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Al día siguiente, Gloria al enterarse de lo que había pasado con Ana fue al calabozo a verla y a llevarle comida, pues sabía que los presos en el calabozo no recibían absolutamente nada de comida. Una vez terminó el desayuno fue hasta el calabozo a visitarla y al verla no pudo contener las ganas de llorar. Ana estaba acostada en el piso llorando a viva voz y eso le rompió el corazón a Gloria
-hija
Ana levantó la cabeza y al ver a gloria se incorporó enseguida y corrió hasta ella
-¡Gloria! Que bueno que estás aquí
-me enteré por el rey en el desayuno, lamento no haber venido antes
-no te preocupes, está bien, lo bueno es que ya estás aquí
Gloria le dio una pequeña bolsa de papel a Ana y esta la miró muy curiosa
-¿Qué es esto?
-te traje algo de comer pequeña, sé que aquí no alimentan a los presos y vine a traerte algo y mientras pueda lo seguiré haciendo
-muchas gracias Gloria, eres muy hamable
-de nada pequeña
Ana se sentó en el piso a comer lo que Gloria le había llevado con mucho gusto mientras Gloria seguía hablando con ella
-¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo fue qué terminaste aquí?
-ayer cuando fui por el rey el comenzó a mirarme raro, ya sabes, como siempre, pero me toco las nalgas y simplemente no pude permitírlo. Lo hable fuerte y se molestó, comenzamos un forcejeo hasta que lo empujé y ahí fue que me envió aquí, me dijo que tenía que aprender quien era el que mandaba
-oh mi niña, me alegra que te hayas dado tu lugar, lo que me preocupa es el tiempo que el rey te tenga aquí
-el tiempo no me importa, me siento bien por haberme dado a respetar, no iba a permitir que me hiciera daño, he sufrido ya bastante
-muy bien mi niña, espero que no vuelva a pasar algo así
-créeme que no, no volverá a pasar
Ana le dio la bolsa para que no hubiera sospechas de que comió algo y Gloria la tomó, se despidió de ella y salió del calabozo prometiendole que regresaría muy pronto
(...)
3 semanas habían pasado y aun Ana estaba metida en aquella celda, Gloria iba todos los días a llevarle comida y hacerla sentir mejor dentro de lo que se podía. Pero Ana queria salir ya de ahí, no aguantaba el dolor que tenia en el cuerpo por dormir en el piso, la ansiedad que sentía por el encierro estaban llegando a su limite, lloraba todo el tiempo al saber que su estancia en esa celda oscura, fría y sucia sería por mucho tiempo. Ya quería salir, volver a ver los árboles, los animales y sentir la luz del sol
Ana estaba sentada en el piso mirando la única abertura que daba al exterior y que tampoco era la gran cosa, pues estaba demasiado baja y no tenía vista a nada, sintió a alguien acercarse pero lo ignoró pues Gloria ya había estado ahí
-niña
Esa voz tan desagradable y repulsiva la reconocería donde fuera, el rey había ido luego de 3 semanas de encierro. Ana se asustó un poco pero decidió portarse lo más natural posible
-majestad
-¿Cómo estás?
-como puedo estar estando encerrada en un lugar como este
-bien, veo que eres fuerte, lo bastante fuerte como para tener ese aspecto a pesar de no recibir alimento alguno
Ana se quedó callada pero sonrió internamente, pues se alegró de que no hayan descubierto a Gloria, si lo hacían le iba a ir muy mal y Ana no queria eso
-me alegra saber que eres muy fuerte, sabía que serias la indicada
-¿indicada para que?
El rey no dijo nada más y ordenó que abrieran la celda y una vez abierta los guardias del rey tomaron a Ana de las manos, sujetándola muy fuerte
-te dejaré en libertad, supongo que ya entendiste quien manda aquí ¿o me equivoco?
Ana solo asintió y caminaron hasta los pasillos del reino, ya en las afueras de los calabozos
-llevenla a asearse y cuando este lista la llevan a mi habitación
El rey se acercó a ella y como ella estaba sujeta de manos no puedo hacer nada ante la situación, el rey le volvió a tocar las nalgas y sus pechos descaradamente mientras Ana lloraba sin poder hacer nada
Los guardias asintieron ante la orden del rey y llevaron a Ana con las asistentes personales del rey para que la bañaran y vistieran. Y una vez estuvo lista, iban camino a la habitación del rey. Ana no queria ir, sabía lo que le esperaba ahí dentro, tenía que buscar la manera de escapar antes de llegar a la habitación, miró a todas partes y vio que era bastante fácil burlar a los guardias ya que iban frente a ella y nadie atrás, sumándole que los guardias estaban muy entretenidos en su conversación
Así que decidió esconderse tras una columna y cuando vio a los soldados alejarse salió corriendo hasta la cocina, Gloria al verla se emociono pero se preocupo al verla tan apurada
-¡¿Qué haces aquí hija?!
-el rey me liberó y quería tenerme en su habitación, pero no quiero. Me voy a escapar, gracias por todo tu cariño y comprensión Gloria, fuiste una madre para mi, jamás lo voy a olvidar
-pero Ana...
Ana abrazó rápidamente a Gloria para luego salir por la puerta trasera de la cocina, no tenía muchas opciones, era darle la vuelta al castillo y salir por la entrada principal o adentrarse en el bosque. Si daba la vuelta estaba corriendo el riesgo de que la vieran así que salió corriendo hasta el bosque, no le importó la leyenda que le contó Gloria o el peligro que corría estar en el bosque, prefería estar mil veces dentro de un bosque oscuro y solitario lleno de leyendas antes que quedarse en el castillo y ser la comida del rey
Sabía que sería difícil sobrevivir ahí sola, pero no le importó eso, solo quería estar lejos del lugar que la lastimó grandemente
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