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Capítulo 12 - Desconfianza

Iban Kook y Tae caminando apresuradamente por la recepción cuando fueron interceptados por la recepcionista de la noche anterior que aún no terminaba su turno.

— Señor Jeon... El encargado de subirle su comida nos informó que usted no le abrió la puerta por lo que tuvo que regresar con el pedido.

Tae lo miró algo avergonzado, estaban tan ensimismados y entretenidos a causa de lo que él mismo propició que no habían siquiera escuchado la puerta.

— No te preocupes, no hay problema. Ahora si nos disculpas, llevamos prisa...

— Espere un momento señor. – La chica corrió hasta la parte atrás de su recepción y regreso con dos bolsas.– Como supuse que no les daría tiempo comer ya que nos había dicho que preparáramos un chofer para las 3:00 p.m. mandé a que les prepararan algo para el camino.

Jungkook tomó las bolsas agradeciéndole el gesto y su preocupación, dejando tras esto el sitio a toda prisa.

...

Los entrenamientos acabaron a las 10:00 p.m. El ambiente entre Tae y Kook estaba algo tenso después de lo ocurrido y habían estado siendo observados por Jimin durante toda la tarde a quien esta tensión no le pasó desapercibida.

— Oye acompáñame. — Le dijo Jimin a Jungkook tras avisarle a su pareja que iba conversar con él.

Los dos fueron a conversar a un parque desolado cerca de la compañía luego de comprar algunas bebidas.

— ¿Me vas a decir ahora que sucede entre tú y Tae? — Soltó Jimin sin premeditación.

Jungkook quería hacer como si no escuchara pero sabía que sería peor, así que se decidió a proseguir con la mentira de la mañana.

— Como veníamos tarde hubo algo de fricción entre nosotros ya que nos sentíamos relativamente culpables, echándonos la culpa mutuamente por la tardanza y hacer que todos se atrasaran por nuestra causa.

— ¿Venían tarde de a dónde? Si se puede saber claro... — Cuestionó Jimin, quería ver hasta donde le mentiría su amigo.

— Anduvimos por ahí, no estábamos en un lugar en concreto. Hicimos algunas compras y esas cosas... – Mintió.

— ¿Y las bolsas? ¿Qué compraron?

— Pasamos a dejarlas en el dormitorio cuando fuimos a cambiarnos para entrenar. — Jungkook no podía sostenerle la mirada a su amigo, era como un interrogatorio, se sentía mal por mentirle pero a la vez no podía decirle la verdad.

— Ya veo. — Asintió Jimin dando un sorbo a su bebida. — ¿Por qué salieron tan temprano a desayunar?

— Es que nos desvelamos, no teníamos sueño, por eso decidimos salir a desayunar y dar una vuelta para hacer tiempo. — Bebió de su frasco mirando hacia un frondoso árbol que se erguía imponente frente a ellos.

El silencio hizo presencia una vez que se dijeron aquellas palabras. Jimin odiaba las mentiras. Él era una persona sincera y transparente que lo único que ocultaba al mundo eran sus preferencias sexuales y su relación con Namjoon, aún así con su amigo siempre había sido sincero. No entendía porqué su amigo no era recíproco, se sentía decepcionado. No podía seguir pretendiendo no saber nada, por lo que se dispuso a sincerarse.

— Kookie... — Estuvo tomando aire como si estuviera buscando la fuerza para continuar aquella conversación.– Yo dormí en tu habitación y cama anoche. — A Kook se le escapó la bebida que tenía en su boca por el asombro.– Es por eso que sé que me estás mintiendo aunque no sepa la razón por lo cual lo estés haciendo.

Jungkook se sentía mal, de verdad lo hacía, pero no es que pudiera contarle todo lo ocurrido en su Penthouse horas atrás así como así, no sabía la repercusión que tendrían sus palabras no solo para su amigo sino también para él y Tae, era algo privado, además él mismo no tenía claro muchas cosas así que se decidió decir la verdad de forma parcial omitiendo los detalles explícitos.

Los dos, que ahora habían emprendido el camino de regreso hacia su dormitorio, caminaron lentamente como si no quisieran avanzar por aquella calle desolada, acompañados solamente por las luces de los faroles y el aire frío que batía contra ellos.

— ¿Sabes algo que no comprendo? Si las cosas fueron así como dices, ¿por qué me mentiste?

— No sabía cómo decirte que dormimos fuera sin decirte a dónde y quién era yo, quién era mi familia. — Sin querer continuaba mintiendo.

Jungkook estaba cabizbajo, esa razón no era más que un tercio de la verdad del porqué le había mentido. Ambos se habían detenido y se encontraban recostados a una baranda de madera oscura, con las luces de la ciudad como fondo, creando una vista maravillosa.

— ¿Te gusta Taehyung? — Preguntó Jimin observando fijamente a quien lo acompañaba con las manos en sus bolsillos.

— ¿Qué? No. — Rió para disimular. — Estás loco.

— Te gusta y esta vez es una afirmación no una pregunta. Por las miradas que se dieron durante los ensayos puedo asegurar que pasó algo más entre ustedes anoche. Aunque si no me lo quieres confesar tranquilo, no pasa nada, ya esta noche me di cuenta que tú no me tienes a mí en el mismo lugar que yo te tengo a ti. No somos tan amigos como pensaba, parece que somos simplemente compañeros de grupo, fue mi error pensar más allá.

Unas palabras frías y directas que le habían dolido a Jungkook y se sentía peor porque creía que su amigo tenía razón, era Jimin quien siempre estaba pendiente, preocupado, quien le contaba sus cosas, en cambio él siempre le había ocultado algo o mentido aunque no hubiera sido con mala intención. Cuando salió de sus pensamientos y alzó la vista su amigo ya se había alejado unos cuantos metros por lo que corrió para alcanzarlo, sosteniéndolo por su brazo.

— Espera, sí tienes razón, perdóname... – Se disculpaba. – Yo no sé cómo abrirme fácilmente y lo sabes, con nadie puedo abrirme en cambio tú siempre logras que yo lo haga. No es excusa pero quiero que me perdones.

Jimin lo observó, su amigo era adorable. Honestamente jamás pensó seriamente en terminar su amistad por muy dolido que estuviera por la falta de confianza de su amigo y sus mentiras. Una parte de él lo entendía, no era tarea fácil abrirse a un mundo nuevo.

— Tae me- — Se frenó durante algunos segundos que parecían eternos en su mente, era la primera vez que aceptaría sus sentimientos por Taehyung, la primera vez que lo diría en voz alta. — Tae me gusta pero conoces nuestra historia, no sé cómo o qué hacer con esto. Si cruzamos completamente la línea de nuestra amistad y no funciona, jamás volveremos a ser los mismos.

— Pero hay un 50% de probabilidades de que eso no suceda y puedan estar juntos sin inconvenientes. — Trataba de animarlo.

— En esta vida siempre habrán inconvenientes.– Refutó.

— ¡Cállate! No seas tan negativo idiota, es tu futuro y vida así que ponle ganas. – Le dio una fuerte palmada en el hombro y le guiñó un ojo. — Ahora cuéntame lo que sucedió entre ustedes...

Los amigos estuvieron hablando largo y tendido, no solamente de lo ocurrido entre Tae y Kook, si no también de lo sucedido con Jimin y Namjoon quienes discutieron en la boda de la prima de Jimin cuando este le mandaba un mensaje a su otro primo, mientras que su pareja lo observaba escribiendo o al menos lo intentaba, hasta que le arrebató el móvil a Jimin bruscamente cuando vio la foto de un hombre y él se reía tras enviar un corazón.

Namjoon se disculpó al percatarse de quien se trataba y haber leído toda la conversación, se sintió un idiota por dejar que sus celos actuaran por él. El primo de Jimin solamente le mostraba un traje que quería llevar luego de la ceremonia, aprovechando a su primo ícono de la moda en el país para algunos consejos, mandándole Jimin un corazón como señal de que le encantaba el conjunto escogido. En toda la conversación que Namjoon leyó desconfiado no habían más que saludos a la familia y una que otra foto de sus viajes.

La desconfianza de su pareja lo avergonzaba, se molestó tanto que abandonó la boda, luego de la ceremonia, sin quedarse para la fiesta donde había prometido que bailaría y cantaría con su novio, disculpándose y saliendo de allí sin mirar atrás, seguido por su pareja quien tampoco dijo palabra en todo el trayecto de regreso.

Jimin le explicó a su amigo que esa había sido la razón por la cual habían regresado antes de lo pensado y el motivo por el cual se había quedado dormir en su habitación.

...

En el dormitorio se encontraban los otros tres miembros conversando en la sala antes de dirigirse cada uno su habitación. Taehyung se baño y acostó recapitulando todo lo ocurrido en las últimas 48 horas con una plácida sonrisa que no abandonaba su rostro.

Por su lado Namjoon pensaba en lo ocurrido, estaba disgustado porque su pareja la noche anterior había preferido ir a refugiarse donde su amigo en vez de hablar con él y hoy estas eran las santas horas que todavía no llegaba desde que se había ido a conversar con Jungkook. A pesar de estar molesto una parte de él sabía que no podía reclamarle por nada después del papelón en la boda también, esa parte sabía que ellos eran solamente amigos y que sus celos eran infundados.

Por lo menos eso quería pensar, para él tener un mejor amigo no significaba refugiarse siempre en él o hablar todo el tiempo con o de él. Era normal que se vieran a diario pero últimamente no había salida de ellos o solamente de su pareja donde no estuviera Jungkook incluido. Odiaba el hecho de que siempre nalgueara a Jungkook, que posara sus manos en él sin ser necesario o que se abalanzara siempre hacia él. Ya era la tercera vez que cuando discutían y decidía pasar las noches en la otra habitación. Quizás eran paranoias pero no podía dejar de pensar en todo aquello.

— ¿Cómo les fue? — Preguntaba Namjoon falsificando su falta de interés una vez que su novio llegó y se cambiaba de ropa.

— Bien. — Eso había sido la respuesta cortante.

Namjoon quería conversar con su pareja, arreglar las cosas, explicarle una vez más sus inseguridades por él, decirle que una pareja debía hablar de los problemas no huir de ellos, no obstante no quería perturbarlo o que se disgustara por sacar a relucir el tema en aquel el momento luego de todo lo ocurrido, así que optó por tragarse sus palabras y sepultar sus emociones, llevándole la contraria a sus propios pensamientos. Se acercó lentamente a su pareja, como si cada paso pidiera permiso para ser dado, hasta situarse detrás de este, extendiendo sus brazos hasta tenerlo totalmente rodeado por ellos.

Jimin permaneció inmóvil, agarrando sus pantalones en las manos, ahí parado y sin moverse, mirando ese reflejo de ambos que se mostraba en la ventana, sintiendo al hombre que amaba sobre su piel. Cerró los ojos lentamente mientras se dejaba timar por su deliciosa respiración, escuchando las palabras que se pronunciaba en un pequeño susurro.

— Te amo... — Susurró con voz temblorosa y llena de amor desde el fondo de su alma. – No soy nada sin ti y el temor a perderte a veces hace que pierda los estribos y el control. – Realizó una pausa dejando que sus labios se posaran en el cuello de su novio simulando un beso y aspirando el delicioso aroma de su pareja que ni el más fuerte aliento etílico podía borrar.

Sabía que había bebido pero se veía realmente dulce siempre que lo hacía y era algo que hubiera querido contemplar solamente él pero que tampoco podía privar de semejante presencia al mundo, esa belleza estaba hecha para brillar y ser apreciada por otros, estaba muy consciente de eso.

— Disculpa, sé que soy un imbécil por celarte tanto. – Esta vez enterrando su cara en el cuello ajeno hasta que sintió que le acariciaban el cabello.

— Mi amor, mírame... — Jimin se giraba, alzando la cabeza de su pareja que aún se encontraba cabizbaja y en la misma posición.– Quiero que entiendas que yo te amo con la misma intensidad que lo haces tú. Mi corazón te pertenece. Contigo tengo todo lo que quiero y necesito por lo que no me interesa mirar a nadie más.

Jimin le regaló una sonrisa medialuna, acariciándole la cabeza y atrayéndolo hacia su cuerpo. No había un mejor lugar para estar que no fuera su lado. Tomó su mano izquierda con la suyas y la llevó hasta su boca para besarla dulcemente, depositando un beso en cada nudillo, sin apartar sus miradas y dejando ver esporádicamente una casta sonrisa, la mantuvo sujeta con su mano derecha, para luego tomar su otra mano y repetir el mismo procedimiento.

Juntó su frente a la de Namjoon para luego alzarla, posando sus ojos en aquellos que se encontraban cristalizados y amenazando con soltar unas lágrimas. Expresando aquello que las palabras no logran decir, capturó esos deseosos y tan amados labios con dulzura disfrutando un tierno y lento beso.

— Yo soy tuyo. — Le susurró a Namjoon entre suspiros.

Envueltos en las sábanas de una cama los cuerpos de una pareja se encontraban fundidos. No se podía sentir más allá de sus pulsos, latidos y respiraciones. Estaban despiertos pero no se movían o articulaban palabra, simplemente disfrutaban de la calidez, comodidad y seguridad que el otro le brindaba en esos momentos.

Jimin se encontraba con su cabeza apoyada en el pecho de su hombre, teniendo este otro su barbilla apoyada en su tupida cabellera, aspirando como siempre su aroma. Como rosales trepadores sus piernas estaban entrelazadas, una mano del mayor descansaba sobre la espalda de Jimin, acariciando con la otra su cabello lentamente como se quisiera quitarle el puesto su propio mentón.

— ¿Deseas que mañana pasemos el día en el Spa G Daechi junto a Jungkook y Taehyung? Hoseok estará ocupado con su sesión de fotos por lo que iremos solamente nosotros cuatro. — Namjoon quería que su pareja pasar un día agradable, pero también aprender a adaptarse a esa amistad que se había reforzado tanto. En un año no lo había logrado pero ahora estaba dispuesto a dejar sus temores atrás por el bien de la relación.

Jimin lo miró sorprendido, era la primera vez en seis años que lo ofrecía salir con alguien más, siempre tenía que tomar él iniciativa y eso lo alegró, no pudo ocultar su sonrisa.

— Me encantaría. — Movió su cuello para dejar su boca en forma de pico a los ojos de su pareja haciendo que este también sonriera y se bajara para besarlo tiernamente.

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