a pasar la noche. Parecían no cansarse nunca de estar siempre enredados entre sábanas y otros lugares.
...
Cinco semanas habían transcurrido desde que la madre de Jimin había sido dado de alta. Todos habían vuelto a sus rutinas y en vista a que se acercaba diciembre las actividades aumentaban. Aún así todo iba marchando bien o al menos tranquilo para alguno de ellos.
Namjoon apenas dormía ultimando los detalles del lanzamiento de su disco y su primer concierto en solitario que estaba a la vuelta de la esquina, solamente tenía una semana para ultimar cada detalle, todo estaba listo pero para él que era perfeccionista cuando de su trabajo se trataba siempre había algo que mejorar.
Por otro lado Taehyung había comenzado a grabar un programa de variedades junto a otros ídolos del país. "Tu compañero" que consistía en convivir junto a un completo desconocido durante tres meses mientras cada detalle era filmado y para esto debían convivir realmente aunque una vez a la semana les permitían regresar a sus casas o dormitorios.
La vida de todos los demás seguían prácticamente iguales, Jimin en su relación con Suga, Jungkook y Hoseok bueno, este último estaba cada vez más alegre. Realmente era el que mejor estaba sin estrés o preocupaciones más allá del trabajo.
— ¿No vas a venir a casa hoy? — Le preguntaba Jungkook a su pareja por videollamada. — Me dijiste que no filmarían hoy jueves.
— Lo sé mi amor pero como vienen las fiestas quieren grabar un poco más, lo siento pero nos veremos mañana en el estudio.
— Está bien, mándame un beso.
— ¡Muah! — Exclamó Tae seguido por varios besos que le dio a la pantalla mientras veía a Kook. — Muchos, muchos besos para ti mi amor.
— Perdonado por no venir a mí esta noche. Te estoy extrañando mucho y solamente ha pasado una semana, nunca hemos estado separados tanto tiempo desde que nos conocemos. — Hizo puchero, realmente estaba triste.
— Yo también te extraño mi amor, te compensaré cuando estemos juntos. Duerme con mi conejo y así me sentirás a mí.
— Yo no soy tan infantil, quiero al conejo real no a uno de peluche. — La mueca de su cara hizo que Tae comenzara a reír.
— Mi amor no seas malo con mi conejito Kookie... Bebé, llegó mi compañero así que voy a colgar ya.
— ¿No puedes seguir hablando con él ahí? — Lo miró serio.
— Mi amor no es por Sehun, es por las cámaras, para hablar contigo debo estar en el baño con los audífonos y si salgo ahora no podremos seguir hablando de todas maneras.
Estaba disgustado pero no había nada que pudiera hacer. — Está bien Taehyung, hasta mañana.
— Oye, ¿mi beso? ¿No hay beso para mí? — Casi a regañadientes y sin mirar la cámara Jungkook le lanzó un beso a su pareja. — Tan bello mi novio hermoso, te amo mi amor. ¡Buenas noches! — Le lanzó un último beso antes de finalizar la llamada.
Jungkook se quedó mirando su pantalla, aún con molestia. No quería estar tanto tiempo lejos de Taehyung, no entendía para qué ese maldito programa. Miró el fondo de pantalla donde estaban ellos dos y como un niño infantil le sacó la lengua lanzando el teléfono a un lado.
Se acostó en la cama pero al mirar al peluche que le recordaba a Tae comenzó a gritarle y a darle golpes como un niño chiquito. — N te quiero a ti, quiero a tu dueño. ¡Dile que regrese que lo extraño mucho! — Le gritaba al inocente conejito cuando sintió su móvil sonar.
Jungkook primero miró a todos los lados como si buscara una cámara oculta. ¿Cómo sabía su pareja que él se desquitaría con ese pobre peluche? Una sonrisa se dibujó en su rostro y comenzó abrazar a Kookie versión peluche. Olía a Tae y eso le sería suficiente para pasar otra triste noche solo. Se había acostumbrado demasiado a su novio y aunque al principio lo asustaba ahora amaba esa sensación.
Otro que pasaba otra noche solo en su estudio mientras ultimaba detalles de su álbum era Namjoon. Había estado quedándose ahí, refugiándose en la música desde que sus actividades para el drama se habían pausado por la enfermedad de Stephanie. Ese ahora era su hogar, así se sentía aunque a pesar de estar adornado en su totalidad por madera de nogal, fotos del grupo, así como unas fotos algo más grandes de él y de Jimin aquel espacio se sentía vacío, como si fueran cuatro paredes blancas sin nada más añadido. Permaneció sentado y trabajando hasta que el sueño finalmente lo venció
"¿Dónde estás? Te estoy esperando en casa? - Jimin"
"Esta noche no podré llegar mi amor, descansa, nos vemos mañana. - Suga"
Otra noche más que acordaban dormir juntos y Min Yoongi "trabajando" no llegaba. Jimin se estaba cansando de aquella situación tan monótona, la verdad era que de cierta forma cada vez sentía a su pareja más lejos y todo eso le incomodaba.
Eran aproximadamente las 4:30 a.m cuando Jungkook sintió una extraña sensación pero a la vez placentera que lo hizo abrir los ojos poco a poco. Se sobresaltó de sobremanera al ver a alguien con capucha que le acariciaba el miembro mientras soltaba una risa aterradora.
— ¿Quién carajos eres? —Gritó mientras se echaba para atrás y prendía la luz. — Eres un hijo de.... ¡Taehyung!
Tae reía como loco viendo el terror de su pareja, pensó que se arriesgaba a que lo golpeara pero aún así hubiera valido la pena solamente por ver la cara y reacción de Jungkook en ese momento.
— ¿Qué haces aquí? ¿Acaso eres un ladrón para usar esa capucha negra y esa máscara adentro de la casa? Me has dado un susto de muerte imbécil. Ven aquí... — Dijo cayéndole atrás a su pareja hasta el salón.
— ¡Hyung lo siento! Me rindo... — Gritaba Tae dándole la vuelta al sofá. — Te extrañaba mucho y me sentí mal después que colgamos por lo que me escapé para venir aquí porque no podía dormir y mira como me tratas.
Kook dejó de pegarle suavemente como lo estaba haciendo y comenzó a besarlo. Sentir a su conejito real bajo su tacto era lo mejor en este mundo. Ver sus ojos brillantes, sus labios, todo él, se había vuelta prácticamente una dicto a su pareja.
Le quitó toda la ropa que lo cubría en la parte superior de su cuerpo mientras lo olía, admirando ese aroma que buscaba en cada una de sus prendas cuando no estaba y se dejó caer en su pecho.
— Muchas gracias por venir mi amor. Te extrañaba mucho... — Susurró en su oído.
— Los dos nos extrañábamos bebé por eso vine, me cuesta mucho quedarme dormido cuando no estoy cerca de ti. Te odio por eso. — Sonrió mientras lo besaba. — ¿Sabes qué más he extrañado toda esta semana? — Preguntó pícaro mientras deslizaba su mano hasta la entrepierna de su novio.
— ¿Ah sí, lo extrañaste?
— Más que a ti. — Bufó mientras que Jungkook se levantaba fingiendo un ataque de rabia. — ¿A dónde crees que te vas a escapar? — Tae lo tiró del brazo y lo hizo caer al sofá. — Quédate ahí y no te muevas.
Corrió rápidamente a la habitación en busca de aquel pequeño frasco que tanto les facilitaba las cosas, maldiciendo por tener que ir tan lejos a buscarlo. Definitivamente tendrían que tener un repuesto en cada lado de la casa, esto no era la primera vez que sucedía aunque a veces no lo necesitas pero, era mejor prevenir ahora que llevaban días sin hacerlo.
Cuando regresó no pudo contener la risa al ver a su pareja en la misma posición que lo había dejado pero esta vez sin sus bóxers.
— Sí que eres un pervertido. ¿Cómo sabías lo que iba a buscar?
— Pura intuición... — Haló a Tae haciéndolo caer encima de él y quejándose por lo pesado y el impacto causado.— ¿Qué te han dado de comer en estos días?
Besos comenzaron a ir y venir, sus lenguas entrelazadas que tanto se añoraban jugaban entre ellas, sus fluidos bucales se expandían por la boca del otro y varios segundos después los gemidos empezaron a escapar de sus bocas.
— Permíteme sentir tu interior hoy... — rogaba Tae mientras veía como las caderas de su novio se movían al ritmo de su mano y los dos dedos que había puesto en él mientras que saboreaba toda su erección.
— Haz lo que... lo que quieras... — Jadeaba Kook haciendo que su novio riera al verlo en ese estado sin parar de expulsar su líquido preseminal. — Solamente déjame sentirte.
Dejando a Kook solamente apoyado en sus hombros y parte de su espalda, Tae lo alzó hasta su boca, sustituyendo de vez en cuando sus dedos por su lengua mientras que otras veces mordía sus muslos con devoción. Amaba esos muslos tan definidos y fuertes.
Colocándolo suavemente en su posición inicial Taehyung penetró sin hacer reverencia a su pareja una vez que le untó lubricante para evitar dolor en caso de que hubiera, lanzando un fuerte grito, dejándose caer en el pecho de Kook moviéndose sin parar en su interior.
— Hace mucho no te sentía así, tan apretado.
Jungkook no podía responder solamente mordía el cuello de su pareja tratando de ahogar sus gemidos mientras que con su mano derecha introducía sus dedos en el interior de aquel cuerpo que tanto placer le estaba dando. Taehyung gimió al sentir aquellos dedos en su interior, la sensación de sus embestidas y la presión que ejercían los dedos de Kook lo tenían a nada de acabar.
— Bebé... Ya... — Gemía. — Ven... Conmigo...
Los dos explotaron en un orgasmo del que tardaron más que varios segundos en salir. Se besaron apasionadamente entre risas y palabras lascivas que se decían uno al otro hasta que finalmente Tae abandonó su interior.
— No quisiera irme. — Musitaba Tae acostado en el pecho de su pareja mientras que trazaba pequeños círculos en su pecho. — Pero debo regresar antes de que termine de amanecer sabes que debería siempre salir con cámaras y me fugué para poder venir.
— Lo sé y entiendo amor, no te preocupes, soy más que feliz porque hayas venido aunque sea unos minutos para estar a mi lado.
Pusieron las alarmas de sus móviles para que sonaran treinta minutos después para dejar que Tae dormitara un poco. La idea inicial era que los dos lo hicieran pero Kook no quería cerrar sus ojos, solamente pensaba en los próximos días que estaría sin dormir al lado de su pareja.
La mañana llegó junto con Suga quien tomó una ducha y se sentó al lado de su pareja mientras lo observaba dormir. Acarició lentamente su cabello, dejando escapar una pequeña sonrisa. Tenía que ordenar las cosas, sus sentimientos, ideas, todo, Yoongi sentía que no podía seguir así y arriesgarse a que Jimin sufriera si se enteraba de las cosas que él había estado haciendo. Debía estar unos días sin ver a Jimin al igual que a Kai, necesitaba decidir de una vez por todas qué hacer.
Salió de la habitación y luego de ordenarle a la señora Choi que prepara el desayuno para ambos regresó a su recámara para despertar a Jimin.
— Dormilón... Despierta, vamos a desayunar...
Un par de quejas y un par de minutos después los dos estaban sentados desayunando tranquilamente sin decir una sola palabra, ingiriendo todos aquellos alimentos como si no hubieran comido en días pero sin saborearlos realmente. Esa era la única forma de afrontar ese incómodo silencio.
— ¿Deseas más jugo? — Preguntó Suga haciendo ademán de levantarse para luego volverse a quedar en el mismo sitio cuando su pareja negó con la cabeza. — Necesito que hablemos.
— ¿Qué sucede? — Jimin paró repentinamente de comer, la energía que sentía a su alrededor era algo extraña.
— No quiero que pienses que estamos mal o que no te quiero por lo que te voy a decir. No se trata de ti sino de mí... Estoy pasando por un momento en mi vida en el que las cosas están patas para arriba y necesito organizarlas para poder seguir adelante. Necesito tomarme un tiempo de todo y eso incluye nuestra relación. — Suspiró y lentamente se acercó para acariciar las mejillas de su pareja. — Mírame... Esto no es una separación, no te estoy dejando, yo realmente te quiero pero para no dañarte con mis cosas, necesito que nos demos un tiempo.
Este capítulo aún no lo he editado así que disculpen si encuentran errores. Besitos 😘
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro