Jungkook se excusó con todo el clan y avisó que dejaría a Hoseok y Namjoon a cargo de mantener el orden y paz en el lugar, la mayoría de los ciudadanos creían que se trataba de algún asunto referente a la boda del líder con su omega, pues era bien sabido que una vez un líder encontraba a su predestinado, un largo viaje debía realizarse mientras se organizaba la boda.

Era preferible que pensaran que se debía a eso y no porque estuviesen ocurriendo cosas malas.

—Yo de verdad no quiero hacer ese viaje, Yoongi— seguía quejándose Seokjin con voz lastimera— es muy largo, soy pesado, tendremos que hacer más de quince mil paradas para ir al baño, yo odio acampar, hay mosquitos... no me gusta vivir como un salvaje, por favor, déjame regresar a casa.

—No.

—¡Vete al infierno!

—Hoseok y Namjoon van a cuidar de ti en este lugar, te quedarás en casa de Jeon con su hermana y la esposa de Hoseok— decidió— ya lo hablé con Jungkook, no seas un maldito dolor de cabeza y te prohíbo salir de este clan hasta que yo regrese.

Seokjin sonrió.

—Eso no está tan mal, bien, me iré a dormir— observó a Ellaí llegar junto a Jungkook— prometo que cuidaré tu casa si cuidas a mi estúpido hermano.

Yoongi blanqueó los ojos, despidiéndose una última vez y saliendo primero, seguido de Jungkook y Ellaí, la última deteniéndose cuando llamaron a su nombre y riendo un poco al ver a Debby y Jihyo correr hacia ella.

—¡No me gusta despedirme!— se quejó Debby, girando el cuerpo de Ellaí para tener acceso a su mochila— Tienes que seguir comiendo bien, cuídate mucho y si puedes llamarnos, hazlo.

—Cuidaremos tus rosas. Lo prometemos.

Ellaí se giró de nuevo a verlas y sonrió un tanto colorada, se sentía extraño tener amigas, les agradeció y se dejó abrazar de ambas, escuchó a Namjoon suspirar sonoro y solo para no preocuparlo, le abrazó de nuevo.

—Por favor, cuídate mucho. Si algo ocurre, sabes defenderte a la perfección y vas con dos alfas, tienes que regresar en una pieza o yo haré de Jeon trozos pequeños.— eso último lo dijo en voz alta, con la intención de que el mencionado lo escuchase— Voy a llamarte cuando pasen los cuatro días y tengan señal.

—Estaré bien, papá.

A Namjoon le tembló la boca y le brillaron los ojos.

—Eres una maldita, no me digas así justo ahora o empezaré a- —tragó saliva cubriéndose el rostro— largo, lárgate antes de que me arrepienta.

Ellaí sonrió bufando y dando la vuelta para irse, tomó la mano de Jungkook y ahí si emprendieron camino. No entendía a Namjoon, todo el tiempo la molestaba con que nunca lo llamaba papá y ahora que lo hacía se ponía de esa manera.

Hoseok lo observó y arqueó las cejas.

—¿Estás llorando?

—Cállate, nadie te pidió hablar.

Ahora, llegar al clan Kim era una total aventura, una muy agotadora porque era un viaje completamente a pie, había que escalar, correr, tener cuidado dónde pisas pero más importante que nada, una resistencia física jodida.

Yoongi tenía muy buena resistencia, pero, pensar en todo lo que tenían que recorrer le ocasionaba estrés.

—Cuando se llegue el momento de escalar, tendremos que transformarnos para eso, Jungkook— asintió, lo sabía— por ahora podemos simplemente caminar y ver a tu novia saltar de árbol en árbol como si fuese un chimpancé.

—Ellaí se entretiene con todo, nunca la he visto aburrida, siempre encuentra algo que hacer para pasar el rato.

—Quien mantiene el cuerpo ocupado, despeja más fácil la mente. Dijiste que ella es muy tranquila.

—Demasiado— la observó— pero la noto más feliz y eso es lo que me importa.

—Será bueno que conozca a la omega de Kim y se lleven bien— le recordó— así como los tres líderes debemos mantener una relación de paz, ellas también.

—Apúrate a encontrar la tuya, Ellaí necesita amigas. Más amigas además de mi hermana y Debby.

Yoongi negó, riendo.

—No tengo prisa por eso, sucederá cuando tenga que suceder y si no sucede nunca es porque así debía ser.

—Por favor, no insinúes que estás bien quedándote solo toda la vida porque suena muy deprimente— Yoongi se encogió de hombros.

—No soy un buen prospecto de pareja, Jeon, te sorprendería lo mucho que valoro la soledad. No estoy listo para que alguien interrumpa esa paz, tengo una relación conmigo mismo que planeo mantener un tiempo más.

Extrañamente, lo entendía, el pensó de esa manera durante un tiempo y agradeció que fue después de estar listo para su pareja, que esta llegó a su vida, no hubiese sido lo mismo si llegaba antes, aunque probablemente si años atrás hubiese estado enterado de lo que su pareja pasaba, la habría aceptado incluso tan rápido solo para sacarla de allí.

Parpadeó, se había distraído. Volvió la vista a Ellaí y así se mantuvo por un largo tramo.