En medio de todo aquel desastre Batman  era quien llevaba la peor parte al estar en coma desde entonces, sorprendentemente está vez ni siquiera él había previsto las nefastas consecuencias de las acciones de Luthor y que intentando ser realmente un apoyo para sus compañeros sería quien terminaría destruido. Alfred había tenido que justificar todo con un supuesto accidente en las montañas nevadas y si bien la opinión pública había asumido que se trató de un atentado perpetrado en una de las desquiciadas acciones del magnate y competencia en Metropolis, Lex Luthor,  usandolo para sumar más cargos en contra de este, seguía sin ser una base solida o sostenible en el tiempo, y honestamente eso no era algo que importase al fiel mayordomo, quien se sentía destrozado al verlo en ese estado. Era la primera vez que a su amo le estaba costando realmente escapar de las garras de la muerte y eso le estaba rompiendo el corazón.

Bruce era más que todo, era como un hijo para él y tal parecía que su hora había llegado, sollozaba desconsolado viendo a aquel chico que tanto amaba. Ni un cabello fuera de su lugar, ni una barba al descuido, nada que delatara los tormentos por los que debía estar pasando su mente o su alma, pero solo ellos sabían la verdad.

Una cálida manó se posó en su hombró ofreciendole una bebida caliente mientras este se componía un poco, ningún buen mayordomo debía dar jámas tan mal aspecto y menos ante tan guapa dama.

____ Señorita Prince...___la afable pelinegra en un acto reflejo lo atrajo a sus brazos en un abrazo que si bien el pobre hombre no había pedido, era evidente que neceitaba.

____ él estará bien Alfred, el es Batman ¿acaso lo haz olvidado?___susurró a su oido mientras le veía con cariño, aunque la verdad era que ella, al igual que el anciano tenía un nudo apretando su pecho, quería tener fé en que el caballero de la noche despertara, en que este no fuese el final del camino para él, pero lo que ninguno podía olvidar es que detrás del traje estaba el hombre, solo el hombre que se debatía entre seguir en este mundo o finalmente dejarse ir.

En su mente Bruce Wayne multimillonario, playboy atormentado, niño huerfano lleno de culpas luchaba contra su parte obscura retandolo a seguir, mientras Bruce solo quería descansar estar con la familia que le fué arrebatada, aquello que nunca dejaba ver a nadie estaba en su inconsciente y era peor que cualquiera de sus enemigos pues se trataba de su propio ser.

____se que puedes oirme Bruce y tu no nos vas a dejar ¿me entiendes?, no lo vas a hacer, porque el mundo te necesita... yo... te necesito___Diana a su lado le hablaba al heroe, pero sobre todo al hombre, que había conquistado una parte de su corazón, no podía aceptar el hecho de que fuese una batalla con un hombre, un simple humano como él, lo que terminase derrotando al encapotado y una parte de él la reconocía, quería despertar y seguir luchando, pero no sabía si era más fuerte que el niño Wayne que quería estar con quienes amaba, encontrar la paz que toda su vida había necesitado o despertar y continuar su lucha en aquel mundo despidado, esa dulce voz tan llena de fuerza le inspiraba a depertar y el deseo de estar lejos de allí era aún muy fuerte.