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Capítulo 27 - Una segunda familia

— ¿Cómo te sientes? — Le preguntaba Jungkook a su pareja mientras lo ayudaba a desvestirse. — Bebiste de más, tú no estas acostumbrado a beber tanto.

— No pude evitarlo, estaba muy feliz con todo lo que pasó hoy. Nunca pensé que tus padres me aceptarían y que las familias se unieran de esa manera. Ahora somos novios oficiales incluso ante la familia y nuestras amistades. Se siente tan genial... Ya tengo una segunda familia... — Sonreía como niño chiquito mientras su pareja batallaba con su ropa.

— Tú no eres el único con una segunda familia, soy parte de la familia Kim ahora. — Bromeó — Sabes... Yo también me sorprendí mucho con las palabras de mi padre, con lo serio que es jamás pensé que tomaría las cosas con tanta calma. Taehyung, detente, estoy intentando quitarte la ropa.

— Y yo te estoy ayudando con la tuya. — Rió tambaleándose un poco a pesar d estar sentado en el sofá.

— Tú lo que llevas es una ducha.

Jungkook cargó a su novio hasta la ducha, dejando que la presión de la misma lo espabilara. Estaba seguro que así se reactivaría enseguida y no se equivocó.

— ¡Ay Kook! — Gritó — ¿Por qué me haces esto? No estaba borracho, solamente estaba un poquito más contento de lo normal. — Comenzó a reír nuevamente, tirando sorpresivamente de Kook haciendo que este también se mojara.

— ¡Si serás bobo! — Exclamó entre risas Kook.

Luego de una rápida ducha llena de juegos y besos los dos fueron a la cama, ese había sido un largo día y sentían que la cama los aclamaba con urgencia y no deseaban hacerla esperar demasiado. Se quedaron dormidos inmediatamente abrazados y con los cabellos aún húmedos, cosa a la que no prestaron mucha atención.

A esa misma hora, 4:00 a.m un mal sueño despertó a Jimin bañado en sudor. Ver a Namjoon despidiéndose de todos con una maleta y un carro que lo atropellaba lo habían echo gritar con desesperación. Lo habría detenido pero sus piernas no se pudieron mover y su voz no salió por más que lo intentó. Había sido horrible, quizás, aunque él quisiera decirse que no le importaba la partida de su ex pareja del grupo, no era cierto.

Realmente le preocupaba, le hubiera gustado enfrentarlo y preguntarle, ayudarlo, escucharlo pero no se sentía en condiciones de hacer eso como un simple amigo, temía flaquear ante su presencia y la mejor solución era evitarlo así males mayores no ocurrirían ahora que tenía pareja.

Miró su teléfono que se encontraba debajo de él y al ver la ahora se dirigió al cuarto pensando que Suga había llegado y no lo había querido despertar pero grande fue su sorpresa al ver que no había llegado pero sin embargo el chofer sí estaba porque al salir al garaje pudo ver el auto estacionado. ¿Dónde estaba Yoongi? Intentó llamar sin éxito a su novio varias veces hasta que se dio por vencido y fue a la cama. Ahora entendía cuando Namjoon se preocupaba siempre que iba a dormir y él aún no había llegado. Se maldijo en su interior y se aferró a su edredón dejando salir unas lágrimas, quedándose dormido minutos después.

La mañana había llegado a la ciudad de Seul, dándole la bienvenida a un nuevo día junto a todos los que allí se encontraban. Como era costumbre Jimin se despertó temprano y luego de salir a correr durante una hora regresó para tomar el desayuno que la señora Choi le preparaba de forma puntual diariamente. Miró su celular, 9:13 a.m y no habían señales de Min Yoongi.

— Señora Choi, ¿ha visto al señor Kim? — Necesitaba hablar con el chofer para saber si le había pasado algo a Suga.

— Señor Park no sabría decirle, cuando me fui a la cama no había regresado y cuando me levanté no estaba. No sé si durmió o no aquí.

— Entiendo... Gracias.

No le quedaba de otra, sabía que era odioso recibir tantas llamadas seguidas de la pareja pero no le quedaba de otra más que llamar a Suga para saber cómo se encontraba, intentó varias veces pero nuevamente no obtuvo respuesta. Ya estaba más que preocupado cuando sintió su teléfono sonar.

— Mi amor buenos días. Perdón por no haber sentido tus llamadas. ¿Qué sucede?

— Eso me gustaría saber Suga, no viniste ayer a casa, pensé que te podía haber pasado algo. — Yoongi maldijo en voz baja y prosiguió con la excusa que más rápido le vino a la mente.

— Ayer me pasé de copas y un amigo me llevó a su casa. Recién vengo a dar en sí perdóname, ya salgo para allá.

— ¡Mmm! — Exclamó Jimin. — De acuerdo, si estás bien no hay problema, te espero en casa.

— Oye...

— Dime...

— Te quiero. — Le dijo Suga esperando su respuesta pero no obtuvo la respuesta que él quería.

— De acuerdo, nos vemos en un rato, besos.

Cuando finalizó la llamada y miró a su lado Suga pudo ver la risa cínica que tenía Kai en su rostro. ¿Cómo demonios se había dejado embaucar por él nuevamente? ¿Hasta cuándo seguiría accediendo a cada una de sus peticiones? No debió haberse dejado llevar por esa adrenalina que los envolvió en aquel baño del Grand Hyatt Seoul, haciendo que continuaran aclamando por más terminando en casa de Jongi una vez más. Si ya estaba con Jimin, lo quería y le gustaba todo de él, ¿por qué demonios estaba haciendo eso?

— ¿Qué sucede cenicienta? ¿Tu príncipe espera por ti? — Bufó Kai halándolo por el brazo y recostándolo a su pecho. — Aún es muy temprano. En alguna parte del mundo aún no han sonado las campanadas de las doce.

— Kai jóde-

— No digas palabrotas. — Lo interrumpió Kai besándolo hasta que se quedara sin aliento y cediera nuevamente. — Merecemos al menos una despedida.

— No Kai, no puedo hacer eso... — Suga intentó levantarse pero Kai no se lo permitió.

— Conozco algo de tu cuerpo que opina lo contrario y algo del mío que está listo y deseoso por ti. — Sus caricias en el cuerpo de Min Yoongi surgieron efecto y más rápido de lo imaginado estaban teniendo sexo nuevamente.

¿Cuántas veces lo habían hecho desde la noche anterior hasta ese momento? Solamente ellos lo sabían, esa relación tóxica que ambos tenían podía ser entendida únicamente por ellos. Quien esperaba por Suga al ver que las horas seguían pasando y él no llegaba le mandó un mensaje de texto informándole que iría a su dormitorio y se fue de aquella casa, necesitaba salir de ahí.

No todas las personas despiertan de la misma manera algunos lo hacen más agotados de cuando se fueron a dormir, otros despiertan alegre, tristes, al lado de la persona amada, totalmente solo. De esa misma forma, cada chico del grupo Fire tuvo su despertar diferente.

Namjoon desde Jeju al abrir sus ojos y ver el paisaje que tenía al frente lo único que deseaba era poder compartirlo con Jimin. Sus ojos se cerraron y los recuerdos de ese amor compartido por tantos años lo abrazaron sacándole una triste sonrisa. Tomó su teléfono observando el contacto de su ex pareja, pensando si llamarlo o no pero finalmente lo tiró en la cama con frustración. Sabía que no podía llamarlo de esa manera cuando ya no eran pareja, él estaba en una relación y ni siquiera se trataban como amigos. Resopló varias veces antes de dirigirse al baño y tomar una ducha que lo hiciera despejar su mente.

En cambio, ¿cómo despertar con mal ánimo cuando lo haces junto a la persona que amas? Taehyung abrió sus ojos y sin importable algo que él odiaba, besar sin haberse lavado la boca. Llenó de besos a Jungkook quien adormilado reía e intentaba controlar a la pequeña liebre que brincaba sin cesar encima de él.

— Mi amor, nos acostamos hace pocas horas, vamos a dormir otro poquito por favor. — Rogaba Jungkook.

— Ya son las 10 a.m mi amor, en otras circunstancias seis horas de sueño para nosotros es un lujo, aprovechemos el día. ¡Vamos, levántate!

Jungkook logró inmovilizarlo con sus brazos haciendo que se quedara quieto por un rato hasta que el timbre de la casa sonó varias veces.

—¿Estás esperando a alguien? — Preguntó Tae sorprendido.

— Eh... Mmmm. — Jungkook solamente deseaba dormir algo más pero parece que todos se estaban juntando en su contra. — No espero a nadie. ¿Quieres abrir tú?

Taehyung se dirigió a la puerta pero al ver quien estaba en la puerta corrió nuevamente al cuarto para arreglarse un poco y ponerse más presentable, la bata de baño que lo cubría no era suficiente para recibir a su suegra.

— Jungkook.... — Susurraba Tae mientras se cambiaba de ropa. — Amor despierta por favor.

— Abre tú...

— Es tu madre, está aquí.

— Mmm.... — Kook lo miró con los ojos entrecerrados sin entender bien lo que decía, alzó la mirada y vio como se vestía su pareja simplemente para abrir la puerta. — ¿Por qué te estás vistiendo?

— Porque mi suegra está en la puerta. Por favor date prisa y vístete, tu madre está en la puerta y aunque ya te haya visto como dios te trajo al mundo desde su vientre no sería bueno que en su primera visita desde que sabe lo nuestro nos vea así.

— ¿Mi mamá? — Jungkook se sentó súbitamente.

— No la mía. Claro que tu mamá, dale, vístete.

Ambos agitados corrieron y se vistieron para luego darle la bienvenida a la señora Jeon quien entró con una amplia sonrisa y una cesta llena de souvenirs para ellos.

— ¿Qué estaban haciendo a estas horas que tardaron tanto? Sentí unos pasos detrás de la puerta que se fueron corriendo luego de verme. Me imagino que fue mi dulce yerno. ¿No es así?

Taehyung  se ruborizó, sonriendo tímidamente mientras que Jungkook pasaba su mano derecha por su cabeza, nunca había estado en una situación tan incómoda con su madre.

— ¿Qué está haciendo aquí mamá? — Le preguntó un poco incómodo. — Debió haberme avisado antes.

— Si te aviso te me niegas y no me iba a privar de ver a los dos tórtolos en la mañana. Acaben de agarrar esta cesta e invítenme a pasar. — Tae estiró rápidamente sus manos llevando la cesta a la cocina mientras que su pareja guiaba a su madre esta el salón.

Los chicos estuvieron conversando animadamente con la madre de Kook, esta realmente estaba feliz por la relación de ambos, incluso le había informado al hermano de Kook que se encontraba viviendo en Nueva York con sus dos hijos y esposa. Este era productor de cine y luego de comenzar a trabajar para Universal Studios, radicó en Estados Unidos con su familia. La noticia de la relación de ambos incluso había llegado hasta otro continente.

La señora Jeon les cocinó y juntos tuvieron una agradable comida mientras que a petición de ella la ponían al tanto de cómo se había dado la relación entre ellos, ella quería saber todo, aclamando que lo merecía por ser la última en enterarse de todo. Adoraba ver a esos dos niños ponerse nervioso aún tenían mucha inocencia en sus almas y eso sin lugar a duda la tranquilizaba mucho.

No podía evitar ver a la pareja de su hijo, una parte de ella le decía que ambos podrían ser sus hijos y eso calentaba su corazón de madre. Su hijo era feliz con ese muchachito, siempre había sido un tanto serio y callado pero al lado de su pareja se veía aún más rebosante de felicidad, después de todo había sido una buena decisión apoyarlo para que siguiera la carrera que él quería desempeñar. De no ser así, tal vez no hubiera podido ver esa faceta de su niño que no veía desde su infancia.

Una vez que logró que los chicos prometieran hacer que las familias se reunieran pronto y que tuvieran sexo seguro, la madre de Jungkook decidió marchar, no sin antes remover el cabello de esos dos niños como si fueran sus cachorros logrando que una vez más ambos mostraran sus lados más tímidos.

...

— ¿Mi vida dónde estabas? Llegué a la casa y no estabas, te llamé pero no pude comunicarme contigo. — Jimin recién volvía a la casa, no decía mucho y eso tenía a Suga preocupado. — ¿Te sucede algo? Dijiste que estarías en casa pero llegué y no estabas, ahora llegas pero, todo raro...

— Eso te lo dije a las 10 a.m cuando hablamos y me dijiste que ya venías pero cuando yo me fui ya eran las 4:00 p.m, tú aún no habías llegado y por eso decidí ur a dar una vuelta, estaba aburrido. No estoy raro... No sé cuál es tu definición de rareza.

— Ah... Estás molesto porque te dije una cosa y sucedió otra... — Se acercó a su pareja abrazándolo por la cintura. — A ver amor, te explico.

— Tranquilo que no te he pedido explicaciones.

— Aún así quiero explicarte. Cuando desperté y hablé contigo iba a venir inmediatamente pero mi amigo me obligó a comer algo y tomar una ducha, ya después con el pretexto de que nunca nos reunimos terminó enredándome para que me quedara más tiempo. Perdóname por no decirte. — Su puchero logró que Jimin riera aún sin quererlo y este se tranquilizó. No quería que su pareja estuviera molesta.

— Ya, no seas infantil... — Rió — ¿Cómo te fue en el evento?

Obviando claramente la última parte de la velada Suga le contó a su pareja con lujos de detalles  todo lo acontecido en ese evento. Acostados al aire libre en el jardín mientras se abrazaban y reían de cosas simples. Yoongi suspiraba en su interior aliviado, lo sucedido en las últimas horas con su ex quedarían ahí, en el pasado, no tendría por qué salir a la luz y ya que él no tenía pensado volver a repetir aquello lo mejor era hacer borrón y cuenta nueva.

— Tu teléfono está vibrando... — Le informó Suga a Jimin.

— Nos vemos hermosos juntos en cada foto que nos tomamos. — Musitó Yoongi luego de darle un beso en la mejilla a su pareja. — ¿Vamos a la cama? — Jimin asintió, siguiéndole, tomando de la mano a su pareja.

...

Ser recibido en Busan por fuertes vientos y lluvias luego de que el parte metereológico y la aplicación del clima de su teléfono dijeran que iba a ser un día soleado era sin dudas un mal presagio para Namjoon. Regresar a esa ciudad donde él sentía que todo su mal augurio había comenzado lo desanimaba mucho. No podía evitar los recuerdos de la última vez que pisó aquella ciudad, las lágrimas que recorrían sus mejillas se lo dejaban saber. Refugiado en la parte trasera de aquel Range Rover blanco acariciaba en su mente el último beso como pareja que había compartido con el amor de su vida.

De no ser porque se veía obligado a estar presente en las primeras sesiones fotográficas para la promoción de su próximo álbum que ya había sufrido algunos retrasos, no hubiera puesto un pie ahí. Aún no se podía acostumbrar a estar sin Jimin desde que se conocieron anduvieron juntos como amigos y una vez que comenzaron su relación todo se intensificó, era tan fuerte su apego que incluso audicionaron y lograron entrar a la misma agencia y grupo juntos. Sentían que todo estaba de su lado para que nunca se separasen y ahora parecían dos desconocidos.

En medio de una maraña de recuerdo y auto reflexiones respecto a su propia actitud y la relación que tenía con Jimin el timbre de su móvil lo trajo de vuelta a la realidad. Ya había pasado toda la tarde en el hotel y se estaba sintiendo adormilado cuando esa llamada persistente seguía entrando a su celular.

— ¡Cálmate! — Exclamó Namjoon al sentir a la persona del otro lado llorando sin control. — Dime qué sucede. ¿Dónde están? — Rápidamente se vistió sin colgar el teléfono y salió del hotel a toda prisa. — No te preocupes yo ya estoy en camino.

Tuvo varios intentos fallidos intentando llamar a Jimin, necesitaba que contestara el maldito móvil por una vez pero no ocurrió. Diez minutos después de haber salido de su hotel finalmente llegaba al Pusan National University Hospital, corriendo en busca del hermano menor de Jimin.

— Hyung, estás aquí... — Sollozaba el chico abrazando a Namjoon.

— ¿Dónde está madre? ¿Qué fue lo que sucedió? — Le preguntó tratando de calmarlo y buscando a un doctor que le pudiera decir exactamente qué estaba pasando.

— No lo sé, se iba acostar porque tenía un fuerte dolor de cabeza y de repente comenzó a temblar, yo me asusté mucho tratando de calmarla pero sus ojos se pusieron blancos y no me escuchaba entones llamé al 119. Yo vine en la ambulancia intentando llamar a Jimin pero no me respondió y como sé que siempre están juntos te llamé. No sabía que estabas en Busan.

— Estoy aquí por un trabajo en solitario, tu hermano está en Seúl pero no te preocupes, yo me ocuparé de todo. ¿Dónde está padre? — Preguntó Nam finalmente divisando a un doctor.

— Papá está de viaje en China, no hay nadie y como soy menor de edad no puedo dar mi información.

— No te preocupes, yo me encargaré de eso, solamente no le digas a tu hermano que yo me estoy encargando de todo.— Lo acarició.

— ¿Por qué hyung? — Preguntó extrañado el menor de los Park.

— Yo después le diré, deja que yo me encargue, sigue intentando comunicarte con él mientras yo me ocupo de todo.

El doctor le explicó a Namjoon que la señora Park había sufrido un derrame cerebral isquémico debido a que un vaso sanguíneo que llevaba sangre al cerebro estaba bloqueado. Habían logrado sacarla del riesgo sin embargo podía ser que sufriera una leve pérdida de visión. Namjoon escuchaba cada detalle con atención pero su corazón se había reducido varios centímetros. La señora Park era como una madre para él, incluso lo había dejado viviendo con ellos cuando sus padres se separaron luego de ambos revelar que estaban siendo infieles cosa que a él lo devastó y ella lo ayudó a superar.

Se encargó de todos los gastos y las cosas necesarias para que la madre de Jimin recibiera la mejor de las atenciones, incluso pasó la noche a su lado luego de llevar al pequeño Park hasta su hotel y dejarlo bajo el cuidado de su representante.

La mañana llegó junto con el despertar de la señora Park, Nam estaba tan emocionado que la abrazó llorando, luego de decirle que todo estaba bien llamó al doctor para su revisión. Todo estaba bien, gracias a todo lo que podía existir no había quedado con ninguna secuela.

— Todo está bien con la paciente. Debe cuidar de que permanezca tranquila, cualquier disgusto le podría afectar negativamente. — Le informó el doctor dándole un fuerte apretón de mano para animarlo. — No se preocupe la dejaremos algunos días más en observación para cuidar bien de ella. Toda operación cerebral es de cuidado así que aún no le podemos dar el alta pero pronto podrá marchar a casa.

— Muchas gracias por todo Doctor, le agradezco todo los cuidados que ha tenido con ella.

— Es mi trabajo y la señora Park es una paciente muy fuerte así que ya no se preocupe más. — Dijo despidiéndose de él.

Luego de hacer algunas llamadas informando que deberían retrasar un poco su agenda debido a una emergencia familiar, así como también se cercioró de que todo estuviera bien con el hermanito de Jimin, Nam volvió al cuarto para cuidar de la que una vez había sido su suegra y también una madre para él.

— Hola Nam, ¿todo bien? — Preguntaba Jin al teléfono. — Me preguntaba si estabas libre en estos momentos, estoy en Busan y me gustaría que nos reuniéramos para tomar un café.

— Hola Jin, gracias por llamar, por aquí todo bien, sin embargo en estos momentos no podré aceptarte la invitación pero ,¿qué te parece si mañana nos reunimos?

— Me parece estupendo... Entonces hasta mañana.

El alma de Nam se vino abajo al ver a Jimin entrar por la puerta del cuarto donde se encontraba la señora Park. Estaba pálido y era claro que preocupado por la salud de su madre.

— Sí, sí... Hasta mañana. — Finalizó la llamada Namjoon levantándose rápidamente de su asiento y mirando a Jimin con cierto nerviosismo.

Permaneció de esa forma durante algunos minutos mientras que Jimin abrazaba a su madre que abría los ojos alegre de ver a su hijo. Abandonó la habitación, sentándose en uno de los asientos del pasillo para no incomodar el encuentro de madre e hijo que se estaba dando en aquel lugar mientras que intentaba calmar su pulso acelerado de sólo ver a Jimin.

— Nam... — Escuchó decir, suavemente levantó la cabeza y pudo ver como Jimin lentamente se sentaba a su lado. — Mi hermano y el doctor ya me contaron todo. — No sabía como agradecerle todo lo que había hecho por su madre y por él. — Gracias, no tenías por qué tomar tantas responsabilidades ya que no tienes obligación con nosotros pero aún así lo hiciste. No tengo como pagarte.

— Ustedes siempre fueron una segunda familia para mí, así como la señora Park fue una segunda madre para mí así que no te preocupes, era más que una obligación... — Le sonrió tímidamente antes de ponerse de pie. — Ya el doctor te debe haber dicho todo pero ya no tienes de qué preocuparte. Tu madre está estable. Intenté llamarte pero no me pude comunicar contigo, siento que te hayas enterado tarde.

— Realmente lo siento pero gracias por intentarlo. ¿Ya te vas? — Viendo como Nam se preparaba para retirarse no pudo evitar preguntar. Necesitaba tenerlo cerca en ese momento. — Podrías... ¿Podrías quedarte un rato más conmigo? — dijo finalmente rompiendo en llanto.

Namjoon rápidamente lo abrazó para consolarlo, odiaba verlo así, sabía lo mal que podría estarlo pasando y aunque quisiera jamás se podría negar a acompañarlo en esas circunstancias. Lo abrazó y consoló hasta que este finalmente dejó de llorar entre sus brazos.

— Por un momento pensé que no volvería a ver a mi madre con vida, de no haber sido por ti, tú... — Lágrimas se apoderaban nuevamente de su rostro. — Gracias.

— No me agradezcas más, intenta calmarte, tu madre no te puede ver así, debes darle fuerzas. Ustedes son su pilar y si los ve así se derrumbará. No puede tener disgustos ni emociones fuertes así que debes controlarte por ti y por ella.

Jimin lo miró fijamente y asintió, refugiándose nuevamente en sus brazos agradeciendo en esos momentos que al menos Nam hubiera estado ahí. Suga estaba de viaje y ni siquiera podía molestarlo cuando estaba tan lejos de Corea en esos momentos, no tenía sentido pero, si se era sincero la verdad que no habría mejor compañía para él que la que estaba teniendo en esos momentos.

...

Namjoon se encargó de avisarle a los demás miembros por la situación que estaba atravesando Jimin y también habló con la agencia para que le dieran unos días libres y así poder estar junto a su madre y familia todo ese tiempo.

Una vez finalizadas sus actividades Namjoon se encargó de buscar al más pequeño de los Park en el colegio y llevarlo al hospital para que viera a su madre y hermano. Permaneció un tiempo con ellos y después de hacer que Jimin comiera, se diera un baño y regresara al hospital en mejores condiciones se retiró, tenía otro pequeño compromiso que cumplir del cual quería liberarse pronto.

— ¡Hola! ¿Esperaste mucho tiempo? — Preguntaba Nam mientras se sentaba en la mesa de aquel café donde lo estaba esperando Jin. — Lo siento estoy atareado con muchas cosas por lo que no pude llegar hasta ahora.

— No te preocupes, recién llegué también. — Mintió Jin, la verdad era que había estado esperándolo por más de una hora pero aquello no le incomodaba. — ¿Pedimos?

Conversaron tranquila y armoniosamente durante un rato, la verdad ese pequeño momento había ayudado a que Nam liberara un poco la tensión acumulada durante los últimos días. No obstante por su mente jamás pasó que la verdadera razón por la cual Jin lo quería ver era para confesarle sus sentimientos.

— La verdad no sé cuando me empezaste a gustar, tuve mis sospechas de que eras gay pero cuando vi que tenías una relación con Tiffany esas sospechas se desvanecieron. — Mostró una tímida sonrisa mientras le daba otro sorbo a su Latte Macchiato. — No pienses que me estoy confesando porque quiero que corras a mis brazos o algo parecido pero luego de escuchar los rumores que tu relación era falsa decidí que era el momento de mostrar mis sentimientos aunque no fuera correspondido, simplemente necesitaba decírtelo.

— No sé que decirte. — Suspiró observándole. — Creo que debería sentirme halagado porque te intereses en mí, no obstante no podría aceptar tus sentimientos aunque no estuviera con Stephanie así como el rumor anda diciendo. Yo tengo a alguien en mi corazón al cual amo de una forma inimaginable. — Lo miró sosteniendo su mano cuando lo vio cabizbajo. — Lo siento, no puedo ofrecerle a nadie algo más que una amistad, no es porque eres tú y eres hombre puesto que yo miro a las personas y no su género. Pero... Por un tiempo indefinido mi corazón estará fuera del mercado y mi persona también.

Jin asintió con una sonrisa que bien sabían ambos que era falsa, aún así él ya esperaba una respuesta negativa pero su corazón estaba tranquilo, finalmente se había liberado y ahora podía seguir adelante sin arrepentimientos en el futuro pensando en algo que podía haber sido y no fue por sus miedos. Ahora, era algo certero también era algo más fácil salir de ese enamoramiento tonto como un niño de secundaria.

Los dos se despidieron como buenos amigos, regresando Jin a su hotel mientras que Nam, regresaba al hospital a buscar al hermano de Jimin y llevarlo a su hotel a descansar, así como revelar a Jimin, quien no había podido dormir nada. Esa noche se quedaría él una vez más con la señora Park.

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