Fiesta de Hawollen.

La noche de brujas estaba dando comienzo, todos sus amigos estaban reuinidos en la planta baja de su casa, esperándolo a el y a su pareja, habían acordado ir juntos a una pequeña velada a las afueras de la ciudad, más específicamente en un bosque, con disfraces de sus personajes favoritos de series o películas; a juicio de los mayores sería una experiencia divertida, mientras que los menores pensaban que seria extrema, por otro lado los que no gustaban de esas fechas se resignaban a pasar esa noche en oscuridad rodeados de naturaleza.

Bajaron las escaleras después de 10 minutos, se veían espectaculares, les cazaba a la perfección los personajes que habían elegido, personajes que si bien no iban con su actitud sería prudente poner a prueba sus habilidades de actuación, sonrieron de manera aprobatoria ante la presencia de las dos personas faltantes y salieron dispuestos a pasar una noche divertida.

Su destino fue muy fácil de localizar y de igual manera instalarse en ella, una fogata en el medio, malvaviscos y una variedad de dulces, tanto artesanales y originarios del lugar de procedencia de cada uno de ellos, como los procesados y envasados, alrededor del fuego y ellos, los 8 jóvenes guardaban silencio, como si se les obligara a hacerlo.

Las historias de apariciones, fantasmas, ritos prohibidos y de mas, no se hicieron esperar entre ellos, algunos tenían la piel de gallina y otros reían alegando que nada de eso era real, cada cual tenía su turno, contando leyendas del norte y sur del mundo: India, Suecia, Francia, Grecia, Italia, Tíbet, España entre otras naciones.

El reloj del centro de la ciudad daba ya la media noche, el fin de su velada pero no el fin de la diversión, aún tenían que hacer una pequeña cosa, decidir cuál de sus compañeros se había lucido con su disfraz.

Era una total confusión nadie se decidía por cuál de ellos seria coronado como el mejor de ese año, no perdieron tiempo, cada año era lo mismo así que recurrirían a su no tan secreta estrategia, preguntar a la gente de la ciudad su opinión y al final contar los votos de estos.

Caminaron hasta el centro de esta, no querían perder ni un minuto, preguntar a todo cuanto se les cruzaba en el camino, algunos muy amables y otros con cara de molestia, después de todo no todos los días encontrabas a jóvenes de 22 a 24 años con un disfraz.

Las votaciones se cerraron, ya en la casa donde se habían reuinido por primera vez comenzó el conteo, como siempre había un empate, esta vez la pareja anfritiona y dueña de la casa encabezaba su lista, Afrodita por la belleza de su rostro y lo impecable y poco tradicional de su representación, y el segundo con más votos, su pareja, Ángelo por la creatividad y buena representación de su personaje.

Dan R