Escuchaste los rumores de Inez, no puedes creer ni una palabra de lo que dice la mayoría de las veces, pero esta vez era verdad.

—Rompamos.

Mo Ran había estado jugueteando con sus dedos sin prestar demasiada atención a la pequeña chica que había estado unos minutos parada preparándose para decirle algo. Mo Ran creyó que había escuchado mal.

—¿Qué?

—Dije que terminemos con esto.

No, no había escuchado mal.

—Qué tonterías dices, Wanning.

Mo Ran se rió, esperando que su novia le regala una mirada amorosa y después le dijera que estaba bromeando, pero habían dos cosas extrañas que Mo Ran parecía olvidar:

La primera: Chu Wanning no bromea.

La segunda: Chu Wanning no llora.

Chu Wanning no había llorado cuando en su clase de laboratorio el tubo de ensayo se había roto y los cristales se habían enterrado en lo más profundo de sus palmas, y tampoco había llorado cuando su padre había muerto.

Sin embargo, estaba llorando ahora mismo. Frente a Mo Ran, frente a mucha gente, en la escuela.

—Wanning, ¿Por qué quieres terminar?

Mo Ran no entendía qué había hecho mal.

Wanning apretó con fuerza el cárdigan que sostenía en sus brazos, y con un ligero movimiento volteó a ver a su mejor amiga que estaba un tanto lejos.

Mo Ran miró ese lugar también y lo supo de inmediato. Xue Meng. Siempre es Xue Meng.

—Parece que te ha dicho algo otra vez.

Wanning se matuvo callada, evitando mirar directamente a la chica que había sido la causante de sus lágrimas.

—¿Qué te dijo?

—En verano tú...

Su voz se quebró, sus manos temblaron y no pudo terminar de decirlo. Levanto la mirada, con la esperanza de ver a su novia (o prácticamente ex novia) con el mismo semblante firme de hace unos instantes, sin embargo, notó un cambio. Wanning conocía esa cara, era la cara que ponía cuando algo salía mal.

Así que es verdad.

—Baobei...

Wanning sintió náuseas y comenzó a caminar poco a poco hacia atrás, alejándose de Mo Ran y yendo al lado de Xue Meng. Mo Ran observó a Wanning irse, sin embargo no tuvo el valor para ir detrás de ella.

Tiró su patineta y soltó un gruñido de frustración. La gente la miró con extrañeza.

Vete a la mierda, Xue Meng.

-

Betty, no haré suposiciones sobre por qué cambiaste de aula, pero creo que es por mí.

Mo Ran esperó un buen rato a que Wanning entrara al salón de clases para hablar con ella y aclarar esa penosa situación, sin embargo, el tiempo pasaba y Wanning no se presentaba. Mo Ran se preguntaba si estaba bien o si lo de hace unas horas le había afectado demasiado.

Se sentó en su silla y comenzó a mover sus pies con nerviosismo, el tiempo pasaba y Wanning no entraba.

—Wanning se cambió de aula ayer.

Mo Ran volteó a ver de quién se trataba. Shi Mei, su anterior interés amoroso.

—¿Cómo sabes eso?

—La escuché pedir su cambio, y hoy se fue con Xue Meng al E303.

Mo Ran estaba desconcertada, esperaba que Wanning le permitiera aclarar las cosas y hablar.

Aún si sabía que no había nada que aclarar porque todo era cierto.

—¿Dónde está ese edificio?

Shi Mei dudó un momento, pero después respondió: —Cerca del edificio principal.

Mo Ran salió del aula y se dirigió con fiereza al lugar. Estaba molesta, molesta porque Wanning se había cambiado sin avisarle, estaba molesta porque su cambio había sido con Xue Meng, molesta porque sabía que no tenía derecho de estar molesta pues todo había sido su culpa y era estúpida por pensar que iba a poder ocultarlo toda su vida.

Cuando finalmente encontró el salón, inhaló profundamente, esperando encontrar a Wanning dentro. Afortunadamente, Wanning estaba saliendo. Llevaba sus libros en manos, y hasta ese momento, Mo Ran pudo notar cosas que antes no notó, por ejemplo, la piel de Wanning se veía más pálida de lo normal, sus ojos estaban rojos e hinchados —muestra de que había estado llorando—, y, aunque Wanning siempre fue delgada, ahora su falda larga se veía enorme en ella y su camisa no ocultaba completamente los arañones en sus brazos.

Mo ran sintió que su garganta ardía.

Sabía que Wanning había dejado de arañar su cuerpo hace años, y ahora nuevamente tenía sus brazos llenos de rasguños causados por ella misma. Wanning se veía tan frágil.

Caminó, acercándose a ella, y aunque dudó por un segundo si era correcto hablarle en ese momento, la desesperación de volver a verla irse hizo que se asustara y con rapidez tomara a Wanning del brazo.

Wanning la miró con sorpresa y enojo.

—Suéltame.

—No, Wanning, escucha...

Mo Ran no sabía qué quería hacerle escuchar, si lo que había pasado o lo arrepentida que estaba. De todas formas, ambas eran un asco.

—No quiero escuchar nada, Mo Ran, por favor, solo déjame ir.

Mo Ran notó que Wanning estaba jalando para poder liberarse y como única opción para detener a Wanning dijo:

—¡Dios, Wanning, ¡eras tú en quien pensaba cuando estaba con ella!

La cara de Wanning se desfiguró y solo en ese momento Mo Ran supo que había arruinado absolutamente todo.

—Eres asquerosa. Te odio.

Las lágrimas llenaron las mejillas de Wanning, la gente que estaba cerca comenzaba a cuchichear, unos cuantos riéndose de la situación y otros sintiéndose mal por Wanning, a quienes las personas conocían por ser la novia de Mo Ran.

A lo lejos pudo escuchar:

"Wanning sabía que Mo Ran no sirve para relaciones, no debería llorar si desde el principio nunca fue algo serio"

Mo Ran quería gritarle a esa persona que se callara, que lo que decía no era cierto, que Wanning sí era alguien con quién quería ir en serio, pero lo que había hecho le echaba a en cara que todo lo que dijera ahora mismo no era más que un chiste.

Hoy, a 4 años de haberle pedido a Wanning que fuera su novia, habían terminado y de la peor manera.

-

Pero si me presento en tu fiesta, ¿me aceptarías? ¿Me querrías? ¿Me dirías que me vaya a la mierda?

Mo Ran estaba jugando basquetbol, estaban a solo un tiro de ganarle a la escuela contraria y el marcador le recordaba que solo tenían un minuto.

"Escuché que es una fiesta organizada en la mansión Xue para la mejor amiga de Xue Meng"

Mo Ran perdió la concentración y escuchó atentamente, pudo escuchar a sus compañeras preguntándole a modo de grito qué mierda estaba haciendo.

"Oh, es verdad. Chu Wanning es la joya de Xue Meng. La trata como si fuese lo más preciado. Es de esperarse que quiera hacerle una fiesta de cumpleaños tan grande"

Mo Ran estaba apretando fuertemente sus palmas.

Así que le harás una fiesta.

Las chicas continuaron hablando de la fiesta y el equipo de Mo Ran perdió. Sus compañeras no dejaban de gritarle que era su culpa.

Sí, es mi culpa.

Miró a las gradas y recordó que hace unos meses Wanning estaba ahí, con un libro en la mano, aparentemente concentrada en su lectura, pero en realidad viendo a Mo Ran jugar. Cuando Mo Ran terminaba, se dirigía a Wanning y la tomaba de la cintura, cargándola y llenándola de besos.

Wanning escondía su rostro avergonzado en el cuello de Mo Ran y sujetaba su cuello para no caer.

Hoy solo eran recuerdos.

Los ojos de Mo Ran estaban rojos.

-

Betty, estoy aquí en tu puerta, y lo planeé durante semanas, pero finalmente lo estoy asimilando. Betty, ahora es la última vez que puedo soñar con lo que sucederá cuando vuelvas a ver mi rostro.

—Estás loca.

Shi Mei nunca fue cercano a Mo Ran, odiaba tenerla cerca y odiaba que fuera la persona a la que Wanning amaba. Wanning merecía más.

Sin embargo, ahora mismo estaba a su lado, acompañándola a la fiesta de Wanning.

—Sí, y me estás ayudando en esta locura.

—Recuérdame por qué.

Mo Ran sonrió: —Por qué no te gusta ver a Wanning triste.

Shi Mei siseo. De alguna manera, el día de ayer había pensado que acompañar a Mo Ran a la fiesta de Wanning sería una buena idea para que ellas se reconciliaran y Wanning dejara de verse tan lamentable, pero hoy, en este momento, la idea le parecía absurda.

Ni si quiera sabía si Wanning estaría bien con ello.

—Mo Ran, deberías dejarla ir.

—No lo entiendes, la amo.

Shi Mei sintió su bilis subir al escuchar a la pelinegra decir eso. ¿La amas, imbécil? La engañaste. Cómo dices que la amas.

—Cínica.

Mo Ran no escuchó nada más, su mirada se concentró en Wanning saliendo apresurada del lugar, llevaba un vestido floreado y su inseparable cárdigan en los hombros. Se metió al auto que estaba estacionado a unos metros y Mo Ran caminó hacia él.

Wanning estaba hecha un ovillo en el asiento trasero cuando Mo Ran la vió, estaba esforzándose por respirar tranquilamente.

Mo Ran tocó la ventana y Wanning levantó la mirada, se veía confundida.

—¿Puedes abrirme?

Wanning dudó, bajó un poco la ventanilla, permitiendo el aire entrar y que Mo Ran dijera lo que tenía que decir.

—¿Qué sucedió ahí dentro que te asustó así?

Wanning no tenía que decirle nada, pero a pesar de todo no sabía con quién más soltarse.

—Estaba bailando con Xue Meng y ella me besó...

Wanning esperaba que la cara tranquila de Mo Ran se transformará en una llena de enojo.

—¿Ella te besó?

Wanning no sabía qué decir. Mo Ran y ella habían terminado hace tiempo, no debería importarle lo que hiciera, no le debía nada.

—¿Y te gustó?

Wanning se sorprendió, no esperaba que Mo Ran preguntara eso. Mo Ran de antes se habría molestado y la habría obligado a besarla para borrar el rastro de otra persona, habría bajado sus bragas y la tocaría hasta hacerla venir. Mo Ran era así, sin embargo esta nueva Mo Ran parecía diferente. Se veía tranquila.

—... Sí.

Mo Ran dejó salir el aire que había contenido, sintió como su corazón se apretaba y sus entrañas se retorcían. Sabía que pasaría, sabía que Wanning encontraría otra chica que la amara como merecía.

—Eso es bueno.

Wanning miró a Mo Ran, cuyas mejillas estaban empapadas de lagrimas y aún así se esforzaba en sonreírle, como si estuviera feliz.

Le dolía verla así.

—Sabes yo... —Mo Ran titubeó— Una parte de mí creía que si venía a tu fiesta podría sacarte de ahí y meterte al coche para besarte y demostrarle a todos que podíamos empezar de nuevo, ¿Demasiado optimista y soñador, ¿no crees?

Wanning no quería seguir escuchando, le dolía mucho todavía.

—Es bueno que Xue Meng esté contigo ahora. Ella te quiere mucho.

—Mo Ran...

—Wanning, sé que debo dejarte ir y sentirme feliz de que estés con alguien que te ame, sin embargo —su voz se debilitó—... Sin embargo, no puedo evitar querer tenerte conmigo otra vez.

Wanning miraba a Mo Ran llorar. No sabía qué hacer o decir para que dejara de hacerlo.

—Wanning, baobei... Podrías... Podrías por favor, ¿Considerarme a mí otra vez?

Wanning abrió la boca, lista para decir algo, pero la cerró poco después.

No. No podía.

—Ya veo. Entonces es así —Dijo Mo Ran.

Wanning no sabía a qué conclusión llegó Mo Ran pero cuando la vió irse una parte de ella la empujó a salir del carro y gritarle a la chica por su nombre.

—¡Mo Ran! Yo...

Mo Ran se detuvo y volteo.

Todavía había una esperanza.

Wanning tenía la mirada desenfocada, su cabello largo se mecía con el viento. El frío era muy fuerte y Mo Ran se preocupó de que Wanning pescara un resfriado.

Esperó a que Wanning hablara, pero Wanning no decía nada.

Hasta que escuchó su voz baja y una palabra que rompió todas sus esperanzas.

—Cuídate.

Mo Ran sollozó.

Por supuesto, Wanning no la perdonaría. Wanning nunca perdonaría algo así, pero Wanning todavía había salido del coche en medio del frío para decirle que se cuidara.

—Está bien. Cuídate tú también.

Wanning asintió, y sin mirar atrás, entró al coche otra vez.

Mo Ran no supo que al entrar al coche Wanning no dejó de llorar como una niña pequeña.

Si hubiese sido otra la causa, Wanning habría considerado perdonarla, pero no podía hacerlo. No cuando una de sus más grandes inseguridades se había hecho realidad.

Lo suyo estaba roto, y no había nada que lo pudiera reparar.

Wanning sostuvo con fuerza el cárdigan que había sido un regalo de Mo Ran en su anterior aniversario.

Está bien. Este era el final.

Lo peor que he hecho... fue lo que te hice a ti.

-

Holaaa, publiqué este ff en ao3 y lo subo aquí también porque wattpad me permite ponerle una portada bonita djjskja. Ha sido bastante desde la ultima vez que publiqué algo, ah~