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Ana estaba sentada disfrutando un poco de aquellas aguas calientes pues en los días que llevaba en el bosque se habia estado bañando en aquel río cerca del árbol donde vivía, y aquellas aguas eran sumamente frías. Agradeció mentalmente a aquel hombre por haberla llevado ahí y tomar un baño caliente
Aprovechó el momento para lavar su ropa, pues por la caída que sufrió huyendo del ogro el traje que le habían confecionado las hadas se había ensuciado también. Una vez estuvo limpio lo colocó sobre aquella roca a secarse
-mujer ¿Cómo te llamas?
Ana lo escuchó hablando desde el otro lado de la roca y su voz la intimidaba un poco, pues era gruesa y bastante fuerte
-me llamo Ana
-es un placer conocerte Ana
-gracias igualmente, eh..
-Jay, me llamo Jay Elfenwolve
-Jay...gracias por salvarme
-no fue nada
Al parecer la conversación finalizó ahí, pero Ana tenía mucha curiosidad por saber porque ese hombre era de apariencia tan rara, así que se tomó el atrevimiento de preguntar
-¿puedo preguntarte algo?
-si, dime
-¿por qué tienes una apariencia tan extraña? ¿Por qué eres tan pálido? ¿Por qué tus orejas son las largas?
Jay soltó una pequeña sonrisa pues la curiosidad de Ana le pareció un poco tierna
-soy un elfo, un elfo lunar aprendiz de magia
-si, aquella magia que hiciste con el ogro fue increíble
-gracias, sé hacer muchas cosas más
-¿y un elfo qué es?
-bueno, somos seres mitológicos y mucha gente nos conoce como los espíritus del aire. Somos criaturas con un promedio largo de vida y algunos llegan a ser inmortales
-¡wow! ¿Y un elfo lunar? ¿Qué es?
-somos elfos aventureros, nos gusta viajar constantemente y descubrir nuevas tierras. Somos bastante amigables, nos gusta vivir en los bosques, somos cómicos en la mayoría de los casos, tenemos habilidades tanto en las armas como en la magia y como sociedad somos bastante unidos
-que interesante, nunca había escuchado de un elfo
-bueno, ya has visto y hablado con uno, pero bueno, mejor háblame de ti, ¿qué hace una humana como tu en un bosque como este?
-bueno yo...es una historia un poco larga
-no te preocupes por eso, tengo mucho tiempo para escucharla
Ana sonrió un poco y comenzó a contar su historia, Jay la escuchaba con mucha atención, no interrumpió en ningún momento. No pudo evitar ponerse un poco triste, se dio cuenta de que Ana realmente había sufrido mucho y algo hizo que su corazón se estremeciera un poco
-y así fue como llegué aquí
-vaya, veo que realmente has pasado por cosas muy difíciles, lo siento mucho
-lo que hice fue escapar y aveces pienso que fue un error, siento que pude haber hecho algo menos cobarde
-si me permites opinar, creo que fuiste muy valiente. Con el simple de meterte aquí, que no conoces nada y te atreviste a quedarte con todos los riesgos, creo que eres sumamente valiente
-¿tu crees?
-estoy seguro de eso
Ana sonrió un poco y Jay también lo hizo y la conversación quedó ahí, ambos tomaron sus ropas se vistieron y salieron caminando hasta el árbol dónde estaba viviendo
(...)
El tiempo pasó y Jay había estado visitando a Ana y al igual que con las hadas, había hecho una amistad muy bonita con el elfo y disfrutaba cada momento que pasaban juntos. Jay le había enseñado el bosque un poco más a fondo, incluso la había llevado a su aldea, se la mostró a lo lejos pues estaba protegida por un campo de energía que el mismo había creado y la entrada a desconocidos estaba prohibida y esto lo que hizo fue que la chica se enamorara totalmente de aquel lugar
Estaban ambos sentados frente al río hablando de cualquier cosa para matar el tiempo hasta que Jay decidió hablar sobre algo más serio
-Ana
-dime
-¿te gustaría vivir conmigo? En mí aldea
Ana lo miró un tiempo algo sorprendida, no sabía por qué Jay le pedía eso
-yo...¿por qué me pides eso?
-por qué luego de conocerte y saber tu historia siento que debo protegerte, las hadas te cuidan bien pero no estas segura aquí, conmigo si lo estarás
-Jay yo te agradezco mucho que quieras protegerme y ayudarme pero no puedo aceptar, las hadas se han portado muy bien conmigo y siento que si me voy seria como si no valorara lo que hicieron por mi
-esta bien Ana, no te preocupes, yo respeto tu opinión
-gracias por entenderlo
-si cambias de opinión, búscame ¿si?
Ana solo asintió y Jay le sonrió de vuelta para luego levantarse e irse. Ana se quedó pensando en lo que habló con el elfo y pensaba comentárselo a las hadas pero tenía miedo de lo que fueran a pensar ellas. Las hadas llegaron tiempo después y se sentaron a su lado a pasar el rato
S- ¿estás bien? Te veo algo pensativa
-quería comentarles algo
C- cuéntanos, ¿qué es lo que te perturba?
-Jay me pidió que me fuera a vivir con él, dice que en su aldea estaré más segura pero yo no quiero irme y alejarme de ustedes, me han ayudado mucho y no quisiera menospreciar nada de lo que han hecho por mi
B- Ana, linda, nosotras no pensaremos nunca que nos menosprecias al contrario. Llevas un mes aquí y has sido la chica más bondadosa y bien portada que conocemos. Nosotras ya sabemos como es tu corazón y sabemos que estás totalmente agradecida con nosotras.
C- Brigitte tiene razón linda, y creo que el no aceptar la propuesta de Jay fue un error
-¿error por qué? ¿Quieren que me vaya?
S- no cariño no es eso, a nosotras nos encanta que estés aquí, te hemos tomado mucho cariño y pasamos tiempos muy lindos contigo pero con nosotras no tienes mucha seguridad. Cuando te persiguió el ogro no pudimos hacer nada para ayudarte por que nuestros poderes no son lo suficientemente fuertes para pelear con seres así, nuestra magia es más liviana por que solo nos dedicamos a la naturaleza, solo cuidamos el bosque
Ana asintió entendiendo su punto y Calipso le habló
C- nosotras amariamos que te quedaras con nosotras para siempre, pero te queremos tanto que nos preocupa tu seguridad y con Jay estarás muy bien, creenos
B- la decisión la tomarás tu, pero ten en cuenta que tu seguridad nos importa más que todo
Ana solo asintió aceptando todo y se dirigió al árbol, ahí se recostó y se quedó pensando muy bien en la decisión que tomaría
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